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Perspectiva

Ante nivel récord de desempleo de largo plazo, el Gobierno de EE.UU. niega ayuda a los obreros

El número de trabajadores desempleados durante más de seis meses alcanzó un máximo histórico y millones de personas se han quedado sin beneficios de desempleo federales y estatales. El Gobierno de los EE.UU. ha dejado claro que proporcionar beneficios de desempleo a los trabajadores no es una prioridad.

Después de que el suplemento federal de 600 dólares por semana a los beneficios de desempleo estatales expirara el 31 de julio, Trump aprobó una medida provisional llamada el programa de Asistencia por Salarios Perdidos, que redujo la asistencia federal a la mitad, proporcionando seis pagos semanales de 300 dólares, comenzando retroactivamente el 1 de agosto. Pero incluso este escaso dinero se está agotando.

Más de dos millones de californianos están recibiendo su último cheque de 300 dólares esta semana. Otros 2,4 millones de neoyorquinos perderán sus beneficios en las próximas dos semanas, y el programa ya ha terminado en Texas, Utah, Iowa, Florida, Arizona, Alabama, Georgia, Montana, Carolina del Norte, Tennessee, Louisiana, West Virginia, Oklahoma, Idaho, New Hampshire y Missouri.

Una cola para recibir alimentos perecederos e imperecederos en el Barclays Center, según el Banco de Alimentos para la Ciudad de Nueva York ofrece asistencia a aquellos necesitados durante la pandemia del COVID-19, 10 de septiembre de 2020, Nueva York (AP Photo/John Minchillo)

Las negociaciones sobre un nuevo proyecto de ley de estímulo se estaban llevando a cabo cuando el presidente de los Estados Unidos Trump tuiteó la semana pasada que iba a poner fin a las negociaciones hasta después de las elecciones. Poco después, sin embargo, pidió la aprobación de un paquete de ayuda.

Ante las peticiones de la diputada demócrata de California, Ro Khanna, excopresidente de la campaña de Sanders, de "Alcanzar un acuerdo, poner la pelota en el campo de McConnell", la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, se negó rotundamente a hacer cualquier avance para un nuevo proyecto de ley de estímulo.

Cuando el presentador de CNN Wolf Blitzer le preguntó por qué no estaba haciendo más para ayudar a "millones de estadounidenses que no pueden poner comida en la mesa, que no pueden pagar el alquiler", Pelosi respondió, en una escandalosa expresión de indiferencia, "¿Los has alimentado tú? Nosotros sí los alimentamos".

Más allá de la refriega por ventajas electorales, el hecho es que lo último que está en la mente de cualquiera de los millonarios congresistas de Washington es el bienestar de decenas de millones de trabajadores desesperados y sus familias.

Si bien el Gobierno federal y los Gobiernos estatales extendieron las prestaciones de desempleo, suspendieron las ejecuciones hipotecarias y los cortes de los servicios públicos junto con otras medidas para tratar de frenar la propagación de la pandemia, todas estas medidas están siendo eliminadas.

Los propietarios de todo el país pueden iniciar procesos de desalojo mientras se mantiene una moratoria federal hasta diciembre, según una guía actualizada publicada el viernes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y el Departamento de Justicia. Al mismo tiempo, los propietarios no estarán obligados a informarles a sus inquilinos sobre las protecciones a las que tienen derecho.

Con el empeoramiento de la pandemia y la llegada del frío, hasta 180 millones de personas se enfrentan al peligro de que les corten la luz, el agua y otros servicios públicos cuando terminen las protecciones estatales. Solo las deudas en los pagos de luz y gas de la nación amenazan con alcanzar o superar los 24.300 millones de dólares a finales de año, según un análisis de la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética publicado a principios de este mes.

Miles de clientes de luz y gas del área de Louisville, Kentucky, que están atrasados en sus facturas se están teniendo que enfrentar a los tribunales después de que la Comisión de Servicios Públicos de Kentucky votara a favor de permitir que las empresas de servicios públicos reanuden las desconexiones tan pronto como el 20 de octubre.

