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Trabajador mexicano de GM y trabajadores automotores y educadores de Michigan se solidarizan con los huelguistas de Volvo Trucks

La valiente lucha de los trabajadores de Volvo Trucks en Virginia, que salieron a huelga el lunes tras rechazar decididamente un segundo acuerdo entreguista promovido por el sindicato United Auto Workers (UAW), ha inspirado a trabajadores de todo EE.UU. e internacionalmente.

En días recientes, el WSWS ha publicado declaraciones de apoyo para los casi 3.000 trabajadores de la planta New River Valley en Dublin, Virginia, que enviaron trabajadores automotores, de autopartes, educadores y de Amazon en EE.UU., trabajadores automotores de India que han iniciado huelgas salvajes contra Ford, Hyundai, Maruti-Suzuki y otras empresas que han mantenido sus fábricas abiertas según se propaga la mortal pandemia en sus plantas. Los trabajadores alemanes también han enviado declaraciones de solidaridad.

Trabajadores de Volvo durante su primera huelga en abril (UAW Local 2069/Facebook)

Los trabajadores en Virginia, incluyendo aquellos que formaron el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo para liderar la oposición contra los acuerdos vendidos, han dicho que el contundente apoyo a su lucha proveniente de todas las partes del mundo ha levantado su ánimo e impulsado su determinación para combatir tanto a la empresa como al UAW.

El martes, el World Socialist Web Site recibió una declaración de solidaridad de un trabajador de General Motors en la fábrica de Silao, México. Los trabajadores de Silao han iniciado un movimiento de base contra la Confederación de Trabajadores de México (CTM) patronal.

Raziel, del Complejo Silao, dijo, “Ánimo compañeros de Volvo desde la trinchera de GM Silao México les mando saludos y les deseo lo mejor. Solo unidos podremos cambiar esos sindicatos parásitos. Estamos en las mismas condiciones. Igual en Silao contra la CTM, solo que en Silao el Gobierno apoya a los sindicatos charros [corruptos], la llevamos de perder acá, ni elecciones quieren hacer. Todo nuestro apoyo para erradicar a esos sindicatos parásitos”.

Tres de los trabajadores victimizados de Silao

En las semanas previas a la huelga de GM de 2019 en Estados Unidos, los trabajadores de Silao se resistieron a los esfuerzos de GM por aumentar la producción en el complejo de Silao, donde 6.000 trabajadores fabrican los vehículos más rentables de la empresa, las camionetas Silverado y Sierra, por 2,25 dólares la hora. Por su valiente acto de solidaridad, GM y el mafioso sindicato de la CTM identificaron a los líderes de la rebelión y despidieron a los trabajadores, entre los que había varios con más de 20 años de antigüedad en GM. Los trabajadores perjudicados publicaron una carta abierta a los trabajadores estadounidenses, quienes apoyaron a los trabajadores de Silao en su lucha por recuperar sus puestos de trabajo.

También ha llegado apoyo de los trabajadores de la industria automovilística de Detroit, incluidos los de Stellantis (antes Fiat Chrysler). El exvicepresidente del UAW, General Holiefield, que fue sorprendido recibiendo sobornos de Fiat Chrysler, fue el responsable de la firma de los contratos en Fiat Chrysler y Volvo Trucks que introdujeron el odiado sistema de dos niveles salariales.

Angie, una trabajadora de la planta de ensamblaje Jefferson North de Stellantis (JNAP) dijo: “Me solidarizo con los trabajadores de Volvo. Están unidos y luchando contra el UAW. El poder está en los números: El 90 por ciento es impresionante. El UAW está diciendo muy alto y claro que no se preocupa por ustedes. El contrato que intentaron venderles fue una bofetada en la cara. ¿Cómo se justifica eso?”. Dijo: “Los trabajadores de todas las plantas automotrices deberían solidarizarse con ellos”.

Angie describió las experiencias de los trabajadores de JNAP y de otras plantas de Fiat Chrysler en Michigan, Ohio, Indiana y Canadá que llevaron a cabo acciones de protesta desafiando al UAW para forzar el cierre de la producción durante dos meses en marzo de 2020 debido a la propagación del virus mortal.

El UAW organizó el regreso al trabajo en condiciones todavía inseguras. “Intentaron que todo pareciera bien, no estaba limpio, en cuanto volvimos al trabajo, fue lo mismo de siempre. Se pasó de una situación en la que, si una persona se contagiaba de COVID, todo el equipo era puesto en cuarentena, a solo una o dos personas, o ninguna. El UAW no apoyó a los trabajadores. No te pagan si entras en contacto con alguien que tiene COVID”.

