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Mientras el UAW busca imponer traición, los trabajadores automotores necesitan defender la huelga de Volvo Trucks

Mientras que el sindicato United Auto Workers (UAW) procede a intimidar a los 3.000 Volvo Trucks en la planta New River Valley en Dublín, Virginia, para imponer un acuerdo totalmente entreguista, es urgente que los trabajadores automotores en Detroit y en todo el país salgan en defensa de estos valientes trabajadores y su huelga.

Los trabajadores de Volvo están en una batalla no solo con la multinacional sueca, sino también contra el UAW. El nuevo acuerdo, que según el presidente del UAW, Ray Curry, contiene “mejoras sustanciales”, es otro contrato lleno de concesiones. Los salarios no se mantienen al ritmo de la inflación, habrá una progresión salarial de seis años para las nuevas contrataciones, fuertes aumentos en los costos de la cobertura médica y ataques a las prestaciones de los jubilados.

Trabajadores de Volvo en huelga en Dublin, Virginia (foto del Local 2069 del UAW); y trabajadores de Stellantis en Detroit, Michigan, en apoyo a la huelga de los trabajadores de Volvo (fotos del WSWS)

Lejos de movilizar a los miembros del UAW para que apoyen la huelga, Curry y compañía han tratado de castigar a los trabajadores de Volvo por su atrevimiento. El UAW ha tratado de aislarlos ocultando la huelga a otros miembros del UAW y los ha intentado someter con un sueldo de huelga de apenas $275 a la semana, a pesar de que su sede Solidarity House cuenta con un fondo de huelga de casi $800 millones. El primer artículo en el sitio web del UAW sobre la huelga de un mes se publicó el jueves pasado, cuando Curry anunció el acuerdo tentativo.

La lucha de los trabajadores de Volvo es la lucha de todos los trabajadores automotores. Todos los trabajadores se enfrentan a la erosión de su nivel de vida debido al implacable aumento de los precios de los alimentos y la gasolina. Los trabajadores de GM, Ford y Stellantis deben organizarse para prepararse para las luchas que se avecinan, incluyendo el rápido cambio hacia los vehículos eléctricos y los despidos generalizados que producirá, así como el vencimiento de los contratos nacionales en las tres grandes empresas de automóviles en 2023.

Si no se quiere derrotar la huelga, los trabajadores automotores de todo el país deben movilizarse para defenderla de los intentos del UAW de aislarla y traicionarla. Esto debe hacerse mediante la formación de una red de comités de base de solidaridad en las plantas automotrices de todo el país para superar el apagón informativo del sindicato y prepararse para una acción conjunta con los trabajadores de Volvo Trucks.

Los trabajadores de Mack Truck, propiedad de Volvo, en Allentown, Pensilvania, ya han dado el primer paso al formar un comit é de solidaridad propio, en oposición a la división arbitraria del UAW entre ellos y sus hermanos y hermanas en Volvo Trucks. La huelga de Volvo Trucks es la más significativa lucha laboral en el país porque es una rebelión muy consciente contra la burocracia sindical, que lleva décadas colaborando con las empresas para reducir los ingresos de los trabajadores y maximizar las ganancias de las corporaciones y Wall Street.

Los trabajadores de Volvo Trucks ya han rechazado dos contratos entreguistas por márgenes de 9 a 1. Lo más importante es que han formado una organización alternativa, el Comité de Base de Trabajadores de Volvo (VWRFC, por sus siglas en inglés), para movilizar la oposición al UAW y unirse a los trabajadores automotores en todo el país para extender la huelga y recuperar las décadas de concesiones respaldadas por el UAW. La formación del comité en Volvo señala el camino a seguir para todos los trabajadores automotrices, así como para los trabajadores de todas las demás industrias.

El VWRFC ha delineado una serie de demandas basadas en lo que necesitan todos los trabajadores, incluido un aumento salarial general inmediato del 25 por ciento, más un aumento salarial del 6 por ciento anual y una cláusula adicional de aumentos automáticos con la inflación o COLA para protegerse frente al aumento meteórico de los precios. Los trabajadores también quieren poner fin al sistema de salarios de niveles múltiples, transferir a todos los trabajadores a salarios y beneficios de primer nivel. Quieren proteger las tarifas y la cobertura actuales del seguro médico, beneficios médicos totalmente pagados para los jubilados y un bono de ratificación de contrato de $4.000.

Una victoria para los trabajadores de Volvo envalentonará a los trabajadores de toda la industria automotriz y, de hecho, en todo el mundo, y les dará a los trabajadores la confianza de que pueden movilizar su fuerza colectiva. Sin embargo, lo último que quiere el UAW es que los trabajadores de Volvo les demuestren a los trabajadores de GM, Stellantis y Ford que pueden obtener mejoras reales organizándose independientemente del UAW corporativista y luchando por las demandas que los trabajadores y sus familias necesitan.

