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Alemania: el fiscal del estado persigue a grupo de artistas por criticar al partido de extrema derecha AfD

Durante los últimos 16 meses, la oficina del fiscal en la ciudad de Gera ha estado investigando a una asociación artística conocida como el Centro de Belleza Política (ZPS, siglas en alemán) bajo la sospecha de "formar una organización criminal". El detonante de la investigación fue una acción de protesta de artistas de ZPS contra Björn Höcke, el líder del partido de extrema derecha Alternativa Para Alemania (AfD, siglas en alemán) en el estado de Turingia. Höcke se encuentra en el ala de la extrema derecha del partido.

El párrafo 129 del Código Penal alemán, en el que se basa la fiscalía, suele emplearse contra grupos terroristas o criminales violentos. Permite a los investigadores utilizar medidas encubiertas a gran escala.

La investigación hacia el Centro para la Belleza Política solo se hizo pública hace dos semanas después de una pregunta rutinaria del grupo parlamentario estatal del partido La Izquierda sobre las investigaciones hacia las actividades de los grupos criminales y terroristas. En la respuesta oficial, los grupos investigados no solo incluían al Estado Islámico, el Frente Al-Nusra, las redes de aficionados violentos de fútbol y un grupo de negadores del Holocausto, sino también a un "grupo de artistas de performance". Rápidamente se descubrió que se referían al ZPS.

La ZPS es una asociación de alrededor de 70 artistas de performance que, durante los últimos 10 años, han llevado a cabo actividades artísticas públicas en protesta contra el giro hacia la derecha en los círculos políticos y sociales. Según el sitio web de ZPS: "Nuestra convicción básica es que las lecciones aprendidas del Holocausto han sido anuladas por la repetida apatía política, la repulsión de los refugiados y la cobardía y que Alemania no solo debe aprender de la historia, sino que también debe actuar".

Debido a sus actividades políticas, el ZPS se ha convertido en blanco de amenazas terroristas. Su nombre estaba en la lista de muertos de una red terrorista en el ejército alemán en torno al oficial Franco A.

La razón citada para la investigación por el fiscal de Gera fue una acción artística organizada por la ZPS en Bornhagen, Turingia. El 22 de noviembre de 2017, bajo el nombre del proyecto “¡Construyendo el Memorial del Holocausto frente a la Casa de Höcke!”, el colectivo de artistas reveló una réplica en miniatura del monumento original en Berlín, que erigió en una propiedad vecina arrendada a la vista de la casa del líder de AfD.

Réplica del Memorial del Holocausto frente a la casa de Höcke [Foto: ZPS]

Con su acción, el ZPS trató de llamar la atención sobre un discurso pronunciado por Höcke en enero de 2017 en Dresde. En su discurso, Höcke atacó duramente las conmemoraciones del Holocausto y las describió como una "estrategia de superación estúpida" que buscaba "denigrar" la historia alemana. Pidió un "completo giro de la política histórica" y declaró: "Nosotros, los alemanes, nuestra gente, somos las únicas personas en el mundo que hemos plantado un monumento de vergüenza en el corazón de su capital".

Parte de la acción de ZPS fue una operación de vigilancia satírica de la casa en la que Höcke vive con su familia. En un video clip, la ZPS declaró: “Durante años, la agencia de inteligencia doméstica de Turingia encubrió y facilitó el terror de la NSU [un grupo terrorista fascista que asesinó a nueve inmigrantes y una mujer policía]. Es por eso que creamos la versión civil de la agencia de inteligencia de Turingia". Höcke había sido monitoreado durante más de 10 meses, según la ZPS.

Sin embargo, menos de 10 días después, el grupo dejó en claro que esta vigilancia era de naturaleza satírica. Entre otras artimañas, simpatizantes de ZPS vestidos con gabardinas y un hombre con un disfraz de Chewbacca de La Guerra de las Galaxias con un teleobjetivo gigante corrieron por un prado. El grupo luego reveló material que Höcke había dicho públicamente o escrito en Facebook y en entrevistas.

El discurso de Höcke en Dresde contra el recuerdo del Holocausto no tuvo consecuencias legales ni políticas. En cambio, la AfD, así como los miembros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, siglas en alemán), que forma parte del gobierno federal actual, y los medios de comunicación reaccionaron lanzando una campaña histérica contra el colectivo de artistas.

El presidente del parlamento estatal de Turingia en ese momento, Christian Carius (CDU), comparó la iniciativa del artista con los métodos de los nazis y la Stasi, la policía secreta de Alemania del Este. Lo describió como un "terror psicológico" y abiertamente pidió el procesamiento de la ZPS.

