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Departamento de Seguridad Nacional reúne informes de inteligencia sobre los periodistas que cubrieron las protestas en Portland

En un escalofriante ataque al periodismo y la Primera Enmienda, el Washington Post informó el jueves que dos periodistas estadounidenses, el corresponsal del New York Times Mike Baker y el editor en jefe del blog Lawfare, Benjamin Wittes, fueron objeto de tres informes de inteligencia de código abierto creados por la Oficina de Inteligencia y Análisis (I&A, siglas en inglés) dentro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Los informes resumieron las actividades recientes en las redes sociales de los periodistas de la prensa tradicional, incluido el hecho de que ambos habían publicado documentos filtrados y no clasificados sobre la ocupación federal en curso de Portland, Oregón, por parte de las fuerzas paramilitares del DHS. Los informes incluyeron descripciones y fotos de los perfiles de Twitter de los periodistas. Los “productos de inteligencia” también incorporaron capturas de pantalla de las publicaciones de Twitter de Baker y Wittes que mostraran documentos internos del DHS, incluida la cantidad de veces que los usuarios les daban “me gusta”, comentaban o compartían las publicaciones.

En los informes se incluyeron tuits públicos de Wittes en los que reveló notas internas del DHS. Los memorandos exponían que los agentes de inteligencia del DHS, conocidos como “recolectores” habían recopilado informes de inteligencia sobre manifestantes arrestados que incluían “FINTEL” o inteligencia financiera. Los recolectores también habían creado “tarjetas de béisbol” de manifestantes arrestados con sus rostros e información personal incluida.

Las “tarjetas de béisbol” han sido utilizadas por las agencias militares y de inteligencia de EE. UU. durante décadas como una forma de familiarizar a los soldados, operadores de drones y espías con los objetivos más buscados del imperialismo estadounidense. Durante la invasión de Irak en 2003, la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE. UU. desarrolló un juego de 52 naipes compuestos por miembros de alto rango del Gobierno iraquí, incluidos Sadam Huseín y sus familiares. Para 2018, todos menos 6 de los “más buscados” de Iraq habían sido asesinados o capturados.

Los mismos tipos de expedientes, al estilo de “tarjetas de béisbol” o “anuarios”, fueron popularizados por el presidente Barack Obama durante sus sesiones los “martes de terrorismo” que dirigió durante su Presidencia. Después de analizar las “listas para asesinatos” preparadas por las agencias de inteligencia, Obama aprobó personalmente los asesinatos utilizando drones, incluso de ciudadanos estadounidenses y el 90 por ciento de las veces mataba a otra persona además del objetivo previsto.

La I&A del DHS es una agencia de inteligencia nacional dirigida directamente contra la población estadounidense. De acuerdo con los principios operativos propios de la agencia, la misión de la I&A es integrar las operaciones de inteligencia en todas las agencias dentro del DHS, incluido el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, los Alguaciles de EE. UU., así como el sector privado para “identificar, mitigar y responder a las amenazas”.

No se sabe exactamente a cuántas agencias privadas, locales, estatales y federales se divulgaron los reportes, o si la I&A ha compilado informes sobre otros periodistas estadounidenses, civiles o, como la agencia los describe, “amenazas”. También se desconoce si hay recolectores de la I&A operando actualmente en otras ciudades de los EE. UU. además de Portland, cuántos de ellos y con cuáles agencias públicas o privadas están trabajando actualmente.

Para ilustrar la naturaleza global del ataque al periodismo, los informes no clasificados/para uso oficial solo contenían una advertencia de que la información contenida allí solo era “divulgable a los Gobiernos de Australia, Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda”, que conforman la red de vigilancia “Five Eyes” dirigida por Estados Unidos. Esto significa que los informes de inteligencia creados por la I&A probablemente se hayan difundido a los simpatizantes fascistas dentro de las agencias policiales en cada uno de estos países.

Después de que el Post publicara su historia inicial en línea el jueves por la noche, el portavoz del DHS, Alexei Woltornist, publicó un memorando con fecha del 31 de julio que intentaba distanciar a los dirigentes de la agencia de las acciones de aquellos directamente bajo su cargo. El memorándum dice en parte: “Al enterarse de la práctica, el secretario en funciones [Chad] Wolf ordenó que la Oficina de Inteligencia y Análisis detuviera inmediatamente la recolección de información de los miembros de la prensa. El secretario en funciones no aprueba del todo esta práctica y ha ordenado inmediatamente una pesquisa al respecto”.

El memo concluye, de manera inverosímil, con Wolf profesando su compromiso de “asegurar que todo el personal del DHS ... respete ... los derechos y las libertades civiles, en particular en lo que se refiere al ejercicio de los derechos de la Primera Enmienda”. Los periodistas han sido un blanco específico de los ataques y arrestos de la policía y los paramilitares desde el comienzo de las protestas en todo el país tras el asesinato policial de George Floyd en Minneapolis el 25 de mayo.

El Rastreador de la Libertad de Prensa de EE. UU., que cataloga varios ataques a la prensa, incluidos arrestos, ataques físicos, daños a equipos y gases lacrimógenos, señaló que en los EE. UU., hasta el jueves, se habían registrado más de 612 casos de “incidentes sobre libertad de prensa” este año. Portland representa más de una sexta parte de los incidentes totales de la nación con 106 violaciones. Minneapolis/St. Paul sigue con 99 incidentes, mientras que Nueva York y Washington, D.C. están casi empatados en el tercer lugar, con 41 y 40 incidentes, respectivamente.

La revelación de que el Gobierno de EE. UU. está desarrollando informes de inteligencia sobre periodistas estadounidenses provocó una carta de “preocupación” de los senadores demócratas en el Comité de Inteligencia del Senado. En una carta firmada por los senadores Martin Heinrich (Nuevo México), Mark Warner (Virginia), Dianne Feinstein (California), Ron Wyden (Oregón), Kamala Harris (California), Michael Bennet (Colorado) y el independiente Angus King (Maine), los senadores exigieron que la I&A se mantenga fiel a las obligaciones en su “estatuto” manteniendo a los “comités de inteligencia del Congreso totalmente informados y actualizados de sus operaciones”.

Como sucede con los cientos de agentes federales que ahora están siendo desplegados en ciudades controladas por los demócratas como Chicago, Detroit, Milwaukee, Seattle y Portland, el Partido Demócrata en realidad no se opone al despliegue de escuadrones de matones federales o la construcción de expedientes de inteligencia de ciudadanos estadounidenses siempre y cuando estén incluidos en el proceso de toma de decisiones.

No existe una base de apoyo dentro de la clase dominante de EE. UU., ni ningún otro Gobierno capitalista, para la defensa de los derechos democráticos, incluida una prensa libre. Mientras Julian Assange está siendo silenciado y encarcelado por exponer los crímenes del imperialismo estadounidense en el extranjero, los periodistas estadounidenses, la gran mayoría de los cuales han guardado silencio o alentado la persecución en curso de Assange, ahora son blancos de ataques por exponer el terrorismo de la policía estadounidense en casa.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de agosto de 2020)

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