Español

El Nuevo Sol peruano cae bruscamente en medio de crisis económica

La fuerte caída en el valor de la moneda de Perú, el nuevo sol, contra el dólar estadounidense, que cruzó el techo psicológico de 3 soles por dólar la semana pasada, significa un punto de inflexión en el futuro económico del país. La última vez que el sol estuvo por encima de 3 soles por dólar fue en junio de 2009 – 67 meses atrás. En enero de 2013, alcanzó 2.47 soles por dólar, su nivel más alto en relación con la moneda estadounidense.

La estabilidad general de la moneda peruana desde mediados de 2009 hasta mediados de 2014 – a pesar de la manipulación consciente del dólar estadounidense frente a sus principales competidores – era una estadística utilizada por los economistas del gobierno y los pronósticos de analistas para lanzar presentar al Perú como el mejor país para invertir.

En 2014, con la desaceleración económica mundial los sectores A y B (los ricos y la clase media alta) empezaron a pasar sus activos financieros a depósitos en dólares. La dolarización de las cuentas bancarias en moneda extranjera aumentó de 39.4 por ciento en marzo 2013 a 47.2 por ciento en noviembre de 2014.

Debido a una devaluación anual de 6.4 por ciento de la moneda peruana, inversiones en dólares rindieron 10 por ciento, mientras que nuevos soles rindieron solo 6.6 por ciento. Para contrarrestar esta tendencia los bancos nacionales están aumentando las tasas de interés pagadas por las cuentas en soles.

Queda por ver si esta medida, que constituye parte de un "nuevo" quinto paquete de reactivación económica que se discutirá en el Congreso en febrero, tiene algún efecto positivo. Desde la Gran Recesión (2007-2008), Perú se ha promocionado como un paraíso para los inversionistas extranjeros. En julio de 2014, la agencia de calificación crediticia estadounidense Moody’s Investor Services mejoró la calificación crediticia del país a A3, mejor que la de México y Brasil, y sólo detrás Chile en América Latina.

Otras indicaciones de la profundización de la crisis durante la última semana incluyen la desaceleración del consumo, un creciente descontento con la situación política y el papel desempeñado por los partidos políticos en el Congreso, así como también un asombroso cambio de perspectiva de positiva a negativa de un 80 por ciento de 300 gerentes de empresas (CEOs) encuestados por la consultora financiera Apoyo Consultoría.

La causa más importante y de larga duración del deterioro de la economía peruana es la fuerte caída de las exportaciones de cobre de 9.4 por ciento a US $ 3.63 mil millones. Esto se debe en gran parte a la reducción radical de las importaciones de cobre de China a su nivel más bajo desde 2010, y la falta de resurgimiento de la economía mundial en general.

Perú es el tercer mayor productor de cobre en el mundo. El cobre, junto con el oro suma el 40 por ciento de las exportaciones del país. El precio del cobre cayó un 18 por ciento en el mercado mundial durante el último año, el peor desempeño para cualquier metal industrial. Los pronosticadores consultados por Bloomberg esperaban una caída adicional del 13 por ciento en 2015. Los ingresos del cobre cayeron un 17 por ciento, a 920 millones de dólares en diciembre pasado, según el Banco Central de Perú. Metales en general experimentaron una caída similar de 18.4 por ciento en el mismo mes. Las acciones de las compañías mineras de cobre registraron fuertes pérdidas en los mercados de valores.

Otro hecho indicativo de un deterioro general de la situación económica es la decisión tomada por las asociaciones fondos de pensiones privados (AFPs) con activos de US $ 38 mil millones. Durante los últimos dos años, las carteras de las AFP peruanas han reducido la exposición a acciones locales a la mitad, del 26.1 por ciento en enero de 2013 y un 11.8 por ciento en enero de 2015.

El dinero se fue a los fondos de inversión extranjeros. La exposición a estos fondos creció de 18.6 por ciento a 35.6 por ciento en dos años. Los Exchange Traded Funds (ETFs) – los fondos de inversión más común negociados en bolsas; que por lo general imitan un índice popular — se han hecho populares porque ofrecen una mayor exposición a los mercados diversificados de los EE.UU., Europa y Asia.

