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¡Las fábricas de automóviles no son seguras! ¡Detengan la producción para detener propagación de ómicron!

La declaración siguiente fue elaborada y aprobada después de una reunión el domingo de trabajadores automotores por todo EUA. Para unirse al Comité de Base de Seguridad de Trabajadores Automotores, complete el formulario por debajo o envíe un email a autoworkers@wsws.org.

El Comité de Base de Seguridad de Trabajadores Automotores insta a nuestros hermanos y hermanas a ayudar a luchar por el cierre de la industria automovilística y otras empresas no esenciales para controlar la propagación de la pandemia del coronavirus. Hay que garantizar la compensación llena para trabajadores afectados a través de un impuesto en las ganancias pandémicas de varios billones de dólares de Wall Street.

Trabajadores de Stellantis FCA en la planta de asamblea de Warren Truck fuera de Detroit (Foto: FCA Media)

La situación es crítica. El viernes el estado Míchigan reportó 40.692 nuevos casos de COVID-19 y 259 muertes durante un período de dos días, un número récord. La situación es similar en muchos estados en EUA.

Los hospitales se acercan a la capacidad mientras se dispara el número de casos. La escasez ya grave de trabajadores sanitarios se empeora a causa de la enfermedad de personal. Más de 400 trabajadores en el sistema hospitalario Beaumont Health en Detroit no trabajan a causa de la infección, un hecho que extiende el sistema sanitario más allá de su límite.

Las instalaciones grandes de manufactura, así como las escuelas, son los vectores principales para la transmisión del virus. Mantenernos en el trabajo bajo estas condiciones es más que irresponsable: es un crimen. Las plantas, donde miles de personas se reúnen en la línea de montaje en edificios mal ventilados, no solo representan un peligro a la salud y la vida de trabajadores automotrices, sino a nuestros parientes, nuestros amigos y vecinos, el país entero e incluso el mundo.

La gerencia y el United Auto Workers (UAW), el supuesto “sindicato”, encubren el número de casos en la mayoría de las plantas. Pero hay muchos reportes de infecciones y muertes crecientes. Los trabajadores nos dicen que actualmente 500 están en casa enfermos en la planta de asamblea de Warren Truck Stellantis y 300 estaban en casa enfermos el mes pasado en la planta de asamblea de Sterling Heights (SHAP, por sus siglas en inglés). Solo en diciembre, tres trabajadores se murieron de COVID en la planta de estampado de Sterling, y en SHAP, una trabajadora y su esposo los dos fallecieron el mes pasado a causa de COVID.

Nos tratan peor de que a los animales. Las medidas sanitarias falsas que se instalaron para ponernos de vuelta en las fábricas casi han sido eliminadas. No hay ninguna aplicación del uso de mascarillas, y no se llevan a cabo el saneamiento y la limpieza básicos de la planta. En muchos casos, dicen a trabajadores vacunados que vengan a trabajar incluso después de probarse positivos por COVID si dicen que no están experimentando síntomas.

El UAW se niega a decirnos cuando nuestros colegas están infectados, y no hay rastreo de contactos ni cuarentena. A los expuestos al virus se dice que sigan trabajando. A los trabajadores vacunados que se han probado positivos por COVID, les dicen que vengan a trabajar si dicen no experimentar síntomas. No pagan a los obreros forzados a usar sus permisos por enfermedad, y esto causa que unos mientan y vengan a trabajar enfermos e infecten a los demás.

La afirmación de que las compañías no puedan cerrarse es falsa. Las compañías automovilísticas siguen extrayendo ganancias récord mientras nos enfermamos y nos morimos. Automotive News acaba de presumir de que las compañías automovilísticas “están embolsándose las ganancias” por aprovechar de escaseces y subir los precios. Estamos construyendo carros y camiones que no son esenciales en el medio de una pandemia mortal, solo para que puedan extraer sus ganancias gigantes.

Al gobierno no le importa nuestra vida. Las nuevas guías de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) que reducen el período de cuarentena de 10 días a cinco son una tontería. No se basan en la ciencia, sino las necesidades de empleadores de trabajadores para mantener las ganancias. Ahora la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dice que es una “noticia verdaderamente alentadora” que los que fallecen a causa de COVID tengan condiciones preexistentes. Dicho de otra forma, al gobierno no le importa la muerte en masa si los que están por morir están enfermos, son de mayor edad, o no trabajan. Mejor si se mueran para ahorrar dinero sobre la asistencia médica y la seguridad social.

