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Una charla con el músico y productor Fabrizio Grossi sobre la pandemia y su impacto: «Sin una revolución global, no veo una solución»

Fabrizio Grossi es un bajista, productor y asesor musical veterano y, según los medios de comunicación, «legendario». Nacido en Milán, Grossi se mudó a Nueva York en 1990 y a Los Ángeles en 1996, donde aún vive.

Al mudarse a Los Ángeles, Grossi participó en el álbum BeeHappy, de Nina Hagen y poco después colaboró con Steve Vai, guitarrista y compositor ganador de un Grammy, en Fire Garden. Durante los años siguientes, Fabrizio produjo varias grabaciones (en estudio y en vivo) de las actuaciones de Vai.

Grossi ha tocado con demasiados artistas e intérpretes conocidos para enumerarlos. Otras colaboraciones de producción importantes incluyen sus trabajos con Billy F. Gibbons (de ZZ Top), Leslie West (Mountain), Vai, Eric Gales, Steve Lukather (Toto), Glenn Hughes (Deep Purple), Alice Cooper y George Clinton & Parliament Funkadelic . Ha compartido el escenario con muchos otros.

El sitio web de Grossi explica: «Productor de soul-rock y bajista de corazón, él [Grossi] redirigió su interés hacia la música de raíces estadounidense, y aún más hacia el blues, el soul y R 'n' B». Continúa diciendo que «su pasión por los grandes artistas negros de los años sesenta y setenta lo llevó a mezclar esos sonidos con elementos de rock y blues más contemporáneos y fundó el trío Supersonic Blues Machine, con la participación activa de Kenny Aronoff y el cantante y guitarrista británico Kris Barras.

Grossi también fue coproductor ejecutivo (y compositor musical) de Sidemen: Long Road to Glory, un documental de 2017, galardonado y aclamado por la crítica, sobre las vidas y el trabajo del guitarrista Hubert Sumlin, el tecladista Pinetop Perkins y el baterista Willie «Big Eyes» Smith, que tocó como músico acompañante de los grandes del blues Howlin 'Wolf y Muddy Waters.

Recientemente, Grossi tuvo la generosidad de hablar con nosotros desde Los Ángeles.

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WSWS: ¿Podría contarnos algo sobre su trabajo y cómo ha sido afectado por la pandemia?

Fabrizio Grossi: Trabajo en la industria del entretenimiento, como músico y productor. Incluso antes del COVID hemos vivido un período en el que las corporaciones nos han matado, sobre todo con el streaming y la reducción de regalías.

Solicité un préstamo de la Administración de Pequeñas Empresas en abril. Nunca recibí nada, solo un aviso de que lo estaban considerando. Además, esos [préstamos] no son perdonables. Las corporaciones reciben dinero gratis. Es como una película, una ficción. No tiene sentido presionar a los políticos, todos están en los bolsillos de los ricos, sin excepción. Sin una revolución global, no veo una solución.

Todos los trabajadores crean miles de millones de dólares en mi industria, y no estoy hablando de Beyoncé o Coldplay. Hablo de las decenas de miles que trabajan detrás de escena, hombres y mujeres. Me pregunto cómo hubiera sido la pandemia sin streaming. Nos consideran trabajadores no esenciales, pero durante estos tiempos duros el producto de nuestro trabajo proporcionó un alivio enorme, esencial. ¿Dónde está nuestra parte?

WSWS: ¿Pudo cobrar beneficios?

FG: Recibí el beneficio de desempleo y eso fue útil. Lo tuve desde mediados de mayo hasta mediados de julio. Esa fue la ayuda del gobierno federal. Todavía estoy recibiendo cien dólares a la semana del estado. En este punto incluso eso ayuda, aunque no es suficiente ni para tener las luces encendidas. Pero no puedo entender la lógica de cortar las prestaciones por desempleo en medio de una crisis pandémica.

Gracias a Dios los seiscientos dólares a la semana estaban ahí. Pero eso también estaba sujeto a impuestos. Eso es burlarse de la miseria de la gente. Las grandes corporaciones están representadas por el gobierno y a través de él están ganando enormes cantidades de dinero. Miren a Jeff Bezos, los miles de millones que ganó en los últimos cinco meses mientras la gente se moría. Y después están los otros grandes directores ejecutivos y otras corporaciones, recibiendo dinero como si no hubiera mañana.

