Un año tras los atentados terroristas del 17 de agosto de 2017 en Barcelona, el partido Podemos se une al encubrimiento oficial de la complicidad estatal en los ataques en España. Mientras guarda silencio sobre las nuevas revelaciones sobre las relaciones estatales con la milicia del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria que llevó a cabo el ataque, exige que el rey español, abucheado en la marcha posterior al ataque del año pasado por sus vínculos con los islamistas, tenga permitido dirigir la marcha conmemorativa este año.
Siguen saliendo a la luz reportes que dejan claro que el Estado tenía conocimiento previo del atentado. En declaraciones el año pasado a El País, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España confirmó informes de que el imán que planeó el ataque, Abdelbaki es-Satty, era un informante pagado del CNI hasta justo antes del ataque. El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, también admitió que la inteligencia francesa estaba rastreando a los miembros de la célula del EI de Barcelona cuando visitaban Francia menos de una semana antes del ataque.
Ahora, El País reveló que la Guardia Civil o policía militar española y los funcionarios del CNI visitaron a es-Satty no menos de cuatro veces para "entrevistas policiales" mientras cumplía una sentencia de prisión de cuatro años por tráfico de drogas, antes de su liberación en 2014. Estas entrevistas tomaron lugar en abril, mayo y junio de 2012 y luego en marzo de 2014. Los números de serie de los agentes que lo visitaron corresponden presuntamente a dos efectivos de la Guardia Civil en las tres primeras visitas y dos agentes de la CNI en la última visita.
Por su parte, los Mossos d'Esquadra, la policía catalana, recopilaron todos los contactos telefónicos de es-Satty mientras estaba en la cárcel y, según El País, descubrieron la identidad de "personas relevantes" en el atentado. Uno de ellos era el compañero de celda de es-Satty, Bennaceur Ameskour, cuyas huellas digitales fueron encontradas en un diccionario en la casa de Alcanar donde la célula del EI estaba preparando el ataque. Los materiales para la fabricación de bombas en esta casa explotaron, matando a es-Satty, e instando a la célula del EI a entrar en acción.
El miércoles, salió a la luz que el único superviviente de la célula terrorista de Barcelona, Mohamed Houli, le dijo a la policía que existe otra célula terrorista del EI en Francia. Dijo que "ocho o nueve personas ... estaban pensando en venir a España a través de Andorra, comprar armas y llevar a cabo un atentado terrorista en Lloret del Mar", cerca de la frontera de España con Francia. Houli les ha confirmado esto en repetidas ocasiones a los Mossos d'Esquadra y al juez Fernando Andreu.
Estas revelaciones son explosivas. Hay una enorme ira en Barcelona por la complicidad del Estado en los atentados terroristas que mataron a 16 personas e hirieron a 152 más. Se reconoce ampliamente que la milicia del Estado Islámico se creó con el apoyo tácito de los poderes de la OTAN y los jeques petroleros del golfo Pérsico en medio de la guerra de la OTAN para derrocar al régimen sirio del presidente Bashar al-Assad.
Una marcha masiva a la que asistió el rey español Felipe VI en Barcelona poco después del ataque estalló en forma de la mayor manifestación hasta ahora en Europa de indignación popular contra las guerras imperialistas que engendraron las redes islamistas que ahora llevan a cabo ataques terroristas en Europa. Mientras 500.000 personas marchaban en Barcelona, le reclamaban al rey: "Vuestras políticas, nuestros muertos", "¡Fuera!", Y "Felipe, quien quiere la paz no trafica armas".
La reacción de Podemos a estas revelaciones y a la preparación de la marcha conmemorativa de este año expone el alineamiento de este partido populista y pseudoizquierdista con el aparato policial. No ha hecho ninguna apelación a los sentimientos contra la guerra ni a la oposición a la criminalidad estatal entre las masas populares. En cambio, exige que la población salude respetuosamente al rey e insiste en que tiene un papel legítimo que desempeñar en la conmemoración de los atentados de este año.
En una entrevista el martes en Telecinco, el portavoz de Podemos en el Senado y secretario general regional en Madrid, Ramón Espinar, exigió que el rey encabece la marcha, insistiendo en que debe ser apolítica. "Mientras Felipe VI sea el jefe del Estado, tiene que acudir a este tipo de actos, que tienen que ver con un terreno que no es el de la política".
