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United Auto Workers declara ratificado el contrato entreguista de la Ford en medio de una oposición generalizada

El United Auto Workers (UAW) anunció la ratificación del acuerdo nacional en Ford en un comunicado publicado en su sitio web el viernes por la noche. Según el recuento oficial, el contrato fue aprobado por un margen de 56 a 44.

No se puede tomar nada al pie de la letra de lo que proviene del UAW, que ha demostrado una y otra vez que pisoteará la voluntad democrática de los trabajadores automotores. Sin embargo, incluso suponiendo que los votos totales sean legítimos, no expresan su apoyo al acuerdo.

La votación en sí tuvo lugar bajo una atmósfera de intimidación y mentiras emanadas del UAW. Los trabajadores de la industria automotriz que hicieron preguntas críticas en las reuniones informativas locales fueron rápidamente expulsados. Los trabajadores que hablaron con el World Socialist Web Site explicaron que los funcionarios locales amenazaron a los trabajadores con que, si no votaban para aprobar el contrato, el UAW repetiría su desempeño en General Motors. El UAW envió a los trabajadores de GM a la huelga durante un mes solo para que votaran un contrato que acepta todas las demandas clave de la compañía.

Sin embargo, los trabajadores automotores votaron por el “no” en cantidades significativas, desafiando las amenazas del sindicato. El Ensamblaje de Louisville y la Planta de Camiones de Kentucky rechazaron el contrato en grandes cantidades, en un 70 por ciento y un 63 por ciento, respectivamente. A principios de mes, los trabajadores del Ensamblaje de Chicago rechazaron el contrato por un margen de 2 a 1. El noventa por ciento de los trabajadores de Romeo Engine, que está cerrando bajo los términos del contrato, también votaron por el “no”.

“Ford tiene 37 mil millones en efectivo, pero continúan cortándoles la garganta a sus empleados”, dijo un trabajador de Lima Engine. “Este [contrato] solo es bueno para ... veamos, nadie más que Ford y la Internacional [UAW]. En el próximo contrato irán por la atención médica”.

“Estoy seguro de que nos enteraremos de todas las cosas negativas sobre el contrato que se nos ocultaron”, dijo un trabajador de Dearborn Truck. No puede haber ninguna duda, agregó, de que “se aumentará el límite para los trabajadores temporales. Hay que oponerse al programa de vigilancia ”.

Una característica importante de la votación han sido las tasas de abstención generalizadas en las instalaciones clave. En Dearborn Truck, donde se cree que el UAW llenó las urnas con votos falsos en 2015 para garantizar la aprobación del último contrato de Ford, la tasa de abstención fue de casi el 50 por ciento. En el Ensamblaje de Chicago, la tasa de abstención fue aún mayor.

Si bien aún quedan papeletas por contar al momento de escribir este artículo, parece que significativamente más trabajadores votaron en contra o se abstuvieron o votaron a favor del contrato. Por lo tanto, el voto en Ford es un voto de no confianza en el UAW. El contrato se aprobó a pesar de la oposición masiva porque los trabajadores sabían que el UAW no volvería con nada mejor.

“Todos los empleados y asalariados temporales de Ford estarán en la categoría superior a tiempo completo al final de este acuerdo de cuatro años”, dijo el presidente interino del UAW, Rory Gamble, quien reemplazó a Gary Jones después de que este último estuviera implicado en la investigación creciente de corrupción federal.

“Este es un contrato que les cambia la vida a muchos y proporciona una plantilla para todos los futuros miembros de Ford UAW a un estatus de tiempo completo y mejor valorado. No habrá más situaciones temporales permanentes ni más niveles permanentes”. Concluyó: “El compromiso de Ford con la seguridad laboral y el ensamblaje en los Estados Unidos es un modelo para los fabricantes estadounidenses”.

