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Perspectiva

¿Qué hacer contra la política de austeridad griega?

La amplia participación de miles en la huelga protesta de un día el 12 de noviembre contra las medidas de austeridad en Grecia indica que el proletariado busca un enfrentamiento contra la Unión Europea (UE) y el gobierno de Syriza (La Coalición de la Izquierda Radical).

Crece la marea alta de repudio, que deriva de la traición de Syriza de sus promesas electorales de este enero y de su pisoteo del enorme voto por el “no” en el referéndo sobre la austeridad del 5 de julio. Marineros, portuarios, obreros del ferrocarril y de los trenes subterráneos, empleados de hospital, farmacéuticos y maestros, todos acataron el llamado de huelga. Estudiantes secundarios y universitarios también marcharon en masa en ciudades griegas contra los recortes sociales de Syriza.

Absurdamente ahora Syriza finge apoyar la huelga, dada su antigua alianza con los sindicatos detrás de la huelga.

“Las demandas de obreros y de la movilización por lo general se hacen particularmente cruciales. Sus objetivos deben ser las extremas medidas neoliberales y la extorsión de parte de los centros económicos y políticos, dentro y fuera de Grecia”, declaraba el departamento de política laboral de Syriza. “La lucha contra las extremas medidas neoliberales que nuestro pueblo rechaza continua con más intensidad”. Se compromete a luchar por “viviendas, sueldos y pensiones adecuadas y educación para todos”.

¡Qué fraude! Syriza y la UE colaboran para barrer con todos los derechos sociales básicos que la clase obrera ha conquistado desde comienzos del siglo XX. Ya no existe el derecho universal de salud en Grecia, y Syriza amaga con iniciar evicciones en masa de familias que estén atrasadas con sus hipotecas, recortar pensiones mínimas a un miserable €392 mensuales e imponer nuevas reducciones de fondos educativos.

Todos días acarrean nuevas evidencias de que Syriza es un enemigo implacable de la clase obrera. Aunque había dicho una vez que, como partido de la “izquierda radical”, nunca utilizaría a la policía para atacar al pueblo; el miércoles 11 de noviembre, envió a la policía a reprimir y detener obreros en huelga contra despidos y recortes de sueldo en la planta de reciclaje Spider General en Ioannina. Ayer la policía echo de las plazas de Aténas a manifestantes con carteles que decían “¡No a nuevos y viejos memorandos de austeridad!”.

La detonación de movilizaciones sociales contra Syriza sólo despierta con más urgencia la necesidad de una coherente reorientación política y estratégica para la clase obrera. ¿Qué hacer? La crónica del gobierno de Syriza sirve de preaviso que movilizaciones sociales como la huelga protesta de veinticuatro horas del 12 de noviembre están condenadas al fracaso.

Desde que comenzó la UE la ofensiva de medidas de austeridad hace cinco años, los trabajadores griegos han llevado a cabo 41 huelgas protestas de 24 horas de duración, dizque para poner presión sobre el gobierno para que se adopten medidas más favorables. Estas ni cambiaron, ni demoraron, las medidas de la sarta gobiernos –de Pasok, Nueva Democracia o Syriza— en ese lustro. Entre ellos han llevado a cabo los más grandes ataques contra las condiciones de vida de los obreros griegos desde la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Luego de la experiencia con el gobierno de Syriza, es cada vez más evidente para un creciente número de personas que los partidos que controlan las luchas sindicales –Pasok y los supuestos partidos “radicales” como Syriza— favorecen la austeridad. Encadenan al proletariado al carro del capitalismo griego, que agoniza bajo el peso de sus deudas, incapaz de crear nuevos empleos para los millones de desocupados y comprometido a seguir participando con el euro, la UE y la OTAN.

El 13 de noviembre el Comité Internacional de la Cuarta Internacional publicó una detallada declaración, “Las lecciones de la traición de Syriza en Grecia,” que elaboran el camino a seguir para los obreros, la juventud e intelectuales socialistas que deseen luchar contra este andamiaje político reaccionario.

Repasando la crisis de la deuda griega e impugnando los argumentos de Syriza en defensa de su política de ajuste, la declaración pone el dedo en el significado histórico y político de Syriza y en el partido reaccionario y antiobrero que es. La clase trabajadora no se puede defender de esta crisis económica sin precedentes y de los ataques bárbaros de la clase de poder, eligiendo gobiernos capitalistas “de izquierda”.

La actual prueba de fuego le hace recordar a la clase obrera, por qué los obreros rusos en octubre de 1917 se vieron obligados a derrocar el capitalismo en una revolución dirigida por el partido bolchevique de Vladimir Lenin y León Trotsky. No existe ninguna otra opción que no sea el camino revolucionario. Se requiere atacar a la clase capitalista y confiscar sus riquezas, que la clase obrera se apodere de los bancos y de las grandes fuerzas productivas, y la creación de estados obreros que luchen por establecer el socialismo en Europa y el mundo.

La declaración también explica los cimientos políticos e históricos sobre los que hay que construir partidos en Grecia y en el mundo para encarrilar a la clase obrera en luchas revolucionarias. Analiza el abismo de clases que separa la crítica trotskista del Comité Internacional de la Cuarta Internacional de las racionalizaciones que ofrece toda la fraternidad internacional de partidos pequeño burgueses y de académicos antimarxistas que simpatizan con Syriza.

Esas fueron las fuerzas políticas que elogiaron a Syriza, falsamente pronosticaron que su elección era un paso adelante contra la austeridad, y demostraron su indiferencia cuando atacaba a la clase obrera. El reflejo mas infeccioso de ese punto de vista, enraizado en los intereses de clases privilegiadas, fueron las declaraciones “posmarxistas” de Ernesto Laclau, quien, al insistir que la clase obrera estaba agotada como fuerza política, tuvo una gran influencia dentro de Syriza. Hoy todas esos grupos han sido develados. Son movimientos políticos reaccionarios, cómplices de los ataques de Syriza contra el pueblo griego.

Sólo el CICI, en base a su defensa de los principios y continuidad histórica del trotskismo, se opuso desde un principio a Syriza y pronosticó que atacaría a los obreros. La declaración del 13 de noviembre resume el análisis del CICI, desde la época de la disolución de la URRS, de la evolución a partidos procapitalisas de las fracciones, estalinistas y estudiantiles de Syriza,. Ese análisis permitió que la CICI lanzara predicciones únicas y acertadas de Syriza, que son una confirmación de la lucha de décadas para defender la perspectiva revolucionaria del marxismo.

En base a esa herencia el CICI labora para construir nuevos partidos en Grecia y en todo el mundo. Apelamos a los lectores del World Socialist Web Site en Grecia y en el mundo a leer y discutir nuestra declaración, a aprehender las lecciones de la experiencia Syriza y a luchar para construir el CICI, la dirección revolucionaria de la clase obrera internacional.

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