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Declaración de los trabajadores de Volvo: ¡Este miércoles, voten en contra de las amenazas de la empresa!

Esta declaración fue emitida por el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo después de que el sindicato United Auto Workers (UAW) anunciara el domingo que Volvo planeaba implementar unilateralmente un contrato en su planta New River Valley en Virginia que los trabajadores habían rechazado en un voto el viernes. El UAW, lejos de oponerse a los intentos de la empresa de romper la huelga, está ayudándole. El UAW está obligando a los trabajadores a votar nuevamente este miércoles el contrato que ya rechazaron y les ha dicho a los trabajadores que la empresa impondrá el acuerdo sin importar su voto.

Los trabajadores de Volvo pueden contactar al Comité de Base de los Trabajadores de Volvo a través del volvowrfc@gmail.com o por medio de un mensaje de texto al (540) 307-0509. Descarga la versión en inglés de esta declaración aquí.

¡Este miércoles, voten en contra de las amenazas de la empresa! ¡Díganle a Volvo que se lleven ese contrato y se lo guarden!

11 de julio de 2021

Hoy, Volvo y el UAW anunciaron que el contrato que acabamos de rechazar en un voto el viernes por la noche, el tercer acuerdo entre ellos que rechazamos, sería impuesto unilateralmente por la empresa a partir del lunes. Su acuerdo aumentaría los costos del seguro médico significativamente, pondría en duda el seguro médico de los jubilados, mantendría los salarios del primer nivel muy por debajo de la inflación y desgastaría a los nuevos contratados con una “progresión” salarial de seis años, entre otras concesiones.

El UAW, que respaldó el último contrato y los dos que ya bloqueamos, está organizando un voto sobre el mismo contrato este miércoles. Han declarado que, si votamos en contra, no habrá un bono de ratificación, pero que el contrato entrará en vigor de todos modos.

La empresa nos está declarando la guerra. En vez de contrarrestar este descarado chantaje corporativo e intento de romper la huelga, el UAW está conspirando con ella. La empresa y el UAW están empleando tácticas de miedo, mentiras y falsificaciones para intentar atemorizarnos, confundirnos y dividirnos. Necesitan ser opuestos.

En primer lugar, el sindicato no tiene ninguna obligación legal para convocar otra votación sobre el mismo acuerdo después de que la empresa dijera que era “la oferta última, mejor y final” y declarara un impasse. El UAW tomó esta acción deliberadamente y de manera consciente, desafiando nuestro voto previo, con el objetivo de aprobar las demandas de la empresa. De hecho, no existe ningún impasse del todo entre Volvo y el UAW, dado que el UAW ha respaldado cada uno de los contratos entreguistas de la empresa. El verdadero impasse es aquel entre la empresa y el sindicato, por un lado, y los trabajadores de New River Valley, por el otro.

En segundo lugar, Missy Edwards, la presidenta del Comité Electoral, ha declarado que, si votamos en contra del contrato nuevamente el miércoles, “Todavía volveremos al trabajo bajo el tercer acuerdo tentativo”. Después de esto, el sindicato presentará una demanda bajo cargos de prácticas laborales injustas y “veremos qué resulta de eso”. El UAW está dando la impresión de que será un requisito legal que acabemos la huelga y nos rindamos incluso si rechazamos el contrato —de que, si sale escudo, ellos ganan, y si sale corona, nosotros perdemos—. Esta es una mentira absoluta y un intento de ocultar que su deseo e intención es aplastar nuestra huelga.

En tercer lugar, Volvo no está tomando esta acción extrema desde una posición de fuerza, sino de debilidad. El gerente general de la planta New River Valley, Franky Marchand, declaró que es necesario poner fin inmediatamente a la huelga porque “la continua pérdida de producción representa un riesgo demasiado grande para el futuro de nuestro negocio y nuestra instalación”. Nuestra huelga y los repetidos rechazos contractuales los han sumido en una crisis, amenazando su producción a tal punto que están tomando este paso desesperado. Tras poner a Volvo contra la pared, este no es el momento de replegarnos.

Volvo no estaría tomando este paso si no fuera el contrato que quieren. A esto se debe también que el UAW se haya rehusado a hacer públicos los términos completos del contrato a todos sus miembros y a darnos información detallada sobre lo que ha estado “negociando” con la empresa todo este tiempo.

Al UAW no le incumbe ni tiene el derecho de someter este contrato a una segunda votación, pero ahora que lo ha hecho es nuestro deber rechazarlo contundentemente y someterlo a una colosal derrota.

