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En medio del golpe fascista en Washington, mandos españoles intensifican las conspiraciones ultraderechistas

El 6 de enero, mientras Donald Trump lanzaba un golpe fascista en Washington —trabajando con altos mandos de la policía, el ejército estadounidense y el Partido Republicano— el teniente general retirado Emilio Pérez Alamán le envió una carta a la ministra de defensa española, Margarita Robles. Allí le exigía que "cambiara el rumbo" del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos. Es parte de un complot golpista creciente por parte de sectores de la clase gobernante que tiene por objetivo establecer una dictadura en medio de la pandemia de COVID-19.

La carta a Robles, filtrada en su totalidad al ultraderechista El Correo de España, criticó su discurso en la ceremonia anual de la Pascua Militar, que tiene lugar cada 6 de enero en el Palacio Real en Madrid.

El teniente general Pérez Alamán

Este año, la ministra de defensa Robles no pudo evitar mencionar las amenazas golpistas crecientes que hicieron altos mandos del ejército español mientras Trump anunciaba sus planes de impugnar los resultados de las elecciones estadounidenses de 2020. Durante más de un año, el partido fascista Vox, la tercera fuerza política en el parlamento español, le ha estado exigiendo al ejército que derroque al gobierno elegido del PSOE-Podemos. En noviembre y diciembre, cientos de exmandos de alto rango le enviaron dos cartas y un manifiesto al rey Felipe VI, pidiéndole que se oponga al gobierno.

Mensajes de WhatsApp filtrados de algunos de los mandos retirados hablaban de fusilar a "26 millones" de personas e imitar el golpe fascista del general Francisco Franco que provocó la Guerra Civil española de 1936-1939. Un destacado participante del grupo de chat, el dirigente del partido Vox, Santiago Abascal, también viajó a Washington en febrero pasado para asistir a reuniones con Trump.

En su discurso del 6 de enero de 2021, Robles dijo que las cartas y chats vienen de “una insignificante minoría, que solo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo que ni merece ni tiene, y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia en España”. Añadió, “solo merece el rechazo más absoluto, por su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses”. Dijo "nadie tiene derecho y menos quienes en su día vistieron el uniforme de las Fuerzas Armadas, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros Ejércitos, con la plena conciencia y agradecimiento de la sociedad española".

Robles estaba continuando los esfuerzos del gobierno del PSOE-Podemos, incluso el vicepresidente del gobierno y dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, por desestimar las amenazas de los mandos fascistas como de unas pocas manzanas podridas retiradas en una cesta por lo demás sana. Como Iglesias, Robles escogió ignorar los vídeos que han salido a la luz de soldados españoles en servicio activo cantando canciones fascistas y neonazis y haciendo el saludo fascista, un grupo de WhatsApp de mandos en servicio activo acogiendo abiertamente los llamamientos de los exgenerales.

Igual que el Partido Demócrata en los EEUU, el gobierno del PSOE y Podemos teme y se opone a apelar a una oposición amplia e históricamente arraigada al fascismo en la clase trabajadora española e internacional. En medio de muertes masivas por la pandemia de COVID-19, millones de personas ven las amenazas de los mandos españoles con indignación y alarma. Una movilización de la clase trabajadora bajo estas condiciones se opondría inevitablemente a las políticas de inmunidad colectiva y austeridad que el PSOE y Podemos vienen implementando, y los intereses de la oligarquía financiera a la que representan.

El general retirado Alamán —quien escribiera un manifiesto firmado por 750 oficiales, incluyendo a 70 generales, acusando al gobierno del PSOE y Podemos de plantear "un grave riesgo para la unidad de España y el orden"— defendió a los conspiradores golpistas.

En un tono falsamente familiar y amistoso, en cierto momento refiriéndose a ella como Doña Margarita, Alamán desafió el comentario de Robles de que los conspiradores golpistas están lejos de los valores militares. Dijo, "Creo que no ha entrado todavía en el alma de los soldados, lo que es lógico por el corto tiempo que lleva en el Ministerio”. De manera significativa, Alamán afirmó que los conspiradores golpistas no son una minoría en los cuerpos de oficiales.

