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Elecciones en Madrid marcadas por cada vez más amenazas de muerte fascistas

La campaña para las elecciones regionales del 4 de mayo en Madrid se ha convertido en una debacle política. El mes transcurrido desde que el gobernante Partido Popular (PP) convocó a elecciones regionales anticipadas ha visto ocho amenazas de muerte a políticos, una intervención judicial para defender la propaganda de inspiración nazi del partido Vox de extrema derecha, manifestaciones fascistas en áreas de la clase trabajadora y acusaciones inventadas de fraude en las papeletas de voto por correo. Los candidatos también intercambiaron acusaciones de provocar muertes masivas por COVID-19.

El clima electoral atestigua la avanzada ruptura de las formas democráticas de gobierno en España e internacionalmente. Este es el producto de un inmenso crecimiento de la desigualdad social y la política de priorizar las ganancias sobre las vidas durante la pandemia de COVID-19, la política de “inmunidad colectiva”, por la cual todo el sistema político capitalista es responsable.

El miércoles se envió una carta de amenaza de muerte con municiones al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero del Partido Socialista (PSOE), quien lleva más de una década fuera de la política. Fue el último incidente después de que se enviaran amenazas de muerte similares con balas a varios candidatos de las elecciones regionales, incluido el candidato de Podemos, Pablo Iglesias, y la actual presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso del PP. Otras cartas han ido al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto.

La presidenta conservadora de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, durante una entrevista con The Associted Press en Madrid, España, 26 de abril de 2021 (AP Photo/Bernat Armangue)

Uno de los principales blancos es Iglesias, quien ha sido acosado por fuerzas de extrema derecha durante más de un año, coincidiendo con un creciente temor en los círculos gobernantes hacia la oposición obrera, expresada en huelgas y llamados a cierres, a las políticas de “inmunidad colectiva” sobre la pandemia de COVID-19. La carta advirtió: “Su esposa, sus padres y usted están condenados a la pena capital, se les acaba el tiempo”. Llegó con cuatro balas CETME, un fusil utilizado por el Ejército, la Armada, la Guardia Civil y la Policía Nacional de España.

El odio a Iglesias en sectores de las fuerzas de seguridad que simpatizan con Vox salió a la luz el jueves, cuando La Marea reveló una página de Facebook, Primavera Española del CENEPE, con 15.000 miembros, la mayoría vinculados a las fuerzas de seguridad, atacando a Iglesias. Él es atacado como “hijo de la gran perra, escoria, rata basura ... No estoy diciendo lo que haría contigo porque estoy abrochado”; “Y siempre será el parásito amigo de los terroristas” o “Quien siembra vientos cosecha tormentas”.

Vox ha desatado una propaganda violenta contra los niños migrantes, directamente inspirada por los nazis. Sus vallas publicitarias en Madrid muestran a un joven de piel oscura, bajo el nombre MENA, un acrónimo peyorativo de menores extranjeros no acompañados, y “tu abuela” escrito en la pizarra. Afirma falsamente que los jóvenes inmigrantes reciben 4.700 € mientras que los jubilados reciben 426 € mensuales.

La orgía de amenazas, propaganda fascista y violencia policial que se desarrolla en Madrid constituye una seria advertencia para la clase obrera. A través de ataques a políticos pseudoizquierdistas como Iglesias, las fuerzas de extrema derecha apuntan a la creciente ira de la clase trabajadora contra las políticas letales de “inmunidad colectiva” en España e internacionalmente.

Significativamente, las encuestas muestran que el PP puede ser reelegido la próxima semana y Vox puede ingresar al Gobierno regional. Las últimas encuestas muestran que el PP sería el primero con alrededor del 41 por ciento de los votos, seguido por PSOE (21 por ciento), Más Madrid (16 por ciento), Vox (9-10 por ciento) y Podemos (7 por ciento). El PP ya se ha comprometido a incluir a Vox en un Gobierno de coalición. Esto es en una región donde las políticas del PP-Vox han provocado muertes masivas. Madrid es la región española con más infecciones y muertes por COVID-19, alrededor de 24.000.

Los documentos internos mostraron que los funcionarios regionales de Madrid emitieron protocolos con criterios para excluir a los residentes de hogares de ancianos de ser trasladados a hospitales en el pico de la pandemia de COVID-19. Esto ha provocado la muerte de miles de personas.

El PSOE y Podemos no pudieron capitalizar los crímenes del PP-Vox, habiendo implementado la misma política a nivel nacional, lo que ha dejado más de 100.000 muertes y 3,5 millones de contagios por COVID-19. Es por eso por lo que la pandemia fue ampliamente discutida al comienzo de la campaña, pero luego rápidamente archivada cuando los candidatos se dieron cuenta de que acusarse unos a otros de asesinato social no le aportaba nada a ninguno. Todos apoyaron la misma política criminal.

Existe una profunda oposición históricamente arraigada contra las fuerzas fascistas y las políticas de “inmunidad colectiva” en la clase trabajadora europea. Sin embargo, la clase obrera no puede confiar en los mismos partidos, incluidos el PSOE y Podemos que implementaron esta política. Independientemente de la retórica “antifascista” que emplearon cínicamente durante la campaña, está claro que el Gobierno del PSOE-Podemos no puede oponerse ni se opondrá a un régimen autoritario de extrema derecha. Por el contrario, depende de las fuerzas de extrema derecha para implementar su “política de inmunidad colectiva”.

De hecho, una razón clave por la que la extrema derecha se siente envalentonada es que la dupla PSOE-Podemos adoptó la agenda política establecida por Vox. Trabajaron mano a mano con el Gobierno regional del PP de Madrid respaldado por Vox para implementar la política de “inmunidad colectiva” de la UE.

El otoño pasado, el Gobierno central amenazó con desplegar 7.500 soldados contra las protestas contra la orden de “movilidad restringida” impuesta en los distritos obreros de Madrid en medio del resurgimiento del COVID-19. La orden, elaborada entre el Gobierno regional de Madrid y las autoridades nacionales, requería que los trabajadores y los jóvenes continuaran presentándose al trabajo y la escuela. Implementó confinamientos solo en áreas de la clase trabajadora.

La actual cuarta ola, que ya se ha cobrado innecesariamente 5.000 vidas, ha estado completamente ausente en el debate electoral. En cambio, todos los candidatos han aceptado la demanda de Vox de poner fin al distanciamiento social. El Gobierno del PSOE-Podemos lleva días repitiendo que no extenderá el estado de alarma, el mecanismo legal para implementar el distanciamiento social.

La ministra de Salud, Carolina Darias, repitió el mantra de Vox de que “no podemos vivir para siempre con el estado de alarma”.

Vox terminó su campaña electoral comprometiéndose a adoptar las seis demandas de la asociación ultracatólica y fascista Hazte Oir si ingresare en un Gobierno regional liderado por el PP, incluido el levantamiento de todas las restricciones de viaje que buscan detener la propagación del coronavirus.

Las fuerzas fascistizantes presentan una gran amenaza y sectores importantes de los trabajadores y jóvenes, incluyendo muchos votantes de Podemos, Más Madrid y el PSOE, odian todo lo que representa Vox. Pero, los comicios en Madrid demuestran que la clase obrera solo puede combatirlo con base en su propio partido y programa. Es imposible oponerse a las fuerzas fascistizante basándose en el historial reaccionario del PSOE, Podemos o sus aliados en las burocracias sindicales.Construir secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en España y más allá, y de la Alianza Obrera Internacional de Comités de Base (AOI-CB), independientes de las burocracias sindicales y la pseudoizquierda, es la única forma de combatir la pandemia.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de abril de 2021)

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