El World Socialist Web Site hace un llamamiento a todos los trabajadores de Volvo y de la industria automovilística para que formen comités de solidaridad de base para romper el aislamiento de la huelga en curso en Volvo Trucks en Dublín, Virginia. Estos comités deben preparar protestas, ralentizaciones y otras acciones de solidaridad hasta e incluso el cierre de Volvo y de toda la industria de fabricación de automóviles y camiones.
Los casi 3.000 trabajadores de la planta de ensamblaje de Volvo en New River Valley (NRV) están en la tercera semana de su segundo paro este año. Los trabajadores se han rebelado contra dos intentos del sindicato United Auto Workers (UAW) de forzar un contrato concesional, rechazando ambos acuerdos por un abrumador 90-91%.
Los trabajadores de Volvo han adoptado una postura heroica para toda la clase obrera. Están luchando para revertir el patrón de interminables concesiones y retrocesos, el establecimiento de múltiples niveles, jornadas laborales de diez horas y el ataque a la atención médica de los trabajadores y jubilados. Exigen aumentos salariales significativos y una cláusula de aumento del coste de la vida para hacer frente al aumento del coste de los bienes de consumo.
Es una lucha que puede y debe ganarse. Sin embargo, ¡no se puede ganar si está aislada!
Los trabajadores de NRV están luchando contra una empresa global y multinacional. Detrás de la empresa está toda la industria del automóvil. Los trabajadores deben llamar a sus propios refuerzos para que se unan a la batalla. El objetivo debe ser aislar a Volvo, no a los trabajadores de Volvo.
El sindicato United Auto Workers se opone a emprender cualquier acción para movilizar un apoyo más amplio a los trabajadores de Volvo en huelga. No ha publicado ni una sola declaración sobre la última huelga en su sitio web nacional o en su página de Facebook. No hay ninguna explicación plausible para esto, excepto una: Está manteniendo deliberadamente a sus cientos de miles de afiliados en la oscuridad sobre la huelga.
En lugar de trabajar para movilizar a sus miembros en Mack Trucks y en toda la región, el UAW está tratando de reducir la eficacia de la huelga, limitándola a una sola planta e intentando privar a los trabajadores de la línea de piquete de sólo $275 semanales en concepto de pago por huelga, menos que el salario mínimo federal.
Por ello, los trabajadores automotores deben tomar el asunto en sus manos, mediante la formación de comités de solidaridad de base.
Los trabajadores de Volvo en NRV han formado su propio comité, el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo (VWRFC, por sus siglas en inglés) para oponerse a los contratos de concesión impulsados por el UAW y romper el aislamiento de su lucha. El VWRFC publicó una carta abierta el 14 de junio exigiendo que el UAW movilice a sus miembros y proporcione a los trabajadores en huelga los recursos que necesitan para llevar a cabo una verdadera lucha.
La iniciativa de los trabajadores de Volvo debe ampliarse a toda la industria automovilística, estableciendo una red de comités de solidaridad de base para
1. Exigir que los trabajadores de Volvo en huelga reciban la totalidad de sus ingresos mientras estén en huelga, en lugar del nivel de pobreza de $275 a la semana. El fondo de huelga de $790 millones del UAW debe utilizarse para apoyar a los trabajadores en huelga y enviar un mensaje claro a la empresa de que los trabajadores se toman en serio la victoria en su lucha.
2. Romper el bloqueo informativo de la huelga haciendo circular la información sobre la lucha entre los trabajadores de todas las fábricas de automóviles y estableciendo una red de comunicación entre los trabajadores, independiente del UAW.
3. Adoptar medidas inmediatas para garantizar que no se lleve a cabo ninguna producción que permita a Volvo resistir la huelga. Esto debe comenzar con el cierre de las operaciones en otras plantas de Volvo, incluyendo las plantas de camiones Volvo-Mack en Hagerstown, Maryland y Macungie, Pennsylvania.
4. Preparar acciones de solidaridad, incluyendo protestas y paros en GM, Ford, Stellantis y plantas de autopartes en todo Estados Unidos.
En los 40 años transcurridos desde la huelga de controladores aéreos de PATCO en 1981, la AFL-CIO ha supervisado el aislamiento y la derrota de una huelga tras otra. La derrota en PATCO anunció el inicio de cuatro décadas de asaltos corporativos a la clase trabajadora, facilitados por los sindicatos cada vez más corporativistas, cuyos ejecutivos acumularon ingresos de seis cifras e inmensos activos en el proceso.
El período de derrotas está llegando a su fin, pero para que se pueda dar la vuelta a la esquina, hay que aprovechar activamente la iniciativa.
La huelga de la Volvo es parte de una serie de luchas en todo el mundo que reflejan un creciente estado de ánimo de rebelión producido por la respuesta de la clase dominante a la pandemia, incluyendo, dentro de los Estados Unidos, la lucha en curso de los mineros del carbón en Warrior Met en Alabama, las enfermeras en Worcester, Massachusetts, los trabajadores del acero en ATI en Pennsylvania y otros estados, y los trabajadores de ExxonMobil encerrados en Texas.
El aislamiento de cada lucha conducirá inevitablemente a la derrota. El camino hacia la victoria pasa por la unidad, la movilización colectiva de la fuerza de toda la clase obrera en una lucha común contra la desigualdad y la explotación capitalista.
¡Obreros! ¡Unan sus manos a las de sus hermanos y hermanas de Virginia! ¡Formen un comité de solidaridad de base hoy mismo!
(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de junio de 2021)