En un evento de campaña realizado en Robstown, Texas, el sábado pasado, el expresidente Donald Trump una vez más habló de temas y empleó retórica asociada con la “Teoría del Gran Reemplazo” antisemita y neonazi.

Este grito de guerra fascista se basa en la narrativa de que una conspiración judía internacional está en marcha para inundar a las poblaciones cristianas blancas con razas 'inferiores' como parte de un complot satánico para conquistar el mundo.

También el fin de semana, los aliados de Trump y los golpistas, incluido su exasesor de seguridad nacional y general retirado Michael Flynn, arrojaron basura fascista similar en la conferencia “Gran Despertar” (Great Awakening), celebrada el 21 y 22 de octubre en Manheim, Pensilvania.

En el mitin del sur de Texas, Trump acusó al presidente Joe Biden, a la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, de supervisar una “invasión” de inmigrantes, a quienes calificó de “asesinos” y “violadores”. Trump afirmó que sus oponentes demócratas los estaban enviando para “storm” (asaltar) el país y atacar a los ciudadanos estadounidenses.

“Están invadiendo nuestra frontera sur”, despotricó Trump. “Lo teníamos parado. Biden ha permitido que millones y millones de extranjeros ilegales crucen la frontera”.

El uso de la palabra “storm” no fue casual. Cada adherente de QAnon que asista y mire en línea lo reconocería como una invocación del 'storm' que se avecina que resultará en la destrucción de los judíos y sus cómplices socialistas y de izquierda radical.

“Están asaltando. Están asaltando nuestro país”, ladró Trump. “Incluyen a Siria, Somalia, Yemen, Rusia, China, Irán, toda África. Están asaltando nuestro país. Están asaltando nuestras fronteras. No tenemos idea de quiénes son, de dónde vienen”.

En otra apelación directa a la teoría de la conspiración de QAnon, Trump acusó, de manera absurda, que los demócratas apoyaban las políticas de 'frontera abierta' que permitían a los pandilleros de la MS-13 secuestrar, violar y asesinar 'sádicamente' a una 'niña de 15 años' en un horrible ritual satánico”.

Por su parte, Biden y los demócratas se esfuerzan por adaptarse a la agitación antiinmigrante de los republicanos. A principios de este mes comenzaron a trabajar con México, utilizando la política del Título 42 implementada por Trump, para despojar a los refugiados, principalmente de Venezuela, del derecho de asilo y deportarlos en masa a América Central y del Sur. El viernes, el Departamento de Seguridad Nacional informó que un récord de 2,3 millones de migrantes fue detenido en la frontera entre Estados Unidos y México en el año fiscal 2022.

Refiriéndose a la ciudad de carpas de campaña abierta la semana pasada por la administración demócrata en la ciudad de Nueva York, Trump se quejó de que las “personas malas” que emigraban a Estados Unidos vivían “mejor que nuestros soldados”.

Unas 5.000 personas asistieron a la manifestación de casi ocho horas en un lugar al aire libre en Robstown, un suburbio de Corpus Christi. Al igual que en otros mítines de Trump, cuanto más hablaba el aspirante a Führer, más rápido salían los miembros de la audiencia. Cuando Trump terminó su discurso, acompañado de su música de 'tormenta', ahora estándar, la audiencia en línea se había derrumbado en más de 20.000 en 20 minutos.

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Se unieron a Trump en el mitin varios políticos republicanos, todos los cuales hicieron eco del tema de Trump de una “invasión fronteriza” supervisada por Biden y el Partido Demócrata. Los oradores incluyeron al vicegobernador Dan Patrick, el representante Ronnie Jackson, el fiscal general Ken Paxton y el exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (I.C.E.) Tom Homan.

En su discurso, Homan dijo que Biden fue el “primer presidente” en “desproteger una frontera a propósito”.

Paxton, quien encabezó una demanda multiestatal fallida para anular las elecciones en nombre de Trump en diciembre de 2020, también apeló a los fascistas de QAnon, alegando que existía una “asociación” “entre Biden y los cárteles”.

Los llamamientos a los fascistas de QAnon y a los nacionalistas cristianos fueron aún más explícitos en la conferencia Great Awakening celebrada durante dos días en el condado de Lancaster, Pensilvania.

