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Protestas masivas estallan en Argelia contra postulación de Bouteflika para quinto mandato

Ayer, cientos de miles de personas se manifestaron en ciudades de toda Argelia contra la candidatura del presidente Abdelaziz Bouteflika para un quinto mandato en las elecciones del 18 de abril. Se produce tras las protestas de estudiantes y periodistas contra Bouteflika después de que el Frente de Liberación Nacional (FLN) anunció su candidatura el 9 de febrero y una ola de huelgas en todo el Magreb.

Cientos de miles de personas se manifestaron en toda Argelia el viernes

Desde que sufrió un mayor derrame cerebral en 2013, Bouteflika ha estado incapacitado. Él está recibiendo tratamiento en el Hospital Universitario de Ginebra (HUG) en Suiza, con su hermano Saïd como un no oficial jefe de estado. La decisión de FLN de presentar como candidato a Bouteflika demuestra la bancarrota y el estado esclerótico del régimen capitalista argelino, que después de obtener la independencia del imperialismo francés en una sangrienta guerra de 1954-1962 surgió en las últimas décadas como un pilar de la estrategia de guerra imperialista.

Las protestas masivas tuvieron lugar en Argelia, Orán, Constantina, Annaba, Tizi Ouzou, Béjaïa, Sétif, Sidi Bel Abbès y otras ciudades. Aunque el régimen prohibió la cobertura televisiva de las marchas y restringió el acceso al Internet, cerrando las redes 3G y 4G, lo que predominó en las marchas fue la ira contra el desempleo, los bajos salarios y la austeridad, y exigió el derrocamiento del régimen.

Las protestas argelinas son parte de un continuo aumento internacional de la lucha de clases: disturbios por el pan en Sudán, huelgas en Túnez, las protestas de "chalecos amarillos" en Francia y huelgas de maestros que estallaron independientemente de los sindicatos en los Estados Unidos. Habiendo suprimido la oposición política durante décadas, el régimen argelino ahora enfrenta un desafío desde abajo. Los manifestantes recuerdan las consignas de los levantamientos de 2011 en los que los trabajadores derrocaron las dictaduras proimperialistas de Zine El Abedine Bin Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto.

En Orán, decenas de miles gritaron "Abajo con Bouteflika" y "Abajo con el sistema". Uno le dijo a Le Monde que se oponía a un "gobierno que lamentablemente está podrido", mientras que otro dijo: "No puedes imaginar la miseria en que vivimos". Un tercero atacó a la Unión Europea (UE) por dejar que miles de inmigrantes se ahogaran en el Mediterráneo: “¿Qué hacemos a continuación? ¿Tomar un barco y partir hacia Francia? No, no quiero ahogarme en el mar. Y también estoy marchando para decir que estoy pensando en los miles de jóvenes que murieron en el mar”.

Las protestas también sacudieron la región étnicamente bereber de Kabylie. Decenas de miles marcharon en Béjaïa, mientras que unos 10.000 marcharon en Tizi Ouzou gritando el eslogan de la revolución egipcia de 2011: "La gente quiere la caída del régimen".

En Argelia, las principales avenidas de la capital estaban llenas de manifestantes que sumaban 800.000 según las estimaciones de la policía, o en los millones según informes de la prensa. Después de que el primer ministro Ahmed Ouyahia denunció las protestas, advirtiendo que éstas en Siria dieron paso a una década de guerra, los manifestantes corearon "Argelia no es Siria", así como "La gente quiere la caída del régimen".

Chourouk, un joven técnico hidráulico, le dijo a El Watan: “Con el presidente Bouteflika en el poder desde hace 20 años, con cada año que pasa hemos visto una creciente separación entre las clases sociales. La clase media está desapareciendo, dejando un vasto abismo entre la clase de los ricos y la clase de los pobres. Desde el nuevo presupuesto, es cada vez más difícil mantener nuestros niveles de vida. El sistema educativo está en declive, el logro educativo en todos los niveles va a la deriva”.

Decenas de personas resultaron heridas en Argelia, entre ellas 53 policías, después de que los manifestantes trataron de llegar al palacio presidencial y se encontraron con un gran grupo de policías que disparaban descargas de gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento. Los videos en línea también muestran a la infantería argelina viajando en camiones hacia la capital para asegurar edificios gubernamentales claves durante las protestas.

En esta etapa de la lucha contra el régimen, las fuerzas que se movilizan son sociales y políticamente heterogéneas. Llamadas en las redes sociales, las protestas involucran a secciones de trabajadores y jóvenes, así como a gerentes y dueños de negocios, y facciones del establecimiento político.

Varios líderes de partidos oficiales de la oposición, todos estrechamente vinculados al régimen, y algunos de los cuales son simplemente escisiones de la FLN, hicieron un llamado a sus partidarios para unirse a las marchas. Su objetivo es bloquear un desafío revolucionario contra el régimen por parte de la clase trabajadora, y aumentar la participación del poder y los privilegios que les corresponden dentro del régimen existente.

El Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS), un partido nacionalista bereber afiliado a la llamada Internacional Socialista de los partidos socialdemócratas imperialistas europeos como el mal visto Partido Socialista de Francia (PS), escribió que "se acerca el fin del régimen". Se comprometió a "trabajar por una convergencia de las fuerzas del cambio pacífico para movilizar a las mujeres y hombres argelinos capaces de crear las condiciones para una dinámica política organizada y pluralista".

La líder del Partido de los Trabajadores (PT), Louisa Hanoune, asistió a la marcha pero, según informes, fue abucheada y no desplegó las pancartas de su partido. El PT aconsejó al régimen que no reprimiera las protestas, lo que podría provocar una erupción incontrolable de ira en la clase trabajadora y derrumbar el FLN. "Las autoridades nacionales", dijo Hanoune, "no pueden ignorar o tratar de limitar el profundo deseo de cambio en la abrumadora mayoría de la sociedad expresada por los jóvenes y las grandes masas, sin correr el riesgo de provocar algo irreparable".

El PT está vinculado al Partido de los Trabajadores Democráticos Independientes de Francia (POID), una rama de la Organisation communiste internationaliste (OCI, Organización Internacional Comunista) de Pierre Lambert, que rompió con el trotskismo y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) en 1971 para aliarse con el PS. El PT es un antiguo partidario del FLN. Hanoune fue puesta en ridículo la semana pasada al decir, en medio de las protestas iniciales contra el quinto mandato de Bouteflika, que "los lemas no están en contra de Bouteflika".

Esto solo repite los llamamientos de los círculos de la política exterior imperialista en la Unión Europea (UE) para un cambio de régimen en Argelia, respaldado por el ejército, para estrangular las protestas. El profesor Jonathan Hill, del King's College de Londres, predijo: "La UE se alineará con el liderazgo de Francia, que a su vez apoyará al régimen para orquestar la transferencia de poder".

Con sus encuestas en mínimos históricos en medio de las protestas de los "chalecos amarillos", el presidente Emmanuel Macron le ordenó al embajador francés en Argelia, Xavier Driencourt, que viaje encubierto de un día a París el martes para tener conversaciones.

Las fuentes del palacio presidencial de Elysée también indicaron que están desesperados por mantener el FLN, debido a la inteligencia y la ayuda logística que ofrece a las guerras francesas en Mali y al Sahel más amplio, y a limitar la oposición en la comunidad argelina de Francia, que cuenta con tres millones de habitantes. Intentan no hacer concesiones a la oposición popular contra Bouteflika.

Una fuente le dijo a Nouvel Obs: “Francia y el presidente no pueden ser indiferentes a nada que ocurra en Argelia. Lo que está en juego para nosotros es considerable. Con Argelia, nuestros lazos históricos, económicos y de seguridad son muy profundos. Francia tiene intereses allí, también tiene una gran población argelina y franco-argelina. Entonces, para nosotros, la estabilidad de Argelia es un tema importante, especialmente dada la proximidad geográfica y los lazos humanos entre los dos estados. Y después está el problema de seguridad, incluso a nivel regional. Necesitamos cooperación con Argelia para luchar contra los grupos terroristas en el Sahel".

El camino a seguir para los trabajadores que entran en lucha con el régimen de FLN es orientarse hacia el surgimiento de la clase obrera internacional. Las demandas sociales y democráticas de los trabajadores en todo el Magreb no pueden satisfacerse sin una expropiación de la clase dominante, incluyendo la vasta riqueza de petróleo y gas del régimen argelino, a escala internacional. Esto requiere una lucha consciente por el socialismo contra el capitalismo, el imperialismo y la guerra, y una ruptura despiadada con todas las fuerzas que han trabajado durante décadas para vincular a trabajadores y jóvenes en Argelia con el FLN.

Los mejores aliados de los trabajadores argelinos en la lucha contra el régimen de FLN son los trabajadores en Europa y en todo el mundo que entran en lucha. El elemento clave en esta lucha es la lucha para obtener un balance de los últimos avances revolucionarios y las nuevas experiencias de lucha de hoy. Los eventos en Argelia elevan directamente la respuesta del CICI al levantamiento inicial de la clase trabajadora en Túnez en 2011.

En su declaración del 17 de enero de 2011, "El levantamiento de masas en Túnez y la perspectiva de la revolución permanente", advirtió:

Las masas tunecinas, sin embargo, están solo en las etapas iniciales de su lucha. Como ya es claro de la continuación de la violencia militar bajo el nuevo presidente interino, la clase obrera enfrenta enormes peligros. La cuestión crucial del programa revolucionario y el liderazgo sigue sin resolverse. Sin el desarrollo de un liderazgo revolucionario, inevitablemente se instalará otro régimen autoritario para reemplazar al Ben Ali.

El turno ahora es para la construcción de secciones del CICI en Argelia y en todo el Mediterráneo y en el mundo para ofrecer un liderazgo político al creciente movimiento internacional de la clase obrera.

(Publicado originalmente en inglés el 2 de marzo de 2019)

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