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Tras años de austeridad, Syriza sufre una derrota devastadora en las elecciones griegas

El partido derechista Nueva Democracia (ND) derrotó a Syriza ("Coalición de la Izquierda Radical") en las elecciones legislativas del domingo en Grecia. Esto pone fin a cuatro años de gobierno bajo Syriza, un partido “populista de izquierda”, que traicionó sus promesas electorales de acabar con las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea (UE) después del desplome de Wall Street en 2008.

ND recibió el 39.7 por ciento de los votos, mientras que Syriza recibió solo el 31.6 por ciento. El Movimiento por el Cambio (KINAL), la versión rebautizada de los socialdemócratas desacreditados y proausteros del PASOK, obtuvo el 7.9 por ciento. El estalinista Partido Comunista Griego (KKE), el ultraderechista Solución Griega y el movimiento Mera25 del exministro de Finanzas de Syriza, Yanis Varoufakis, completaron la lista de partidos que superaron el umbral del 3 por ciento para ingresar al Parlamento, con 5.4, 3.8 y 3.5 por ciento, respectivamente.

Alexis Tsipras y president de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker [crédito: Flickr, The Prime Minister of Greece] [Photo: Flickr, The Prime Minister of Greece]

El partido neonazi Amanecer Dorado no logró alcanzar el umbral del 3 por ciento y fue eliminado. Varios parlamentarios de extrema derecha se habían unido a ND o Syriza.

La victoria de ND no es una expresión de un desplazamiento de los trabajadores y jóvenes hacia la derecha. En su lugar, refleja una desafección masiva respecto a toda la élite política y un amplio disgusto popular con Syriza. La tasa de abstención alcanzó el 42 por ciento, la más alta en Grecia desde el restablecimiento de un Gobierno parlamentario-democrático hace 45 años, después de la sangrienta dictadura de 1967-1974 de la "junta de los coroneles" respaldada por la CIA.

El primer ministro saliente de Syriza, Alexis Tsipras, llamó al candidato de ND Kyriakos Mitsotakis a primera hora de la tarde para concederle la victoria de las elecciones. Según las estimaciones iniciales, ND tendrá 158 escaños en el Parlamento de 300 escaños, Syriza 86, KINAL 22, KKE 15, Solución Griega 10 y Mera25 un total de 9.

Mitsotakis dio un breve discurso prometiendo continuar con las medidas comerciales para reducir los impuestos y el gasto social, con la esperanza de que esto aliente a los inversionistas internacionales a contratar trabajadores griegos superexplotados. "Estoy comprometido con tener menos impuestos, muchas inversiones, para empleos nuevos y buenos, y un crecimiento que traerá mejores salarios y pensiones más altas en un Estado eficiente", dijo.

Mitsotakis recibió mensajes de felicitación del presidente de la Comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En una carta a Mitsotakis publicada en Twitter, Juncker prometió imponer más austeridad de la UE en Grecia, escribiendo: “Se ha logrado mucho. Pero queda mucho por hacer”.

Tsipras, por su parte, emitió una última declaración en la que defendía su historial de imponer el paquete más grande de medidas de austeridad de la UE jamás acordado en Grecia. "Hoy, con la cabeza en alto, aceptamos el veredicto de la gente. Para llevar a Grecia hasta donde está hoy, tuvimos que tomar decisiones difíciles a un alto costo político", declaró Tsipras.

Tsipras se dio unas palmaditas arrogantes en la espalda y elogió los "logros significativos para proteger a la mayoría social y a los trabajadores” que supuestamente alcanzó su Gobierno. "Mantenemos la cabeza alta, ya que la Grecia que estamos entregando no se parece en nada a la Grecia que tomamos hace cuatro años", dijo Tsipras. También emitió promesas vacías y mentirosas de transformar a Syriza en un "gran partido democrático progresista" que se esfuerza por "proteger los intereses de los trabajadores".

De hecho, Syriza ha presidido la imposición de miles de millones de euros en recortes al gasto en programas sociales básicos que incluyen pensiones, salud y educación. La mitad de los jóvenes griegos permanecen desempleados y la mitad de los griegos de entre 18 y 35 años siguen dependiendo de la ayuda financiera de sus familiares. En general, el desempleo ha bajado de 23 a 18 por ciento, aún astronómico y una reducción en gran medida de empleos informales con bajos sueldos.

Los derechos laborales básicos, incluyendo el derecho a un ingreso y al salario mínimo, han sido destrozados. Uno de cada tres trabajadores griegos trabaja por un salario a tiempo parcial de €317 por mes, o la mitad del salario mínimo oficial. Los patrones rutinariamente se niegan a proporcionarles un seguro social a los trabajadores o los obligan a devolver grandes porciones de sus salarios como sobornos para la empresa. Estas condiciones de trabajo esclavo se hacen cumplir con una mayor violencia patronal dirigida a los empleados que tratan de defender sus derechos sociales fundamentales.

"En la ciudad norteña de Tesalónica, se reportaron cuatro informes de agresión por parte de los empleadores durante un período de cinco meses", escribió el diario de derecha Kathimerini. Syriza preside algunas de las peores condiciones sociales y las políticas exteriores más violentas de cualquier Gobierno en Europa. Según Eurostat, el 34.8 por ciento de la población griega vive en la pobreza. Al mismo tiempo, Tsipras ha construido una red de escuálidos campos de concentración para detener a los refugiados de Oriente Próximo que huyen de las guerras imperialistas en las cercanías de Siria e Irak. Ha vendido enormes cantidades de armas a la monarquía saudí para su guerra genocida en Yemen.

La "izquierda radical" Syriza y organizaciones similares a nivel internacional no son partidos de izquierda ni socialistas, sino partidos de derecha, pseudoizquierdistas que representan a capas privilegiadas de la clase media-alta.

Cuando surgieron los resultados electorales ayer, los funcionarios de Syriza no pudieron evitar denunciar al pueblo griego como ingrato, insistiendo en que los trabajadores deberían agradecerle a Tsipras por su historial. L'Humanité, el periódico del aliado francés de Syriza, el estalinista Partido Comunista Francés, informó que los miembros de Syriza habían acudido a las redes sociales para denunciar "a los votantes que no entendían lo que el Gobierno hizo por ellos". El ministro de Syriza, Alekos Flambouraris, dijo que “los votantes no entendían cómo estaban votando".

Si bien L'Humanité criticó levemente esto como "relaciones públicas autodestructivas", este medio pseudoizquierdista pequeñoburgués en Europa que promovió a Syriza antes de su elección aún lo está defendiendo, incluso después de que Syriza haya sido destituida del cargo por votantes enojados desilusionados con sus mentiras.

Pablo Iglesias, el líder del partido español Podemos, el aliado más cercano de Syriza, elogió a Tsipras por supuestamente tener "el coraje de gobernar con todas las potencias griegas y europeas en su contra". En un tuit, Iglesias agregó: "Aquellos que nunca lo intentan, nunca toman el riesgo de estar equivocados. No enfrentamos Manhattan, pero fuiste digno y valiente".

Tales comentarios fraudulentos apuntan al callejón sin salida de cualquier intento por parte de la clase trabajadora de mejorar sus condiciones votando por facciones supuestamente de "izquierdas" de la élite gobernante. Estas fuerzas son solo herramientas de los bancos y de la UE.

El único camino a seguir es una lucha internacional por expropiar a la aristocracia financiera a través de la movilización revolucionaria de trabajadores en toda Europa y en todo el mundo, llevada a cabo de manera independiente y en contra de los reaccionarios pseudoizquierdistas como Syriza y Tsipras.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de julio de 2019)

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