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Primero de Mayo de 2022: El imperialismo alemán se rearma para la Tercera Guerra Mundial

Este es el reporte de Christoph Vandreier en el Mitin Internacional En Línea del Primero de Mayo de 2022. Christoph Vandreier es el secretario nacional del Sozialistische Gleichheitspartei (Alemania). Puedes ver todos los discursos aquí: wsws.org/mayday.

Me complace mucho poder participar en este histórico Primero de Mayo y transmitir los saludos revolucionarios del Sozialistische Gleichheitspartei (SGP, Partido Socialista por la Igualdad).

Christoph Vandreier, secretario nacional del Sozialistische Gleichheitspartei (Alemania)

También aquí, en Alemania, la lucha de clases está llegando rápidamente a su punto álgido. Cientos de personas mueren cada día de forma totalmente evitable a causa del COVID porque el Gobierno antepone el afán de lucro más inmediato a la vida y la salud de las personas. La inflación de 20 a 50 por ciento en alimentos y los costes horrendos de la energía diezman los salarios y enfadan a los trabajadores.

“¿Por la causa de cuál libertad debería congelarme?”, nos preguntó un trabajador frente a un supermercado. “¿Por la libertad de trabajar cada vez más horas por un salario cada vez menor?”. Cuanto más visible se vuelve el carácter de la guerra por delegación en Ucrania y crece el peligro de una Tercera Guerra Mundial, tanto mayor es el rechazo en la clase obrera.

Tras dos guerras mundiales y los peores crímenes de la historia, el antimilitarismo se ha afianzado entre los trabajadores de Alemania. Pero el Gobierno alemán está retomando sus terribles tradiciones y se rearma para la Tercera Guerra Mundial.

Ochenta y un años después de la invasión de la Unión Soviética, los tanques alemanes vuelven a rodar contra Rusia. Tras el envío a Ucrania de tanques de las reservas del Ejército de la antigua Alemania Oriental, las empresas de armas Rheinmetall y Krauss-Maffai se preparan para entregar modernos vehículos de combate de infantería, tanques de combate y tanques antiaéreos. Todo ello financiado por el Gobierno alemán. Ambas empresas construyeron tanques para la Wehrmacht (Ejército) de Hitler, explotando y matando a decenas de miles de trabajadores forzados y a presos de los campos de concentración.

Esta máquina de guerra está siendo accionada contra Rusia. Las entregas de armas a Ucrania son solo el principio. Apenas tres días después de que comenzara la invasión rusa, el canciller Olaf Scholz proclamó un “cambio de época” y anunció la triplicación del presupuesto de guerra de Alemania.

Esto significa que Alemania está gastando mucho más dinero en armamento este año que cualquier otro país europeo, incluida Rusia. Quiere volver a ser la potencia militar más poderosa y “disciplinadora” de Europa, como lo exigió en 2014 el profesor derechista de Humboldt, Herfried Münkler.

La guerra en Ucrania solo proporcionó el pretexto para estos horrendos planes de rearme. Ya se habían elaborado en el otoño, cuando el SPD, Los Verdes y el FDP negociaron su acuerdo de coalición. El rearme del siglo está siendo alimentado por una ensordecedora propaganda de guerra en todos los canales. Los periódicos y los programas de televisión se superan unos a otros con una propaganda atroz e infundada y avivan el viejo chauvinismo antirruso y el racismo puro.

“Todos los rusos son enemigos” fue un titular del Frankfurter Allgemeine Zeitung. Der Spiegel publicó un tratado pseudohistórico de una página sobre por qué la bestialidad ha formado parte del sistema ruso por siglos, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.

Mientras que los rusos son retratados como el engendro del mal, los crímenes del imperialismo alemán son sistemáticamente minimizados y relativizados. Por ejemplo, los políticos y los medios de comunicación se refieren habitualmente a la invasión rusa de Ucrania como una “guerra de exterminio”, un término que antes se utilizaba principalmente para la guerra nazi contra la URSS. Se utilizó para describir el exterminio planificado hasta el último detalle de 27 millones de ciudadanos soviéticos.

