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Perspectiva

El New York Times tacha la oposición izquierdista a Biden de “propaganda rusa”

Las agencias de inteligencia estadounidenses están nuevamente instigando la propaganda antirrusa en la prensa estadounidense, utilizando acusaciones temerarias y completamente infundadas de que Moscú está interviniendo en las elecciones presidenciales de 2020. Como en sus campañas previas, remontándose a los comicios de 2016, el New York Times asumió el papel líder del coro mccarthista.

La primera plana del Times el miércoles lleva el título “Facebook y Twitter advierten de injerencia rusa”. El artículo deja en claro que la fuente de estas acusaciones no son los dos gigantes de redes sociales, sino el FBI a instancias del aparto de inteligencia en su conjunto. El Times añade: “Dos personas familiarizadas con el asunto dijeron que la operación de influencia fue detectada por primera vez por las agencias de inteligencia estadounidenses, incluyendo la Agencia de Seguridad Nacional”.

El artículo fue escrito en el estilo torpe propio de estos mensajes apenas editados que les entrega la CIA: una afirmación amenazante sigue a otra sin evidencia ni atribución a una fuente. De este modo, “Algunos oficiales estadounidenses están preocupados de un amplio esfuerzo de la inteligencia rusa para utilizar sitios web marginales, propagar teorías conspirativas y sembrar división en Estados Unidos”. Y, otra vez, “Las agencias de inteligencia rusas han utilizado aliados y operadores para colocar artículos, incluyendo desinformación, en varios sitios web marginales”.

La naturaleza de la “operación de influencia” es sumamente ligera. Supuestamente consiste en el sitio web llamado Peacedata, que ha publicado comentarios críticos sobre los eventos estadounidenses y mundiales desde un punto de vista a la izquierda del Partido Demócrata, incluidas críticas de la dupla presidencial Biden-Harris. El sitio apareció en octubre de 2019, republicando artículos publicados inicialmente en otros lugares y no comenzó a publicar contenido en inglés nuevo hasta marzo de 2020.

El sitio presuntamente solicitó contribuciones escritas y pagó cantidades pequeñas por artículos, contratando a freelances estadounidenses auténticamente opuestos a la nominación presidencial demócrata de Biden por su largo historial derechista. Peacedata incluso utilizó un portal de empleo público para realizar sus contrataciones, ciertamente métodos inusuales si la publicación fuera el proyecto de la policía secreta rusa.

Según la historia del Times, los rusos estaban en “las etapas más tempranas de construir una audiencia para sus sitios web falsos en Facebook. El grupo había creado 13 cuentas falsas y dos páginas dedicadas para promover Peacedata, según Facebook. Las páginas eran seguidas por 14.000 personas”.

Vale la pena considerar este párrafo dado que destruye completamente cualquier sugerencia de que las agencias de inteligencia estadounidenses, Facebook y su consultora de seguridad Graphika han descubierto una importante amenaza para la democracia estadounidense, una tan importante como para destacarla en la primera plana del New York Times .

Según un reporte detallado de Graphika, Peacedata publicó un total de 500 ítems en inglés en aproximadamente nueve meses, de los cuales 25 se trataban de las elecciones estadounidenses. Las páginas que promovían el sitio tenían un total de 14.000 seguidores. ¿Cómo podría representar esto un factor importante en un país donde se espera que 150 millones de personas voten en 2020?

¿Y a qué se debe el momento de publicación? Faltan apenas 60 días para las elecciones presidenciales estadounidenses. Las primeras papeletas para los votos tempranos y en ausencia están a punto de ser enviados por correo. No obstante, la presunta operación de propaganda rusa está apenas “en las etapas más tempranas de construir una audiencia”. ¿Los “rusos” no tenían un calendario? ¿Quizás pensaron que la elección había sido pospuesta al 2021?

También se debería señalar que, si bien el Times exclama sobre esta supuesta amenaza para las elecciones presidenciales estadounidenses, el Gobierno estadounidense interviene rutinariamente a una escala verdaderamente masiva en las elecciones de todo el mundo, promoviendo a candidatos serviles a sus intereses y utilizando todos los métodos en el arsenal de la CIA y el Departamento de Estado para manipular los resultados, derrocar Gobiernos y reprimir —frecuentemente de manera sangrienta— a aquellos que entren en conflicto con Washington.

Las agencias de inteligencia estadounidenses alegan, sin ninguna evidencia pública, que el sitio Peacedata fue establecido por la Agencia de Investigaciones del Internet, una organización con sede en San Petersburgo, antiguo Leningrado, que fue acusada de desempeñar un papel similar en las elecciones estadounidenses de 2016. No obstante, el sitio Peacedata ha negado tener cualquier vínculo con Rusia y afirmó que las acusaciones de Facebook eran “calumnias y acusaciones infundadas”.

En cualquier caso, el hecho es que el sitio está siendo denunciado por publicar información que es verdadera y refleja las opiniones compartidas por gran parte de la población estadounidense.