Cientos de miles de residentes de Nueva Jersey también se enfrentan a cortes de servicios, ya que la moratoria del estado termina esta semana. "Vi la cantidad en dólares primero, y fue como si casi me desmayara," dijo Racquel Kooper a un afiliado de CBS News después de que la madre soltera de tres hijos recibiera un recibo atrasado de más de $2.300 y una advertencia judicial.

Cerca de 22 millones de adultos en los EE.UU., o el 10,1 por ciento del total, informaron que su hogar no podía costear comprar suficientes alimentos, según los datos de la Encuesta de Pulso en los Hogares de la Oficina del Censo de los EE.UU. Esto es casi el triple de antes de la pandemia.

Unos 13 millones de estadounidenses estaban oficialmente desempleados en septiembre, unos siete millones más que los niveles anteriores a la pandemia. Esto incluyó 2,4 millones de trabajadores despedidos por más de 27 semanas. Otros 4,9 millones se unirán a las listas de desempleados de largo plazo en las próximas semanas.

Al mismo tiempo, la pérdida de empleos permanentes creció en 345.000 a 3,8 millones a medida que las suspensiones temporales se convirtieron en despidos permanentes. Allstate, American Airlines, Chevron, Disney, Royal Dutch Shell, United Airlines, todas anunciaron recortes de puestos de trabajo permanentes en los últimos días.

Según un nuevo estudio de Axios, la tasa real de desempleo en EE.UU. --si se calcula por el número de personas que buscan un trabajo a tiempo completo que pague un salario digno pero no pueden encontrar uno-- es de 26,1 por ciento, o tres veces más alta que la tasa oficial de desempleo de 7,9 por ciento en septiembre. Si se tomara en cuenta a cualquier persona mayor de 16 años que no gane un salario digno, la tasa de desempleo se eleva a un asombroso 54,6 por ciento y 59,2 para los afroamericanos.

Mientras decenas de millones de personas se enfrentan a la peor crisis económica y social desde la Gran Depresión, el multimillonario rescate de la Ley CARES para Wall Street ha llevado a un auge de las ganancias bancarias. Goldman Sachs anunció el miércoles que sus ganancias del tercer trimestre casi se duplicaron a 3,62 mil millones de dólares.

La desesperada situación que enfrenta la población apenas es mencionada por Trump y por su rival para presidente, Joe Biden. Mientras Trump incita a la derecha a emplear violencia para hacer cumplir su política de "inmunidad colectiva", ambos partidos controlados por las corporaciones están utilizando la amenaza de la falta de vivienda y el hambre para obligar a los trabajadores a volver al trabajo para que puedan generar ganancias para pagar el gigantesco rescate corporativo.

Independientemente del resultado de las elecciones, la oposición de la clase trabajadora sigue creciendo contra las políticas asesinas de la clase dominante de regreso al trabajo y a las aulas y los esfuerzos por saquear los recursos de la sociedad.

En todos los Estados Unidos y en el resto del mundo siguen aumentando las huelgas y las protestas, incluidas las huelgas de estudiantes polacos contra la propagación del mortal virus en las escuelas y la formación de comités de seguridad de base en los lugares de trabajo y las escuelas de los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y otros países.

En cada lugar de trabajo y vecindario, los trabajadores y los jóvenes deben crear comités de base, independientes de los sindicatos corruptos y de los partidos controlados por las empresas, para luchar contra la propagación de la enfermedad y garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores.

Al mismo tiempo, los billones de dólares del rescate de Wall Street necesitan ser reasignados para reunir los recursos científicos internacionales para luchar contra la pandemia y hacer frente a la enorme crisis económica y social. Esto debe incluir la prestación de atención médica gratuita y de alta calidad a todos, ingresos completos para todos los afectados por la crisis, el cierre de la producción no esencial y el suministro de equipo de protección a los trabajadores esenciales.

Como ha dejado claro el World Socialist Web Site, la lucha contra la pandemia no es esencialmente una cuestión médica, sino social y política. La única manera de atender las necesidades de la gran mayoría de la población mundial es a través de la transformación socialista de la sociedad.

(Publicado originalmente en inglés el 15 de octubre de 2020)

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