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Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.)
Las bases históricas e internacionales del Partido Socialista por la Igualdad

El colapso del WRP y la escisión en el Comité Internacional

188. En agosto de 1985, integrantes del Comité Internacional fueron llamados a Londres, donde Healy y otros dirigentes del WRP les informaron que la sección británica se enfrentaba a una seria crisis de finanzas. Se le dijo a los miembros del CICI que los problemas la causa de los problemas había sido un recargo inesperado en los impuestos y un aumento considerable en el costo de la distribución de Newsline, periódico diario del WRP. Los dirigentes del partido rogaron con urgencia que las otras secciones del CICI los asistieran con ayuda financiera. Como pronto saldría a la luz, el informe que se le había presentado al CICI era casi todo una mentira. Además, el WRP no informó a los miembros del CI que una crisis había estallado en la dirigencia de la sección británica acerca de acusaciones contra el mismo Healy por conducta indebida. Healy, así como también Michael Banda y Cliff Slaughter, se opusieron a exigencias del Comité Central para establecer una comisión de control para investigar los alegatos. Mientras buscaba dinero del CICI para resolver los problemas creados por la crisis política interna en la sección británica, el WRP trató esconder estos hechos de los miembros del CICI. No obstante, a medida que el conflicto faccioso interno del WRP se intensificaba durante las próximas semanas, los hechos de la crisis fueron revelados al CICI. David North, representando a la Workers League, Nick Beams (de la Socialist Labour League en Australia), Ulrich Rippert y Peter Schwarz (del Bund Sozialistischer Arbeiter en Alemania) y Keerthi Balasuriya (de la Liga Comunista Revolucionaria en Sri Lanka) viajaron a Inglaterra para analizar la situación política del Workers Revolutionary Party. Insistieron en que la crisis que se había desarrollado en la sección británica se arraigaba en problemas políticos de hacía mucho tiempo y relacionados al programa y a las perspectivas internacionales. Les informaron a los dirigentes del WRP que el CICI no iba a defender a nadie en la lucha que habían aparecido en la dirigencia del partido entre diferentes facciones sin principios. El CICI rechazó del todo los esfuerzos de estos dirigentes para aprovecharse del movimiento internacional para sus propios fines nacionalistas y oportunistas. Más bien el rescate político del WRP de esta crisis sólo era posible siempre y cuando la organización aceptara la disciplina del movimiento internacional.

189. El 25 de octubre de 1985, luego de analizar las acusaciones contra Healy, el Comité Internacional votó por su expulsión. La declaración del CICI decía lo siguiente:

“Al expulsar a Healy, el CICI no tiene la menor intención de negar las contribuciones políticas que hizo en el pasado, sobre todo en la lucha contra el revisionismo pablista de los años 1950 y 1960.

El hecho es que esta expulsión es el producto final de su rechazo de los principios trotskistas sobre los cuales estas luchas del pasado se basaron y de su caída en las formas más vulgares del oportunismo.

La degeneración política y personal de Healy puede trazarse claramente a la manera en que separó, cada vez de manera más y más explícita, los adelantos prácticos y organizacionales del movimiento trotskista de las luchas, basadas en la historia y el internacionalismo, en contra del estalinismo y el revisionismo; luchas que dieron lugar

a estos éxitos.

La subordinación, cada vez mayor, de las cuestiones basadas en principios a los requisitos prácticos e inmediatos se centró en asegurar la expansión de la maquinaria del partido, lo cual lo llevó a degenerarse en el oportunismo político. Éste, con pasos seguros, socavó sus propias defensas morales y políticas contra las presiones del imperialismo en el país capitalista más antiguo del mundo.

Bajo estas condiciones, sus graves flaquezas subjetivas jugaron un papel político cada vez más peligroso.

Actuando más y más arbitrariamente dentro del WRP y el CICI, Healy cada vez más atribuyó los adelantos del Partido Mundial no a los principios marxistas de la Cuarta Internacional y las luchas colectivas de sus cuadros, sino a sus propias habilidades.