Dijo que los trabajadores de Stellantis también estaban creando comités de base en sus plantas.

“Mi sugerencia”, dijo, “es trabajar con el comité de base. Es más evidente que nunca que el UAW no está al servicio de los trabajadores. Han traicionado completamente a los trabajadores y eso no va a cambiar en el futuro. Lo que tiene que cambiar son las acciones de los propios trabajadores, como las de los trabajadores de Volvo”.

Angie concluyó: “La lucha tiene que ser internacional para que sea realmente efectiva. No es solo local. Tiene que ser internacional. Todos queremos solidaridad y equidad. Todos queremos unos salarios dignos que nos permitan estar cómodos; poder salirnos de aprietos”.

Los educadores que han emprendido una lucha contra las autoridades federales y estatales y los sindicatos por la reapertura de las escuelas durante la pandemia también han expresado su apoyo a los trabajadores de Volvo.

El comité de base es independiente del UAW, que está a favor de las empresas, para que los trabajadores puedan organizar su propia lucha.

El WSWS habló con una maestra del norte de Michigan. “Creo que es fantástico que hayan votado en contra y que la gente se haya levantado”, dijo. “También hubo un contrato en una planta de piezas [de Nexteer] cerca mío, aquí en Michigan, hace poco. Sé que los trabajadores de allí están cuestionando el recuento de votos, y se informó de que estaba muy ajustado. Cuestionan si el recuento fue justo por parte de la UAW. Pero el voto en Volvo fue abrumadoramente en contra.

“Así que el UAW los volvió a convocar. Probablemente van a hacer lo mismo que hicieron en American Axle cuando solo pagaron 200 dólares a la semana en sueldo de huelga en 2008. Luego la empresa cortó el seguro médico. Recuerdo que mi marido estaba realmente furioso cuando le cortaron el seguro y el sindicato no intervino para ayudar. Los padres solteros estaban en una situación imposible. No podían permitirse el lujo de pagar un seguro médico. En aquella época, tampoco se podía ir a un mercado de planes y comprarlo nada más”.

El UAW acabó traicionando la huelga de American Axle, que duró tres meses, y provocó profundos recortes salariales y la eliminación de la mitad de los puestos de trabajo en sus plantas de Michigan y Nueva York.

“Con la huelga de Volvo, el poder adquisitivo no es el que era antes. Así que va a haber aún más preocupaciones económicas por ese motivo. Lo que paga el UAW en sueldo de huelga no llega ni al salario mínimo, ni lejos”.

A continuación, describió la lucha de los educadores para proteger su salud y sus vidas, así como las de sus alumnos y comunidades, frente a la prisa bipartidista por reabrir las escuelas. Refiriéndose a la hipocresía de los sindicatos de profesores, dijo: “Vimos cómo funcionan las cosas cuando nos dijeron el mismo tipo de cosas cuando estábamos luchando por las cuestiones del COVID al principio del año escolar. Escuchaba al sindicato Michigan Education Association (MEA) decir que las leyes y otras cosas nos impedían hacer algo al respecto. Se trataba de llamar a las puertas y conseguir que Biden fuera elegido.

“Pero realmente tienen un caso de disonancia cognitiva. Decían que Trump era el problema y que era importante apoyar a Biden porque era el mal menor. Pero desde que Biden asumió el cargo ha habido un esfuerzo coordinado para recuperar a los profesores y que las escuelas abran completamente. [La gobernadora de Michigan] Whitmer afirmó que seguía la ciencia, pero en cuanto Biden llegó al cargo todo eso de 'seguir la ciencia' se tiró por la ventana.

“Así que estoy muy contenta de ver a la gente luchando contra esta situación. Cuando los profesores quisimos hacer una huelga en todo el estado en 2011, el MEA nos dijo que teníamos que conseguir que el 90 por ciento de los profesores del estado votaran a favor de dicha huelga o no se podía hacer. Se inventaron esa cifra según la necesidad debido a la legislación antihuelga.

“Lo que realmente nos decían era lo imposible que sería conseguir ese porcentaje. Así que me alegro de ver esa participación en Virginia. ¿Un noventa por ciento en contra de lo que trajo el UAW? Eso demuestra una verdadera solidaridad”, dijo.

\ (Publicado originalmente en inglés el 9 de junio de 2021)

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