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XY Chelsea: un retrato sumamente defectuoso de Chelsea Manning, la informante del ejército de los Estados Unidos

Dirigido por Tim Travers Hawkins; escrito por Mark Monroe

XY Chelsea, dirigido por Tim Travers Hawkins, registra la vida de Chelsea Manning, la exsoldado del ejército de los Estados Unidos, tras el inesperado indulto de su vengativa pena de prisión de 35 años por parte del presidente Barack Obama en enero de 2017.

XY Chelsea

Manning había estado siete años, en gran parte en régimen de aislamiento, en una prisión militar por filtrar informes de guerra y cables diplomáticos secretos a WikiLeaks, que los derivó a los grandes medios de comunicación. Los documentos y videos revelaron las operaciones criminales efectuadas durante las guerras ilegales de EE UU en Irak y Afganistán, operaciones de espionaje contra jefes de Estado extranjeros y ciudadanos de a pie e intrigas sórdidas en cada rincón del planeta. Ningún funcionario responsable de los crímenes que ella reveló —incluyendo el asesinato en masa, espionaje del gobierno y tortura— ha sido procesado, y mucho menos encarcelado.

Tim Travers Hawkins explicó los orígenes de XY Chelsea durante una ronda de preguntas y respuestas después de su estreno europeo en el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres el mes pasado.

Travers Hawkins es un realizador británico que vive en Nueva York. Cofundó “Cinemachete”, un galardonado colectivo de cine experimental colombiano cuyo trabajo incluye El otro lado de la ciénaga (2007), Oury Jalloh (2008), y Posh (2010). El resto de su obra incluye la película animada 1000 voces (2008), sobre solicitantes de asilo detenidos indefinidamente en el Reino Unido, Surpriseville (2012), e Invisible Picture Show (2014), un proyecto interactivo multimedia que fue instalado en la sede de la ONU en Nueva York y en la del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra.

Travers Hawkins escribió a Chelsea Manning para asegurar su apoyo a un filme que aquel planeó sobre las condiciones que enfrentan los presos políticos tras leer que la habían puesto en confinamiento solitario por tener libros “prohibidos” en su celda. Una vez iniciada su comunicación, el realizador decidió hacer un documental exclusivamente sobre Manning y su experiencia en prisión. Pero la cárcel le negó el permiso para filmarla o grabar sus llamadas telefónicas.

Cuando Obama conmutó la pena de prisión de 35 años de Manning, Travers Hawkins, en cambio, filmó lo que le pasó a ella después —hasta que, justo cuando se estrenaba la película, la encarcelaron nuevamente por desacato al tribunal por negarse a declarar ante un gran jurado que investiga a WikiLeaks—.

El filme, cuyo título remite al nombre de la cuenta de Twitter de Chelsea, @xychelsea, tiene el mérito de ser un retrato sensible y humano de la lucha de una joven mujer transgénero para adaptarse a la vida fuera de la cárcel. Pero su significado más profundo es documentar su decisión—una reacción instintiva a los horrores de la situación en Irak —de decir la verdad sobre los crímenes de guerra y los secretos de EE UU y también registra su toma de conciencia política de que a la izquierda liberal, la llamada opinión pública dominante y los medios de comunicación no les interesa lo que ella reveló.

Como explica Manning, “Si tú vieras las cosas increíbles, las cosas horribles, que yo vi, ¿qué harías?”.

Travers Hawkins está de acuerdo en que ella hizo lo correcto, y dice “Necesitamos personas fuertes y rebeldes para enfrentar al poder. Personas como Chelsea son absolutamente fundamentales para que nosotros sepamos lo que pasa en el mundo”.

La película comienza con la decisión de Obama de conmutar la sentencia de Manning, que él dijo que era la más larga en la historia de los Estados Unidos por la denuncia de irregularidades. Él debería saberlo. Su gobierno se caracterizó por la persecución sin precedentes a los informantes y usó la Ley de Espionaje de la época de la Primera Guerra Mundial una cantidad récord de seis veces para procesar a empleados del gobierno bajo sospecha de haber filtrado información clasificada.

Chelsea Manning en XY Chelsea

En flashbacks, Manning explica que nació en un pequeño pueblo de Oklahoma. Su crianza fue problemática y sus padres se separaron cuando ella tenía 13 años. La joven Bradley tomó conciencia de ser gay cuando aún estaba en el colegio secundario, y se quedó sin hogar poco después de vivir con su padre y su nueva familia.

