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Trump intensifica amenazas de guerra tras derribo de dron sobre Irán

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó llevar a cabo ataques militares contra Irán el jueves antes de cancelarlos inesperadamente, informó el New York Times. El paso abrupto deja abierta la posibilidad inminente de una nueva guerra importante en el Oriente Próximo con el potencial de matar a millones y provocar un conflicto militar global.

El Times informó el jueves que "Varios funcionarios dijeron que el presidente había aprobado inicialmente los ataques contra un puñado de objetivos iraníes, como radares y baterías de misiles".

La noticia se produjo después de que Trump emitiera una serie de declaraciones contradictorias que amenazaban con represalias por el derribamiento iraní de un avión no tripulado que estaba espiando sobre el territorio iraní, mientras que al mismo tiempo sugiere que la acción pudo haber sido un "error" cometido por un miembro del ejército iraní.

"Es difícil creer que fuera intencional, si quieres saber la verdad", dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. "Creo que pudo haber sido alguien descontrolado y estúpido ese día".

La declaración contrastó con su reacción más temprano en el día, cuando declaró que "Irán cometió un gran error" y respondió a las preguntas de los reporteros sobre si esto conduciría a la guerra al declarar: "Lo descubrirás".

Las verdaderas intenciones de la Administración de los Estados Unidos siguen siendo opacas. Trump convocó a los principales líderes del Congreso a la "sala de situaciones" de la Casa Blanca el jueves por la noche para una sesión informativa sobre Irán. Entre los asistentes se encontraban el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el líder de la Minoría del Senado, Charles E. Schumer, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y los presidentes y miembros de mayor rango de los comités de servicios de inteligencia y servicios armados de la Cámara de Representantes y el Senado.

Tal reunión bien podría ser el preludio de una acción militar estadounidense.

La afirmación de Trump de que el derribo del avión no tripulado fue un "error" contradice lo que ha dicho el propio Gobierno iraní.

Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán asumieron de inmediato la responsabilidad de derribar el dron, lo que tuvo lugar cerca del estrecho estratégico de Ormuz, y declararon que la acción buscaba enviar un mensaje a Washington.

“El mensaje es que los guardianes de las fronteras del Irán islámico responderán de manera decisiva a cualquier violación de cualquier extraño en esta tierra", dijo el jueves el general Hossein Salami, comandante de los CGRI. "La única solución para los enemigos es respetar la integridad territorial y los intereses nacionales de Irán", agregó en un discurso que fue transmitido en vivo por la televisión iraní.

Mientras que Irán reconoció de inmediato que había derribado el avión porque había violado el espacio aéreo del país de manera "ilegal y provocativa", el ejército de EUA inicialmente no hizo comentarios sobre el derribo, más allá de negar que una aeronave estadounidense "operara en el espacio aéreo iraní hoy".

El avión no tripulado que fue destruido por un misil tierra-aire iraní fue un RQ-4B Global Hawk, utilizado por la Marina de los EUA como un "Sistema de Aeronaves No Tripuladas de Vigilancia Marítima de Área Amplia". Estas aeronaves, que tienen el tamaño de un jet de pasajeros 737, están llenos de equipos de vigilancia electrónica y cuestan al Pentágono más de $200 millones cada uno.

El dron es capaz de volar a altitudes de hasta 20.000 metros y se ha utilizado en las intervenciones militares de EUA en Irak y Siria, sin preocuparse de que sea vulnerable a los ataques desde la tierra. La preparación para la guerra contra Irán, sin embargo, como deja en claro el derribo del avión no tripulado, es otro asunto.

Irán ha informado que derribó el avión no tripulado con el sistema de defensa de misiles Sevom Khordad fabricado en Irán. Sin embargo, el país también ha recibido capacidades de misiles de Rusia, incluido el sistema de misiles tierra-aire S400, que acaba de comenzar a desplegar.

El derribo del caro dron estadounidense ha sido un shock para el Pentágono y otra advertencia de que los costos de una guerra total de Estados Unidos contra Irán serán mucho más altos que las intervenciones militares previas del imperialismo estadounidense en el Oriente Próximo.