El año pasado, Clay Clark, empresario de Tulsa, Oklahoma, se asoció con Michael Flynn para lanzar la gira 'ReAwaken America' (Despertar América).

Con el apoyo de Trump, los republicanos locales, junto con Flynn y Clark, han organizado eventos en 16 ciudades. En cada ciudad, los dos organizadores, junto con pastores y racistas absolutos, difundieron una mezcla de nacionalismo, supremacismo cristiano y temas de conversación de QAnon.

Esto incluye repetir la mentira de Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas junto con las teorías de conspiración de la derecha sobre el COVID-19, las comunicaciones 5G y la “integridad electoral”.

“Preferiría ser etiquetado como nacionalista cristiano que globalista impío cualquier día de la semana”, dijo Jackson Lahmeyer, pastor y excandidato republicano al Senado de Oklahoma, uno de los muchos republicanos que asistieron y hablaron en el último evento.

Además de Flynn, el hijo de Trump, Eric, el director ejecutivo de MyPillow, Mike Lindell, la agente política de derecha del Reino Unido, Katie Hopkins, el compinche de Trump, Roger Stone, y una variedad de “profetas de Trump” hablaron en persona en el mitin.

En su discurso, Hopkins, quien anteriormente pidió una 'solución final' para los musulmanes en Europa, afirmó que los musulmanes estaban 'superando' a los blancos en el Reino Unido y que los 'granjeros blancos' estaban siendo atacados por 'bandas negras' en Sudáfrica.

El viernes por la noche, Trump llamó al evento y habló a través del teléfono de Eric Trump. El expresidente agradeció a todos por asistir al evento y se comprometió a luchar contra sus enemigos políticos.

El candidato republicano a gobernador de Pensilvania, Doug Mastriano, quien ha atacado a su oponente judío, Josh Shapiro, por asistir a escuelas judías cuando era niño, estaba programado para aparecer en la conferencia el sábado.

Sin embargo, después de una entrevista reciente en el Washington Post en la que Shapiro criticó a Mastriano por su antisemitismo y su apoyo a los neonazis, Mastriano probablemente hizo un cálculo político de que lo mejor era mantenerse alejado de la manifestación fascista.

Si bien Mastriano canceló su presentación como orador en persona, esto no impidió que su campaña mantuviera un stand en el evento.

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Mientras Trump y sus compinches republicanos incitan abiertamente a la violencia fascista y antisemita, el llamado ala “moderada” o “no-MAGA” del Partido Republicano, una facción que se reduce rápidamente, permanece en silencio.

En un artículo publicado la semana pasada, Business Insider informó que había preguntado a 38 republicanos, incluidos senadores, líderes de la Cámara, legisladores retirados y exfuncionarios de la administración Trump, sobre el aumento de la retórica antisemita por parte de Trump y sus aliados.

“Los que no respondieron”, escribió Business Insider, “incluyeron a la presidenta de la RNC Ronna McDaniel, el exvicepresidente Mike Pence, el presidente del Comité Senatorial Republicano Nacional Rick Scott, la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes Elise Stefanik, el gobernador de Florida Ron DeSantis, el gobernador de Virginia Glenn Youngkin, y el expresidente Newt Gingrich, entre otros. Los rechazos iban desde el silencio total de la radio hasta las promesas de regresar 'si podemos proporcionar comentarios antes de su fecha límite', colgar inmediatamente y señalar con el dedo a los demócratas”.

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Envalentonados por la adopción del fascismo por parte de los republicanos, el sábado aproximadamente siete neonazis de la Liga de Defensa Goyim lanzaron pancartas fascistas sobre el paso elevado 405 en Los Ángeles, California. Una de las pancartas decía: “Kanye West tiene razón sobre los judíos”.

Junto con la caída de la pancarta, los residentes de Beverly Hills, California y Tempe, Arizona informaron que se distribuyeron volantes antisemitas en todo su vecindario. Los volantes culpaban a los judíos de todo, desde los bloqueos por coronavirus hasta el 'preparación' de los niños.

(Publicado originalmente en inglés el 25 de octubre de 2022)