Español

El gobierno traslada a los sobrevivientes de la tragedia del camión en San Antonio a cárcel privada

El gobierno de Estados Unidos está transportando a los inmigrantes que se salvaron de asfixiarse en el remolque de un camión a distintos centros de detención en Texas. Los inmigrantes, algunos de los cuales estuvieron 24 horas en un remolque caluroso sin aire acondicionado o ventilación, apenas pudieron estirar las piernas antes que el gobierno comenzara a deportarlos. Sin ninguna consideración por el trauma que habían sufrido, el gobernó volvió a encerrar a los inmigrantes bajo llave en un espacio reducido del que no pueden salir.

La fallida operación de tráfico resultó en 10 muertos por lesiones relacionadas al calor, y muchas víctimas permanecen en estado crítico en hospitales locales. Amy Fischer, la directora de políticas de la agrupación pro inmigrantes RAICES, dijo al World Socialist Web Site que los sobrevivientes dados de alta del hospital fueron llevados inmediatamente a un centro de detención en San Antonio, administrado por la empresa de prisiones privadas GEO, infame por las condiciones brutales e inhumanas de sus cárceles. Los inmigrantes todavía no encuentran alivio de la pesadilla que apenas han podido sobrevivir hasta ahora.

Está confirmado que al menos uno de los inmigrantes muertos creció en los Estados Unidos. Tenía 19 años y vivía en el Condado de Fairfax, Virginia, tras llegar a los EE.UU. con sus padres a la edad de 2. Después de ser condenado de un crimen en su juventud, fue deportado de vuelta a Guatemala.

Las historias de algunos de los sobrevivientes han surgido de los documentos relacionados a los cargos criminales contra el chofer del camión, James M. Bradley Jr. de Clearwater, Florida. Bradley está acusado bajo una ley federal de transportar a sabiendas a personas que están en el país ilegalmente—una ley que provee una pena de prisión ilimitada o la pena de muerte, si el crimen resulta en una muerte. El argumento de Bradley de que no sabía que estaba transportando inmigrantes es muy improbable. Los pasajeros testificaron que golpearon las paredes y gritaron pidiendo ayuda por horas, incluso después de que el camión se detuviese.

La denuncia penal oficial presentada por el Estado de Texas contra Bradley contiene un recuento de los hechos según uno de los inmigrantes. Referido bajo las iniciales J-M-M-J, dejó su hogar en Aguascalientes, México para ir a Nuevo Laredo, más cercano a la frontera, para ser traficado hacia los EE.UU. con destino final en San Antonio, Texas. Al llegar a Texas, tendría que pagar $5.500 dólares a los traficantes.

Según el informe, J-M-M-J fue llevado a través del Río Grande con otras 28 personas. Un traficante le dijo que gente afiliada al cartel de drogas Los Zetas le cobrarían 11.000 pesos mexicanos por protección y 1.500 pesos mexicanos por cruzar en balsa. Después de pagar y completar el viaje a través del río, el grupo caminó de noche hasta la mañana del próximo día.

A las 9:00 AM., los traficantes los recogieron y llevaron al remolque en que viajarían. Él estimó que ya habían unas 70 personas adentro. Los traficantes cerraron la puerta, y el remolque quedó en la oscuridad. No se les entregó agua ni comida, y ya hacía calor adentro. Alrededor de las 9:00 PM., alguien entró y le dio a cada grupo una cinta de color para que los traficantes que los esperaban pudiesen identificar a quiénes recoger en cada parada. Se le prometió que el camión estaba refrigerado.

J-M-M-J dijo que al poco tiempo de empezar el viaje, la gente empezó a tener problemas para respirar y algunos se desmayaron. El chofer nunca se detuvo a pesar de que la gente estaba gritando y golpeando las paredes. El informe afirma, “Al llegar, el chofer frenó fuerte y alguna gente en el remolque se cayó porque estaban muy débiles. Se abrieron las puertas traseras y la gente salió en masa. Seis todoterrenos negros estaban esperando para recoger a la gente. Los todoterrenos se llenaron en pocos minutos y se fueron inmediatamente.” Los que estaban programados para bajarse más adelante permanecieron en el remolque, el que volvieron a cerrar con llave.

