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¡Formar comités de base para expandir la lucha!

La huelga de maestros de Chicago en peligro mientras la CTU maniobra para cerrarla

La huelga de 32,000 educadores de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) entró hoy en su tercer día escolar. Las decenas de miles de maestros y personal en huelga luchan por clases más pequeñas, un mayor número de personal de apoyo crítico como bibliotecarios, enfermeras y trabajadores sociales, y fondos adicionales para el tercer sistema escolar más grande de los Estados Unidos.

CPS, una pieza central de la política de "reforma" de la educación corporativa del Partido Demócrata, ha recortado los fondos no solo en maestros y personal, sino en todos los niveles, lo que resulta en edificios escolares desmoronados y suministros y recursos educativos prácticamente inexistentes en una ciudad donde la desigualdad social se ha disparado.

Maestros protestando en Chicago

La defensa de la educación pública y los maestros tiene un enorme apoyo en la clase trabajadora. Sin embargo, el éxito de esta lucha depende de una comprensión clara de a qué se enfrentan los maestros: quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos.

Primero, la lucha para garantizar el derecho a la educación pública para todos, junto con un ingreso habitable y beneficios confiables para ellos, coloca a los maestros en conflicto directo con todo el aparato político, y en particular con el Partido Demócrata, que domina la política de Chicago.

La nueva alcaldesa electa de Chicago, Lori Lightfoot, ha dejado en claro cuál es la posición de su administración en relación con las demandas de los maestros. “El hecho es que no hay más dinero. Punto", ha proclamado. Esto es absurdo en una ciudad y estado dominado por la familia Pritzker, que tiene un patrimonio neto de $29 mil millones.

Además, Lightfoot ha cancelado clases cada día de la huelga, indicando que no habrá días de recuperación para los estudiantes. Esto abre el camino para que los días de huelga sean efectivamente excedencias, días en que no se pagaría a los maestros. La Chicago Teachers Union (CTU) no ofrece pago de huelga.

Lightfoot, una abogada corporativa y la persona clave del exalcalde Rahm Emanuel por manejar las consecuencias del asesinato policial de Laquan McDonald y su encubrimiento oficial, continúa con la política de la administración de Emanuel. Emanuel, el exjefe de gabinete de Obama, fue responsable de la destrucción de docenas de escuelas tras el cierre de la huelga de maestros de 2012.

Emanuel estaba implementando la política de la administración Obama, con su ataque "Carrera hacia la Cima" contra la educación pública, seguido por el ataque reaccionario de Trump contra todos los derechos sociales de la clase trabajadora.

Segundo, los maestros se enfrentan en el Sindicato de Maestros de Chicago, y en los sindicatos de maestros en general, organizaciones que están decididas a sofocar su lucha, canalizarla detrás del Partido Demócrata y cerrarla lo más rápido posible. Para ganar la huelga, los maestros deben tomarla en sus propias manos, a través de la formación de comités de huelga de base.

La CTU y su presidente, Jesse Sharkey, están tratando de llevar a cabo la huelga de una manera que asegure su derrota. Sharkey comenzó la huelga con la garantía de que sería "a corto plazo". Durante el fin de semana, respondió a la decisión de CPS de cancelar las clases el lunes con una queja de que este anuncio era "prematuro", ya que podrían llegar a un acuerdo el domingo.

Cualquier acuerdo "negociado" por la CTU sobre esta base será uno que acepte todas las demandas de CPS.

Cualquiera que sea la retórica demagógica ocasional, la CTU está trabajando estrechamente con Lightfoot y la administración. Cuando Lightfoot se inauguró en mayo, la CTU promovió ilusiones en sus promesas de campaña para la educación. En pocas semanas, las afirmaciones de que los maestros tenían una "amiga" en Lightfoot habían sido expuestas como mentiras.

La CTU está siguiendo un patrón muy usado. En la poderosa huelga de maestros de Chicago de 2012, fue justo en el momento en que la huelga desafió la política de "reforma escolar" en favor de las empresas del Partido Demócrata y amenazó la campaña de reelección de Obama, que la CTU puso fin a la huelga (bajo el liderazgo de Karen Lewis, con Sharkey como vicepresidente).

Se impuso un contrato de concesiones que preparó el camino para el cierre masivo de escuelas, despidos, recortes de fondos y la expansión de las escuelas privadas. A cambio de sus servicios, a la Federación Estadounidense de Maestros (AFT), la organización matriz de la CTU, se le permitió sindicalizar a los maestros de escuelas privadas con salarios más bajos.

La AFT, junto con la Asociación Nacional de Educación (NEA), ha desempeñado el papel principal en aislar y cerrar la serie de huelgas de docentes en los últimos dos años e imponer las demandas de austeridad de ambos partidos de grandes empresas. En West Virginia, donde en 2018 los maestros dejaron sus puestos de trabajo dándole la espalda a la política conciliadora de los sindicatos y los gobiernos locales y estatales, el gobernador demócrata recientemente legalizó las escuelas privadas.

Los comités de huelga de base, controlados democráticamente por los propios maestros, deben tomar el control de la huelga y convertirla en una lucha más amplia para defender la educación pública y oponerse a los dictados de la élite gobernante.

Esto significaría un llamamiento inmediato a todas las secciones de la clase trabajadora para apoyar su lucha, incluyendo el sindicato de los 48,000 trabajadores automotores de GM que han estado en huelga durante más de un mes. Actualmente, los trabajadores automotores enfrentan los esfuerzos del United Auto Workers para acabar con su lucha sobre la base de un contrato que allana el camino para una reestructuración masiva de la industria automotriz.

Tercero, los maestros están comprometidos en una lucha contra el sistema capitalista. ¿Por qué se sacrifican los derechos sociales más básicos, incluyendo el derecho a la educación pública, mientras se suman cantidades cada vez mayores de dinero a los bolsillos de la élite empresarial y financiera? Esto es capitalismo.

Las condiciones en las Escuelas Públicas de Chicago son producto de una contrarrevolución social de décadas, durante la cual tanto demócratas como republicanos han facilitado la destrucción de empleos, salarios y programas sociales. Después de la crisis económica de 2008, la administración Obama supervisó la mayor transferencia de riqueza de la clase trabajadora a los ricos en la historia de los Estados Unidos. Esto se está intensificado por la administración Trump.

La clase trabajadora ha comenzado a defenderse. La huelga en Chicago es parte de una ola mundial de luchas de maestros en los últimos dos años. Esto es en sí mismo parte del crecimiento de la lucha de clases en general, incluyendo los trabajadores automotores en los EUA y las manifestaciones y huelgas masivas en Ecuador, Líbano, Chile, Francia, el Reino Unido y muchos otros países.

El éxito de esta lucha requiere una nueva estrategia. Los maestros de Chicago no deberían sentarse y esperar la inevitable traición que está preparando la CTU. ¡Forma comités de base en cada escuela para discutir una estrategia para ganar esta huelga! ¡Convierta la huelga de los docentes en una contraofensiva más amplia de toda la clase trabajadora contra la desigualdad social y la oligarquía corporativa!

(Publicado originalmente en inglés el 21 de octubre de 2019)

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