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El trabajador en huelga de Mack Trucks, Will Lehman, visitó los piquetes en el Complejo Jeep de Stellantis en Toledo el sábado para discutir la lucha común que los trabajadores enfrentan contra las corporaciones dedicadas a la fabricación de automóviles y camiones. Lehman se postuló como candidato socialista a la presidencia del UAW el año pasado, llevando a cabo un programa para la transferencia del poder desde la burocracia del UAW a los trabajadores en el taller.

Lehman fue recibido calurosamente por los trabajadores de Jeep en huelga ansiosos por aprender sobre la huelga de Mack Trucks. Casi 4,000 trabajadores de Mack en Pensilvania, Maryland y Florida se declararon en huelga el 9 de octubre. La huelga comenzó después de que los trabajadores rechazaran abrumadoramente un convenio respaldado por el presidente del UAW, Shawn Fain, así como por dirigentes nacionales y locales del UAW.

Lehman y el Comité de Base de Mack Trucks encabezaron la campaña para derrotar este convenio y la traición que significaba. El acuerdo incluía aumentos salariales por debajo de la inflación (con un promedio de menos del 4 por ciento al año durante cinco años), no restauraba los ajustes por coste de vida (cost-of-living adjustments ,COLA), continuaba con el sistema de dos niveles salariales y de beneficios, y alargaba la jornada laboral en la planta de ensamblaje de Macungie, Pensilvania, en 30 minutos.

Fain había elogiado el acuerdo abiertamente favorable a la empresa como un 'contrato histórico para la industria de camiones pesados'.”

Lehman habló con los trabajadores de Jeep sobre la carta abierta que el comité de base de Mack Trucks emitió a Fain desacreditando las afirmaciones hipócritas del presidente del UAW de estar apoyando su huelga. En oposición a la política falsa de huelga 'stand up', que ha mantenido a 112,000 de los 146,000 miembros del UAW en sus puestos de trabajo generando beneficios para las Tres Grandes empresas fabricantes de automóviles, el comité exige que el UAW llame a la huelga en las plantas ahora mismo.

El mismo día que Lehman estaba en Toledo y Detroit trabajando para unir a los trabajadores de Mack y las Tres Grandes, Fain voló a Pensilvania y Maryland para tratar de contener la revuelta de los trabajadores de Mack. En las reuniones sindicales locales, Fain fue desafiado por los trabajadores de base. Fain afirmó absurdamente que no sabía mucho sobre el convenio y que solo lo respaldó basándose en lo que le habían dicho otros dirigentes del UAW.

'Lo que sucedió en Mack fue un caso de prueba para el resto del UAW'

En su visita a los piquetes en Toledo, Lehman estuvo acompañado por varios miembros de los comités de base del Complejo de Jeeps de Toledo y de la cercana planta de Dana Driveline, que también están luchando por una huelga total de los trabajadores de las Tres Grandes empresas de la industria automotriz.

En el primer piquete, Will le dijo a un trabajador veterano: 'Fain apoyó nuestro acuerdo y luego se dio la vuelta y afirmó que apoyaba nuestra huelga. Estábamos listos para hacer huelga hace dos semanas y alrededor de nueve minutos antes de la fecha límite de las 11:59 p.m. del 1 de octubre, recibimos un mensaje sobre un acuerdo tentativo y todos tuvimos que presentarnos a trabajar. Dos días más tarde recibimos los 'aspectos más destacados' que incluían un aumento salarial del 19 por ciento en cinco años, después de que asumimos un recorte efectivo del 22 por ciento en el último convenio.

Lo que Fain intentó imponer en Mack es una advertencia para los trabajadores. Tenemos el potencial para ganar, pero debemos unirnos, eso es de lo que trata nuestra carta abierta.

El trabajador respondió: “Queremos protección contra el coste de la vida también. Perdimos el COLA en 2009 y nunca lo recuperamos. Cuando Wayne Assembly, Toledo y Wentzville se paralizaron, todos deberíamos haberlo hecho. No lo hicieron. Si van a cerrar, todo se va al traste”.

En otra conversación, Lehman dijo: “Quiero que los trabajadores sepan que se les ofrecerán acuerdos similares de baja calidad, que los disfrazarán y tratarán de imponerlos. Lo que sucedió en Mack fue un caso de prueba para el resto del UAW. Fain quería ver hasta qué punto los trabajadores estaban dispuestos a ceder. Un trabajador de Mack me dijo: Si aprobáramos esto, ¿qué mensaje enviaríamos a los trabajadores de las Tres Grandes?”.