Espinar criticó al presidente regional catalán, Quim Torra, quien se niega a invitar a Felipe VI a Barcelona, manifestando, "Se vuelve a equivocar. ... el terreno de la contienda política se da en las ideas, los valores y los proyectos, no en los homenajes a las víctimas de un atentado".
Al dejar en claro la hostilidad de Podemos hacia el estallido de oposición a la guerra que se hizo sentir el año pasado, Espinar agregó que tales marchas "no son el momento para escenificar diferencias". Dijo que deberían “estar todos los que nos solidarizamos con las víctimas, sea el jefe de Estado o sea quien sea, con la ideología que sea. … Luego ya, cuando te vas a casa, eres monárquico, eres republicano, eres independentista o eres muy español, cada uno lo que quiera".
Esta es una declaración contundente de apoyo para la campaña de guerra de la OTAN en Oriente Próximo y de repudio a la creciente oposición a la guerra en la clase trabajadora. La afirmación de Espinar de que las vigilias terroristas son "apolíticas" es un fraude. Los atentados del EI conocidos con antelación por las autoridades estatales fueron utilizados para imponer un estado de emergencia suspendiendo los derechos democráticos básicos en Francia tras los atentados en París en noviembre de 2015, para poner en la mesa la imposición de la ley marcial en España el año pasado y para aumentar los poderes de la policía en Alemania, Bélgica y Reino Unido.
La posición de Espinar es aún más significativa en que apunta al creciente temor en los círculos gobernantes sobre lo que sucederá en la marcha conmemorativa de este año. Después de que Felipe VI respaldara enérgicamente la represión policial masiva contra personas que votaban de manera pacífica en el referéndum independentista catalán del 1 de octubre de 2017, el rey es aún más ampliamente despreciado en Barcelona que hace un año.
Los partidos populistas y pseudoizquierdistas como Podemos desempeñan un papel clave en reprimir la creciente oposición a la guerra y en suprimir los derechos democráticos, encubriendo la complicidad estatal y la criminalidad política involucradas en la guerra siria y los ataques terroristas europeos. Basados en secciones pudientes y pro-guerra de la clase media en la academia, la prensa y el aparato de inteligencia militar, dichas organizaciones se identifican instintivamente con los intereses del militarismo europeo.
Al otro lado de la frontera en Francia, una investigación en curso sobre la empresa de construcción multimillonaria Lafarge ha expuesto sus estrechos vínculos con el EI. Los fiscales que han presentado cargos contra los ejecutivos de Lafarge por financiar grupos terroristas y ser cómplices en crímenes de lesa humanidad han demostrado que la empresa trabajaba estrechamente con la inteligencia francesa y el palacio presidencial del Elíseo, encauzando decenas de millones de euros a extremistas islamistas. El socio francés de Podemos, Francia Insumisa (LFI), dirigida por Jean-Luc Mélenchon, ha mantenido un ensordecedor silencio sobre la criminalidad del Estado expuesta por el escándalo de Lafarge.
Informes recientes también han documentado que la guerra saudita respaldada por Estados Unidos contra Yemen depende del uso extensivo de tropas de Al Qaeda, y que el régimen títere de Estados Unidos en Afganistán protege a las tropas del EI.
Tales develaciones subrayan la importancia del llamamiento del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) a construir un movimiento internacional contra la guerra en la clase obrera que defienda los derechos democráticos, junto a su exposición de los lazos entre la OTAN y las milicias islamistas que patrocina en Oriente Próximo. En esta lucha, se estaba enfrentando a todas las organizaciones pseudoizquierdistas y nacionalistas que apoyan abiertamente o se amoldan a la campaña de guerras imperialistas en Oriente Próximo.
En España, esto incluye a los grupos nacionalistas catalanes que conforman el gobierno regional de Torra en Barcelona. Después de exigir investigaciones sobre los vínculos del CNI con es-Satty en febrero para intentar calmar la situación, aceptaron la negativa del CNI a una investigación. Además, en marzo, apoyaron una propuesta de funcionarios del CNI de realizar una superficial audiencia a puertas cerradas. Posteriormente, el diputado nacionalista catalán Jordi Xuclá salió de la audiencia y le dijo al público que todo estaba resuelto.
Xuclá elogió la información que había recibido de la inteligencia española, declarando absurdamente que era "sustancial y trasladada de una forma absolutamente constructiva".
(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de agosto de 2018)