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Stalin: El sepulturero de la revolución

Este artículo se publicó originalmente enTwitter.

Hace setenta años, el 5 de marzo de 1953, Iósif Stalin murió a la edad de 73 años. En la medida en que las peores derrotas de la clase obrera en el siglo XX pueden atribuirse a los crímenes y traiciones de un individuo, esa persona es Stalin.

Ya en 1927, Trotsky describió a Stalin, en su cara, como el 'sepulturero de la revolución'. Eso resultó ser cierto en el sentido más literal de la palabra.

Iósif Stalin en 1943 [AP Photo]

Stalin es recordado en la historia como un asesino de masas, que ordenó matar a los dirigentes del Partido Bolchevique y a cientos de miles de socialistas que habían luchado por la victoria de la Revolución de Octubre, la creación de la URSS y la victoria del socialismo mundial.

Pero Stalin, el individuo, era una mediocridad. Su ascenso al poder estuvo totalmente ligado a la degeneración burocrática del Partido Bolchevique. El estalinismo fue, en esencia, el resultado de la usurpación del poder político de la clase obrera por parte de la burocracia.

La burocracia eligió a Stalin como su líder porque poseía las características personales y políticas necesarias para defender sus intereses y privilegios, es decir, la crueldad, el ansia de poder personal, el pragmatismo vulgar y la perspectiva nacionalista.

Este último elemento de su concepción política tuvo una importancia decisiva. La base programática del estalinismo era la 'teoría' antimarxista del 'socialismo en un solo país', que Stalin presentó por primera vez en diciembre de 1924.

Esta revisión nacionalista del marxismo justificaba el abandono del programa de la revolución socialista mundial y la subordinación de las luchas de la clase obrera internacional a los intereses nacionales de la burocracia soviética.

Esta fue la base teórica y política del ataque estalinista contra Trotsky, la denuncia de la teoría de la revolución permanente y la traición de la burocracia soviética a la clase obrera.

En 1933, el régimen estalinista se había convertido en una fuerza contrarrevolucionaria. La victoria de los nazis de Hitler en Alemania —una catástrofe política de la que eran responsables Stalin y el estalinismo— llevó a Trotsky a llamar a la construcción de la Cuarta Internacional.

El análisis de Trotsky sobre el papel contrarrevolucionario del estalinismo, sustentado en su gran libro La revolución traicionada, ha sido reivindicado por la historia. Trotsky advirtió que el régimen estalinista, a menos que fuera derrocado por la clase obrera, daría lugar a la restauración capitalista.

Los herederos políticos de Stalin —es decir, los lacayos burocráticos seleccionados para sustituir a los bolcheviques que él había— continuaron y completaron el proceso de traición política. La Unión Soviética se disolvió en 1991, sólo 38 años después de la muerte de Stalin.

Trotsky predijo: 'Las leyes de la historia son más poderosas que el aparato burocrático'. El edificio del estalinismo es un montón de ruinas. Pero a medida que se acerca el centenario de la fundación del movimiento trotskista, la Cuarta Internacional crece en todo el mundo.

(Publicado originalmente en inglés el 6 de marzo de 2023)

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