Es la segunda vez en este mes que un avión no tripulado estadounidense ha sido derribado en la región. El 6 de junio, un avión MQ-9 Reaper de EUA fue derribado por rebeldes hutíes en Yemen mientras apoyaba la guerra casi genocida contra Arabia Saudí y sus aliados contra ese país, que ha matado a más de 80.000 civiles y ha llevado a millones al borde de la inanición.

El propio Irán ha afirmado haber derribado o tomado posesión de otros cinco aviones no tripulados estadounidenses antes del último derribo. En diciembre de 2011, capturó un dron furtivo Lockheed Martin RQ-170 estadounidense operado desde una base en Afganistán y que sobrevolaba el territorio iraní. Fue capaz de hacer ingeniería inversa del avión no tripulado para producir su propia versión de la aeronave.

El Comando Central de EUA (CENTCOM) respondió a la caída del avión no tripulado sobre Irán el jueves afirmando que el ataque con misiles fue un "ataque no provocado" y que la aeronave había estado volando sobre aguas internacionales.

Al igual que con las acusaciones de responsabilidad iraní por el daño a barcos petroleros en el golfo de Omán, no se han presentado pruebas para justificar los últimos cargos de los Estados Unidos sobre la caída del dron en aguas internacionales.

Tanto el Pentágono como el Gobierno iraní han proporcionado mapas que respaldan sus respectivas afirmaciones de que el avión no tripulado estaba sobrevolando aguas internacionales o el territorio iraní.

La verdad del asunto es que no hay acuerdo entre Washington y Teherán sobre lo que constituye el territorio iraní. Fue la dictadura del sha, respaldada por Estados Unidos, la que reclamó para Irán las aguas territoriales que se extienden a 12 millas náuticas de sus costas, incluso hasta el estrecho de Ormuz, que en su parte más angosta es de solo 21 millas náuticas.

Cualquiera que sea la trayectoria de vuelo del avión espía estadounidense, la afirmación de que su derribo por un misil iraní “no fue provocado" es ridícula.

El avión no tripulado se usaba para espiar a Irán en condiciones en las que Washington ha incrementado las amenazas militares contra el país, con el envío de un grupo de combate con portaaviones, una fuerza de ataque de bombarderos dirigida por B-52 con capacidad nuclear y un grupo de aterrizaje anfibio, llevando a marines de Estados Unidos. Esto ha sido seguido por el envío a la región de los primeros 1.500 soldados y luego otros 1.000 soldados estadounidenses, todos en nombre de "disuadir" amenazas a los "intereses estadounidenses en la región" atribuidas infundadamente a Irán.

Esta acumulación militar se ha llevado a cabo en el contexto de un asedio económico estadounidense contra Irán que equivale a un estado de guerra. La Administración de Trump, tras haber roto unilateralmente el acuerdo nuclear con Irán de 2015, firmado con las otras principales potencias, ha llevado a cabo lo que promociona como una campaña de "máxima presión". Este acto de estrangulamiento económico tiene como objetivo reducir las exportaciones de energía iraníes a cero y hacer morir de hambre a la población iraní para que se someta a la reimposición de un régimen títere respaldado por Estados Unidos en la línea de la odiada dictadura del sha.

El objetivo estratégico de este asedio económico y militar contra Irán, perseguido por las Administraciones republicanas y demócratas durante los últimos 40 años, es afirmar la hegemonía estadounidense sobre la región rica en petróleo de Oriente Próximo y así permitir que Washington esté en condiciones de racionar o cortar completamente las importaciones energéticas del principal rival global de Estados Unidos, China.

Si bien hay indicios de que hay profundas divisiones dentro del aparato estatal de Estados Unidos sobre el camino hacia la guerra contra Irán, las provocaciones de Estados Unidos en el golfo Pérsico conducen inexorablemente hacia un conflicto armado que podría cobrar rápidamente la vida de decenas de miles.

Al mismo tiempo, las tensiones sobre el asedio estadounidense contra Irán con Europa y China son una advertencia inequívoca de que la erupción de un enfrentamiento militar podría extenderse a una nueva guerra mundial.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de junio de 2019)

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