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Más despidos según se recrudece deslizamiento en industria automotriz

La recesión global en la industria automotriz continúa con advertencias de nuevas pérdidas masivas de empleos a medida que las ventas continúan bajando en mercados clave y las compañías buscan ahorrar dinero para llevar a cabo la investigación y el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos. Las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China están ejerciendo una presión adicional sobre los fabricantes de automóviles.

El carácter global del ataque a los trabajos expone el nacionalismo reaccionario promovido por los sindicatos y los políticos de la gran patronal de todo el mundo, incluida la Administración Trump de Estados Unidos. La amenaza para los puestos de trabajo no es producto de las políticas comerciales de este o aquel país, sino del fracaso del sistema capitalista en sí, que se precipita hacia otra recesión económica importante.

Trabajadores en la planta de Suzuli Powertrain llevaron a cabo una huelga de simpatía en octubre de 2011 para apoyar a los trabajadores de la planta de ensamblaje de Maruti Suzuki en Manesar.

Esta semana, una figura líder de la industria en India advirtió que la caída continua de las ventas en India podría llevar a la reducción de 1 millón de empleos en el sector de componentes de automóviles de un empleo total de alrededor de 5 millones en el país.

Según Ram Venkataramani, presidente de la Asociación de Fabricantes de Componentes Automotrices de India, las ventas de automóviles de pasajeros en India cayeron un 18.4 por ciento en el primer trimestre de 2019 y las ventas en junio estuvieron en el nivel más bajo en 18 años. El sector automotriz representa casi la mitad de todas las manufacturas en India y la desaceleración de la industria automotriz es una razón importante en la desaceleración económica en ese país. Alrededor de 35 millones de empleos dependen directa o indirectamente de la producción automotriz.

China, el mercado automotriz más grande del mundo, continúa experimentando una disminución en las ventas, con ventas de vehículos nuevos que cayeron un 14 por ciento interanual en el primer semestre de 2019. Las ventas del primer trimestre de General Motors cayeron un 10 por ciento y Volkswagen un 6 por ciento. La caída ha borrado 220,000 empleos, alrededor del cinco por ciento del total, en la industria automotriz china desde julio de 2018.

La disminución está teniendo un grave impacto en muchos fabricantes de automóviles, y se espera que algunos se retiren de China por completo en un futuro no muy lejano. Las plantas de automóviles Ford en China, por ejemplo, estaban operando solo a un 11 por ciento de su capacidad durante los primeros seis meses de 2019. Las ganancias de las ventas en China representan un porcentaje significativo de los ingresos antes de impuestos para muchas de las principales compañías automotrices mundiales, incluida Audi (más del 40 por ciento), Volkswagen (38 por ciento) y General Motors (23 por ciento).

La semana pasada, Nissan, con sede en Japón, anunció la eliminación de 12,500 empleos en todo el mundo, incluidos 6,400 en Japón, Estados Unidos, Reino Unido, México, España, India e Indonesia para marzo de 2020. Otros 6,100 se recortarán en los años fiscales 2021 y 2022.

La caída en Asia es paralela a una caída en las ventas de automóviles en América del Norte, con un analista del Bank of America / Merrill Lynch advirtiendo que las ventas podrían deslizarse un 30 por ciento para 2022. Ford, General Motors y Fiat Chrysler han anunciado despidos en los Estados Unidos y Canadá en 2019. Además, alrededor de 2,420 de los recortes de Nissan llegarán a plantas en los Estados Unidos y México. A principios de este año, Nissan eliminó 381 empleos en su fábrica de Canton, Mississippi, cuando eliminó un turno de producción.

Esta semana GM cerró su planta de transmisión de 78 años en Warren, Michigan con la pérdida de 200 empleos. La planta, que en 2006 contaba con 1.200 empleados, es una de las cinco en América del Norte que la compañía programó cerrar para principios de 2020 a un costo total de 14,000 empleos de producción y oficina. GM cerró previamente su planta de ensamblaje de Lordstown, Ohio, y amenaza con cerrar otras dos plantas de ensamblaje en Detroit-Hamtramck y Oshawa, Ontario.

Fiat Chrysler eliminó un turno a principios de este año en su planta de ensamblaje de Belvidere, Illinois, y programó el despido del tercer turno en su planta de ensamblaje de Windsor, Ontario, con la pérdida de 1,500 empleos.

A principios de este mes, Ford en Canadá anunció que despedirá a 200 trabajadores en su planta de Oakville, Ontario, en septiembre, con la amenaza de futuras reducciones potenciales de empleos. El anuncio sigue a un baño de sangre por parte de Ford, incluida la eliminación de 12,000 empleos de producción en Europa y 7,000 empleos oficinistas en América del Norte, el 10 por ciento de su fuerza laboral global asalariada.

Opel anunció la semana pasada otros 1,100 recortes de empleos en Rüsselsheim, Eisenach y Kaiserslautern. En junio, Ford terminó efectivamente la producción en Rusia, finalizando el cierre de tres fábricas.

El ataque a los empleos se ve impulsado por las incesantes demandas de los inversores de tasas de rendimiento cada vez más altas en medio de condiciones de mercado más estrictas. Esto requiere exprimir cada vez más la producción de los trabajadores, por medio de las racionalizaciones y la destrucción de las protecciones laborales ganadas durante décadas de luchas amargas.

