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Comité de base exige cierre inmediato

COVID-19 fuera de control en planta Jeep en Toledo

¡Únanse a la lucha para defender la salud y la seguridad de los trabajadores! Para obtener asistencia para formar un comité de base de seguridad en su fábrica, envíen un correo electrónico Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS, autoworkers@wsws.org , para obtener más información.

El número de casos de COVID-19 está aumentando rápidamente en las plantas automotrices de los Estados Unidos, y el Complejo de Fiat Chrysler en Toledo, en el noroeste de Ohio, se está convirtiendo en un epicentro. Esta semana, los funcionarios locales del sindicato United Auto Workers (UAW) admitieron que hay 40 casos confirmados en la planta de Toledo, pero los trabajadores de base creen que el número es mucho mayor.

“Ha sido una locura aquí”, dijo un joven trabajador de Jeep (propiedad de Fiat Chrysler) en Toledo al WSWS. “Todos allí han estado expuestos a alguien que lo tiene. Si dices que lo tienes, pasarás un tiempo sin paga. Tengo esposa e hijos, así que no puedo arriesgarme”. La compañía y el UAW no están diciéndoles nada a los trabajadores, dijo. “Nos estamos informando en Facebook. Lo estamos haciendo nosotros mismos”.

Trabajadores de Jeep en Toledo (Fuente: FCA Media) [Photo by Stellantis Media]

Agregó: “Dijeron que iban a hacer todas estas cosas para abrir las plantas de manera segura, pero nunca se apegaron a eso. Dijeron eso solo para recuperarnos a todos. Al mismo tiempo, están siendo muy mezquinos. Si tus gafas de seguridad se caen debido a la mascarilla, te las cobrarán. Si haces alguna pregunta sobre seguridad, te pondrán alguna infracción. Definitivamente están tomando represalias. Imagínate lo difícil que es usar una mascarilla. La temperatura ahí es de más de 90 grados y estamos sudando”.

Han pasado dos meses desde la reapertura del 18 de mayo de la industria automotriz de América del Norte, que fue un componente clave del impulso imprudente de la Administración de Trump para reabrir la economía estadounidense. Las consecuencias mortales han quedado expuestas en el número récord de casos diarios y el aumento en el número total de contagios en los últimos dos meses de 1.5 millones a 3.6 millones y el número de muertes de 90,000 a 140,000.

La reapertura de las fábricas de automóviles, la cual fue respaldada por los gobernadores demócratas y republicanos por igual, ha provocado brotes en plantas en todo Estados Unidos. Se han confirmado 130 casos en la fábrica de Tesla en Fremont, California, que fue reabierta por el director ejecutivo Elon Musk en desafío a las órdenes de cierre. La reapertura de la planta ha llevado a un aumento en los precios de las acciones de Tesla, agregando $30 mil millones a la fortuna personal de Musk. Según un memorando interno de Tesla, más de 1,550 de los 10,000 empleados en la planta se han visto “afectados” por el COVID-19, es decir, estuvieron infectados o tuvieron contacto con alguien infectado.

También ha habido brotes en plantas de General Motors en Missouri, Texas, Indiana y Michigan. GM está transfiriendo a trabajadores despedidos a varias de estas plantas porque cientos de trabajadores han tomado licencias o vacaciones debido a preocupaciones por el virus, según un informe publicado el miércoles en el Detroit Free Press .

En la planta de ensamble de GM en Fort Wayne, Indiana, cerca de 1,000 de los 4,100 trabajadores están fuera por varias razones. Esto incluye a 200 trabajadores por razones relacionados con COVID-19. En la planta de ensamblaje de Flint, hay 600 trabajadores en algún tipo de licencia y otros 100 en “licencia por COVID”. Este último incluye a los trabajadores “que tienen un trastorno inmunitario y no pueden trabajar, o están en cuarentena debido a la exposición a alguien que dio positivo por el COVID-19, o tienen que cuidar a alguien con el virus”, escribió el Free Press .

Los trabajadores del Complejo de General Motors en Silao, México, que produce las mismas camionetas altamente rentables de GM que las plantas de Fort Wayne y Flint, informaron que seis trabajadores han fallecido a causa del COVID-19 y decenas de personas se infectaron.

El miércoles, la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, advirtió que las plantas automotrices podrían cerrarse nuevamente debido a la propagación del virus. Sin embargo, no admitió que la reapertura de las fábricas, que aprobó a principios de mayo, haya acelerado la propagación. En cambio, culpó a las personas que no usan mascarillas afuera. “Si los habitantes de Michigan no nos ponemos mascarillas cuando salimos en público, los casos podrían aumentar y podríamos vernos obligados a cerrar más negocios, incluyendo las plantas de fabricación de automóviles que emplean a miles”.

