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El gobierno español del PSOE y Podemos utiliza una herramienta “antidesinformación” para espiar en internet

Han salido a la luz más detalles sobre el aparato de censura operado por el gobierno del Partido Socialista Obrero Español y Podemos. Una nueva herramiento de monitorización cibernética, conocida como ELISA, ha sido desplegada en todo el país, la cual escudriñará el internet buscando supuestos ejemplos de "desinformación" y reportarlos al gobierno central de España para que tome más medidas.

El dirigente del partido Podemos, Pablo Iglesias, hablando mientras el presidente del gobierno en funciones de España, Pedro Sánchez, mira tras la firma de un acuerdo en el congreso en Madrid, España, el martes 12 de noviembre de 2019. (Foto AP/Paul White)

Según el diario El País, que está estrechamente vinculado al PSOE, ELISA empezó monitorizando solo a algunas páginas web. Sin embargo, su operación de vigilancia ahora se ha extendido a cerca de 350 sitios. Se la ha llamado "observatorio digital" concebido para "facilitar la monitorización de fuentes abiertas, así como trazar perfiles de medios y redes sociales", según el Centro Criptológico Nacional (CCN), que desarrolló y gestiona el programa bajo la égida de la agencia de espionaje española Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Para evitar toda supervisión judicial, ELISA monitorizará supuestamente solo datos de fuente abierta, no comunicaciones privadas. Escudriñará, sin embargo, vastas cantidades de información en fuentes en línea, el uso de redes sociales, plataformas de noticias y otro contenido en internet.

Según El País, que cita una fuente del CCN, el propósito de ELISA es detectar "campañas sistemáticas y maliciosas para distribuir desinformación que se proponga generar polarización y desestabilizar la sociedad, agravando sus conflictos y sacando ventaja de sus vulnerabilidades para beneficio de un Estado extranjero".

El desarrollo e implementación de ELISA es la más reciente de una serie de medidas de monitorización del internet y de censura que se han hecho públicas recientemente en España. Mientras crece el descontento en España y en todo el mundo por la gestión criminal de los gobiernos de la pandemia de COVID-19, la élite gobernante española está intensificando los esfuerzos para reprimir la oposición política local y denunciar a Estados extranjeros —particularmente Rusia.

Las revelaciones sobre la herramienta ELISA del CCN se producen inmediatamente después de un nuevo protocolo, el "Procedimiento para la intervención contra la desinformación", aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) de España en octubre. Detalles de este documento se hicieron públicos en noviembre en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Le permite al Estado monitorizar y suprimir contenido en internet, bajo el pretexto de combatir las "noticias falsas" y la "desinformación".

Esto le da al gobierno español un poder total en la toma de decisiones para determinar qué es y qué no una noticia falsa, y hace la estipulación legal para la constante vigilancia del Estado a las plataformas de redes sociales y los medios en sentido más general para detectar "desinformación" y formular una "respuesta política".

La herramienta ELISA extenderá este marco de espionaje. El CCN informará quincenalmente sobre los hallazgos de ELISA a la Comisión Permanente contra la Desinformación, un organismo creado para operar el aparato de censura detallado en el protocolo de octubre.

La Comisión Permanente está coordinada por el secretario de Estado para Comunicaciones y dirigida por el Departamento de Seguridad Nacional. Miembros del comité provendrán del Ministerio de Exteriores, el Ministerio de Finanzas y la agencia de espionaje CNI, entre otros. Los informes del CCN sobre los hallazgos de ELISA son así recibidos y estudiados en las más altas esferas del Estado español.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ocupa un sitio en la Comisión de Asuntos de Inteligencia, que supervisa el CNI y por lo tanto su organismo dependiente, el CCN. El partido "populista de izquierda" Podemos por lo tanto supervisará directamente las operaciones del CCN y ELISA, y recibirá los informes de espionaje quincenales.

La información sobre el funcionamiento exacto de la herramienta ELISA es limitada. Aunque se la diseñó a finales de 2019, según el CCN, parece que está operativa desde abril de este año, durante la primera oleada de la pandemia en España.

Según un informe inicial publicado en línea por el CCN, entre abril y septiembre de este año, ELISA detectó 1.800 elementos de contenido "antiglobalización" en 157 plataformas en línea diferentes. El informe del CCN dice que estas narrativas "antiglobalización" tienen un "carácter antisistema, [y están] en contra de las instituciones democráticas y pueden plantear una amenaza directa a la cohesión social [y a la] estabilidad, incluyendo la salud del país".