En 2007 Bradley decidió unirse al ejército a la edad de 19 tras ver informes de televisión sobre el aumento de Irak —el incremento de soldados ordenado por el presidente George W. Bush para aplastar la insurrección contra la ocupación estadounidense de Irak, luego de la invasión ilegal de 2003 y la guerra—.

Después de una temporada de 12 meses en Irak, trabajando como analista de inteligencia y preparando los mapas que fueron cruciales para las operaciones aéreas y terrestres de EE UU, Bradley regresó a su país y observó que todos estaban llevando “vidas normales” y que “nadie era consciente de las guerras”.

“Pero había tanta muerte y destrucción allí [Irak]. Afecta a todos en la Tierra”. Teniendo acceso a 750,000 documentos clasificados relacionados al período de 2004 a 2009, Bradley decidió filtrarlos a WikiLeaks antes de un regreso programado a Irak.

Hay un breve plano del editor de WikiLeaks, Julian Assange, quien explica que el video proporciona indicios razonables de crímenes de guerra de EE UU. Es la única imagen de Assange en todo el filme.

XY Chelsea muestra el precio alto que Manning ha pagado por su valentía: su condena y sentencia de 35 años; sus terribles experiencias en la prisión militar, incluyendo el confinamiento solitario, siete años en una prisión de hombres en Fort Leavenworth, Kansas, donde enfrentó un hostigamiento constante; y varios intentos de suicidio, todo durante su transición. La conmutación de su sentencia por parte de Obama provocó una oposición bipartidista a su salida de prisión, dando lugar a ataques contra ella, que incluyeron amenazas de muerte, y poniendo en riesgo su seguridad personal.

Después de su liberación, ella participa en varios eventos mediáticos, incluyendo el Festival anual del New Yorker de 2017 en la ciudad de Nueva York, donde la entrevista Larissa MacFarquhar, quien ataca a Assange por su supuesto rol en el triunfo de Trump debido a la publicación de WikiLeaks de las transcripciones de las reuniones de Hillary Clinton con banqueros de Wall Street.

En una de las escenas más notables del filme, Manning responde elocuentemente, defendiendo el papel de WikiLeaks y poniendo en su lugar a MacFarquhar. Explica que las revelaciones no hicieron daño a nadie, ni a soldados estadounidenses ni a informantes afganos. “La gente moría en Afganistán en una escala masiva”, dice ella.

Manning también niega que su identidad transgénero haya tenido alguna relación con su decisión de filtrar los documentos sobre Irak y Afganistán a WikiLeaks. Ella dice, “La vida es barata en EE UU. Pero la vida es valiosa —la de todos—. Casi medio millón de iraquíes y 4,500 estadounidenses fueron asesinados. No podía dejar que esas imágenes quedaran en mi sistema o dentro de mi cabeza”. Ella agrega, “Si tienes secretismo de gobierno, ¿cómo puede funcionar una nación si no sabes lo que hemos hecho?”. En cambio, “Tienes el procesamiento y la condena de alguien que sacó la verdad a la luz”.

La película muestra su creciente concientización política mientras hace campaña para representar a Maryland en el Senado estadounidense en las primarias del Partido Demócrata para “sacudir las cosas” y “tomar las riendas del poder”. Ella dice que quiere cerrar las prisiones de los Estados Unidos y liberar a su población en constante aumento, reformar el sistema de justicia penal, proporcionar atención médica universal y una renta básica garantizada y abolir el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que según ella se está preparando para una “limpieza étnica” de los inmigrantes. Todas estas demandas tienen una resonancia creciente en la clase trabajadora estadounidense.

XY Chelsea también revela su ingenuidad, ya que ella asiste a una reunión de la misma extrema derecha a la que ve como una amenaza existencial para las minorías. Esta aparición genera una tormenta de críticas en Twitter. Disculpándose, ella dice, “Tienes que entender a tu oponente” y agrega, “No soy una heroína, sino solo alguien que interviene”. Admite que los constantes ataques a su persona—“el mar de oposición y violencia”—son estresantes, y da un paso al costado “para poner las cosas en orden”.

Tal vez su declaración más significativa es cuando ella explica, hacia el final de la película, “En este país, una vez que eres enemigo del Estado, siempre eres un enemigo. Siempre encontrarán alguna razón para perseguirte”.