WSWS: Nosotros decimos que la pandemia es un evento desencadenante que está acelerando la crisis del sistema capitalista. ¿Qué piensa sobre eso?

FG: Los principales medios de comunicación hablan de lo buena que era la economía antes de la pandemia. Pero Wall Street no es NUESTRA economía, la economía de los trabajadores. Celebraron el pleno empleo, pero ¿de qué tipo de trabajos estaban hablando? Se les llama trabajos a tiempo completo, pero algunas personas tienen que aceptar dos o tres trabajos. Hasta hace poco tiempo, el salario de una persona en una familia era suficiente. Ahora la gente no puede llegar a fin de mes.

WSWS: ¿Qué diría sobre las medidas del gobierno ante la pandemia?

FG: Le dieron más dinero a los bancos de lo que hubiera costado crear una infraestructura decente, incluso lo que se necesitaba para prevenir la pandemia. Todos pagamos, pero le regalan el dinero a las corporaciones, como la Ley CARES. Es como una lotería amañada en beneficio de las grandes corporaciones, que ya ganan una fortuna con sus estrategias depredadoras. Es como los jefes de la mafia discutiendo cuánto dinero ganarán matando gente.

No determinaron el confinamiento para cuidarnos, solo estaban preocupados de que el sistema colapsara. Si hubieran escuchado a los expertos y hubieran prevenido la pandemia, no estaríamos en esta situación. ¿Por qué deberíamos preocuparnos por esto? «Solo tenemos diez camas de hospital». ¿Por qué solo hay diez camas de hospital? Cuesta dinero. Ese el principio del capitalismo. No lo apoyo en absoluto. Si viviéramos en una sociedad que realmente se preocupara por sus ciudadanos y su salud...

Crear infraestructura le habría sacado dinero a los ricos. Reducir a la mitad el presupuesto militar ya podría proporcionar fondos enormes para la infraestructura social. No es una conspiración, es un caso de redistribución de la riqueza de abajo hacia arriba. Miren el 11 de septiembre: no se hizo nada para evitar eso y se utilizó lo que pasó para crear la Ley Patriota y todas las demás medidas que siguieron, incluida la guerra sin fin. La gente fue asesinada para justificar la redistribución de la riqueza.

Puede decirse lo mismo de la pandemia: utilizan la situación para erosionar los últimos beneficios que aún tienen los trabajadores. ¡Y ni siquiera hemos hablado de la grave situación médica! Nos dicen que los estadounidenses prefieren obtener un seguro médico a través de su empleador. Pero ahora, con decenas de millones de desempleados, la situación es terrible.

Miren lo que están haciendo ahora con las escuelas. ¿Nos dicen que estarán a salvo? Qué significa eso? Con todas las deficiencias del sistema, empezando por el campo de la salud. Hacen oídos sordos a las protestas de los médicos y las enfermeras. Quieren que todo siga abierto. ¿Qué es lo siguiente? ¿Una guerra mundial?

Reabrieron las escuelas para que los padres puedan volver a trabajar. Muy simple. Y la gente no puede pagar a una niñera. No les preocupa que los estudiantes pierdan un año de educación, como dicen. Si realmente quisieran eso, entonces harían que la educación fuera más asequible y de la mejor calidad en todos los barrios.

WSWS: ¿Cuál es la situación de la música en vivo y cómo están sobreviviendo (o no) las personas?

FG: No están, en realidad. En primer lugar, hay mucha confusión y la gente no tiene la información o las pautas adecuadas. Es muy difícil manejar todo. En el recinto ferial del condado de Ventura hicieron algunos espectáculos durante el verano, con una técnica de autocine. Un par de amigos míos participaron en eso, en Vintage Trouble y Tower of Power. Pero, básicamente, era porque querían pasarlo bien, solo tocar música, más que nada. Porque realmente perdieron dinero en el espectáculo.

