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El New York Times saca una tajada de la censura a las noticias de Facebook

El precio de las acciones del New York Times subió un 9 por ciento el pasado viernes, siguiendo al anuncio del director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, de que la red social dará prioridad a las noticias de “fuentes confiables”. Las acciones del diario siguieron subiendo otro 2,1 por ciento desde entonces durante la semana.

Utilizando un lenguaje orwelliano para describir la censura, Zuckerberg, que posee un patrimonio de un valor neto de $76 mil millones, dijo que Facebook promocionará fuentes “dignas de confianza” para combatir la “polarización” política y para ayudar a fortalecer un “sentido de terreno común”. Afirmó que el nivel de confiabilidad de cada medio de prensa por separado lo determinará un sondeo entre los usuarios de Facebook, en el que se les preguntará si están familiarizados con una fuente de noticias y, si sí, cuánto confían en ella.

La respuesta al anuncio de Wall Street pone de manifiesto que el cambio más reciente de Facebook implicará la promoción de medios del sistema como el New York Times, el Washington Post, y los principales canales de televisión por cable, junto con la censura de fuentes de noticias alternativas y de oposición política.

El Times y el Post han estado a la vanguardia del empeño por censurar el Internet. El Times continuó su campaña en un artículo de opinión escrito por Nina Jankowicz, miembro del Instituto Kennan del Centro Woodrow Wilson, publicado online ayer. La columna, “Los trolls rusos son solo parte del problema”, admite abiertamente que el esfuerzo por censurar el Internet no gira primariamente en torno a Rusia.

Jankowicz escribe que aunque es “refrescante” que Facebook y Twitter “se dieran cuenta por fin de su parte de culpa en difundir la desinformación por Internet”, sus soluciones se han concentrado “demasiado en eliminar contenido ruso mientras ignoraban los artículos y publicaciones problemáticos creados y compartidos por medios y usuarios estadounidenses”.

Concluye: “Si estos gigantes tecnológicos quieren contribuir con la democracia en vez de ayudar a desgarrarla, tienen que reconocer que las amenazas domésticas al discurso existen entre los propios usuarios a quienes ellos les están legando más responsabilidad”.

El Times se está volviendo cada vez más temeroso desde hace unos años de que el crecimiento del Internet y de la tecnología del smartphone esté permitiendo que millones de personas sorteen su control sobre lo que la población lee, comparte y ve. Dos tercios de la población estadounidense ahora acceden a algunas noticias en las redes sociales, según una encuesta del Pew Research Center de septiembre de 2017.

Los medios del sistema han visto su número de lectores reducirse precipitadamente a lo largo de las dos últimas décadas, mientras su funcionamiento como medios de propaganda estatal ha conducido a cantidades crecientes de personas a volverse hacia fuentes alternativas de información. Según una encuesta Gallup anual, la proporción de estadounidenses que confían en que los medios “informen completamente de las noticias, de manera adecuada y justa” cayó al 32 por ciento en 2016, el nivel más bajo desde que empezara a hacer esa pregunta anualmente en 1997. Esto se compara con el 76 por ciento que respondió afirmativamente en 1976.

Hay una confluencia entre los esfuerzos políticos del Times, en colaboración con el Partido Demócrata y las agencias de inteligencia, para censurar el Internet, y los intereses financieros directos del diario y sus accionistas corporativos, incluyendo a Carlos Slim, el mayor accionista y la séptima persona más rica del mundo.

La circulación diaria promedio del Times cayó de más de 1,1 millones en 2002 a 575.500 en 2016, reflejando un declive más amplio en el número de lectores de medios impresos. La circulación del Post —que es de propiedad privada (actualmente el dueño es el director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos) y por lo tanto no informa públicamente acerca de esas cifras anuales— cayó un 37 por ciento entre 2009 y 2015, dos años para los cuales hay cifras disponibles.

A pesar del giro del Times hacia las suscripciones digitales, el ingreso total por publicidad ha caído de aproximadamente $1,3 mil millones en 2009 a $580 millones en 2016. El año pasado, el Times anunció una ola de reestructuraciones, incluyendo el despido de más de 100 puestos de correctores de textos.

Más que nunca antes, los principales medios del sistema, mediante un proceso continuo de adquisiciones y absorciones corporativas a lo largo de varias décadas, se han vuelto concentrados en las manos de monopolios corporativos gigantescos, hablando directamente en nombre de un diminuto número de multimillonarios.

Según un informe de 2011 del Business Insider, el número de medios corporativos que en conjunto controlan el 90 por ciento de los medios impresos, de vídeo y de radio cayó de 50 en 1983 a seis en 2011. Esto incluye a Comcast (ingresos de 2017, $84,5 mil millones), el dueño de NBC, y Disney (ingresos de 2017 de $55,14 mil millones), que compraron la American Broadcasting Corporation en 1995 por $19 mil millones. Esas organizaciones ven el potencial democrático contenido en el Internet como una amenaza peligrosa a miles de millones de dólares en ganancias.

No obstante, el aluvión de propaganda sobre las “noticias falsas”, permanece el hecho cierto de que los mayores proveedores de “noticias falsas” son los gobiernos del mundo y los medios corporativos. El primero de ellos es el propio Times, cuya columnista Judith Miller fue una promotora destacada de las mentiras de las armas de destrucción masiva usadas para arrastrar a la población estadounidense a la guerra en Irak.

El Times ve su papel no como un medio de informar a la población, sino de servir los intereses del Estado y de la clase dirigente a la que este representa. Es un medio que declaró, en palabras de su entonces editor ejecutivo Bill Keller en 2010, que la “transparencia no es un bien absoluto”, y que la “libertad de prensa incluye la libertad de no publicar, y esa es una libertad que ejercemos con cierta regularidad”. Para el Times, la censura del Internet y de sus competidores es una oportunidad de negocios y un medio de superar su prolongado declive en número de lectores, rentabilidad e influencia.

Keller ya había advertido de que el crecimiento del Internet trajo consigo el peligro de la “anarquía de la información”.

Los cambios en el algoritmo del agregador de noticias de Facebook son los más recientes frentes en una campaña macartista, encabezada por el Partido Demócrata y los gigantes tecnológicos corporativos, para presentar el crecimiento de las tensiones sociales y políticas en los EUA como el resultado de la injerencia rusa.

El establishment político y mediático persigue censurar fuentes alternativas de información, incluyendo a sitios web socialistas y opositores tal como el World Socialist Web Site, en condiciones de un descontento social creciente y el regreso del conflicto de la “gran potencia”.

El WSWS, que lleva adelante la lucha contra el rumbo hacia la dictadura, insta a los lectores a ver el seminario online, Organizar la Resistencia a la Censura del Internet, leer la carta abierta de la Junta Editorial Internacional del WSWS, "Por una coalición internacional para luchar contra la censura del Internet”, y contactarnos para unirse a esta lucha.

(Artículo aparecido originalmente en inglés el 27 de enero de 2018)

Este autor también recomienda (disponibles en inglés) :

Bill Keller defiende el papel del New York Times en esconder los crímenes del gobierno [1 de noviembre de 2013]

Bill Keller del New York Times sobre WikiLeaks: Un colapso de la sensatez democrática [3 de febrero de 2011]

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