Una característica vil de esto ha sido el crecimiento exponencial los puestos casuales e informales, que torna a los trabajadores en poco más que parias, con salarios más bajos y con pocos o ningún derecho. No hay otro lugar donde esto sea más evidente que en India, donde los trabajadores por contrato representan entre el 70 y 80 por ciento de la fuerza laboral automotriz, según el portavoz de la industria MS Unnikrishnan. La lucha contra el trabajo por contrato fue el tema principal en la lucha de los trabajadores de Maruti Suzuki en la planta de Manesar que llevó a la trama por falsos cargos de asesinato de los 13 líderes del recién organizado Sindicato de Trabajadores de Maruti Suzuki.

Aterrorizado por la creciente militancia de los trabajadores del automóvil, en junio el Gobierno del estado de Tamil Nadu invocó la legislación de "servicios esenciales" de la India para prohibir efectivamente las huelgas en el sector de autopartes.

En los Estados Unidos, el uso de trabajadores a tiempo parcial y por contrato se ha convertido en un tema importante en las conversaciones contractuales en curso entre el sindicato United Auto Workers y los fabricantes de automóviles con sede en Detroit. Existe un poderoso apoyo entre las bases de los trabajadores automotores a convertir a los trabajadores a tiempo parcial y por contrato en empleados a tiempo completo con sueldos y beneficios completos, mientras que GM quiere que la mitad de su fuerza laboral sea temporal.

Se anticipa un nuevo asalto a los trabajos y las condiciones de trabajo con el uso cada vez mayor de vehículos eléctricos y sin conductor, que requieren menos piezas mecánicas que los camiones y automóviles a gasolina o diésel. Como dijo un analista de mercado al sitio web de inversores S&P Global, “Al disminuir la demanda de componentes relacionados con motores de combustión interna, los proveedores legacy se verán obligados a competir cada vez más en función de los costos en un mercado de tamaño decreciente (incluso más que ahora) y esto generará beneficios para los competidores de escala, lo que obligará a los proveedores a fusionarse con el tiempo”.

Señaló que, en este proceso "se requerirán recursos financieros significativos y los proveedores grandes y bien capitalizados tendrán nuevamente una ventaja competitiva inherente, probablemente obligando a realizar fusiones y consolidación con el tiempo". Esto se ha reflejado en una serie de fusiones y asociaciones, incluida la reciente alianza entre Ford y Volkswagen en el desarrollo de vehículos autónomos y automóviles eléctricos.

Asamblea masiva en la plaza de Matamoros durante las huelgas espontáneas en México más temprano este año [Crédito: Esteban Martínez]

El asalto a las condiciones de la clase trabajadora, que no se limita a la industria automotriz, se enfrenta a una resistencia creciente. Esto fue expresado por la reciente huelga de trabajadores de autopartes de Faurecia en Saline, Michigan, y las crecientes luchas internacionales, incluida una huelga general a principios de este mes en Ecuador, protestas masivas en Argelia, Hong Kong y el territorio estadounidense de Puerto Rico. A principios de este año, una rebelión de 70.000 trabajadores de autopartes en Matamoros, México, cortó el suministro de piezas críticas a las fábricas de automóviles de Estados Unidos y Canadá.

Los trabajadores automotores de todo el mundo enfrentan el mismo ataque contra sus trabajos, estándares de vida y condiciones laborales. Es por eso por lo que necesitan una estrategia global para unir y coordinar las luchas de los trabajadores automotores a través de las fronteras nacionales.

Los sindicatos United Auto Workers en EUA, Unifor en Canadá, IG Metall en Alemania y todos los demás sindicatos se basan en el reaccionario y anticuado programa del nacionalismo. Lejos de resistir el ataque contra los empleos y niveles de vida, el UAW y los otros sindicatos exigiéndoles a los trabajadores más concesiones afirmando que, si los trabajadores se someten a las demandas de sus "propios" explotadores capitalistas, esto salvará sus empleos en contra de los trabajadores en otros países.

Los recortes de los empleos no son el resultado del comercio injusto o la competencia extranjera, sino del capitalismo. Como dijo Karl Marx en la "guerra industrial entre capitalistas", las "batallas no se ganan tanto reclutando, sino despidiendo al ejército de trabajadores. Los generales (los capitalistas) compiten entre sí sobre quién puede desechar la mayor cantidad de soldados industriales".

En lugar de los sindicatos corruptos y burocráticos, los trabajadores deben organizar comités de fábrica y en cada lugar de trabajo, democráticamente elegidos y controlados, para librar una lucha contra las empresas de automóviles. Estos comités no comenzarán su labor a partir de las demandas de las ganancias de la gerencia corporativa, sino con las necesidades de los trabajadores de asegurar empleos, salarios dignos y un lugar de trabajo seguro y saludable.

La lucha por defender los empleos plantea la necesidad de una reorganización de la sociedad. Contra el “derecho” de las corporaciones a cerrar fábricas y devastar comunidades, los trabajadores deben avanzar su derecho social a un trabajo y un nivel de vida dignos. Esta es una lucha política, que plantea la necesidad de desarrollar un movimiento político de la clase trabajadora para unir a los trabajadores a nivel mundial en la lucha por el socialismo internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de julio de 2019)

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