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Partido Socialdemócrata alemán apoya ofensiva brutal contra refugiados

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD, todas las siglas en alemán) ha aprobado las políticas de asilo de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU). El SPD, el cual forma parte del Gobierno de coalición entre estos tres partidos gobernantes, se alineó detrás del programa de refugiados del ministro del Interior Horst Seehofer del CSU, el cual establece una política de sellar las fronteras del país, acelerar las deportaciones y establecer campamentos cerrados para refugiados.

La tarde del jueves, la líder del SPD, Andrea Nahles, y el vicecanciller del SPD, Olaf Scholz, comparecieron ante la prensa. Alegaron que el plan de Seehofer no significaba el establecimiento de campos cerrados. El "procedimiento de tránsito" se llevará a cabo en los cuarteles ya existentes de la policía federal y "no habrá cambios legales necesarios", dijo Nahles.

Estas es una distracción pura. Poco antes, el SPD, junto con la CDU y la CSU, firmaron un documento sobre un "procedimiento fronterizo acelerado" que describe la nueva política de asilo del Gobierno. Establece que los solicitantes de asilo en las fronteras pueden ser arrestados en el futuro por la policía federal y detenidos durante 48 horas antes de ser deportados o enviados a los centros de "AnkER" (anclaje).

Legalmente, la mentira de "no entrada" crea una construcción reaccionaria que abre la puerta a tratar arbitrariamente a los refugiados. El documento de la coalición dice: "Al igual que con el procedimiento aeroportuario existente, las personas no ingresan legalmente a Alemania". En otras palabras, como parte del "procedimiento de tránsito" planificado, se establecerán zonas extraterritoriales en Alemania que no serán consideradas legalmente como territorio estatal alemán y crearán así un vacío legal.

Hace tres años, destacados socialdemócratas rechazaron la creación de tales zonas, declarando que eran incompatibles con el estado de derecho. Tales propuestas de la CDU y la CSU tenían "más que ver con Guantánamo que con el estado de derecho", dijo el entonces presidente del SPD de Berlín, Jan Stöß. Ahora el SPD ha acordado medidas que crean la base práctica y "legal" para los campos de prisiones y torturas en Alemania.

Después de una reunión del comité de coalición, Seehofer exaltó que el SPD había aprobado completamente sus planes reaccionarios: "Esto es todo de la A a la Z que uno desea como ministro responsable", declaró. Simplemente hubo un cambio lingüístico: "Usted sabe que nuestro socio de la coalición tiene problemas con el término 'centros de tránsito'", explicó Seehofer. Por lo tanto, continuó, se prefiere que se denominen "procedimientos de tránsito en instalaciones policiales".

El Gobierno de la gran coalición está impulsando la creación de campos cerrados para refugiados, independientemente de su nombre. Un documento oficial publicado por el periódico Bild sobre las conclusiones de la cumbre de la UE a fines de junio establece explícitamente que los centros AnkER serán centros de detención cerrados y que los solicitantes de asilo que no estén cubiertos por el nuevo "procedimiento de tránsito" serán encarcelados ahí.

"Aquellos solicitantes de asilo registrados en la EURODAC [base de datos europea de huellas dactilares] y que no califiquen dentro de ningún mecanismo de devolución relacionado con la frontera o que lleguen a Alemania, independientemente de los controles fronterizos entre Alemania y Austria, serán incluidos en instalaciones especiales de recepción", indicó el periódico.

En los "centros especiales AnkER", hay un "requisito de residencia extendido y sancionado". La distribución a los municipios está "excluida".

El documento no deja dudas de que el Gobierno alemán se prepara para internar a un gran número de refugiados: "El mayor uso de controles de rastreo y otros enfoques inteligentes de la policía fronteriza pueden aumentar significativamente el número de personas detectadas cerca de la frontera registrados en la EURODAC, que pueden ser procesados en las instalaciones especiales de recepción".

La mayoría de los centros de recepción de refugiados ya son el equivalente a cárceles de tiempo completo. Están sellados y aislados del mundo exterior. A menudo, se usa alambre de púas. Estos campamentos existen en todos los Estados federales. Se encuentran en áreas remotas, más allá del acceso público, y están custodiados por empresas de seguridad.

Con la creación de los centros AnkER –habrá por lo menos siete centros de ese tipo en Baviera solo a partir del 1 de agosto—, el campamento y el sistema de detención existentes se expandirán masivamente.

