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Estados Unidos prepara “asalto” contra Irán

El Pentágono anunció el lunes que Estados Unidos está enviando mil tropas adicionales y otros recursos militares a Oriente Próximo en medio de amenazas beligerantes contra Irán por parte de la Administración de Trump. La movilización de tropas sigue el despliegue anterior del portaaviones USS Lincoln y su grupo de batalla en el golfo Pérsico, junto con un grupo de ataque de bombarderos liderado por aviones B-52 con capacidad nuclear.

Un artículo del sitio web israelí Maariv Online, republicado en el Jerusalem Post, informó que la Administración de Trump está preparando activamente un "asalto táctico" contra Irán. El informe, basado en fuentes diplomáticas en la ONU en Nueva York, declaró que "desde el viernes, la Casa Blanca ha mantenido incesantes discusiones con comandantes militares de alto rango, representantes del Pentágono y asesores del presidente Donald Trump".

Un buque estadounidense para misiles guiados dispara un misil Tomahawk durante la invasión estadounidense de Irak en 2003 [crédito: Armada de EUA] [Photo: US Navy]

Según Maariv Online, los funcionarios anónimos dijeron que "la acción militar bajo consideración sería un bombardeo aéreo de una instalación iraní vinculada a su programa nuclear". Un diplomático occidental comentó: "El bombardeo será masivo, pero se limitará a un solo objetivo”.

Al anunciar el despliegue de tropas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Patrick Shanahan, declaró: "Los recientes ataques iraníes validan la inteligencia confiable y creíble que hemos recibido sobre el comportamiento hostil de las fuerzas iraníes y sus grupos patrocinados que amenazan al personal e intereses de Estados Unidos en toda la región". luego añadió absurdamente: "Estados Unidos no busca conflictos con Irán".

En realidad, la situación explosiva actual en el golfo Pérsico es enteramente una fabricación de Washington. Incumpliendo las resoluciones de la ONU, la Administración de Trump anuló unilateralmente el acuerdo de 2015 entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania para limitar su programa nuclear a cambio de disminuir las sanciones.

Posteriormente, EUA volvió a imponer y reforzó sus severas sanciones contra Irán destinadas a cortar todas las exportaciones de petróleo y hacer colapsar la economía iraní. También amenazó con tomar medidas económicas punitivas contra las compañías que violen sus sanciones unilaterales. Las acciones de Washington equivalen a un bloqueo económico de Irán y un acto de guerra.

Con el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo a la cabeza, la Administración de Trump está explotando los ataques contra ambos petroleros en el golfo Pérsico del jueves pasado como pretexto para amenazar con atacar a Irán. El domingo, Pompeo declaró que EUA estaba "considerando una gama completa de opciones", incluida "una respuesta militar".

El Comando Central de los Estados Unidos, que supervisaría cualquier ataque contra Irán, lanzó un video que, según afirma, muestra un pequeño bote del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) que se aproxima y extrae una mina de laca sin explotar de uno de los tanqueros dañados: el Kokuka Courageous de propiedad japonesa, seguida ayer con fotos de la misma supuesta actividad.

Los funcionarios estadounidenses continuaron culpando a Irán por los ataques a pesar de la declaración del propietario del petrolero de que el barco fue alcanzado por un objeto volador de acuerdo con los miembros de su tripulación. Tanto Japón como Alemania cuestionaron los reclamos de Washington y solicitaron más evidencia, diciendo que el video no constituye una prueba suficiente. Irán ha negado cualquier participación en los ataques.

Las fuentes de la ONU citadas en el artículo del Jerusalem Post afirmaron que el propio Trump no se había mostrado entusiástico pero que había perdido la paciencia y dio luz verde a Pompeo, quien ha estado presionando para que se actúe.

Pompeo tiene previsto viajar hoy a la sede del Comando Central de los Estados Unidos (CENTCOM) en Florida. Se reunirá con dos de los principales líderes militares, el comandante del CENTCOM, el general Kenneth McKenzie y el general Richard Clarke, jefe del Comando de Operaciones Especiales, para "discutir las preocupaciones y operaciones de seguridad regional".