Healy se vanagloriaba de su juicio intuitivo, pero eso inevitablemente lo condujo a una grosera vulgarización de la dialéctica materialista y a su propia transformación en idealista subjetivo y pragmático total.

En lugar de su antiguo interés en los complejos problemas de desarrollar a los cuadros del movimiento trotskista internacional la práctica de Healy llegó a obsesionarse casi totalmente con desarrollar relaciones carentes de principios con dirigentes burgueses

nacionalistas y reformistas sindicalistas y Laboristas en la Gran Bretaña.

El estilo de su vida personal sufrió la degeneración correspondiente.

Aquellos que como Healy abandonan los principios por los cuales una vez lucharon y que rehúsan subordinarse al CICI para establecer sus secciones nacionales inevitablemente tienen que degenerarse bajo las presiones del enemigo clasista.

No hay excepciones a esta ley de la historia.

El CICI afirma que ningún dirigente está por encima de los intereses históricos de la clase trabajadora”. [110]

190. A pesar de su conflicto faccioso con Healy, Banda y Slaughter compartían su perspectiva oportunista y nacionalista. Ellos trataron, no menos que Healy, de evitar el análisis de los orígenes y la evolución de la crisis de la organización en la que ellos mismos habían jugado un papel estelar por más de tres décadas. Además, quedó claro bien pronto que ellos no iban a aceptar las restricciones internacionales impuestas sobre las alianzas y actividades políticas del WRP. El 11 de diciembre de 1985, el Comité Político de la Workers League le escribió lo siguiente al Comité Central del WRP:

“Durante los últimos tres meses, la Workers League ha declarado repetidamente que la crisis política dentro del Workers Revolutonary Party puede vencerse solamente por medio de la más íntima colaboración de la sección británica con sus camaradas internacionales. Desafortunadamente, después de muchos años de la educación errónea sistemática bajo Healy, hay muchos camaradas en la dirigencia del WRP que desprecian al Comité Internacional y que consideran que las exhortaciones al CI para que se lleve a cabo una verdadera colaboración consultiva constituyen una intrusión injustificada en la vida de la sección británica. Las alusiones a la ‘subordinación del WRP al Comité Internacional’ provocan la reacción hostil de varios camaradas. Por supuesto, esto no se trata de las flaquezas de los militantes individuales. La existencia de poderosas tendencias nacionalistas dentro del WRP es un reflejo político del desarrollo histórico de la clase trabajadora en el país capitalista más antiguo del mundo. Siempre que estas tendencias se admitan y se luche contra ellas de manera consciente se pueden vencer; y la responsabilidad para llevar a cabo esta lucha cae sobre los hombros de la dirigencia del Workers Revolutionary Party.

El gran peligro al cual ahora nos enfrentamos es que la dirigencia misma está alentando el anti internacionalismo. La autonomía del Workers Revolutionary Party ahora se plantea en oposición a la autoridad del Comité Internacional como agencia principal del Partido Mundial de la Revolución Socialista”. [111]

191. En respuesta a la declaración de Slaughter que “el internacionalismo consiste precisamente en demarcar claramente las líneas clasistas y luchar por comprenderlas”, el Comité Político preguntó lo siguiente:

“¿Pero cuál proceso determina esas ‘líneas clasistas’? ¿Requiere éste la existencia de la Cuarta Internacional? La definición del camarada Slaughter sugiere —y éste es el contenido explícito de toda su carta— que toda organización nacional puede alcanzar el internacionalismo estableciendo, por sí sola, sus propias ‘líneas clasistas y luchar por comprenderlas’“...

