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El camino a seguir para los estudiantes de secundaria en la lucha contra la pandemia y la reapertura de las escuelas

La organización Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS, o IYSSE por sus siglas en inglés) anima a los jóvenes de las escuelas secundarias a ponerse en contacto con nosotros hoy mismo para compartir las condiciones de su escuela e implicarse en la lucha contra la pandemia.

Estudiantes de Nueva York durante el paro (Crédito: @mwatsonnyc)

¡Los estudiantes de secundaria de todo el país se están moviendo! Miles de estudiantes, desde Oakland (California) hasta la ciudad de Nueva York, están organizando la oposición al regreso inseguro a la enseñanza presencial en medio de un aumento masivo de casos, hospitalizaciones y muertes por la variante ómicron de la COVID-19.

El martes, un millar de estudiantes de la ciudad de Nueva York abandonaron sus aulas en más de 30 escuelas para protestar por las condiciones de inseguridad. La acción, organizada a través de las redes sociales, forzó el cierre de varias escuelas en toda la ciudad.

En Oakland (California), casi un millar de estudiantes han firmado una petición en línea para todo el distrito en la que afirman que los alumnos 'no se sienten cómodos al ir a la escuela con los crecientes casos de COVID-19'. Los estudiantes están luchando por el fin de la enseñanza presencial y por la realización de pruebas y EPIs (PPE) adecuados en el caso de que vuelvan a las aulas.

En Boston (Massachusetts), en menos de una semana, más de 5.000 estudiantes firmaron una petición publicada por un alumno de último curso de la Boston Latin School. Situaciones similares se están desarrollando en toda la Costa Oeste, incluyendo importantes protestas en Portland, Oregón, que forzaron el cierre de las escuelas.

El centro actual de la oposición a la reapertura de las escuelas se encuentra en Chicago, Illinois, donde miles de educadores votaron por abrumadora mayoría el martes pasado para dar clases a distancia hasta el 18 de enero. Sin embargo, a última hora de la noche del lunes, el Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) impulsó una votación en una reunión de la Cámara de Delegados para 'suspender' la acción de trabajo a distancia de los maestros y reanudar el aprendizaje en persona el miércoles, antes de una votación de todos los miembros.

Indignados por la colaboración de su sindicato con los políticos locales para obligarles a volver a las escuelas, profesores y estudiantes han empezado a organizar su lucha de forma independiente.

Los Jóvenes y Estudiantes por la Igualdad Social (JEIIS, o IYSSE en inglés), el movimiento juvenil y estudiantil del Partido Socialista por la Igualdad (PSI, o SEP por sus siglas en inglés), celebra y apoya esta valiente postura adoptada por los estudiantes. Al luchar contra la reapertura insegura de las escuelas, estos jóvenes están luchando no sólo por su propia salud y seguridad, sino por la comunidad en su conjunto.

Instamos a los estudiantes que participan en estas luchas, o que desean unirse a ellas, a compartir ampliamente esta declaración y a ponerse en contacto con IYSSE hoy mismo.

IYSSE es un grupo de jóvenes socialistas que lucha por unir la lucha de los estudiantes y los jóvenes con los profesores, los padres y otros trabajadores en una lucha común contra la temeraria política de 'inmunidad de rebaño' de todo el establishment político, que fomenta que el virus corra a sus anchas, sin importar la carnicería.

Como resultado de estas políticas, más de 850.000 personas han muerto a causa del virus en Estados Unidos.

Hasta el 10 de enero, había 1.084 muertes pediátricas, con la asombrosa cifra de 44 muertes registradas sólo en los últimos 10 días. Más de 167.000 niños han perdido a sus padres o cuidadores a causa del Covid durante la pandemia, aproximadamente 1 de cada 450 jóvenes menores de 18 años en los Estados Unidos.

Muchos más han sufrido la pérdida de un profesor, un conductor de autobús u otro miembro del personal escolar. Cada una de estas muertes era evitable.

El desastroso impacto de la pandemia es el resultado de las decisiones tomadas por los gobiernos capitalistas -en primer lugar, en Estados Unidos- de priorizar deliberadamente los beneficios sobre las vidas, de rechazar la aplicación de las medidas de salud pública necesarias para eliminar el virus y, en su lugar, de adoptar políticas que permiten que el virus se extienda ampliamente entre la población mundial.

La reapertura de las escuelas siempre ha estado en el centro de la 'estrategia' pandémica de la clase dominante. Para que los trabajadores vuelvan a trabajar y continúen bombeando beneficios para los ricos, sus hijos deben volver a la escuela.