De hecho, el contrato hace que el UAW sea conjuntamente responsable, en un grado aún mayor que antes, de los ataques contra los trabajadores. La expresión más siniestra de esto es el acuerdo del sindicato con las vastas redes de cámaras en todas las plantas, lo que permitirá a Ford espiar a los trabajadores cada segundo que estén en la línea.

El contrato allana el camino a la conversión de una parte importante de la fuerza laboral en trabajadores temporales altamente explotados, encadenados en un “camino” falso hacia el empleo regular. No hay nada en el contrato que impida a Ford despedir a los trabajadores temporales antes de que alcancen el umbral para evitar contratarlos como empleados regulares.

Los límites en el número de trabajadores temporales a nivel nacional y local pueden ser anulados, de acuerdo con el contrato, si tanto el sindicato como Ford están de acuerdo. La moratoria sobre los cierres de plantas, que exime a Romeo Engine, tampoco tiene valor. El UAW permitió a GM violar una disposición similar el año pasado cuando cerró tres plantas en los EEUU. El UAW ratificó los cierres en el nuevo contrato y permitió a la compañía cerrar un cuarto.

En cuanto al supuesto “compromiso” de Ford con la “seguridad laboral” estadounidense, la compañía se encuentra en medio de una masacre mundial de empleos exigida por sus inversores de Wall Street. Ya eliminó 1.000 empleos de fábrica y despidió a 7.000 trabajadores de cuello blanco en los Estados Unidos.

La “seguridad laboral estadounidense” es la palabra en clave del UAW para el cierre de plantas fuera de los Estados Unidos, que según afirma de manera fraudulenta beneficiará a los trabajadores estadounidenses. En Europa, Ford despidió a 12.000 trabajadores pagados por hora y cerró cinco plantas. Pero no puede haber ninguna duda de que el UAW aceptará los cierres de plantas que Ford exija en los EEUU, especialmente a medida que una desaceleración creciente y cambios tecnológicos en la industria hacen que gran parte de su capacidad de fabricación sea “excedente”.

Lo siguiente en el expediente para el UAW es el contrato en Fiat Chrysler. Las conversaciones finales comenzarán el lunes, con un acuerdo tentativo probablemente poco después.

Los comentaristas de la industria están expresando cierto grado de ansiedad en la prensa sobre la respuesta de los trabajadores de Fiat Chrysler, que tienen la mayor proporción de trabajadores temporales fuera de los fabricantes de automóviles de Detroit, a un acuerdo tentativo. En 2015, los trabajadores de FCA rechazaron el acuerdo inicial por un margen de 2 a 1, la primera derrota de un contrato nacional en el UAW en tres décadas. Este fue el comienzo de una rebelión de la base cuyo control el UAW apenas pudo recuperar.

Ahora es evidente que el UAW está castigando a los trabajadores de FCA, que fue el principal negociador en el último contrato, al hacer que votaran por última vez en esta ronda. Sin duda, están tratando de ponerles los tornillos a los trabajadores de Fiat Chrysler presentándoles un hecho consumado, con los acuerdos de GM y Ford ya disponibles.

Los trabajadores del automóvil necesitan nuevas organizaciones para llevar adelante su lucha. La corrupción y las traiciones del UAW son producto del hecho de que es un instrumento de gestión corporativa, no una organización de trabajadores.

Los trabajadores automootoores deben formar comités de base que luchen por lo que los trabajadores necesitan, no con lo que las compañías declaran aceptable. En oposición a los “derechos de gestión”, estos comités servirán como órganos del poder de los trabajadores, que sienten las bases para una verdadera democracia industrial.

En oposición al veneno de los sindicatos del “Estados Unidos Primero”, lucharán por la unificación de la clase trabajadora de todos los países, que esta involucrada en una lucha única contra las mismas corporaciones multinacionales gigantes.

En particular, estos comités deben exigir la reincorporación inmediata de los trabajadores mexicanos, los nueve de Silao de la GM que fueron despedidos por apoyar la huelga en los Estados Unidos.

(Publicado originalmente en inglés el 16 noviembre 2019)

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