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Perspectiva

Corte en Michigan falla que el PSI debe recolectar firmas a pesar de la pandemia

El miércoles, un juez federal en el distrito Este de Michigan rechazó un desafío del Partido Socialista por la Igualdad al requisito de 12.000 firmas físicas para aparecer en la papeleta electoral, en plena pandemia de coronavirus.

EL juez Sean F. Cox, un republicano, se alineó con la Administración de la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer sentenciando que la pandemia del coronavirus no “pone una carga” seria sobre nuestros derechos constitucionales o los derechos de los residentes de Michigan que quieran votar por nuestra campaña.

Cox presentó el fallo cuando la mortal pandemia de coronavirus se está saliendo de control. Ayer, la cifra oficial de muertos en el mundo superó los 550.000 y los contagios pasaron los 12,3 millones.

El candidato presidencial del Partido Socialista por la Igualdad, Joseph Kishore

Estados Unidos es el epicentro del virus, el cual se está propagando de forma irrestricta. El COVID-19 ya ha cobrado más de 135.000 vidas en EE.UU. Más de 61.000 personas salieron positivo ayer, un récord, y la cifra de muertes diarias está acercándose a mil.

Los hospitales en Texas, Florida y Arizona están abrumados y los enfermeros enfrentan nuevamente una escasez de equipo de protección personal y respiradores. Los casos están aumentando en la mayoría de los estados, incluyendo Michigan, donde hay niveles de contagio no vistos desde fines de mayo.

El aumento en casos y muertes es el resultado directo y predecible de las políticas criminales de Trump y toda la élite política, incluyendo el Gobierno de Whitmer. Aún cuando la pandemia está teniendo un horrendo costo, la Casa Blanca está exigiendo que las escuelas reabran en el otoño, poniendo en riesgo las vidas de cientos de miles de docentes y estudiantes, como parte de la campaña general de regreso al trabajo.

Son estas las condiciones en las que el juez Cox declaró su apoyo pleno al argumento del estado de Michigan de que el PSI debió haber estado reuniendo firmas y debería estarlo haciendo todavía.

La decisión de Cox no es un fallo legal seriamente fundamentado en la jurisprudencia ni en un análisis racional. Es una decisión política que busca prevenir que los socialistas aparezcan en la papeleta, dándole una racionalización legal a una conclusión alcanzada de antemano.

Cox afirma que lo que ha prevenido recolectar firmas no ha sido ni la pandemia de coronavirus ni las órdenes de la gobernadora de quedarse en casa, sino la falta de “diligencia” de los propios candidatos.

De hecho, ha sido la “diligencia del PSI lo que lo obligo a no intentar recolectar las firmas. Si lo hubiéramos hecho, habríamos violado nuestros propios principios políticos y nuestras propias advertencias sobre las consecuencias peligrosas de las políticas imprudentes de la clase gobernante —advertencias que han sido completamente confirmadas—.

Si nuestra campaña no ha querido interactuar en persona con cientos de miles de personas en medio de la peor crisis sanitaria en la historia del estado, compartiendo lapiceros, portapapeles y documentos con los votantes, y hablándoles para explicar nuestro programa, concluyó Cox, “es su elección”. Es nuestra culpa, escribe Cox, que no previmos la crisis del coronavirus y no recolectamos las firmas en enero o, como argumentaron los abogados demócratas, en 2019.

Cox aceptó incondicionalmente el argumento de los demócratas de que nuestra campaña debió haber recolectado firmas durante el periodo en que estaban en vigor las medidas de distanciamiento social aplicadas por el estado, a pesar de que hacerlo hubiera infringido las órdenes de permanecer en casa y sometido a nuestros voluntarios a arrestos.

Mientras tanto, los candidatos demócratas y republicanos no necesitan recolectar ninguna firma y aparecen automáticamente en la papeleta. Tal es la democracia estadounidense que Joe Biden puede hacer campaña desde la seguridad de su sótano y el Comité Nacional Demócrata puede nominar a su candidato en una convención virtual, pero los socialistas necesitan sacrificar sus vidas y las vidas del público general para obtener acceso a la papeleta.