Cuando se realizó el filme, Manning estaba otra vez en prisión por negarse a declarar ante el Gran Jurado contra Assange. Ella añade, “Y esto no va a parar hasta que nosotros los paremos.”

Estos son los aspectos positivos de XY Chelsea. También tiene sus defectos artísticos—es desarticulado, superficial y a veces tedioso de ver, con tomas largas del paisaje y las expresiones faciales de Manning que distraen y ocupan mucho tiempo del filme.

Esto sería perdonable si no fuera por el hecho de que el documental ofrece poco contexto para explicar la persecución de Chelsea y su nuevo encarcelamiento, potencialmente por tiempo indefinido. Ofrecer ese contexto implicaría inevitablemente abordar cómo su caso está ligado al intento de Washington de condenar a Assange por cargos de espionaje que lo pondrían tras las rejas durante 175 años.

XY Chelsea no hace prácticamente ninguna referencia a la operación de ocho años de EE.UU. y sus aliados, el Reino Unido, Suecia y Ecuador, para silenciar a Assange por su papel en la revelación de los crímenes de guerra, las operaciones de vigilancia masiva y las conspiraciones diplomáticas globales estadounidenses.

Esta fue una decisión deliberada y profundamente política por parte del director y sus productores ejecutivos, que incluyen a Laura Poitras. Poitras es una de las fundadoras de First Look Media, que publica the Intercept, y fue la directora de Citizenfour y Risk, sobre Edward Snowden y Julian Assange, respectivamente.

Poitras, cediendo ante la presión de los círculos políticos y artísticos en los que ella se mueve, modificó la versión estadounidense de Risk de la versión estrenada en Cannes en 2016 y la exhibida a los abogados de Assange en Londres en 2017. La alteración se llevó a cabo después de que WikiLeaks revelara los mecanismos internos corruptos del Partido Demócrata. Originalmente favorable a WikiLeaks, Risk, de Poitras, fracasó como defensa íntegra de Assange, atacándolo y poniendo en peligro su situación legal.

Cuando le preguntaron por qué Assange no apareció en la película, Travers Hawkins respondió que Assange es alguien que “quita toda la energía” al asunto, y que tomó la decisión de excluirlo para que fuera sobre la historia de Chelsea Manning.

Si bien reconoció que la detención actual de Manning está relacionada con el intento de extraditar a Assange a EE UU., el director lo desestimó como irrelevante para XY Chelsea, diciendo, “Desde el punto de vista de Chelsea, ella no está conectada con Julian. Ella no está conectada con WikiLeaks. Este es solo una herramienta que ella usó en ese momento” para publicar los documentos. “Por eso el filme se centra absolutamente en su experiencia de ello”.

Travers Hawkins afirmó que Manning no conocía realmente a Assange, quien se había convertido en una gran figura gracias a los medios de comunicación, que los vincularon a ambos, cuando en realidad no estaban vinculados.

“Debo decir que ese asunto [el encarcelamiento de Assange] es un tema completamente distinto. No está relacionado con los hechos de la película”, declaró él. Resumiendo su posición sobre la amenaza a Assange, él contestó, “Personalmente, no tengo mucho que decir sobre eso”.

XY Chelsea nunca se recupera de semejante cobardía política. El documental es incapaz de vincular a Chelsea con el ataque global a los derechos democráticos básicos, incluidos la libertad de expresión, la libertad de prensa y de internet, mientras la clase trabajadora comienza a expresar a nivel internacional su oposición a la pobreza creciente, la desigualdad social y el camino a la guerra. Hacer tal cosa alteraría a los círculos liberales dentro y alrededor del Partido Demócrata que constituyen la audiencia prevista para el filme y que incluyen a los propios cineastas.

Para esta capa las revelaciones sobre Irak y Afganistán han pasado a un segundo plano debido a la divulgación de WikiLeaks de las relaciones sórdidas de Hillary Clinton con Wall Street en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016. Estas capas sociales no tienen objeciones de principios para evitar que Assange se pudra en la cárcel por el resto de su vida.

XY Chelsea, que se estrenó el 1 de mayo en el Festival de Cine de Tribeca en Nueva York, fue emitido el 7 de junio por Showtime en los Estados Unidos.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 4 de junio de 2019)

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