"Es por eso que le pregunté al ministro del Interior en una llamada telefónica para garantizar con urgencia que se detenga la llamada vigilancia y que se inicien las investigaciones penales necesarias". "En interés del ejercicio sin trabas del mandato libre, declaro un interés público en una investigación criminal", dijo Carius al parlamento estatal.

En un tweet, la AfD en Turingia acusó a la ZPS de "formación de una organización criminal". El aliado de Höcke y colega del partido Jens Maier, un juez y miembro del parlamento, presentó cargos penales contra la ZPS, expresando opiniones similares. La AfD en Turingia se quejó de "guerra psicológica".

Poco después de la acción, Höcke habló en una conferencia de solidaridad de la revista de extrema derecha Compact publicada por Jürgen Elsässer en Leipzig. Cualquiera que haga tal cosa es un terrorista, dijo. "Es por eso que este grupo de artistas no es un grupo de artistas. Es una organización criminal; sí, una organización terrorista".

Höcke estaba hablando ante una asamblea de extremistas de derecha y neonazis para quienes el concepto de "terrorismo" no es ajeno. Con él en el podio había varios extremistas de derecha muy conocidos: un músico de una banda de rock de derecha con conexiones a la NSU; el fundador del movimiento Pegida, previamente condenado, Lutz Bachmann, y su guardaespaldas armado Siegfried Däbritz; y Martin Sellner, jefe del movimiento identitario austriaco que recibió una donación del terrorista de Christchurch Bernton Tarrant.

Apenas cuatro días después de que Höcke llamara a la ZPS una "organización terrorista", el fiscal de Gera siguió su ejemplo e inició investigaciones contra el grupo en virtud del párrafo 129.

La responsabilidad de este atroz ataque contra el derecho básico a la libertad de arte, opinión y asociación no solo reside en la oficina del fiscal y sus secuaces en la AfD y CDU, sino en el gobierno del estado de Turingia, una coalición del partido La Izquierda, los Verde y los Socialdemócrata (SPD). Turingia es el único estado alemán liderado por un miembro del partido La Izquierda, Bodo Ramelow.

Es importante recordar que los fiscales, a diferencia de los jueces, no son formalmente independientes pero, como funcionarios públicos, están subordinados y se les aconseja seguir las instrucciones del ministro de Justicia. Ese puesto se encuentra actualmente en Turingia por Dieter Lauinger del Partido Verde.

Se sabe desde hace mucho tiempo que los servicios judiciales, policiales y de inteligencia de Turingia y su vecino Sajonia están llenos de conspiraciones de extrema derecha. Un escenario militante de extrema derecha ha prosperado en la región con el generoso apoyo financiero del servicio de inteligencia. Durante años, la pandilla de terror neofascista NSU, que cometió 10 asesinatos racistas y numerosos asaltos, pudo hacer lo que le diera la gana, bajo la nariz de varias docenas de agentes estatales.

Los políticos del partido La Izquierda, el SPD y los Verdes fueron víctimas de estas conspiraciones de derecha. Durante varios años, el primer ministro del estado, Ramelow, estuvo sujeto a la vigilancia del servicio secreto de Turingia. Se vio obligado a presentar una apelación ante el Tribunal Constitucional Federal para detener la vigilancia. Pero justo después de llegar al poder, el partido La Izquierda, el SPD y los Verdes buscan encubrir las fuerzas conspirativas de extrema derecha en el aparato estatal.

Este proceso se ejemplifica en la figura del fiscal de Gera, Martin Zschächner, responsable de la investigación del ZPS. Tiene vínculos estrechos con la AfD y su carrera se ha caracterizado por agresivas medidas de represión contra los izquierdistas y antifascistas. Al mismo tiempo, ha brindado repetidamente cobertura a los extremistas de derecha, tolerados por el gobierno de Ramelow y su ministro de justicia del Partido Verde.

En un artículo publicado el 5 de abril, Zeit online investigó los antecedentes de Zschächner. Según el artículo, Zschächner donó €30 a la AfD el 1 de abril de 2018 a través de su dirección de correo privado, una clara indicación de sus vínculos políticos con el partido de Höcke.

Zschächner ha autorizado repetidamente redadas contra activistas y manifestantes de izquierda. Uno de sus objetivos fue el pastor juvenil de la ciudad de Jena, Lothar König, quien también está siendo perseguido por las autoridades de Sajonia debido a sus actividades antifascistas. Los alojamientos de König fueron registrados después de que presuntamente él hubiera golpeado a un oficial de policía durante una manifestación. Zschächner comenzó las investigaciones contra él por lenguaje ofensivo después de que König llamara a los partidarios de AfD "nazis" y posteriormente König fuera condenado a una multa.