Durante toda la pandemia y bajo las dos administraciones, el gobierno y los medios de comunicación corporativos han seguido mintiendo y afirmando que el virus es “moderado”, o que la pandemia está a punto de terminar, o que los niños no pueden infectarse en las escuelas. Cuando el virus, a que no se puede engañar con propaganda, expone una mentira, inmediatamente preparan la próxima.

Hace solo dos meses los medios estaban llenos de afirmaciones de que el fin de la pandemia estuviera “a la vuelta de la esquina”. Luego se descubrió la variante ómicron en Suráfrica. Ahora científicos chapuceros con conexiones políticas altas como Ezekiel Emmanuel, quien se ha convertido en el portavoz de facto de Biden en las noticias televisadas, están diciéndonos que COVID llegará a ser endémico –es decir, la pandemia nunca acabará– y que todos tendrán que aprender a vivir con él. Emmanuel se conoce con el apodo “Doctor de Muerte” por sus campañas durante años por políticas con el objetivo explícito de reducir la expectativa de vida.

Científicos han sabido durante siglos, de hecho desde la época medieval, que cierres y cuarentenas son esenciales para contener pandemias. El cierre de todos los lugares de trabajo no esenciales y la transición al aprendizaje virtual, una medida que perduraría unos pocos meses, podría acabar la propagación del virus y establecer la base para la eliminación total del COVID-19. Esto tendría que combinarse con el apoyo financiero para los obreros y pequeñas empresas impactados.

Los ricos dicen que COVID es permanente porque no les interesa acabar la pandemia. Esto significa que la tarea recae en que la clase obrera, la vasta mayoría de la sociedad que produce la riqueza del mundo, actúe. Los trabajadores automotrices necesitamos unirnos al movimiento huelguístico creciente de docentes, así como trabajadores sanitarios y otros que enfrentan condiciones intolerables, para exigir el cierre de la producción no esencial hasta que se establezcan las medidas necesarias para acabar con la pandemia. Lo que ya se ha hecho en China y otros países con una política de cero COVID demuestra que el virus puede ser eliminado y millones de vidas salvados.

Sabemos que muchos de nuestros colegas ya están extremadamente enojados de que se sacrifica su vida. Pero eso no es suficiente. Necesitamos actuar ahora para construir el andamio para un movimiento para salvar vidas. Hay que hacer esto fuera de y en rebelión contra los sindicatos corporativistas, que no solo han pasado décadas haciendo cumplir con entregas, sino ahora están conspirando con la gerencia para asesinarlos en las fábricas.

Ésta es una lucha global. Incluso si el virus se contenga en EUA u otro país, la experiencia ha demostrado que, si el virus sigue propagándose en el mundo en desarrollo, esto crea las condiciones ideales para la aparición de nuevas variantes, que ponen en riesgo no solo la gente en África o Asia sino en los supuestos países “desarrollados”. Esto significa que debemos unirnos con nuestros hermanos y hermanas en las plantas automotrices por todo el mundo, para empezar, en Canadá y México. Exigimos el cierre inmediato de todas las escuelas, plantas no esenciales y otros lugares de trabajo, con sueldo completo para los obreros afectados. No se debe esperar que un trabajador ponga en peligro la vida. Las plantas no deben reabrir hasta que trabajadores, en colaboración con científicos, determinen que es seguro. Los trabajadores tienen que tener control sobre las condiciones de seguridad y salud.

• Pruebas gratis y regulares para todos los trabajadores.

• El suministro de mascarillas de KN95 gratis y de alta calidad para todos los trabajadores.

• Un programa rigoroso de rastreo de los casos y de poner en cuarentena durante al menos 14 días a individuos sintomáticos y asintomáticos.

• El principio rector tiene que ser que la defensa de la vida humana tenga una prioridad incondicional sobre las ganancias.

Instamos a trabajadores a distribuir esta declaración ampliamente. Contacta al Comité de Base de Trabajadores Automotores para recibir ayuda en construir un comité de base en su lugar de trabajo: autoworkers@wsws.org

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de enero de 2022)

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