¡Esta bestial maquinaria asesina está siendo equiparada a una guerra que ni siquiera se acerca a tales rasgos! Incluso cuando el Gobierno alemán apoyó el golpe de Estado derechista en Ucrania en 2014 y anunció el “fin de la moderación militar de Alemania”, esto fue acompañado por una rehabilitación de la Wehrmacht y la trivialización de Hitler en los medios de comunicación.

En Der Spiegel, el profesor radical de derecha Jörg Baberowski declaró que Hitler no fue cruel y que el Holocausto no fue más significativo que los fusilamientos ocurridos en la guerra civil rusa. Cuando los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social y el SGP desmintieron esta falsificación ilimitada de la historia, Baberowski fue defendido y celebrado por representantes de todos los partidos del Bundestag (Parlamento) y casi toda la prensa. Ahora queda claro con total nitidez que esto no se trataba de un solo profesor, sino de la tendencia general del imperialismo alemán. Deben restar importancia a los crímenes históricos del militarismo alemán para preparar nuevos crímenes.

La semana pasada, un comentario en Der Spiegel siguió este argumento hasta su conclusión, llamando a olvidar la historia para poder equipar finalmente a Alemania con armas nucleares. Esta política insensata de una guerra mundial nuclear se dirige en primera instancia contra Rusia pero revive todas las cuestiones históricas básicas del imperialismo alemán y también aumenta las tensiones con Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Cuenta con el apoyo de todos los partidos del Bundestag.

Los peores belicistas en este respecto son Los Verdes. No pasa un día sin que uno de sus representantes agite a favor de la entrega de más armas, de armas pesadas y un mayor gasto para el rearme. El director por mucho tiempo de la Fundación Heinrich Böll del partido Los Verdes en Kiev, Sergei Sumlenny, incluso pidió una guerra nuclear contra Rusia para destruir su potencial de amenaza.

El partido La Izquierda también forma parte de la conspiración de la guerra. Cuando Scholz anunció su “cambio de época”, el grupo parlamentario de La Izquierda apoyó en gran medida la moción del Gobierno. Su portavoz de política exterior, Gregor Gysi, quiso incluso respaldar el programa de rearme de 100.000 millones de euros.

La completa ruina de los pacifistas pequeñoburgueses no es una sorpresa. Defendían la moderación militar cuando le interesaba hacerlo al imperialismo alemán. Hoy pertenecen a la coalición de guerra, ondeando las banderas.

El Sozialistische Gleichheitspartei es el único partido que se opone al militarismo alemán. Damos voz y dotamos con una perspectiva socialista al antimilitarismo arraigado entre los trabajadores. Por eso la clase dirigente de Alemania arremete contra nosotros con todos los medios a su alcance.

Después de una verdadera campaña de desprestigio contra nosotros en la prensa, Google y Facebook nos censuraron, el Servicio Secreto nos puso en la lista de “organizaciones extremistas”. Simplemente “luchar por una sociedad democrática, igualitaria y socialista” y luchar contra el imperialismo fueron declarados anticonstitucionales por el Gobierno federal. No lo hacen desde una posición de fortaleza, sino de debilidad. Lo hacen porque su incesante propaganda de guerra, tomando en cuenta la historia, no halla tracción entre los trabajadores.

Junto con nuestros compañeros del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, prevalecimos ante el intento de Facebook de censurar nuestro vídeo contra la guerra. Y del mismo modo, prevaleceremos ante los intentos del Estado de criminalizarnos porque nuestro partido, el CICI, representa algo mucho más fuerte que el aparato estatal y su maquinaria de guerra: la unidad de la clase obrera internacional.

Todo depende ahora de transformar la oposición cada vez mayor de la clase obrera a la guerra y la desigualdad en una fuerza política consciente y construir el CICI como partido mundial de la revolución socialista en todos los países del mundo.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de mayo de 2022)

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