Una oficina del grupo de jóvenes del partido La Izquierda, Linksjugend Solid, también fue registrada por supuestamente apoyar al PKK kurdo. De hecho, la organización simplemente había anunciado un mitin legalmente aprobado en Facebook.

Por otro lado, Zschächner toma una línea muy diferente contra los extremistas de derecha. En una demanda contra un negador del Holocausto acusado de ser autor de diatribas racistas, Zschächner se declaró a favor de la sentencia suspendida. La investigación sobre los partidarios de AfD que habían cantado la canción antisemita "U-Bahn Song", que alude al transporte de judíos al campo de exterminio de Auschwitz, se dio por terminada porque la canción no constituía ni incitación ni calumnia.

El proceso contra el ZPS recuerda las condiciones que prevalecían durante la República de Weimar, cuando el poder judicial perseguía despiadadamente a opositores de la guerra como Carl von Ossietzky y los comunistas, mientras que los delincuentes de derecha y los nazis, como los asesinos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y Hitler después del golpe de 1923, se salvaron o recibieron penas insignificantes.

El párrafo 129 del Código Penal, en el que se basa la persecución de la ZPS, se basa en esta tradición. Desde 1871 hasta 1945, se dirigió contra "agrupaciones opuestas al estado". Su naturaleza política fue clara desde el principio. El canciller alemán Otto von Bismarck usó el párrafo para perseguir a los socialdemócratas y después de la Primera Guerra Mundial se usó contra el Partido Comunista Alemán (KPD). En la década de 1950, los miembros del KPD, quienes recientemente habían sido liberados de los campos de concentración nazis, sufrieron una vez más de la ley de ese párrafo, cuando fue utilizado para monitorear a los oponentes del rearme militar y a los partidarios reales o supuestos del prohibido KPD.

Legalmente, la investigación contra la ZPS es infundada. En una entrevista con Zeit online, el presidente de la Asociación Alemana de Abogados de Defensa, Jürgen Möthrath, respondió a la pregunta de si la oficina del fiscal tenía que actuar contra la ZPS debido a la supuesta vigilancia de Höcke por parte del grupo. Su respuesta fue un claro no.

Para investigar sobre la base del párrafo 129, debe haber evidencia de un delito grave "que pueda poner en peligro la seguridad pública", dijo Möthrath. "Si observas a Björn Höcke, incluso si interceptas su correo, eso no justificaría una investigación basada en el párrafo 129. Hay una gran cantidad de fotoperiodistas que persiguen profesionalmente a políticos, y ninguno de ellos es investigado por formar una organización criminal".

La investigación de la fiscalía sobre un grupo de artistas que critican la AfD confirma que el partido de extrema derecha está recibiendo apoyo y promoción del más alto nivel político. Es capaz de confiar en simpatizantes en el aparato estatal como el fiscal Zschachner. El propio partido tiene un número desproporcionado de oficiales de policía y soldados en sus filas. Una sexta parte de todos los diputados de AfD en los parlamentos federales y estatales son funcionarios públicos.

Al mismo tiempo, la oposición a la extrema derecha está siendo perseguida y criminalizada, y esto no solo se aplica a la ZPS. Julian Assange y Chelsea Manning están tras las rejas y deben temer por sus vidas porque han revelado crímenes de guerra imperialistas. El Partido Socialista por la Igualdad de Alemania (SGP, siglas en alemán) también está siendo monitoreado por la agencia federal de inteligencia nacional (BfV) y está clasificado en su informe anual como "extremista de izquierda" porque lucha sistemáticamente contra el surgimiento de la extrema derecha y sus títeres ideológicos en las universidades. El SGP ha respondido presentando una demanda contra el BfV.

La clase dominante necesita a la extrema derecha para reprimir la creciente oposición a la pobreza, los recortes sociales, los terribles alquileres, el militarismo y el rearme militar y policial. Esto no es solo un desarrollo alemán, sino también internacional. Los extremistas de derecha ya se encuentran en las oficinas gubernamentales más altas de los Estados Unidos, Brasil, Filipinas y muchos países europeos.

La defensa de los derechos democráticos es crucial para prevenir el retorno del fascismo y la guerra. No se puede confiar en el SPD, los Verdes o el partido La Izquierda, como deja claro el ejemplo de Turingia. Estos partidos están profundamente integrados en la clase dominante y sus estructuras estatales. Están decididos a defender el capitalismo contra la clase obrera y temen a esta última mucho más que a la extrema derecha.

La defensa de los derechos democráticos y los beneficios sociales requiere la construcción de un movimiento independiente en la clase obrera que lucha por un programa socialista internacional.

(Publicado originalmente en inglés el 9 de abril de 2019)

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