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El gobierno español amenaza con más represión al intensificarse las protestas de masas en Cataluña

Por tercera noche consecutiva estallaron ayer protestas masivas y peleas callejeras en ciudades de toda Cataluña, al atacar la policía a trabajadores y jóvenes que protestaban por la condena fraudulenta de 12 dirigentes nacionalistas catalanes después de un juicio farsa por su papel en el referéndum sobre la independencia catalana de 2017. Autovías y vías férreas están cortadas, universidades ocupadas, las principales avenidas de Barcelona bloqueadas, y miles de personas se manifestaron en ciudades por toda la región en medio de tensos pulsos con la policía.

La policía está utilizando cada vez más violencia mientras siguen las protestas contra el fallo. El lunes, 121 personas resultaron heridas de las cuales 24 fueron hospitalizadas. Un joven manifestante perdió un ojo por el impacto de una bala de goma, un arma que la policía regional no tiene permitido utilizar. El martes hubo 51 arrestos y dejó a 125 personas heridas, 72 de las cuales son policías, según los servicios sanitarios catalanes.

Anoche, la policía española y la policía regional catalana una vez más atacaron violentamente en Barcelona una protesta que estimaron en 40.000 personas, principalmente jóvenes de quienes se dijo que pertenecían a la coalición nacionalista catalana Comités para la Defensa de la República (CDR). El corresponsal de la BBC Jean Mackenzie tuiteó: “Acabo de ver filas de policías corriendo en la principal manifestación en Barcelona, tirando balas de goma a multitudes de personas en una vigilia con velas por los presos catalanes. Eso transformó instantáneamente la situación en espantosa y violenta. Ahora hay miles de personas corriendo de la policía en todas direcciones”.

Los manifestantes encendieron hogueras, y choques violentos continuaron durante la tarde en la ciudad más grande de Cataluña. Tarde anoche, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau informó de que había más de 40 incendios bloqueando rutas o coches ardiendo. Los manifestantes abuchearon a la policía española y a agentes de la policía regional catalana, los Mossos d’Esquadra, mientras abandonaban sus posiciones en la Gran Vía y huían.

Protestas de cientos a varios miles de personas tuvieron lugar en ciudades y pueblos de toda Cataluña, incluyendo Gerona, Lleida, Tarragona, Vic, Tortosa, Terrassa, Puigcerdà, Mataró e Igualada. En varias ciudades, los manifestantes quemaban peleles que representaban al conseller de interior Miquel Buch para protestar contra la colaboración del ministro con las fuerzas policiales españolas.

De manera significativa, las protestas en España se extendieron hacia afuera de Cataluña ayer. Miles de personas asistieron a una protesta en la Puerta del Sol de Madrid, sosteniendo pancartas en defensa del derecho de los nacionalistas catalanes a celebrar un referéndum de independencia y coreando “Libertad para los presos políticos”, “Madrid junto al pueblo catalán” y “Sí al derecho a decidir”. Un grupo de neonazis del que se informó que estaban escondidos en calles aledañas atacaron a grupos de manifestantes alrededor de la congregación en Puerta del Sol.

Ayer, decenas de miles de personas participaron en las cinco “Marchas por la libertad” de tres días que empezaron en las carreteras de Cataluña convocadas por la ANC y Òmnium Cultural. Las diferentes columnas tienen previsto converger el viernes por la tarde en Barcelona, donde tienen la intención de unirse a la manifestación convocada por el sindicato independentista Intersindical como parte de una huelga general de un día para protestar contra la sentencia del Tribunal.

Sectores de la burocracia sindical en Cataluña, conscientes de la ira creciente entre los trabajadores por la sentencia autoritaria contra los nacionalistas catalanes, se sintieron obligados a convocar protestas.

El martes, en medio de la ira creciente entre los estibadores de Barcelona, la Organización de Estibadores Portuarios de Barcelona tuiteó: “hemos decidido apoyar la defensa del próximo viernes del trabajo y los derechos democráticos de todos los ciudadanos de Cataluña. … Protestaremos contra las reformas laborales pero también contra la sentencia del Tribunal Supremo”. Concluyó que iba a la huelga no “porque seamos independentistas, ya que somos un sindicato plural que abarca a todas las ideologías políticas, pero vemos que hay una violación de los derechos civiles y este fallo no ayuda a resolver el conflicto”.

