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La temeraria escalada de Biden hacia la guerra nuclear con Rusia

Este artículo se publicó originalmente como un hilo en Twitter.

La decisión de la administración Biden de proporcionar a Ucrania lo que el propio presidente describió ayer en una columna del New York Times como 'sistemas avanzados de cohetes' es una escalada masiva de la guerra con consecuencias potencialmente catastróficas.

La afirmación de Biden de que 'no buscamos una guerra entre la OTAN y Rusia' es una mentira. La OTAN, que suministra a Ucrania un apoyo financiero y militar ilimitado, está en guerra con Rusia. Y después de haber asumido este vasto compromiso, Estados Unidos está adoptando acciones temerarias para derrotar a Rusia.

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Biden escribe: 'Mientras Estados Unidos o nuestros aliados no sean atacados, no participaremos directamente en este conflicto, ni enviando tropas estadounidenses a luchar en Ucrania ni atacando a las fuerzas rusas'.

Pero esta afirmación se contradice con el hecho de que Estados Unidos está proporcionando a Ucrania armas y apoyo logístico para atacar a las fuerzas rusas, incluyendo el asesinato de generales rusos y el hundimiento de un buque ruso.

Biden afirma: 'No estamos alentando ni permitiendo que Ucrania ataque más allá de sus fronteras'. Pero Estados Unidos está enviando a Ucrania 'sistemas avanzados de cohetes' que, de hecho, animan y permiten a Ucrania atacar a Rusia.

Biden está proporcionando a Ucrania una carta blanca para utilizar estas armas de la forma que crea necesaria. Ucrania tomará medidas para provocar un enfrentamiento militar entre la OTAN y Rusia. Atacar a Rusia con cohetes suministrados por Estados Unidos logrará ese objetivo. Rusia tomará represalias.

Biden señala casualmente de pasada: 'Sé que mucha gente en todo el mundo está preocupada por el uso de armas nucleares'. Luego procede a descartar esas preocupaciones tranquilizando absurdamente a los lectores:

Actualmente no vemos ningún indicio de que Rusia tenga intención de utilizar armas nucleares en Ucrania, aunque la retórica ocasional de Rusia de hacer sonar el sable nuclear es en sí misma peligrosa y extremadamente irresponsable.

Pero, ¿qué es la 'retórica ocasional de Rusia para hacer sonar el sable nuclear' sino un 'indicio' extremadamente grave de una 'intención de utilizar armas nucleares'? Y si no es un indicio, ¿por qué Biden lo califica de 'peligroso y extremadamente irresponsable'?

Durante la crisis de los misiles en Cuba de 1962, el presidente Kennedy declaró: 'Será la política de esta nación considerar cualquier misil nuclear lanzado desde Cuba... como un ataque de la Unión Soviética a los Estados Unidos, que requerirá una respuesta completa de represalia sobre la Unión Soviética'.

¿Cuáles serán las consecuencias si el gobierno ruso adopta la misma política proclamada por Kennedy hace 60 años: considerar cualquier ataque a Rusia por parte de Ucrania, utilizando cohetes suministrados por EE.UU., como un ataque de EE.UU. a Rusia, 'que requiere una respuesta de represalia completa'?

Las acciones de la administración Biden son tan asombrosamente imprudentes que dan la impresión de que Estados Unidos está siendo dirigido por una inestable camarilla enloquecida por la guerra que ha perdido el contacto con la realidad.

Esta imprudencia sólo puede explicarse como la reacción de un gobierno y una clase dirigente que se han visto fundamentalmente desestabilizados por la intersección de crisis internas, económicas, políticas y sociales para las que no tienen respuestas racionales.

El Financial Times se preguntaba ayer: '¿Se dirige Estados Unidos hacia la guerra civil?' y respondía: 'Un grupo de libros presenta un caso alarmantemente persuasivo de que las luces de advertencia están parpadeando más rojas que en cualquier otro momento desde 1861'.

En 1861, el secretario de Estado Seward concibió la descabellada idea de provocar una guerra con Gran Bretaña para detener la ruptura de Estados Unidos. Lincoln puso fin a ese plan idiota.

Biden, por decir algo, no es Lincoln, y mucho menos el líder de una gran revolución democrática.

Biden es, más bien, el líder agotado y desorientado de una potencia imperialista en crisis. Un millón de estadounidenses han muerto de COVID como resultado de la priorización por parte del gobierno de los beneficios empresariales sobre las vidas. Los niveles de vida están siendo devastados por la inflación.

Los brotes diarios de tiroteos masivos atestiguan el estado sociopático de la sociedad estadounidense. La única señal de una respuesta positiva a esta crisis es el crecimiento de la militancia de la clase obrera y la intensificación de la lucha de clases.

Pero esta es la alternativa que el gobierno de Biden y la cábala reaccionaria que gobierna ambos partidos capitalistas están desesperados por suprimir. Así que buscan desviar todas las presiones internas que se acumulan en la sociedad estadounidense hacia el canal reaccionario y destructivo de la guerra.

El Partido Socialista de la Igualdad, con sus camaradas del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, está luchando por construir un movimiento socialista en la clase obrera que detenga la guerra de Ucrania y el militarismo imperialista que amenaza con una catástrofe nuclear.

(Publicado originalmente en inglés el 1 de junio de 2022)

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