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Aumentan las huelgas en medio de brotes de COVID-19 en cientos de escuelas españolas

Crece la oposición a la campaña homicida de la vuelta a las escuelas en España, en medio de un resurgimiento masivo de COVID-19. El martes, España superó los 600.000 casos totales (603.167), a apenas una semana de haber alcanzado los 500.000. El mismo día, España registró 156 nuevos fallecimientos, lo que llevó la muy manipulada cifra oficial de muertes a más de 30.000 (30.004). Análisis realizados por grandes periódicos muestran que la verdadera cifra de fallecidos es de por lo menos 45.000.

Sin embargo, el gobierno español, encabezado por el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el "populista de izquierdas" Podemos, está prosiguiendo con sus planes políticamente criminales de reapertura de las escuelas, obligando a los docentes a volver a trabajar y amenazando con querellarse contra los padres que no manden a sus hijos a la escuela.

Los trabajadores de la educación de Madrid empezaron una huelga de 20 días el viernes contra las órdenes del gobierno del PSOE y Podemos de volver a las escuelas. Convocada por la anarcosindicalista CNT-AIT (Confederación Nacional del Trabajo-Asociación Internacional de los Trabajadores), esta huelga viene encima de un paro de dos días convocado en Madrid por los sindicatos CCOO (Comisiones Obreras), UGT (Unión General del Trabajo), CGT (Confederación General del Trabajo) y STEM (Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza de Madrid), previsto para el 22 y 23 de septiembre.

Se ha amenazado con la huelga en las Islas Baleares, Andalucía, Aragón, Galicia, Murcia y País Vasco, en medio de noticias de brotes de coronavirus en numerosas escuelas en todo el país. Más de 200 escuelas han registrado incidentes relacionados con el coronavirus en solo la primera semana lectiva, antes de que muchas de las Comunidades Autónomas españolas hubieran siquiera reabierto los centros educativos.

Andalucía es la peor afectada hasta el momento, donde se informa de que al menos 34 escuelas habían tenido "incidentes" por coronavirus. Varios centros educativos allí ya se han visto obligados a cerrar después de múltiples infecciones entre los docentes y los estudiantes. Al menos una escuela en la ciudad andaluza de Sevilla ya ha cerrado; en Málaga, cuatro clases en dos escuelas han tenido que ponerse en cuarentena. En Granada, dos escuelas han tenido que aplazar la reapertura después de reportar casos entre los docentes. En Córdoba, siete clases de dos escuelas, y otros dos centros educativos para niños, también han tenido que ponerse en cuarentena.

El País Vasco está siendo el segundo peor afectado, donde se informa de cerca de 30 escuelas con incidentes de COVID-19, cuatro de las cuales han tenido que cerrar y el resto ha tenido que imponer medidas como cuarentenas parciales. Le siguen Aragón, que ha cerrado 24 aulas en 21 escuelas; Castilla-La Mancha, con 20 escuelas confinadas; Madrid, con 26 aulas aisladas en 16 escuelas diferentes; y La Rioja, con 14 centros educativos que informan de casos positivos y que están imponiendo cuarentenas.

En Cataluña, el año lectivo ha empezado con 253 docentes y 210 alumnos en cuarentena. Navarra también ha informado que ya está teniendo que aislar a 286 alumnos.

La lucha de los trabajadores contra esta campaña manifiestamente insegura de regreso a las escuelas tiene ante sí no solo la hostilidad de los principales partidos burgueses del Estado, sino además la complicidad y la pusilanimidad de los sindicatos.

En Madrid, la CNT-AIT solo convocó la huelga de 20 días después de que el paro planificado por CGT, UGT, CCOO y STEM se retrasara de principios a finales de septiembre, para darle tiempo a la presidenta derechista de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, para que implemente sus inadecuadas medidas de seguridad. Cuatro días de huelga el 4, 8, 9 y 10 de septiembre fueron reemplazados por un paro de dos días planeado para fines de mes.

Temiendo que la oposición de los trabajadores madrileños de la educación pudiera salirse del control de los sindicatos, la CNT-AIT anunció paros entre el 10 y el 30 de septiembre. Este anuncio en sí mismo solo llega después de que una recientemente establecida "Asamblea Docente por una huelga indefinida" criticara la huelga de dos días planificada como "insuficiente", diciendo que no "refleja las preocupaciones de la comunidad educativa".