Ken respondió: 'Sí, incluso Canada Ford aceptó un contrato terrible, que afirmaron que era una 'oferta récord'.

“Estoy un 110 por ciento de acuerdo en que debemos unirnos con los trabajadores de Canadá, México y otros países, y no veo por qué no podemos estar unidos. Todos tenemos los mismos objetivos y estamos haciendo el mismo tipo de trabajo, puede que no sean los mismos coches, pero estamos haciendo el mismo tipo de trabajo. Sindicato o no, debemos adoptar una posición. Esta lucha transmite el mensaje de que, en cualquier campo laboral, desde el automotriz o el agrícola hasta el UPS, tenemos que unirnos”.

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Antes de que Lehman llegara a otro piquete, un trabajador de Jeep había leído la carta abierta en voz alta a sus compañeros huelguistas. Cuando Lehman llegó allí, el trabajador le dijo: “Me gustó la carta. Estabas diciendo mucho de lo que yo sentía.” Dirigiéndose a los trabajadores de Mack, dijo: “Debéis reclamar vuestro dinero. Necesitamos paralizar esta industria. Como dijiste, todos votaron a favor de la huelga y no hay razón para que nadie trabaje mientras nosotros estamos aquí. Todo el mundo debería salir a luchar por lo que queremos'.

Lehman también abordó las afirmaciones de Fain de que una huelga total agotaría el fondo de huelga. 'Todos los miembros del UAW deberían estar juntos', dijo. 'No se trata de proteger el fondo de huelga, se trata de luchar por lo que necesitamos. Eso es lo que es un fondo de huelga. Se establece con nuestras cuotas para cuando queramos luchar. No es una hucha para los dirigentes sindicales'.

“Hacemos un llamamiento a la solidaridad internacional de los trabajadores. Estamos luchando contra las transnacionales. No tengo enemigos en ninguno de esos otros países, son trabajadores como nosotros.” Un trabajador intervino: “Es la misma empresa en todo el mundo. Los trabajadores franceses han luchado por una semana laboral de 32 horas y contra el aumento de la edad de jubilación. Creo que sacamos la idea de la semana de 32 horas de ellos.”

Lehman dijo que era necesario luchar por una semana laboral más corta, sin ninguna pérdida salarial, especialmente en condiciones en las que las corporaciones dicen que se necesitan un 40 por ciento menos de horas de trabajo para producir vehículos eléctricos.

“La cuestión es ¿quién se beneficia del avance tecnológico? Si las empresas no pueden reducir nuestras horas sin pérdida de salario, surge la necesidad de poner la industria bajo propiedad pública, con los trabajadores dirigiéndola para nuestras necesidades. Intentan dividirnos según el país, pero podemos decir que no, queremos unidad y queremos controlar los medios de producción, no que lo hagan los propietarios capitalistas”.

Otro trabajador de Jeep que leyó la carta abierta de los trabajadores de Mack le dijo a Will: “Mi hermana es enfermera en un hospital que la UAW organizó sindicalmente hace unos años. Negociaron un acuerdo lamentable y lo impusieron a los trabajadores de base. Fue entonces cuando me di cuenta de que no se podía confiar en que el UAW luchara y obtuviera ganancias para nosotros. Eso es lo que está ocurriendo ahora con las negociaciones con los Tres Grandes. Tiene que haber una huelga total como la que todos votamos”.

Después de visitar los piquetes, Lehman le dijo al WSWS: “Hoy, los trabajadores de tres comités de base diferentes se reunieron con los trabajadores en huelga para discutir y debatir los problemas más apremiantes que enfrentamos. La burocracia del UAW teme este tipo de discusiones porque revela que el mayor obstáculo al que nos enfrentamos no es la falta de voluntad de luchar, sino un aparato sindical que está trabajando en nuestra contra.

“Me sorprendió lo involucrados que estaban los trabajadores con los argumentos políticos que se presentaban entre sí: algunos decían que deberíamos permitir que Fain intentara su camino, y otros que expresaban un apoyo mucho mayor al llamamiento a una lucha total. Discutimos que el fondo de huelga es nuestro dinero.

“Los trabajadores me preguntaron si hubiera sido elegido, qué habría hecho diferente. Dije que llamaría a los trabajadores a formar comités de base en cada planta para abolir el aparato del UAW y poner el poder en manos de los trabajadores. Estos comités se coordinarían entre sí para cerrar toda la industria y unirse con nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, y con todos los trabajadores que luchan contra la explotación capitalista”.

(Publicado originalmente en inglés el 15 de octubre de 2023)