Por cada artista en el escenario, cada intérprete, tienes al menos cinco o seis personas detrás de él o ella. Tienes un director de iluminación, un ingeniero de sonido, un ingeniero de monitores, tienes a los técnicos, un chofer. Las voces de estas personas son menos escuchadas que las nuestras porque no son conocidas, no son personas públicas. Son los héroes olvidados, porque nadie sabe sus nombres. Cuando ves a un artista, dices «¡Qué espectáculo! El artista fue fantástico». Pero, ¿qué hay del resto de la banda, del equipo, todas las personas que hicieron ese espectáculo tan increíblemente bueno?

No somos ni médicos ni abogados, no podemos facturar horas, pero es un trabajo duro, que alimenta a mucha gente, y lo siento, pero pagamos un montón de impuestos. Y con ese dinero nunca se ocupan de las cosas que tienen que cuidar, inflan el aparato militar y toda la basura que les gusta hacer en Washington.

Steve Vai (crédito–Toglenn)

WSWS: ¿Qué pasa con los técnicos, los miembros del equipo, etc.? ¿Qué están haciendo ahora?

FG: Están haciendo lo que pueden, se la están rebuscando. Algunas personas están tratando de conseguir trabajos a tiempo parcial, lo cual es muy, muy difícil en este momento, porque ningún lugar es seguro.

La mayoría de ellos han estado haciendo lo que han hecho durante toda su vida. No digo que no puedan evolucionar, pero cuando has sido técnico de guitarras durante veinte años es muy difícil cambiar completamente de industria. Claro, puedes ir a trabajar a McDonald's, no necesitas capacitación adicional para eso. Pero si vas a McDonald's, también necesitas un trabajo en Jack in the Box y otro en Carl's Jr., y tal vez logres pagar el alquiler.

WSWS: ¿Qué pasa con los locales musicales, los clubes? ¿Algunos están cerrando definitivamente?

FG: Muchos ya cerraron por el peso de gigantes como Live Nation, AEG. Empiezan a fichar a todos los artistas, porque tienen el dinero para pagar anticipos que nadie más puede pagar. Hacen lo mismo con los locales. Entran y hacen tratos con un lugar en particular. Los propietarios de locales más pequeños no son necesariamente los promotores de una noche determinada. Un espectáculo en un teatro o un gran club no es necesariamente promovido por el propietario del club o del teatro. El promotor es alguien que contrata al talento, contrata el local, intenta vender entradas. Una vez pagado todo, obtienen ganancias. Algunos son buenos, otros son malos.

Esos promotores están siendo desplazados por Live Nation, porque Live Nation entra en un mercado, digamos, Los Ángeles o Detroit, o Colonia o Londres, y compran la disponibilidad de un lugar durante seis meses a la vez. Es posible que paguen menos de lo que el lugar obtendría por una noche determinada, pero, obviamente, si alguien paga por seis o siete meses, donde todas tus noches están reservadas, como cuatro o cinco noches a la semana, es una oferta que es muy difícil de rechazar.

Le dan trabajo al lugar, pero están poniendo a los promotores independientes en una situación difícil. Los promotores más pequeños no tienen las líneas de crédito bancarias de empresas como Live Nation y los otros gigantes.

Pero cuando tienes una situación como la pandemia de COVID, normalmente harían responsable a un promotor independiente si pierdes una noche o cancelas un espectáculo; tendrías que pagar multas y ese tipo de cosas. Pero es muy difícil para el local enfrentarse con Live Nation si deciden cancelar tres meses de reservas debido a algo como COVID.

Puedes demandarlos y todo eso, pero, ya sabes, hay una diferencia entre una corporación como Live Nation, que tiene varios cientos de abogados con un anticipo, y un pequeño promotor, que solo puede pagar el anticipo por un abogado. No puedes darte el lujo de hacer eso durante años, mientras que la gran corporación puede hacerlo. Es el manual 101 del negocio capitalista en Estados Unidos de América, como en cualquier otra industria.

Billy Gibbons de ZZ Top, 2015 (crédito–Ralph Arvesen)

WSWS: ¿Los clubes y locales musicales están cerrando?

FG: Muchos. Muchos clubes han cerrado y no volverán a abrir. Y no solo en Estados Unidos. Yo también trabajo mucho en Europa. En Europa occidental es un desastre.

La gente tiene una idea muy distorsionada de lo que sucede en el negocio de la música. Te ven en un escenario, o como el dueño de un club, y la gente imagina que estás viviendo la vida de los ricos y famosos y que todos tienen la cuenta bancaria de los Bee Gees. Nada más alejado de la verdad.