Los sindicatos se han negado a convocar a los docentes y a otros trabajadores de toda España a una lucha unificada contra la reapertura de las escuelas. Han limitado la acción a movilizaciones esporádicas y aisladas de un día o de corta duración, todas en días diferentes y solo en algunas de las 17 Comunidades Autónomas españolas, lo que permite que los trabajadores se desahoguen mientras no hacen nada por impedir la reapertura imprudente.

En el País Vasco, los trabajadores de la educación pararon por un día, el martes, a pesar de los intentos del gobierno regional por impedir los paros imponiendo requisitos de servicios mínimos. Oficialmente, el 41,9 por ciento de los trabajadores de la educación participaron del paro, mientras que los sindicatos afirmaron que tuvo entre un 65 y 70 por ciento de seguimiento.

Cerca de 40.000 trabajadores de la educación del País Vasco pararon el martes, y otros 10.000 subcontratistas también se unieron al paro. Los sindicatos informaron de que miles de trabajadores también participaron en manifestaciones en toda la región: 8.000 en Bilbao, 5.000 en Victoria y 4.000 en Donosti.

El mismo día, apenas 53 profesores participaron en una huelga en Andalucía convocada por un sindicato nuevo, Docentes por la Educación Pública (DxP), después de que los principales sindicatos postergaran cualquier medida hasta el 18 de septiembre, limitándola entonces a una protesta simbólica de un día. La huelga de DxP tiene previsto durar hasta el 16 de octubre. En un intento preventivo por impedir la huelga, el gobierno regional andaluz también impuso requisitos de servicios mínimos.

Un paro de un día en las Islas Baleares, convocado por la Unión Obrera Balear (UOB), quedó aplazado del 14 al 29 de septiembre, y el sindicato demanda que el gobierno regional vaya a la mesa de negociaciones.

En Murcia, se convocó un paro de un día para el 23 de septiembre por parte de CCOO y STERM (Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza de la Región de Murcia), mientras que en Galicia, un paro de un día se produjo el 10 de septiembre. Otra huelga se planea para el 16 de septiembre en Galicia.

El seguimiento en Galicia fue de solo un 12 por ciento, dado que el gobierno regional efectivamente ilegalizó la huelga, al imponer estrictos requisitos de servicios mínimos. El Tribunal Supremo Gallego dictaminó que el 100 por ciento del personal de limpieza, de cocina, médico y los educadores deben estar presentes. Justificó cínicamente este dictamen draconiano refiriéndose a la pandemia de coronavirus: "Será excesivo en una situación normal", declaró el Tribunal Supremo, pero es "razonable y está justificado por la grave crisis por la que estamos pasando".

El Sindicato de Estudiantes también ha demandado que los alumnos de toda España no vayan a clase tres días esta semana (el 16, 17 y 18 de septiembre).

Miles de padres y estudiantes de todo el país también se han unido a las protestas contra la reapertura insegura de los centros educativos, y muchos se negaron a enviar a sus hijos a la escuela.

En la ciudad sureña de Granada, en Andalucía, padres de cerca de la mitad de los alumnos inscritos en la escuela primaria Tierno Galván se negaron a llevar a sus hijos. Casi 200 de los 400 niños de la escuela estuvieron ausentes, según los padres protestaban por la falta de protocolos de seguridad y personal suficiente.

Muchas otras protestas tuvieron lugar en Andalucía, y según 20minutos en una escuela de Jaén faltó "la mayoría de los estudiantes".

Hablando con El Periódico, Ángeles B., madre de dos niños de escuela primaria de Sevilla, denunció la reapertura insegura de las escuelas en Andalucía, declarando: "Los niños tienen que aprender y socializarse, pero ¿qué vale más, la salud o la educación? ... Estamos en una pandemia, la gente está muriendo. No entiendo por qué el Gobierno de Andalucía no ha contratado a los profesores que necesitamos para tener clases con menos niños. ... No voy a permitir que ellos [el gobierno] me digan que soy irresponsable por no llevar a mis hijos a la escuela".

A muchos niños en A Coruña, en la norteña región de Galicia, también sus padres los dejaron en casa en vez de llevarlos a la escuela. Los padres, docentes y niños protestaron fuera de las escuelas, llevando pancartas en las que ponía "Mi aula no es segura", "¡Tienen que protegernos!", y "¡Más ventilación, más seguridad, educación segura!", entre otras consignas. Manifestaciones similares tuvieron lugar en otras partes del país.

(Publicado originalmente en inglés el 17 de septiembre de 2020)

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