Las principales federaciones sindicales españolas, la estalinista Comisiones Obreras (CCOO) y la socialdemócrata Unión General del Trabajo (UGT), se han negado a convocar huelgas, sin embargo, y están bloqueando huelgas para defender a los trabajadores catalanes. Se están haciendo eco de las posiciones reaccionarias de sus partidos afiliados, el partido estalinista-pablista Podemos y el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente del gobierno en funciones Pedro Sánchez.

El gobierno de Sánchez está intensificando su represión policial, trabajando de cerca con el resto del establishment político. El Ministerio del Interior ha anunciado que enviará 1.100 más guardias civiles, sumándose a los actuales 2.000 guardias civiles y agentes de la Policía Nacional. El ministerio ha dicho que se quedarán allí durante por lo menos un mes más. El ministerio también ha anunciado que están investigando a Tsunami Democratic, una app que supuestamente está coordinando las acciones de los manifestantes.

Después de encontrarse con los líderes de los principales partidos españoles con representación parlamentaria, Sánchez advirtió que no descarta “ningún escenario”, ni siquiera invocar la Ley de Seguridad Nacional para controlar la policía de la región, ni el Artículo 155 para destituir al gobierno catalán elegido democráticamente. Añadió, “todo está planeado y actuaremos, si es necesario, desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad”.

El partido ultraderechista Vox está exigiendo al PSOE que invoque el artículo 116 de la constitución. Esto supondría imponer el estado de emergencia, la ley marcial y el despliegue de soldados en toda Cataluña.

El principal sostén sobre el que se apoyan el PSOE y los sectores abiertamente fascistas de la burguesía española es el papel de Podemos y los propios nacionalistas catalanes en reprimir a la oposición política.

Cuarenta años después del colapso del régimen franquista en medio de luchas obreras de masas, hay una profunda oposición entre los trabajadores a un regreso a una dictadura fascista. Podemos, sin embargo, está dejando claro que no apelará a este sentimiento. En cambio, como millones de personas en toda España se oponen a esta sentencia, el dirigente de Podemos Pablo Iglesias se reunió con Sánchez para dejar claro que Podemos continuaría apoyando la represión del PSOE.

En una rueda de prensa tras su reunión con Sánchez sobre Cataluña, Iglesias dijo que había prometido la “colaboración plena de Podemos para apoyar las iniciativas del gobierno para iniciar el diálogo y reducir la intensidad de la tensión en la región”.

Iglesias luego intentó restar importancia a la represión del PSOE. Al preguntársele si el PSOE está planeando alguna acción, dijo: “No creo que el gobierno esté planeando ninguna medida excepcional”. Afirmó, sin embargo, que “nos gustaría llevar al PSOE hacia nuestras posiciones para defender el diálogo y las medidas para bajar las tensiones actuales”.

Podemos está en la bancarrota porque es un partido burgués que se basa en el mismo eje de clase que el PSOE: la autoridad política, la represión policial y la integridad territorial del Estado capitalista español.

En cuanto al gobierno regional catalán, es dirigido por los partidos nacionalistas catalanes de la austeridad, independentistas y defensores de la Unión Europea (UE): Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Cat (JxCat), cuyos dirigentes, incluyendo al exvicepresidente Junqueras, acaban de recibir sentencias draconianas. Sin embargo, está ordenando a su policía regional, los Mossos d’Esquadra, que trabajen estrechamente y se coordinen con la policía española mientras atacan a los que protestan contra la sentencia en toda Cataluña.

El gobierno catalán cínicamente declaró que comparte el “enfado del pueblo tras la sentencia”, mientras continuaba ordenando que su policía golpeara y atacara a los manifestantes. La portavoz del gobierno catalán Meritxell Budó dijo que siente “empatía” por las protestas “contundentes” contra la sentencia, pero de manera absurda afirmó que las fuerzas de seguridad cargan con porras para “proteger a los manifestantes”. Añadió que “había reuniones, aglomeraciones en los andenes del transporte público. Esto puede poner en riesgo la seguridad y hubo veces en las que el cordón policial se podría haber roto”.

Por ahora, la represión del gobierno regional ha sido tan salvaje que el gobierno del PSOE ha dicho que no necesita invocar un estado de emergencia por el momento.

De manera semejante, aunque afirma falsamente que simpatiza con la huelga general de este viernes, el gobierno catalán ha impuesto unos servicios mínimos estrictos para limitar la participación en la huelga. El Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia ha impuesto servicios mínimos del 50 por ciento en el metro y los autobuses que operan en horas punta en Barcelona. Se requerirá que los trenes locales y regionales tengan un mínimo del 33 por ciento de los trenes funcionando durante todo el día.

(Publicado originalmente en inglés el 17 de octubre de 2019)

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