CNN señaló que la visita fue "inusual", ya que Pompeo no estuvo acompañado por el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Shanahan, quien se quedó en Washington para "continuar desarrollando opciones".

Estados Unidos también aprovechó las declaraciones iraníes el lunes en las que advirtió que su enriquecimiento de uranio a bajo nivel superará el límite establecido en el acuerdo de 2015 dentro de 10 días para terminar con las tensiones. El lunes, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de los EUA, Garrett Marquis, calificó las acciones de Irán como "chantaje nuclear" e insistió en que debe enfrentarse a una "creciente presión internacional".

¡Qué hipocresía tan asombrosa! Estados Unidos rompió el acuerdo de 2015, está paralizando la economía de Irán y amenazando con la guerra. Hace menos de un mes, Trump declaró que, si llegaba al conflicto, sería "el fin oficial de Irán", lo que implica que EUA usaría todo su arsenal, incluidas las armas nucleares para destruir a la población iraní de más de 80 millones. Sin embargo, cuando Teherán sugiere que ya no estará vinculado por el acuerdo, se declara como "chantaje".

Marquis también reiteró la mentira de Trump de que Estados Unidos se retiró porque "el horrible acuerdo nuclear dejaba sus capacidades intactas". De hecho, el acuerdo de 2015, que Irán solo aceptó bajo la amenaza de guerra del Gobierno de Obama, restringió severamente sus programas nucleares, sometiéndolos a inspecciones altamente intrusivas. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha encontrado repetidamente que Irán cumple con los estrictos requisitos del acuerdo.

Irán solo se ha movido tentativamente hacia la derogación del acuerdo, a pesar de que estaría completamente justificado por las acciones ilegales de Washington. A principios de mayo, el presidente iraní, Hassan Rohani, estableció un plazo de 60 días para que los demás signatarios (Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China) establecieran medidas tangibles para permitir a Irán exportar petróleo y realizar transacciones con bancos internacionales. El plazo vence el 7 de julio.

Las potencias europeas han tratado de salvar el acuerdo, pero hasta ahora han tomado pocas medidas. Se ha lanzado un sistema de pago alternativo, INSTEX, que esquivaría el sistema financiero y bancario internacional existente en los Estados Unidos, pero aún no está operativo. Incluso si estuviera en funcionamiento, inicialmente solo se aplicaría al comercio de alimentos y medicamentos. Un sistema totalmente operativo llevaría a las potencias europeas a un conflicto abierto con los Estados Unidos, que sin duda tomaría represalias.

El belicismo de la Administración de Trump en el golfo Pérsico está generando divisiones en Europa. Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, ha cuestionado abiertamente la "evidencia" de los Estados Unidos sobre la participación de Irán en los ataques contra los petroleros de la semana pasada, Reino Unido se ha puesto rápidamente en línea. El lunes, el vice primer ministro de Italia, Matteo Salvini, líder del partido fascista Lega, señaló el apoyo de Roma a la campaña de guerra de Washington contra Irán.

La Administración de Trump se está preparando imprudentemente para una guerra contra Irán. Cualquier ataque aéreo de EUA contra Irán, aunque esté limitado a un solo ataque, escalaría rápidamente hacia una guerra total que no solo involucraría a otros aliados regionales de EUA, como Arabia Saudita e Israel, sino que también amenazaría con arrastrar a otras potencias importantes para defender intereses vitales

El World Socialist Web Site ha advertido repetidamente sobre los peligros crecientes de una guerra mundial catastrófica que hundiría a la humanidad de nuevo en la barbarie. La única alternativa es la construcción de un movimiento de la clase obrera internacional contra la guerra, basado en un programa socialista para poner fin a la causa fundamental de las guerras: el capitalismo y su división obsoleta del mundo en Estados nación rivales.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de junio de 2019)

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