Las empresas automotrices y el UAW han tratado de ocultar el alcance de las infecciones, y están reemplazando a los trabajadores enfermos rápidamente para evitar cualquier interrupción de la producción. Sin embargo, los trabajadores han comenzado a tomar el asunto en sus propias manos. Después de llevar a cabo huelgas salvajes a fines de junio, los trabajadores de Fiat Chrysler (FCA) en dos plantas de ensamble en Detroit, las fábricas de Jefferson North y Sterling Heights, formaron comités de base para la seguridad, independientemente del UAW. Esto fue seguido por la formación de un comité similar en Toledo.

En una declaración el miércoles, el Comité de Base para la Seguridad de Toledo-Jeep denunció a la gerencia y al Local 12 del UAW por “retener intencionalmente información crítica sobre los trabajadores que han salido positivo al COVID-19” y exhortó a los trabajadores a “enfrentarse a estas condiciones laborales inseguras y peligrosas”.

El comité enumeró una serie de demandas, que incluyen: “El complejo de ensamble en Toledo DEBE cerrarse y todos los empleados que deseen someterse a la prueba, deben hacerse la prueba de forma gratuita. Nadie debe regresar al trabajo hasta que todos los resultados de la prueba hayan llegado. Solo probar los casos ‘potenciales’ no es seguro y sigue representando una amenaza para la seguridad de los demás”.

Estas son otras de las demandas:

1. Exigimos que todos los casos positivos de COVID-19 se enumeren en la página de inicio de HUB con la línea, el turno y el número de equipo.

2. Exigimos el fin inmediato del abuso de los empleados suplementarios como reemplazos por el COVID-19. Estos son humanos, no peones en caso de daños colaterales.

3. Cuando se confirma un caso de COVID-19, la producción debe detenerse durante al menos 24 horas y una empresa capacitada y autorizada debe realizar una limpieza profunda de toda la planta.

4. Si se requiere que la fuerza laboral trabaje con una mascarilla, requerimos 10 minutos de tiempo de inactividad por hora para respirar libremente, hidratarnos y refrescarnos.

5. Una reducción a turnos de 8 horas para permitir que una empresa capacitada y autorizada limpie todas las herramientas, áreas de descanso, baños y estaciones de agua entre turnos. Todas las barreras de entrabada deben limpiarse 30 minutos después del inicio del turno, el final del almuerzo y al final de cada jornada.

6. Los trabajadores no serán atacados, reprendidos, despedidos, disciplinados ni acosados por tomarse un tiempo libre para esperar las pruebas o los resultados.

7. Todos y cada uno de los empleados que fueron despedidos por tomarse un tiempo libre para las pruebas deben ser reintegrados con pago retroactivo y el tiempo adecuado acreditado por su antigüedad.

8. Eliminar cualquier resistencia al uso de alternativas a mascarillas que hayan sido médicamente aprobadas según lo prescrito por un médico con licencia

La declaración concluyó: “Nosotros, el Comité de Base para la Seguridad de Toledo-Jeep, estamos en solidaridad con los trabajadores de toda la industria automotriz en los EE. UU. e internacionalmente y animamos a todos y cada uno de ustedes a que se unan a nosotros en oponernos a los esfuerzos de las empresas automotrices y el UAW para mantener la producción sin importar el costo a nuestras vidas. ¡Nos solidarizamos con nuestros hermanos y hermanas de los comités de base para la seguridad en JNAP y SHAP! ¡Es hora de recuperar nuestras vidas y no permitir que la avaricia corporativa nos ponga en peligro a nosotros ni a nuestros seres queridos!”.

La propagación de casos en Toledo ha alarmado a los trabajadores en todas partes y muchos otros están respondiendo a la convocatoria de formar comités de base para la seguridad. “Tenemos tres casos confirmados en Sterling Heights Stamping”, informó un trabajador al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS. “Estoy seguro de que así fue como comenzó en Toledo y ahora está fuera de control. Lo mismo sucederá aquí si no hacemos algo.

“Estamos discutiendo establecer un comité aquí como en Toledo, SHAP y Jefferson. El UAW y la gerencia no están haciendo nada para ser proactivos. Los controles de temperatura no pueden identificar a personas sin síntomas. ¿Por qué no pueden hacernos pruebas todo el tiempo, como lo hacen a los atletas de la NBA? La gobernadora Whitmer no nos está protegiendo, y ustedes saben que el presidente tampoco. En cuanto a los CDC [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades], la compañía está ignorando las pautas para cerrar una planta para una limpieza profunda después de un caso confirmado, y los CDC están dando a las compañías todo el margen para no seguir las pautas”.

“Depende de los empleados en la planta protegernos a nosotros mismos. La gerencia no quiere que cerremos la producción debido a sus ganancias. No va a venir de la jerarquía del UAW con toda la corrupción y sobornos. Nuestro representante sindical acaba de decirle a varias personas que no cree que el COVID sea real o una preocupación, y este es el hombre que se supone que debe proteger nuestra seguridad”.

“Los trabajadores tendrán que defenderse a sí mismos, como los trabajadores de JNAP y SHAP, y en el frigorífico en Colorado. No se detendrá hasta que los trabajadores de cada planta establezcan comités como en Toledo”.

(Publicado originalmente en inglés el 16 de julio de 2020)

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