No es fácil imaginar la horrible escena que transcurrió en el estacionamiento del supermercado Walmart la mañana del domingo pasado. Se abrieron las puertas del semi-remolque y más de cien personas salieron buscando alivio del calor sofocante. Según el testimonio del chofer, los cuerpos de los inmigrantes muertos yacían sobre el piso del remolque, “como carne.”

Algunas organizaciones locales dedicadas a proteger los derechos de los inmigrantes hablaron con los reporteros del WSWS respecto a las cuestiones más amplias relativas al incidente en San Antonio.

Jesús Romero, director del proyecto de servicios al inmigrante ISAAC, explicó la inmensidad de las operaciones de contrabando:

“Los inmigrantes con los que trabajo me han dicho que existe un sistema de tráfico muy sofisticado. Ha llegado al punto en que venden paquetes de contrabando a los inmigrantes, como cualquier otro negocio. Si quieres que te trasladen por las malas por menos dinero, a veces te pueden traer caminando desde América Central. El precio sube si quieres estar más cómodo. Puedes pagar muchísimo dinero y ser traficado en avión, por ejemplo.”

La industria del tráfico de personas ha crecido inmensamente a medida que se ha militarizado la frontera Estados Unidos-México. Los inmigrantes a menudo entran a pie en pequeños grupos guiados por un líder o “coyote.” Una vez que cruzan la frontera, no viajan al norte de inmediato. En cambio, los traficantes los organizan en grupos más grandes en las llamadas “casas escondite.” Estas casas son conocidas por su hacimiento y condiciones peligrosas, y están plagadas de crimen y abuso sexual. Los que participan del tráfico, incluyendo individuos como Bradley en el lado estadounidense, representan la escoria de la sociedad.

Las casas escondite se ubican en ciudades y pueblos entre la frontera y la red de puntos de control de tráfico de la Patrulla Fronteriza, que son difíciles de cruzar.

Rubén García, que administra el servicio para inmigrantes Annunciation House en El Paso, Texas dijo al WSWS, “Llevo cuarenta años en esto y puedo decirles que esta no es la primera vez que sucede algo así. Hubo otras instancias en que han transportado personas en vagones de tren. Una de las verdaderas tragedias es que estos vagones se cierran por afuera. Traficaron a grupos enteros de personas y ocurrió lo mismo. La temperatura subió demasiado y murió gente. No es novedad que los inmigrantes mueran así.

“Durante el último par de años la seguridad ha sido el principal modo de lidiar con la inmigración,” explicó García. “Los inmigrantes y refugiados son presionados y obligados a recurrir a la industria del tráfico. Hoy nos entregan 25 personas, la mayoría familias. Hablando con ellos, casi el 100% fueron llevados hasta la frontera por traficantes. Ya sea que partan de Guatemala, Brasil, El Salvador, todos usan traficantes. Hay una inmensa, inmensa operación y es consecuencia de las políticas que ven la seguridad como el único modo de enfrentar la inmigración.”

Amy Fischer de RAICES habló con el WSWS: “La mayor militarización de la frontera, la mayor criminalización de los inmigrantes es lo que obliga a los individuos a arriesgar sus vidas para salvar sus vidas. No podemos hablar de los sucesos trágicos de los últimos días obviando el contexto.

“Esto no es algo que empezó en los últimos 5 o 6 meses. Comenzó hace años. A los solicitantes de asilo se les niega periódicamente el permiso de entrada a los Estados Unidos, pasando por alto las leyes estadounidenses e internacionales. Esta práctica la vimos comenzar antes de la transición al gobierno de Trump. Lo que descubrimos desde la transición es que el gobierno de Trump sólo ha exacerbado y empeorado las políticas que ya eran malas e injustas bajo el gobierno de Obama.

“Vemos que la larga historia de las intervenciones de los EE.UU. en Latinoamérica ha resultado en inestabilidad, ha resultado en la aparición de estas pandillas que provocan mucha de la violencia en el Triángulo Norte. Tenemos que enfrentar este tema a largo plazo…y reconocer que la política exterior de los EE.UU., y las políticas de deportación anteriores de los EE.UU. son algunas de las causas fundamentales.”

Loading