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El gobierno británico de Truss presenta el presupuesto de guerra de clases

El minipresupuesto del viernes fue una ofensiva del gobierno conservador británico a favor de los superricos y las empresas.

El canciller Kwasi Kwarteng hizo una declaración de apenas 30 minutos en la que anunció políticas de reducción de los impuestos a los más ricos en decenas de miles de millones de libras.

La Primera Ministra Liz Truss (izquierda) y el Canciller Kwasi Kwarteng discuten su Plan de Crecimiento antes de una declaración fiscal ante la Cámara de los Comunes el 23 de septiembre . 10 Downing Street, 22 de septiembre de 2022 [Photo by Rory Arnold/No 10 Downing Street/Flickr / CC BY-NC-ND 4.0]

Los recortes de impuestos para los más ricos fueron fácilmente los más grandes llevados a cabo por cualquier gobierno en 50 años.

De un plumazo, Kwarteng anuló la subida del impuesto de corporaciones prevista por el gobierno de Boris Johnson, al que la primera ministra Liz Truss sustituyó hace apenas 17 días. Anunció: 'El tipo del impuesto de corporaciones en el Reino Unido no subirá al 25%, sino que se mantendrá en el 19%. Tendremos el tipo de impuesto de corporación más bajo del G20'. Esto ahorrará a las empresas 'casi 19.000 millones de libras al año', dijo el canciller.

A continuación, anunció una rebaja fiscal aún mayor para el 1% más rico que gana más de £150.000 al año. Antes pagaban impuestos al 45 por ciento en el tramo más alto conocido como 'Tipo Adicional'. Kwarteng declaró: 'Con el 45 por ciento, es actualmente más alto que el tipo máximo de los países del G7, como Estados Unidos e Italia. Y es más alto incluso que el de democracias sociales como Noruega. Pero no voy a recortar el tipo impositivo adicional hoy... Voy a abolirlo por completo. A partir de abril de 2023, tendremos un único tipo superior del impuesto sobre la renta del 40%'.

El nuevo tipo único superior abarca todas las rentas a partir de £50.271. Las 660.000 personas que ganan más de £150.000 al año se ahorrarán una media de £10.000. Torsten Bell, del thinktank Resolution Foundation, tuiteó: '¿Alguno de ustedes gana 1 millón de libras? El año que viene recibiréis una rebaja de impuestos de 55.000 libras, el doble de lo que un asalariado típico se lleva a casa al año'.

El coste de la supresión de la tasa adicional fue catalogado por el Gobierno como de £2.000 millones, pero según los comentaristas, incluyendo el Instituto de Estudios Fiscales (IFS), está más cerca de £6.600 millones.

Lo que se ofreció a los 31 millones de trabajadores del Reino Unido fue minúsculo y pronto será devorado por la escalada del coste de la vida. El recorte del tipo básico del impuesto de 20 peniques a 19 peniques el próximo mes de abril hará que los trabajadores se ahorren sólo £170 de media. Un trabajador con £20.000 al año sólo ahorrará £74,30. La anulación de la subida prevista del 10 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social, que se introducirá en noviembre, supondrá un ahorro para los hogares con los salarios más bajos, que sólo ganan £12.000 al año: 63 peniques al mes, según el IFS. Un trabajador que gane £20.000 al año se ahorrará £93 anuales.

Kwarteng anunció la supresión del tope limitado a las bonificaciones de los banqueros, establecido en toda la Unión Europea en 2014, lo que significa que ninguna bonificación puede superar el 200 por ciento del salario anual. 'Una economía británica fuerte siempre ha dependido de un sector de servicios financieros fuertes... Necesitamos que los bancos globales creen puestos de trabajo aquí, inviertan aquí... Así que vamos a eliminarlo'.

El canciller 'reafirmará el estatus del Reino Unido como centro mundial de servicios financieros' con 'un ambicioso paquete de reformas regulatorias más adelante en el otoño'.

No hubo nada en el discurso de Kwarteng que no beneficiara a las grandes empresas: la palabra empresa se mencionó 28 veces, casi una por minuto. Confirmó que el coste para el erario público de la congelación de los precios de la energía anunciada por Truss al tomar posesión del cargo sería de £60.000 millones en los próximos seis meses. Pero se trata de otra subvención masiva a las empresas energéticas que ya se ahogan en beneficios.

Al igual que las otras entregas a los ricos, se pagará con más préstamos del gobierno, que han aumentado en £72.000 millones al revisarse el déficit al alza, de £161.700 millones en abril de 2022 a £234.000 millones en septiembre. Se trata de un enorme compromiso de endeudamiento adicional, después de que las medidas adoptadas durante la pandemia obligaran al gobierno de Johnson a aumentar el endeudamiento hasta £323.000 millones en 2020/21.

