Español

Nuevo volumen del comité de inteligencia del Senado sobre “Interferencia rusa” difama a WikiLeaks y Julian Assange

El martes, el comité bipartidista y selecto de inteligencia del Senado publicó la versión desclasificada del quinto y último volumen de su informe titulado “Campaña rusa de medidas activas e interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016”. El nuevo volumen de 1.000 páginas, que fue editado fuertemente durante el proceso de revisión de la Comunidad de Inteligencia (IC) al igual que los cuatro informes anteriores, está subtitulado, “Amenazas y vulnerabilidades de la contrainteligencia”.

El informe reitera los principales hallazgos anteriores de la investigación del comité, a saber, que “el Gobierno ruso se involucró en un esfuerzo agresivo y multifacético para influir o intentar influir en el resultado de las elecciones presidenciales de 2016”.

Senador Marco Rubio, R-Fla., habla en la audiencia de nombramientos al Comité de Inteligencia del Senado (AP Photo/Andrew Harnik, Pool)

Después de más de tres años de una investigación que involucró a ambas cámaras del Congreso, una investigación del fiscal especial Robert Mueller y una acusación contra el presidente de los Estados Unidos a un costo de decenas de millones de dólares, parece que no se ha realizado ningún esfuerzo para proporcionar algo fundamentalmente nuevo que refuerce la acusación no probada de interferencia rusa en 2016 o para abordar las refutaciones anteriores de dicha acusación tras la publicación de los otros cuatro volúmenes.

El Comité Selecto de Inteligencia del Senado está presidido por el senador republicano Marco Rubio de Florida y el vicepresidente es el senador demócrata Mark Warner de Virginia. Rubio emitió un comunicado sobre la publicación del documento desclasificado diciendo que no se encontró evidencia de que “Donald Trump o su campaña se confabularan con el Gobierno ruso para injerir en las elecciones de 2016”.

El resumen de los hallazgos en el informe del quinto volumen dice, “el Comité expone sus hallazgos en detalle al observar muchos aspectos de la amenaza de contrainteligencia planteada por la operación de influencia rusa”. Al igual que con todos los documentos de investigación anteriores del Gobierno de EE. UU. sobre las elecciones de 2016, el informe del Senado contiene un calificativo importante: “Si bien el Comité no describe el resultado final como una imagen completa, este volumen proporciona la descripción más completa hasta la fecha de las actividades de Rusia y la amenaza que representaban”.

Está claro que uno de los objetivos principales del informe del Senado es reforzar la mentira de que WikiLeaks y su editor Julian Assange trabajaron directamente con agentes dentro del equipo de campaña de Trump para ayudarle a la inteligencia rusa en su supuesta manipulación de las elecciones estadounidenses de 2016. Al desarrollar esta narrativa elaborada y falsa, el documento del Senado menciona a WikiLeaks 475 veces y a Assange 193 veces.

Mientras tanto, hay dos subsecciones del documento dedicadas específicamente a WikiLeaks: “Rusia y WikiLeaks coordinan en la interferencia en las elecciones de Estados Unidos” (22 páginas) y “Esfuerzos para aprovechar WikiLeaks, obtener información anticipada sobre las publicaciones” (38 páginas).

La mayor parte del material relacionado con WikiLeaks se refiere a la publicación en línea de los correos electrónicos filtrados del Comité Nacional Demócrata en julio de 2016, justo antes de la Convención Nacional del Partido Demócrata que nominó a Hillary Clinton como candidata presidencial del partido. Si bien Julian Assange ha sostenido que los correos electrónicos filtrados no fueron proporcionados a WikiLeaks por personas con vínculos con la inteligencia rusa, esto ha sido presentado persistentemente como un hecho por el Gobierno de los Estados Unidos y los medios corporativos.

El informe del Senado intenta trazar una línea directa entre el registro bien documentado de los engaños políticos de agentes de Trump como Paul Manafort y Roger Stone con la publicación basada en principios de los correos electrónicos por parte de WikiLeaks. Assange publicó los mensajes del DNC, que exponían una conspiración del Comité Nacional del Partido Demócrata contra la campaña de Bernie Sanders y los vínculos directos entre Hillary Clinton y la oligarquía financiera de Wall Street, porque eran de enorme interés y el público tenía derecho a saber sobre ellos una vez que WikiLeaks los obtuvo.

Gran parte de la otra “evidencia” presentada que afirma que WikiLeaks colaboró con la campaña de Trump o el Gobierno ruso se basa en informes y testimonios públicos previamente disponibles y equivale al cargo de “culpa por asociación” debido a que el momento en que se publicaron los mensajes filtrados del DNC perjudicó la campaña electoral del Partido Demócrata.

La venganza contra WikiLeaks se explica claramente en la sección dedicada a los antecedentes de la publicación en línea. Citando la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2020, el informe dice que WikiLeaks y su conducción “se asemejan a un servicio de inteligencia hostil no estatal a menudo instigado por actores estatales”.

La campaña contra WikiLeaks ha sido cada vez más un esfuerzo por negar que es una organización noticiera formada por periodistas. El informe del Senado dice: “Aunque WikiLeaks busca presentarse como una organización de medios legítima, sus divulgaciones han puesto en peligro la seguridad y la privacidad de individuos estadounidenses y aliados extranjeros porque WikiLeaks ha hecho solo un mínimo, y en ocasiones ningún esfuerzo para omitir información confidencial, y si lo hace no parece sopesar si sus divulgaciones agregan algún valor de interés público”.

Claramente, un objetivo principal del informe del Senado y del sistema de inteligencia de los Estados Unidos es colocar en el dominio público mentiras que saben que serán recogidas fielmente por los medios corporativos y repetidas como hechos. Numerosos ejemplos pueden demostrar que esto ya está sucediendo en las últimas 24 horas.

Reuters publicó un informe que dice: “Rusia utilizó al agente político republicano Paul Manafort y el sitio web WikiLeaks para tratar de ayudarle al ahora presidente estadounidense Donald Trump a ganar las elecciones de 2016, dijo un comité del Senado liderado por republicanos en su revisión final del asunto el martes”. Un informe de la publicación en línea Venture Beat escribió: “El informe ofrece una narrativa detallada de cómo las agencias de desinformación rusas filtraron correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata y los enviaron a WikiLeaks, que luego coordinó su publicación con la campaña de Trump”.

El renovado esfuerzo por difamar a WikiLeaks y conectar la publicación con afirmaciones infundadas de interferencia rusa en las elecciones de 2016 es parte de la persecución en curso de Julian Assange, quien se encuentra en una prisión de Londres sin poder hablar en su propia defensa. Mientras Assange espera la reanudación de una audiencia el 7 de septiembre para extraditarlo a los Estados Unidos para enfrentar cargos bajo la Ley de Espionaje de 1917, la élite política estadounidense está acumulando una mentira tras otra para envenenar la opinión pública en su contra.

Los trabajadores con conciencia de clase y los jóvenes de todo el mundo deben rechazar la montaña de falsificaciones que están lanzando todas las ramas del Gobierno de los Estados Unidos contra Julian Assange y WikiLeaks, cuyo único crimen fue publicar la verdad. La lucha por detener la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos y por su libertad de toda persecución debe emprenderse en cada lugar de trabajo, escuela y vecindario como parte de la lucha de la clase trabajadora contra todo el sistema capitalista.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 20 de agosto de 2020)

Loading