Alamán le dijo a Robles que "no vea a los militares, en servicio activo o retirados, con los ojos de su vicepresidente segundo", refiriéndose al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Continuó, "Su excelencia, en todos ellos [los soldados] usted solo encontrará amor por España y espíritu de sacrificio por todos los españoles". Robles, añadió Alamán, es una de las pocas que pueden "salvarle la cara" al gobierno de España.

Alamán concluye apelando a Robles para que haga “un buen giro al timón y cambiar de rumbo". Es una paráfrasis de la expresión que se volvió común entre los oficiales y la prensa franquista antes del golpe fallido del 23 de febrero de 1981 en España —cuando 200 Guardias Civiles armados irrumpieron en el parlamento e intentaron restaurar el régimen franquista después de su caída en 1978.

Esto destaca la importancia de las múltiples noticias de un complot ultraderechista, con el nombre en clave de Operación Albatros, con el objetivo de imponer una dictadura bajo el barniz de un gobierno de unidad nacional entre el PSOE, el Partido Popular y Vox. Los generales habrían escogido a Robles como jefa nominal de tal gobierno.

Varias cosas sobresalen en la carrera de Robles. En los '90, empezó sirviendo como primera secretaria de Estado de Interior entre 1994 y 1996 —volviéndose la segunda al mando del ministerio del interior mientras el gobierno del PSOE intentaba encubrir el escándalo de los escuadrones de la muerte contra el grupo separatista vasco ETA. En total, murieron 29 personas y 30 resultaron heridas.

Cuando Robles volvió al poder judicial en los años 2000, se volvió una figura destacada allí, y exigió destituir al juez Baltasar Garzón por sus investigaciones de los crímenes cometidos bajo la dictadura fascista franquista (1939-1978). Garzón fue finalmente destituido del poder judicial por violar la Ley de Amnistía de 1977 que los franquistas acordaron con el estalinista Partido Comunista de España.

Por fin, Robles fue nombrada ministra de defensa en junio de 2018 en un nuevo gobierno del PSOE. Ha inundado al ejército con miles de millones de euros, incluyendo para submarinos S-80, helicópteros Chinook, Eurofighters, fragatas F-110 y vehículos de combate blindados 8x8 Piraña.

Esta carta más reciente justifica las advertencias que hizo el WSWS. El complot de Trump, que culminó en el golpe fascista para arrasar el Capitolio en Washington, es solo la expresión más aguda de una desintegración más generalizada de las formas democráticas de gobierno, en medio de la pandemia y niveles insostenibles de desigualdad social.

Como advirtiera el WSWS, aunque el golpe de Trump no haya logrado su objetivo, tales golpes se repetirán. El peligro no ha pasado ni en EEUU ni en Europa. De la misma manera como los trabajadores y los jóvenes no pueden depositar nada de confianza en la venidera administación Biden para hacer responder a los conspiradores o para defender la democracia, en España no pueden confiar en que el partido "populista de izquierda" Podemos pare las conspiraciones ultraderechistas de los mandos fascistas, Vox y otros.

Podemos, que cuenta entre sus miembros con un significativo número de mandos del ejército, está actuando de hecho como la principal herramienta de los conspiradores. En el punto álgido de la crisis política provocada por las cartas y los mensajes fascistas en los chats, el Estado sacó a Iglesias a minimizar el escándalo en entrevistas televisadas en horario de mayor audiencia en las que descaradamente afirmó que no se había revelado nada importante. Dijo, "lo que digan estos señores, a su edad y ya jubilados, en un chat con unas copas de más, no plantea ninguna amenaza".

Podemos trabaja para disminuir la indignación creciente entre los trabajadores y los jóvenes hacia los conspiradores golpistas, el ejército y el rey, y así dejar que los conspiradores sigan con sus planes.

Lo que es más, la respuesta cobarde del Partido Demócrata a la intentona golpista de Trump, solo envalentonará a los mandos fascistas españoles en su perspectiva de que pueden ser capaces de llevar a cabo un golpe ultraderechista.

Esto pone de relieve que los trabajadoes europeos deberían apoyar la demanda del Partido Socialista por la Igualdad (EEUU) de una invstigación abierta, pública, transmitida en directo de todos los aspectos y todos los aliados del golpe fascista del 6 de enero en Washington.

(Publicado originalmente en inglés el 8 de enero de 2021)

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