Hace cuatro años, la acusación era que la Agencia de Investigaciones del Internet había promovido el apoyo a Trump y la oposición a Clinton a través de anuncios en Facebook, yendo tan lejos como para organizar un puñado de protestas anti-Clinton en EE.UU. en las que participaron estadounidenses sin saber que estaban siendo manipulados por Rusia.

Incluso si uno aceptara la versión de las agencias de inteligencia estadounidenses —a pesar de su completa falta de evidencia—, sugerir que esta operación tuvo algún impacto importante en las elecciones, ni hablar de ser responsable de la victoria de Trump, es absurdo. La magnitud de este esfuerzo fue diminuta: según una estimación, el grupo gasto menos de $100.000 en anuncios de Facebook, una gota en el balde de una campaña electoral estadounidense de $5 mil millones.

Si bien estas acusaciones de interferencia rusa en las elecciones de EE.UU. son patentemente absurdas, la propaganda del Times —reproducida en el Washington Post, el National Public Radio, las redes televisivas, y el resto de la prensa capitalista— tiene un lado siniestro y profundamente reaccionario.

El artículo del Times es un intento desesperado para desacreditar y emprender una cacería de brujas contra la oposición izquierdista al Partido Demócrata. Sienten un temor extremo hacia cualquier crítica desde la izquierda bajo condiciones en que la campaña de Biden-Harris hace llamados abiertos a un apoyo derechista, desfilando a oficiales republicanos y operadores del Estado nacional de seguridad en la Convención Nacional Demócrata, y ahora compitiendo con Trump en denunciar, desde un ángulo de ley y orden, las protestas contra la violencia policial.

El artículo del Times cita afirmaciones de que el material que aparece en Peacedata incluye “temas que van desde el racismo en Estados Unidos hasta el medio ambiente y el capitalismo. Varios artículos argumentan que el Sr. Biden empujaría al Partido Demócrata demasiado hacia la derecha”. Según ese punto de vista, por supuesto, Bernie Sanders, Elizabeth Warren y la mitad de los otros candidatos para la nominación presidencial demócrata también serían culpables, a saber, antes de que decidieran respaldar a Biden y pintarlo con colores “progresistas”.

De manera ominosa, el artículo advierte, “Los investigadores también están preocupados sobre las campañas de desinformación con origen nacional…”. ¿Qué involucra precisamente ese término? Posiblemente, se refiere a cualquier persona en EE.UU. que no esté de acuerdo con los “hechos” presentados por el aparato militar y de inteligencia y sus voceros como el New York Times .

Lo más absurdo es la sugerencia de que EE.UU. sería un Jardín del Edén si no fuera por la serpiente rusa. Esto se produce en condiciones de protestas masivas en las calles contra los asesinatos policiales, violencia homicida de derecha contra los manifestantes, una cifra de muertes por la pandemia de coronavirus que se acerca a 200.000 y casi 30 millones de personas despedidas —una crisis social, política y económica masiva y sin precedentes—.

Era absurdo alegar en 2016 que el descontento social en EE.UU. era el producto de “noticias falsas” rusas. Hoy día, en medio de la mayor crisis social en casi un siglo, tales afirmaciones son incluso más grotescas.

El Times está avanzando el antiguo argumento de toda clase gobernante cansada y reaccionaria: las protestas sociales son el producto de “agitadores externos”. Y la conclusión lógica es que estos agitadores necesitan ser silenciados y reprimidos.

En este contexto, es sumamente significativo que el reporte de Graphika, la consultora de seguridad para Facebook, menciona repetidamente al World Socialist Web Site, señalando que muchos de los artículos publicados por Peacedata fueron republicados desde el WSWS. Esto no es nada inusual, dado que el WSWS es una importante fuente de noticias y comentarios citada por publicaciones en todo el mundo.

El Times no menciona este hecho porque eso infringiría la prohibición de facto de referirse al WSWS en la prensa corporativa estadounidense. Esto también socavaría el intento de tildar a Peacedata de títere ruso, dado que el WSWS, como órgano central del movimiento trotskista mundial, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, es el oponente más consistente del Gobierno capitalista de derecha en Moscú, encabezado por el exagente estalinista de la KGB, Vladimír Putin.

No es una exageración decir que los argumentos del Times y sus aliados en la prensa equivalen a la anulación de la Primera Enmienda. Están reviviendo los métodos del mccarthismo, culpando a Moscú de las divisiones sociales que están irrumpiendo en Estados Unidos. Mientras tanto, el Partido Demócrata, cuyo principal vocero en los medios es el Times, está involucrado en un ataque vicioso contra los derechos democráticos de sus oponentes izquierdistas, bloqueando el acceso a la papeleta electoral del Partido Verde y el Partido Socialista por la Igualdad.

Para el Partido Demócrata, la disputa con Trump constituye, como dijo Obama, un juego amistoso del mismo equipo. Ambas facciones tienen diferencias sobre política exterior que a veces se calientan. Pero comparten la misma perspectiva de clase. La consigna de los liberales burgueses anticomunistas de hoy, como en los años cincuenta, es que el enemigo está a la izquierda.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de septiembre de 2020)

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