La Workers League le recuerda a Slaughter:

“Aquellos partidos que defienden al trotskismo como el desarrollo contemporáneo de los principios y el programa marxistas se han organizado dentro de la Cuarta Internacional y aceptan la autoridad del Comité Internacional. Basar la definición del internacionalismo en la separación del programa de su expresión organizacional es adoptar el punto de vista de todos aquellos revisionistas y centristas que se oponen al trotskismo y niegan la continuidad del marxismo, encarnado en el CICI, para quedarse con su propia libertad de

acción dentro sus propios teatros nacionales”. [112]

192. El 16 de diciembre de 1985, el Comité Internacional recibió un informe de una Comisión Internacional de Controles formada para investigar las relaciones monetarias y políticas que el WRP había establecido con regímenes burgueses nacionales en el Medio Oriente entre 1975 y 1985. El informe estableció terminantemente que el WRP había establecido relaciones políticas que traicionaban a los principios de la Cuarta Internacional y que había mantenido dichas relaciones ocultas al CICI. El Comité Internacional votó, por encima de las protestas de los delegados del WRP que representaban a las facciones de Banda y Slaughter, para suspender al WRP como integrante de la organización internacional. Esta resolución fue apoyada por David Hyland, quien representaba a un sector bastante extenso de la militancia del WRP en acuerdo político con el Comité Internacional.

193. La suspensión del WRP fue una afirmación inequívoca de los principios del internacionalismo revolucionario dentro de la Cuarta Internacional. Con esta acción, el CICI dejó bien claro que no iba a tolerar que los principios trotskistas internacionales se subordinaran a ninguna forma de oportunismo nacional. El objetivo de la suspensión no fue castigar al WRP, sino establecer las condiciones de membresía en el CICI. Una segunda resolución, adoptada por el CIFI el 17 de diciembre de 1985, hacía lista de las bases históricas y programáticas del Comité Internacional. Le pedía al WRP que reafirmara estos principios para así preparar rápidamente su reingreso al CICI. La declaración concluía de la siguiente manera:

“El CICI y el Comité Central del WRP ahora han de colaborar íntimamente para sobreponerse, lo más pronto posible, a los problemas propiamente dichos, que son el legado de la degeneración nacionalista del WRP bajo Healy. Así se podrán reafirmar los principios fundamentales del internacionalismo dentro del WRP, y de tal manera podrá este reintegrarse totalmente al Comité Internacional de la Cuarta Internacional. La organización estructural de esta relación en todo momento ha de basarse en los principios del centralismo democrático leninista que los estatutos de la Cuarta Internacional definen”. [113]

194. Los delegados del WRP, con la excepción de David Hyland, otra vez votaron en contra de esta resolución. Este voto dejó bien claro que el WRP no aceptaba ni el programa ni la autoridad del Comité Internacional. Un mes después, el Comité Central del WRP rescindió su previo acuerdo de octubre de 1985, de reactivar su asociación con el CI si admitía solamente a aquellos militantes de la sección británica que aceptaban la autoridad política del Comité Internacional. Hyland y dos otros miembros del Comité Central del WRP se opusieron a que el WRP repudiara este acuerdo. El voto del Comité Central del WRP significaba la escisión con al Comité Internacional. El 8 de febrero, de 1986, el WRP celebró un congreso del cual se había purgado y excluido a todos los partidarios del Comité Internacional. Esta farsa política estableció que el WRP definitivamente había llegado a su fin como organización trotskista. El documento principal para este congreso fue una diatriba anti trotskista escrita por Banda bajo el título de 27 razones por qué el Comité Internacional debería ser sepultado inmediatamente y la Cuarta Internacional debería ser establecida. A pocos meses de escribir este documento, Banda repudió su larga asociación de cuarenta años con la Cuarta Internacional y proclamó su admiración por Stalin. En cuanto al WRP, sus varias facciones se desintegraron una por una. En menos de una década, Slaughter y otros ex dirigentes del WRP participaban intensamente en las actividades de la OTAN y Estados Unidos en Bosnia. La única tendencia viable que se salvó del colapso del WRP fue la que David Hyland dirigió. Ésta conservó y defendió los principios del CICI, y en febrero de 1986, estableció el Partido Comunista Internacional, precursor del Partido Socialista por la Igualdad, sección británica del CICI.


[110]

Fourth International, Volume 13, No. 2, Autumn 1986, p. 52.

[111]

Ibid., p. 77.

[112]

Ibid.

[113]

Ibid., p. 102.