Significativamente, fue el levantamiento del techo en inversiones extranjeras a 42 por ciento por el Banco Central de Reserva del Perú que permitió a las AFP invertir en los mercados globales.

Originalmente el modelados como los fondos de pensiones privadas de Chile, se suponía que las AFPs se convertirían en la fuerza impulsora en el crecimiento de un mercado de valores nacional; es decir, las pensiones de las personas se invertirían en nuevas industrias nacionales y la expansión de la infraestructura, que supuestamente generarían empleos y mejores salarios. Estos beneficios prometidos nunca se materializaron y, con el giro de la Bolsa de Valores de Lima hacia los fondos mutuos y ETFs extranjeros, las carteras de las AFPs se acercan a la naturaleza especulativa y parasitaria de los mercados financieros en los países avanzados.

Los líderes industriales han reaccionado con alarmante pesimismo a los recientes acontecimientos económicos y políticos. Diario de negocios Gestión escribió que el 80 por ciento de los ejecutivos de negocios peruanos creen que "la situación política interna se agravara en 2015… el factor de riesgo más importante que podría afectar la tímida recuperación de la confianza empresarial". Los gerentes generales entrevistados piensan que el mal manejo de los "conflictos sociales" está en el corazón del problema.

Según Apoyo Consultoría, "los conflictos sociales no están relacionados solamente con las industrias extractivas (minería e hidrocarburos)", como ha sido el caso desde el comienzo del gobierno del presidente Ollanta Humala ", pero también con temas tan diversos como los pagos a los fonavistas — los que han hecho contribuciones obligatorias al Fonavi, un fondo de vivienda del gobierno que se disolvió bajo el ex presidente Alberto Fujimori para pagar la deuda externa — o la Ley de Formación Juvenil".

Es incuestionable que el Congreso derogó la Ley de Formación Juvenil, que recortaba beneficios bajo el pretexto de hacer más atractivo para los empleadores contratar a jóvenes trabajadores, bajo la presión de los miles de estudiantes y trabajadores que salieron a las calles en varias ciudades desafiando la represión policía. Inicialmente dirigido por estudiantes, manifestaciones callejeras ganaron rápidamente apoyo entre capas de trabajadores de varias industrias, así como las principales confederaciones sindicales y profesionales que trabajan para instituciones gubernamentales, como enfermeras y médicos.

Las nuevas fisuras que se han abierto dentro de los partidos políticos burgueses, junto con el rápido giro hacia una visión negativa por parte de los líderes de empresas, indican los temores de la clase dominante del potencial de una agitación social que asustaría a los inversionistas extranjeros.

Por el lado de los consumidores, las ventas de supermercados crecieron un decepcionante 8,6 por ciento en diciembre (la campaña de navidad) en comparación con el 11 por ciento en noviembre. Según el diario financiero Gestión, el número total de deudores asciende a poco más de 6 millones de personas, la población del Perú es de 30 millones. El mayor número se debe a deuda de los consumidores, de 4.5 millones, 3.2 millones de los cuales corresponde a los bancos comerciales. Las pymes (pequeñas y micro empresas) tienen más de 2 millones de prestatarios en deuda. La tasa de morosidad de este tipo de empresas se ha elevado a 8,9 por ciento, informó el diario financiero.

El gobierno del presidente Humala es altamente impopular en todos los sectores de la población. Los conflictos y las grietas que aparecen entre los partidos políticos y los empresarios burgueses están dando lugar a que sectores de la clase dominante exijan una mano dura para suprimir cualquier conflicto social que interfiera con sus intereses.

En este contexto, cabe destacar que en una manifestación estudiantil reciente, el Ministro del Interior, Daniel Urresti, propuso que los estudiantes estén obligados a mostrar documentos de identidad (DNI) con el fin de unirse a la marcha. Esta medida, que constituye un ataque a los derechos democráticos básicos de la asamblea, es indicativa de cómo la crisis económica está llevando el Estado peruano a prescindir de las formas democráticas y recurrir a medidas represivas.

Loading