A lo largo de los dos últimos años, tanto bajo el mandato de Donald Trump, un republicano, como del actual presidente Joe Biden, un demócrata, los estudiantes, padres y profesores han sido bombardeados con una serie de mentiras para promover el plan de reapertura: 1) los niños son en gran medida inmunes al virus; 2) los niños no pueden contagiar el virus a otros; 3) las aulas son 'tan seguras' como cualquier otro lugar; 4) la salud mental de los estudiantes sufrirá más con el aprendizaje a distancia que en persona; y 5) los trabajadores deben aprender a 'vivir con el virus.'

De hecho, los niños pueden contraer y contagiar el virus. Las hospitalizaciones de niños también están en su punto más alto, con 766 al día. El Hospital Infantil Lurie de Chicago informó el jueves de que las hospitalizaciones de niños se han multiplicado por 10 en comparación con el número de ingresos de finales de noviembre.

El COVID-19 se transmite principalmente a través de aerosoles, pequeñas partículas que permanecen en el aire durante horas, un hecho que ha sido ampliamente ocultado. Los espacios interiores que carecen de una filtración y ventilación adecuadas, incluida la gran mayoría de las escuelas y lugares de trabajo, han sido por tanto los principales centros de transmisión viral.

Aunque no cabe duda de que la crisis de la salud mental de los jóvenes se ha visto enormemente acelerada por la pandemia, junto con todas las demás crisis sociales, no es su causa fundamental. Es cierto que los estudiantes necesitan un acceso inmediato a los tratamientos y servicios de salud mental. Pero el deterioro de la salud mental es sólo el síntoma de un problema mucho más profundo.

Además, los políticos que emplean engañosamente este argumento son los mismos que han supervisado la destrucción sistemática de los servicios sociales, el hambre de la educación y los más de 30 años de guerras y militarismo continuos, financiados con miles de millones de dólares cada año.

Con las acciones que están llevando a cabo en todo el país, los estudiantes se niegan a ser utilizados como peones en la campaña para reabrir las escuelas. Se están posicionando del lado de la vida contra el beneficio.

Como se está demostrando a través de las protestas en curso, no hay escasez de ira o voluntad de lucha entre los jóvenes. Sin embargo, para que esta rabia y esta oposición produzcan el cambio deseado, hay que entender claramente las cuestiones políticas centrales.

La lucha contra la reapertura insegura de las escuelas debe estar dirigida por lo que los científicos insisten en que salvará vidas y acabará con la pandemia. La actual política de 'inmunidad colectiva' (de rebaño) —es decir, permitir que el COVID-19 se extienda por toda la población— debe ser repudiada. Debe adoptarse una nueva estrategia, dirigida a la eliminación y erradicación del SARS-CoV-2.

Los costes de la lucha contra la pandemia —incluyendo la garantía de un aprendizaje en línea de calidad para todos los estudiantes, el pago de los sueldos y salarios de los trabajadores afectados y la compensación a los propietarios de pequeñas empresas y la garantía de una cobertura médica completa para los enfermos— deben ser asumidos por las empresas y un impuesto del 100% sobre los beneficios inesperados de la pandemia obtenidos por los grandes inversores a través de la subida de la bolsa.

COVID-19 no respeta las fronteras de ningún campus, lugar de trabajo, estado o incluso país. Los peligros a los que se enfrentan estudiantes y profesores en las aulas se reflejan en casi todos los lugares de trabajo del país y del mundo.

Por lo tanto, para poder controlar la pandemia, es necesario aplicar medidas a nivel mundial.

La lucha contra la pandemia es al mismo tiempo una lucha contra el sistema capitalista y una lucha por el socialismo. La política homicida aplicada en los dos últimos años ha sido dictada por una oligarquía financiera que ha amasado fortunas inimaginables en medio de la muerte masiva. En efecto, cuanta más gente muere, más se dispara la bolsa. Las élites gobernantes celebran cada anuncio de que no se tomarán medidas para salvar vidas y detener la pandemia.

Hay que hacer un llamamiento, no a tal o cual político de la clase dominante o burócrata sindical, que han traicionado a los trabajadores mil veces antes, sino a los trabajadores de todas las industrias para construir un movimiento unido de la clase obrera contra la pandemia y contra el sistema capitalista.

Hacemos un llamamiento a todos los estudiantes para que luchen por este programa y se unan al IYSSE (JEIIS).

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de enero de 2022)

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