El objetivo del juez es garantizar que los votantes no puedan emitir votos que presenten cualquier amenaza al sistema capitalista. El exabogado corporativo no electo y nombrado por vida por el criminal de guerra George W. Bush, ha decidido por quién podrán votar o no los 7,6 millones de votantes registrados de Michigan. Su fallo significa que los votantes solo pueden elegir entre los candidatos oficiales del duopolio demócrata-republicano al cual él mismo pertenece.

Estados Unidos tiene las leyes electorales más restrictivas de cualquiera de los grandes países capitalistas del mundo. Tiene una población de 328 millones de personas, pero un sistema político que ha estado dominado por los mismos dos partidos por 150 años. La clase gobernante ha amañado todo el proceso electoral gastando sumas masivas de dinero para garantizar para ella misma los mejores candidatos que el dinero pueda comprar.

Para aparecer en la papeleta, los candidatos independientes y los terceros partidos necesitan recolectar miles, decenas de miles o incluso cientos de miles de firmas dependiendo del estado. Estos requisitos han sido el principal mecanismo para excluir a la oposición izquierdista y particularmente socialista a los partidos capitalistas.

Ahora, hay una pandemia, lo que torna imposible solicitar firmas si uno no quisiera poner en riesgo las vidas de los solicitantes y miles de personas más.

Si tal fallo fuera emitido en un país en la mira de la clase gobernante estadounidense, la prensa lo utilizaría para justificar un “cambio de régimen”.

De hecho, en una declaración del 9 de enero de 2020 titulada “Elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas en Venezuela”, el Departamento de Estado exigió “elecciones abiertas para todos los partidos y candidatos”. Exigió que el Gobierno venezolano “elimine cualquier restricción a que los individuos y partidos políticos participen libremente en las elecciones presidenciales y parlamentarias”.

El 20 de febrero de 2020, el secretario de Estado, Mike Pompeo, emitió una declaración titulada “El pueblo iraní merece elecciones libres y justas”. El anuncio explicó, “En la expectativa de las futuras elecciones parlamentarias de Irán el 21 de febrero, el Consejo Guardián ha bloqueado incluso la participación de más de 7.000 candidatos. Muchos de ellos eran iraníes que cuestionaron las políticas del líder supremo. Ese proceso es una farsa. No es ni libre ni justo”.

El fallo en Michigan tan solo confirma que las elecciones estadounidenses no son “ni libres ni justas”.

La decisión de Cox releja el temor dentro de la clase gobernante hacia el enojo social cada vez mayor de las masas de obreros y jóvenes. Hay 40 millones de desempleados y decenas de millones más que se enfrentan a la pobreza, el hambre, las ejecuciones hipotecarias, las evicciones y pérdidas permanentes de sus empleos. Ambos partidos le entregaron varios billones de dólares a las corporaciones por medio de la Ley CARES. Mientras tanto, los beneficios por desempleo y la protección a las evicciones expiraran al finalizar este mes.

Los trabajadores y jóvenes han comenzado a resistir. El estallido de protestas de masas multirraciales y multiétnicas contra la violencia policial fueron una expresión inicial del profundo enojo popular. Los trabajadores automotores en Michigan realizaron una serie de paros a fines del mes pasado e, influenciados por los llamados del PSI y el WSWS, formaron comités de base de seguridad para organizar la oposición.

Este es tan solo el comienzo. La política de la clase gobernante producirá estallidos sociales masivos en Estados Unidos y todo el mundo.

Nuestra campaña seguirá defendiendo agresivamente nuestros derechos y los derechos de los votantes por medio de las cortes. Pero el fallo del miércoles expone el hecho de que no habrá ningún cambio real a través del sistema político esclerótico y antidemocrático existente. Necesita ocurrir y ocurrirá por medio de la movilización de la clase obrera en lucha por el socialismo.

El Partido Socialista por la Igualdad y nuestra campaña electoral están orientados a la construcción de una dirección revolucionaria socialista en la clase obrera. Llamamos a todos aquellos que apoyan el socialismo a unirse al PSI y apoyar su campaña.

(Publicado originalmente el 10 de julio de 2020)

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