Sin embargo, aquellos que se oponen al endeudamiento del gobierno, como Janet Daley del Telegraph, pro-Tory, estaban extasiados. 'Fue nada menos que un presupuesto revolucionario', declaró, y describió a los gobiernos de los derechistas conservadores Johnson, Theresa May y David Cameron como defensores del 'intervencionismo del Gran Estado, con altos impuestos, adoptado voluntariamente durante la última década', que ahora había llegado a su fin.

Sin embargo, la respuesta al regalo del presupuesto en los mercados globales fue hostil. Llega en medio de las exigencias burguesas de más austeridad para los trabajadores y de un recorte del gasto público. El Banco de Inglaterra reconoció un día antes que Gran Bretaña estaba oficialmente en recesión y subió los tipos de interés un 0,5 por ciento hasta el 2,25 por ciento, su nivel más alto desde diciembre de 2008, con un efecto devastador para millones de pagadores de hipotecas.

El minipresupuesto desencadenó una carrera inmediata contra la libra, ya que los inversores retiraron su respaldo y vendieron los bonos del Estado británico. La libra cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde 1985, desplomándose 3,5 centavos en la jornada anterior hasta 1,09 dólares. Frente al euro, la libra cayó a 1,132 euros, su nivel más débil desde febrero de 2021. El índice de acciones FTSE 100 cayó un 2,3%.

Prediciendo que la libra podría incluso caer por debajo de la paridad con el dólar estadounidense, el exsecretario Tesorero de la administración de Clinton, Lawrence Summers, declaró: 'Entre el Brexit, lo mucho que se retrasó el Banco de Inglaterra y ahora estas políticas fiscales, creo que Gran Bretaña será recordada por haber aplicado las peores políticas macroeconómicas de cualquier país importante en mucho tiempo.'

La entrega de decenas de miles de millones a la aristocracia financiera fue acompañada por una declaración de guerra a la clase obrera, a la que se le hará pagar cada centavo entregado a los más ricos.

En una medida asquerosa, Kwarteng anunció una campaña para obligar a trabajar a 120.000 personas que reciben la prestación social del Crédito Universal, declarando: 'Haremos que el trabajo sea rentable reduciendo las prestaciones de las personas si no cumplen sus compromisos de búsqueda de empleo.'

La imposición del coste de lo que es una ayuda sin precedentes para las grandes empresas se va a llevar a cabo mediante un asalto frontal a los derechos democráticos fundamentales, sobre todo al derecho de huelga.

Kwarteng espetó: 'En un momento tan crítico para nuestra economía, es sencillamente inaceptable que la huelga perturbe tantas vidas. Otros países europeos tienen niveles mínimos de servicio para impedir que los sindicatos militantes cierren las redes de transporte durante las huelgas. Nosotros haremos lo mismo.

'Y vamos a ir más allá. Legislaremos para exigir a los sindicatos que sometan las ofertas salariales a la votación de sus miembros, para garantizar que sólo se puedan convocar huelgas cuando las negociaciones se hayan realmente quebrado'.

Esta movida evitaría huelgas como la de los trabajadores del Servicio Nacional de Salud que se está votando actualmente. Sería una licencia para que la patronal y los sindicatos alarguen las negociaciones y los 'nuevos acuerdos' hasta el infinito.

La campaña para destruir el nivel de vida de los trabajadores y eviscerar los derechos democráticos está íntimamente ligado a la confrontación militar del imperialismo británico con Rusia en Ucrania.

Hablando en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana, Truss reiteró su promesa de gastar el 3 por ciento del PIB en defensa para 2030, un adicional de £157 mil millones, y de 'mantener o aumentar nuestro apoyo militar a Ucrania, durante el tiempo que sea necesario'.

Hablando de su agenda doméstica, Truss dijo a los medios de comunicación que el periodo de luto oficial por la reina le había impedido actuar para legislar 'sobre los niveles de servicio mínimo en el ferrocarril'. Pero esto se haría 'lo antes posible'. Truss añadió que 'quiero adoptar un enfoque constructivo con los sindicatos', pero que esto significaba la cancelación de todas las huelgas: 'Les diría que volvieran al trabajo'.

Las medidas arrojarán gasolina a las llamas de la oposición de la clase obrera que vio la ola de huelgas del 'Verano del Descontento' en Gran Bretaña, asegurando que las próximas rondas de acción serán aún más explosivas, especialmente porque esto llevará a los trabajadores a un conflicto directo con el estado y el gobierno.

(Publicado originalmente en inglés el 23 de septiembre de 2022)

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