Además del aeropuerto de Múnich, ya hay instalaciones bávaras de refugiados y tránsito en Bamberg, Manching/Ingolstadt, Donauwörth, Deggendorf, Waldkraiburg y Regensburg. Miles de personas de los Balcanes, Ucrania, Rusia y varios países africanos como Ghana, Senegal, Gambia, Nigeria y Malí viven en ellos. El Consejo de Refugiados de Baviera escribe: "Muchos vivieron previamente en Baviera durante meses o varios años, y los niños fueron a la escuela o al jardín de infantes. De repente, sin embargo, tuvieron que mudarse a los campos especiales".

Según han demostrado muchos informes, estos campos existen virtualmente en un vacío legal. El acceso a asesoramiento y asistencia legal independiente se vuelve muy difícil para quienes viven allí. Están aislados del mundo exterior, no se les permite trabajar, y en algunos lugares deben caminar varios kilómetros para llegar a un pueblo o centro comercial. Sus hijos rara vez pueden asistir a una escuela o jardín de infantes. Bajo la nueva ley de asilo de Baviera, las personas en estas instituciones ya no reciben efectivo, sino solo beneficios en especie.

Además, están expuestos a un tratamiento arbitrario por parte de los servicios de seguridad estatales y privados. Hace varios días, hubo disturbios en las instalaciones de recepción en Waldskraiburg después de que los guardias retiraran todos los refrigeradores. La medida era "evitar que las personas acumulen alimentos", es decir, para que sea imposible que la gente prepare su propia comida. Se movilizó un gran contingente de policías ante los disturbios. Hubo víctimas, arrestos y traslados, y las fuerzas de seguridad se duplicaron. Unas 330 personas viven en las instalaciones en un espacio confinado.

Otro caso expone cómo se trata a los detenidos. Amadou Fofana de Senegal fue brutalmente golpeado en las instalaciones de la Alta Franconia en el antiguo cuartel estadounidense de Bamberg. Cuando se negó a quitarse los pantalones en el puesto de control el 28 de septiembre de 2017, los guardias de seguridad le rompieron los dientes, lo derribaron y lo patearon. Huyó esa misma noche a Holanda y a París, donde le contó a un equipo de filmación sobre su terrible experiencia. Otros residentes del cuartel de Bamberg han confirmado ataques por parte del personal de seguridad.

El recrudecimiento de las medidas de la Gran Coalición alemana para aterrorizar a los refugiados es parte de una ofensiva de toda la Unión Europea. Esto se demostró nuevamente el viernes cuando los principales políticos de la UE se reunieron en Viena. El 1 de julio, Austria asumió la Presidencia de la UE para la segunda mitad del 2018.

En Viena, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dio una calurosa bienvenida al canciller austríaco derechista, Sebastian Kurz (Partido del Pueblo de Austria; ÖVP), antes de anunciar los ataques más severos por ahora contra refugiados y migrantes. Juncker dijo en una conferencia de prensa en los próximos dos años, la UE añadirá 10.000 efectivos más de lo anunciado a la agencia fronteriza Frontex. En septiembre, además, la UE decidiría sobre nuevas medidas para reforzar el control fronterizo.

El día anterior, Seehofer y Kurz anunciaron en Viena, en cooperación con el ultraderechista ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, planes para cerrar por completo la ruta del Mediterráneo. Con este fin en mente, se llevará a cabo una reunión de los ministros del Interior de Austria, Alemania e Italia la próxima semana.

El terrible impacto de la política de la UE fue indicado ayer por la agencia de la ONU para los refugiados. En Roma, el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Roberto Mignone, señaló el dramático deterioro de las condiciones de vida en los campos de refugiados libios. Actualmente hay unas 10.000 personas recluidas en estas cárceles. Al sellar Europa, la Guardia Costera devolvió a mucha más gente a Libia que antes. Prevalecen "condiciones horribles" en esos hacinados campamentos, dijo Mignone.

Las políticas de la UE la convierten en una cómplice de la tortura y el asesinato de migrantes. Al menos 1.405 personas han muerto intentando cruzar el Mediterráneo desde el comienzo del año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El número estimado de muertes es aproximadamente un 40 por ciento más alto de lo que se temía anteriormente, y se supone que el número real es significativamente mayor porque no se registran todas las muertes. "En las últimas dos semanas, al menos 34 cadáveres han sido arrastrados a las costas de Libia", según Julia Black del Centro de Análisis de Datos de la OIM.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 7 de julio de 2018)

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