"La crisis del Covid-19 ha facilitado un gran crecimiento en estas narrativas", continúa el informe, "así como en las fuentes digitales que han diseminado este tipo de contenido". El CCN deja claro que el despliegue de ELISA tenía como intención no en menor medida combatir la oposición popular masiva a la gestión homicida del gobierno de la pandemia, e impedir huelgas y manifestaciones contra esta.

El CCN intenta oscurecer los principales objetivos de sus operaciones de vigilancia con referencias al contenido supuestamente antisemita publicado por sitios "antiglobalización", que incluyen las páginas web ultraderechistas El Correo de España, Alerta Digital y Mpr21, según el diario en línea El Confidencial. Estos sitios "sistemáticamente vinculan intereses ocultos con el 'lobby judío' (George Soros o la familia Rothschild e incluyendo a Bill Gates)", dice el informe.

Aunque no cabe duda de que el antisemitismo prolifera en los sitios web ultraderechistas que cita el CCN, estos no son de ninguna manera los únicos sitios que están siendo monitorizados, y el objetivo de la herramienta espía ELISA no es erradicar el sentimiento fascista de internet. El contenido antisemita es solo una pequeña parte de la vasta gama de material marcado como "potencialmente malicioso" por el CCN, que intenta detectar y criminalizar cualquier perspectiva que desafíe el gobierno de la burguesía. En última instancia el objetivo de esta operación de censura es la clase trabajadora, incluyendo a varias minorías religiosas.

Según El País, de los sitios monitorizados por ELISA hasta ahora, cerca del 25 por ciento son pro-Rusia, y un tercio están basados en Rusia y otro tercio en España. El 35 por ciento eran sitios web antisistema en español, el 22 por ciento eran páginas ultraderechistas y el 18 por ciento eran de extrema izquierda. Estas páginas web estaban situadas tanto en servidores españoles como en servidores de otros países, como ser de otros países de Europa, en Latinoamérica y los Estados Unidos.

"[El] principal núcleo [del contenido antiglobalización]", dice el informe del CCN, "consiste en declarar que las democracias no obedecen a las necesidades de los ciudadanos, sino que están al servicio de élites ocultas que toman las decisiones, más allá de la voluntad [de los ciudadanos de un país]". En un mundo donde un puñado de multibillonarios controlan más recursos y riqueza que la vasta mayoría de la población mundial, esta apenas puede ser una opinión impopular.

Otros puntos de vista marcados como "desinformación" online incluyen la oposición a "la legitimidad de los Estados" y la "economía de mercado", falta de confianza en los "medios tradicionales" y oposición a "organismos multilaterales" como la OTAN, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

En una presentación de PowerPoint sobre las "Características de las narrativas de desinformación y los medios", el CCN lista las siguientes como posibles señales de desinformación: la "diseminación de una imagen del Estado como violento y/o corrupto"; "apoyo a organizaciones que revelan secretos de Estado como WikiLeaks"; "la negación de la versión oficial, demostrada y juzgada de ataques terroristas o grandes crímenes"; y "teorías sobre el regreso al patrón oro [o sobre] la corrupción del sistema capitalista".

ELISA es solo una de varias herramientas de cibermonitorización creadas por el CCN, que incluyen ANA, CARMEN y MONICA, gran parte de las cuales fue desarrollada y presentada en 2019. En total, el CCN usa cerca de 20 herramientas diferentes, y cada una lleva nombre de mujer.

El nuevo marco ELISA crea una red barredera ideológica para criminalizad un excepcionalmente amplio abanico de puntos de vista que sostiene generalmente la izquierda, bajo el pretexto de que son "desinformación" o "potencialmente maliciosos". Estas medidas antidemocráticas son solo el principio de algo peor. Monitorizar e informar sobre puntos de vista opositores prepara la censura y la persecución de los que los abrazan.

La clase trabajadora debe oponerse a estas medidas autoritarias, empezando por oponerse a aquellos que las están imponiendo: el partido "populista de izquierda" Podemos y organizaciones pseudoizquierdistas similares en todo el mundo.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de diciembre de 2020)

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