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La huelga de los trabajadores de Nabisco en cinco estados afronta un punto de inflexión

Más de 1.050 trabajadores de la panadería y la distribución de ventas de Nabisco están actualmente en huelga en cinco estados contra el conglomerado alimentario multinacional Mondelez, con sede en Chicago. Mientras los trabajadores en huelga de Oregón, Illinois, Colorado, Virginia y Georgia quieren luchar contra las infernales condiciones de trabajo y los ataques a su nivel de vida, su lucha se encuentra en una coyuntura crucial que los enfrenta tanto a la empresa como al sindicato Bakery, Confectionery, Tobacco Workers and Grain Millers (la BCTGM).

Trabajadores de Nabisco en huelga en Chicago [Crédito: WSWS Media]

Después de que el sindicato mantuviera a los trabajadores sin contrato durante meses, más de 200 trabajadores iniciaron una huelga en la panadería Nabisco de Portland, Oregón, el 10 de agosto. A ellos se unieron los trabajadores en huelga de las panaderías de Richmond, Virginia y Chicago, Illinois. Los trabajadores también hicieron huelga en los centros de distribución de ventas de Nabisco en Aurora, Colorado; Addison, Illinois, y recientemente se les unieron trabajadores en Norcross, Georgia, cerca de Atlanta. Esta es la primera huelga a nivel nacional de Nabisco desde una huelga en 1969 que duró 56 días.

Los trabajadores de la planta de Naperville (Illinois), que produce Triscuits, tienen un contrato independiente y fueron obligados a aceptar planes de asistencia sanitaria con mayores gastos de bolsillo por la BCTGM.

Mondelez propone a los trabajadores de Nabisco un contrato de cuatro años que reduciría significativamente el pago de horas extras, impondría un horario de trabajo alternativo (AWS) y pondría a los trabajadores más nuevos en un plan de atención médica de dos niveles.

Las condiciones en Nabisco son horribles. Un trabajador en huelga de la panadería industrial de Chicago dijo al World Socialist Web Site: 'Nos obligan a trabajar 16 horas para hacer este trabajo. Tenemos poco personal. No recibimos bonificaciones. Nos hicieron trabajar durante la pandemia: 16 horas todos los días'. Varios trabajadores dijeron que sus rodillas y cuerpos se estaban destruyendo por trabajar hasta 80 horas o más a la semana en las plantas.

'Tuvimos una línea entera que se enfermó, la línea Belvita. Dijimos: '¿Qué tal si cierran la planta para que todos podamos hacer la cuarentena?' Pero no lo hicieron. No nos dijeron quién había enfermado. Tuvimos que asumirlo. Nos enteramos por nuestros compañeros de trabajo de quién estaba enfermo y tuvimos que decírnoslo'.

Sin embargo, estas condiciones se han aplicado durante años con el respaldo de la BCTGM. El sindicato ha permitido durante años que la empresa lleve a cabo despidos masivos, recortes en las pensiones y en la sanidad, cierres de plantas e imponga unas condiciones laborales brutales.

En 2016, la BCTGM no hizo nada para oponerse a los cientos de despidos en la planta de Nabisco en Chicago, que llegó a tener más de 4.000 empleados. También se cerraron plantas en Fair Lawn, Nueva Jersey y Atlanta sin que el sindicato moviera un dedo. En su lugar, la BCTGM trató de azuzar el veneno nacionalista, culpando a los trabajadores mexicanos y a la 'deslocalización' para dividir a los trabajadores estadounidenses de sus hermanos y hermanas en los 160 países donde opera la empresa.

El hecho de que las semanas de trabajo de 80 horas no sólo sean posibles, sino cada vez más comunes en talleres sindicales como Nabisco, muestra hasta qué punto los sindicatos se han transformado en poco más que brazos de la dirección. Las condiciones de Nabisco les resultarán más que familiares a los trabajadores de autopartes de Dana, donde trabajar durante semanas sin un solo día de descanso está consagrado en el lenguaje de los contratos 'negociados' por el United Auto Workers y el United Steelworkers. Ahora, los trabajadores de Dana se enfrentan a una votación este domingo sobre un contrato del que los sindicatos les ocultan toda la información.

El hecho de que se esté llevando a cabo una huelga a nivel nacional en Nabisco es un testimonio de la abrumadora ira y la determinación de luchar de los trabajadores. La BCTGM se vio obligada a convocar la huelga en las plantas de forma fragmentada sólo unas semanas después de haber conseguido finalmente un acuerdo de venta para poner fin a una huelga en Frito-Lay en Topeka, Kansas. El sindicato se vio obligado a convocar la huelga, que duró 20 días, sólo después de que los trabajadores se rebelaran y rechazaran por votación cuatro acuerdos provisionales consecutivos.

El contrato impuesto por la BCTGM mantenía los salarios bajos, los aumentos por debajo de la inflación, las semanas de trabajo brutalmente largas y las horas extras obligatorias, sin resolver ninguna de las demandas de los trabajadores. Frito-Lay, y su empresa matriz Pepsi, también pudieron mantener brutales turnos de 12 horas e imponer un contrato de venta a los trabajadores. Como inform ó anteriormente el WSWS, el sindicato también creó comités obrero-patronales con Frito-Lay que 'integran aún más a la BCTGM en las estructuras de la dirección de la empresa'.

Hay que hacer una advertencia tajante: la BCTGM busca aislar y desgastar la huelga para traicionarla. Hasta la fecha, el sindicato no ha proporcionado prácticamente ninguna información ni siquiera sobre el estado de las negociaciones. Mientras tanto, está matando de hambre a los trabajadores en la línea de piquete con una escasa paga de huelga, y muchos se han visto obligados a recurrir al sitio de crowdfunding Gofundme para llegar a fin de mes.

La huelga de Nabisco se puede ganar. Pero para lograrlo, los trabajadores en huelga necesitan una estrategia para la victoria. Deben moverse ahora para tomar la iniciativa en sus propias manos, y no esperar a que la BCTGM traiga otra venta.

El WSWS insta a los trabajadores de Nabisco a formar un comité de huelga de base independiente, compuesto por los trabajadores de base más confiables y militantes, y a formular sus propias demandas para la huelga. Proponemos que estas demandas incluyan: el fin de la propuesta de AWS y el regreso a la jornada de ocho horas, un aumento salarial general del 25% con ajustes del coste de la vida para mantenerse al día con la inflación, el restablecimiento total de las pensiones y el rechazo del plan de salud de dos niveles.

Además, los trabajadores deben tomar la dirección de la huelga en sus propias manos. Deben exigir que se les proporcione una paga de huelga igual a su salario completo, pagada con los $34,6 millones en activos que el sindicato despilfarra en sueldos de seis cifras para los altos cargos, como el presidente David Durkee. También deben exigir el fin de las negociaciones secretas, con todas las sesiones transmitidas en directo por Internet. Por último, deben luchar para ampliar el apoyo a la huelga, apelando a otros sectores de la clase obrera, incluidos los mecánicos en huelga en Chicago, los trabajadores de autopartes en Dana, los maestros y otros.

El World Socialist Web Site hará todo lo posible para ayudar a la formación de un comité de huelga de base. Envía un mensaje al (773) 234-7135, o rellena el formulario de contacto en wsws.org/workers para saber más.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de agosto de 2021)

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