WSWS: Me imagino que la mayoría de los músicos tiene dificultades?

FG: Sí, claro.

WSWS: Hablemos un poco sobre el otro lado, el lado artístico o cultural del asunto. Si cierran muchos locales y clubes pequeños, si muchos músicos y todas las personas que los acompañan tienen que dejar la música, ¿cuál es el impacto cultural en la sociedad?

FG: No puedo hablar por todos, de lo que significa la música. Pero la música es parte de nuestra vida. Al menos la investigación, directa e indirectamente, así lo indica. Claro, con toda la música grabada que tenemos, el mundo podría seguir durante cincuenta años sin pestañear, sin tener que repetir una canción dos veces. ¿Por qué la gente está tan apegada emocionalmente al arte, a la música, a las canciones? Y no me refiero solo al o la adolescente que sigue al músico exitoso del momento. Me refiero al arte en general.

La música es muy poderosa, es un medio muy poderoso para estimular sensaciones y emociones.

Para darles un ejemplo. Trabajo con Guitarras para Veteranos de Guerra, no porque esté a favor de la guerra o del Pentágono, ni mucho menos. Hay veteranos con trastorno de estrés postraumático. Todos sabemos qué tipo de daño le produce a los pacientes y a quienes los rodean, familias, compañeros de trabajo, etc. La organización ofrece lecciones de guitarra e instrumentos a los veteranos. No tienen idea del poder y la tasa de éxito de esas terapias.

El poder de la música está probado por la ciencia. Es muy beneficioso para las personas que tienen algunos problemas mentales muy estresantes.

Bob Marley, 1980 (crédito–Eddie Mallin)

WSWS: ¿Por qué eres músico?

FG: Es lo que quise ser desde que tenía 16 años. Estaba en Inglaterra para aprender el idioma. Es algo que los italianos hacemos comúnmente. Fui a un gran concierto cerca de Nottingham, en Castle Donington. Era el momento de los festivales de Monsters of Rock. Habían unas ciento veinte mil personas.

Whitesnake tocó una versión de «Ain't No Love in the Heart of the City», la canción de Bobby «Blue» Bland. Esos shows en el Reino Unido en los años ochenta fueron famosos porque la gente se metía en peleas como si no hubiera mañana. Pero cuando Whitesnake tocó esa canción, la atmósfera cambió y la sensación fue surrealista. Eso realmente me llamó la atención, en términos de la reacción de la gente.

Yo era un gran admirador de Bob Marley en esa época. Esto pasó antes. Tuve la misma experiencia cuando Bob Marley tocó en un estadio de Milán. Había unas cien mil personas allí. Tenía diez u once años. Más tarde, después del evento en Inglaterra, vi a Queen en Milán, la forma en que Freddie Mercury se comunicaba con el público y la reacción de la gente a la música… Eso fue una locura; eso era lo que quería hacer.

Nunca olvidé ese sentimiento, especialmente cuando uno toca en vivo. Puedo estar feliz con un disco, con los cumplidos por él, estoy muy agradecido de haber podido tocar y trabajar con la mayoría de mis ídolos. Pero creo que la mayor satisfacción, lo más alto que puedes llegar es cuando estás ahí arriba y tocas en el escenario. No sé cómo describirlo.

He tenido muchas experiencias memorables. Sin faltar el respeto a ningún músico con quien he tocado, uno de los momentos clave, un año después de que me mudé a Los Ángeles, fue grabar con Steve Vai, un querido amigo mío desde hace veinticinco años. Luego produje algunos de sus trabajos. Grabar con él me dio cierta legitimidad. De repente, mi nombre tenía un lugar en el mapa de los músicos de esta ciudad.

Otro gran momento fue cuando produje a Glenn Hughes, el cantante y bajista de Deep Purple, probablemente en su disco más grande en solitario. Unos años después hicimos un homenaje a Deep Purple, con muchas otras bandas, Metallica, Iron Maiden. Todos me buscaron para sus arreglos, y estos son los músicos a los que escuchaba cuando estaba creciendo. Así que fue una locura.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 15 de noviembre de 2020)