Todos los trabajadores automotores están familiarizados con los métodos clandestinos que utilizan los ejecutivos del UAW para aprobar contratos a favor de la empresa. En Virginia, el UAW se ha negado a proporcionarles a los trabajadores la versión completa del acuerdo tentativo y solo ha publicado supuestos “aspectos destacados” del acuerdo que regirá la vida de los trabajadores durante los próximos seis años. El UAW se ha negado a darles a los trabajadores de Volvo tiempo suficiente para estudiar y discutir el acuerdo y se está apresurando para ratificarlo el viernes, por las buenas o por las malas.

Los trabajadores automotores también estarán familiarizados con la lista de funcionarios corruptos del UAW que “negociaron” los últimos cuatro contratos de Volvo, que introdujeron salarios y prestaciones de dos niveles, recortaron los salarios y beneficios y redujeron los costos laborales en más del 30 por ciento. Los astutos incluyen a General Holifield y Norwood Jewell, que aceptaron sobornos corporativos, y Gary Casteel, que solo se escapó de un juicio al convertirse en un informante del Gobierno.

El UAW está desesperado por poner fin a la huelga porque saben que cuanto más se prolongue, más se verá socavado el apagón de información del sindicato y más trabajadores automotores se movilizarán para defender la huelga de Volvo y desarrollar vínculos organizativos con ellos para una lucha conjunta.

El UAW sabe que las plantas de automóviles pertenecientes a Stellantis, Ford y General Motors son un polvorín, y están aterrorizados de que la huelga de Volvo sea la chispa que lo encienda. Durante meses, los trabajadores automotores han estado sometidos a condiciones que superan la resistencia humana.

Los trabajadores de Stellantis en la Planta de Ensamblaje de Sterling Heights (SHAP, por sus siglas en inglés), cerca de Detroit, por ejemplo, han estado trabajando horas extras forzadas durante todo el año, y los oficios calificados en las plantas están trabajando una nueva semana laboral de 84 horas sin pago de horas extras. Los trabajadores de otras plantas enfrentan una incertidumbre constante, una montaña rusa entre los extremos de los despidos prolongados debido a la escasez global de microchips y los niveles masivos de horas extra cuando sus plantas reabren, una situación que constantemente pone patas arriba sus vidas.

Todo esto ha tenido lugar a medida que el coronavirus se ha extendido por las plantas casi sin cesar. En abril, cientos de trabajadores a la vez estuvieron en cuarentena en SHAP. A lo largo de la pandemia, es probable que hayan muerto decenas de trabajadores, aunque no es posible realizar un recuento real debido al encubrimiento conjunto entre el sindicato y la empresa. Los trabajadores han perdido a compañeros de trabajo, amigos y seres queridos por el virus, y saben por amarga experiencia que todas las medidas para contener la propagación han sido saboteadas en interés de las empresas.

El fin anunciado por el UAW de la mayoría de las restricciones restantes de COVID-19 en las plantas, junto con la eliminación de las medidas de distanciamiento social por parte de la Administración de Biden y los Gobiernos estatales, hará inevitable una nueva y mortal ola de casos, a pesar de las afirmaciones mentirosas de los medios de que la pandemia ha terminado.

El UAW y las compañías automotrices recuerdan bien la ola de huelgas salvajes del año pasado, en la que los trabajadores desafiaron un acuerdo negociado por el UAW para mantener las plantas en funcionamiento durante el brote inicial y forzaron el cierre de la producción durante dos meses. Esta rebelión contra el UAW salvó innumerables vidas, pero para el disgusto de los títeres corporativos en su mal llamada sede, la Casa de la Solidaridad, les costó a las compañías automotrices miles de millones de dólares. Están decididos a evitar que se repita a toda costa.

Esa ola de huelgas demostró que los trabajadores son más poderosos que el aparato del UAW cuando se movilizan de forma independiente. Esa fuerza puede y debe movilizarse nuevamente en defensa de la huelga de Volvo Trucks.

Los trabajadores automotores en Detroit y en todo el país deben comenzar a movilizarse de inmediato para apoyar a los huelguistas de Volvo.

Aquí hay tres cosas que puede hacer, ahora mismo, para ayudar:

1. Envía una declaración al Comité de Base de Trabajadores de Volvo a volvowrfc@gmail.com o por mensaje de texto al (540) 307-0509 para mostrar su apoyo a la huelga.

2. Distribuye esta declaración, y otro material sobre la huelga, lo más ampliamente posible entre sus compañeros de trabajo para romper el apagón de información.

3. Comunícate con el Boletín de los Trabajadores Automotores del World Socialist Web Site para comenzar el proceso de formación de un Comité de Solidaridad de la Huelga de Volvo en su planta.

Hay más en juego que un contrato en una sola fábrica. La huelga es parte de una ola nacional e internacional de huelgas y protestas de los trabajadores, enojados por la subordinación de las vidas a favor de las ganancias empresariales durante la pandemia y envalentonados por la escasez de mano de obra en curso.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 6 de julio de 2021)

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