La empresa está diciendo que nuestro voto y la voluntad de la mayoría no importan. Parece que creen que vivimos en una dictadura fascista y que no tenemos derechos democráticos, al menos que votemos como ellos quieren que votemos.

Si se salen con la suya aquí en Virginia, si nos usan como ejemplo, Volvo y las otras empresas harán los mismo en Allentown, Hagerstown, Detroit, Gante y otras partes. Los dueños de las empresas lo tomarán como una señal de que es temporada de caza contra los derechos de la clase obrera.

Queda claro que el intento de atropellar nuestros derechos ya está generando indignación. Para citar solo algunos de los comentarios más populares de nuestros hermanos y hermanas en la página de Facebook del Local 2069 [del UAW]: “¡Voten ‘Ni loco’ esta vez! No dejen que los sobornen con este contrato de basura por el cual votamos en contra”.

“Cómo rehaces un voto sobre algo que ya votaste y rechazaste. ¡¡Esta es una ESTAFA TOTAL!!”.

“Si se doblegan ahora, todo fue para nada… Recuerden que USTEDES SON LOS QUE LES HACEN DINERO”.

Desde el principio, el UAW ha hecho todo lo posible para aislarnos, manteniendo desinformados a nuestros hermanas y hermanas de Mack, Volvo y otras partes. Pero el apagón informativo está colapsando. Volvo y el UAW están conscientes de que la huelga está ganando cada vez más apoyo de los trabajadores automotores de todo EE.UU. e internacionalmente, incluso de los trabajadores de Volvo Cars en Gante, Bélgica, quienes llevaron a cabo una huelga salvaje la semana pasada contra un intento de aumentarles las horas laborales, apenas unos pocos días después de ser informados de nuestra huelga.

El sindicato, trabajando para la empresa, está intentando convencernos de que la única opción es rendirse incondicionalmente. Esa es otra mentira. No tenemos miedo ni de las amenazas de la empresa ni las del sindicato y consideramos que esta huelga puede y debe ganarse. Pero para lograrlo, es necesario hacer lo siguiente:

  1. El contrato debe ser derrotado abrumadoramente el miércoles. Llamamos especialmente a nuestros hermanos y hermanas que votaron “sí” el viernes a que rechacen este ataque a los derechos de todos los trabajadores de Volvo. Esta huelga no ha sido fácil para nadie. Pero nada que valga la pena es fácil. El rechazo decisivo de este contrato puede abrir paso a una victoria que cumpla con las necesidades de todos los trabajadores en New River Valley.
  2. Cualquier intento de reabrir la planta New River Valley con esquiroles de enfrentarse con una movilización de los trabajadores de Mack y otras plantas de Volvo, tanto en EE.UU. como en otros países, para paralizar inmediatamente todas las operaciones de la empresa. Necesitamos demostrarle a la empresa que tenemos este poder y podemos usarlo.
  3. Se necesitan acciones de solidaridad de los trabajadores automotores en Detroit y otras ciudades, así como en sectores más amplios de la clase obrera, si la empresa insiste en sus amenazas de imponer unilateralmente el contrato y operar con esquiroles. No solo están en juego nuestros intereses; están en juego los intereses de los trabajadores de Mack, todos los trabajadores automotores y más allá.
  4. El UAW debe realizar asambleas para dar un reporte exhaustivo de la historia de sus discusiones con Volvo. En esta reunión, se deben postular nominaciones para expandir el comité negociador para que incluye a cada sector de trabajadores en New River Valley: aquellos contratados antes de 2011, entre 2011-2015 y más recientemente, los jubilados y los trabajadores contratistas. A pesar del ultimátum de la empresa, la lucha por este contrato está lejos de acabarse.

Si Volvo tiene miles de millones de dólares para sus accionistas, entonces tienen el dinero para pagar por el seguro médico de todos nosotros, tanto de los trabajadores activos como de los retirados, puede promover a todos al primer nivel salarial inmediatamente, poner fin a los niveles de salarios y prestaciones de una vez y por todas (SIN reemplazarlo por una carrera de progresión salarial de seis años), realizar un aumento general de salarios y volver a implementar los aumentos según el coste de vida.

Aceptar este contrato después de haberlo rechazado sería aceptar una dictadura corporativa. Rechazarlo enviaría una señal inconfundible a Volvo de que no tenemos miedo y estamos preparados para luchar por nuestras demandas.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de julio de 2021)

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