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Estados Unidos declara que los asentamientos israelíes ya no son ilegales

El secretario de Estado Mike Pompeo anunció el lunes que Estados Unidos ya no considera ilegales los asentamientos israelíes en las tierras palestinas de las que se apoderaron durante la guerra árabe-israelí de 1967.

Al hacerlo, le está dando al gobierno provisional de extrema derecha del Primer Ministro Benjamín Netanyahu carta blanca para acelerar la creación de nuevos asentamientos sionistas y la expansión de los existentes. La decisión de los Estados Unidos es una luz verde para una escalada en la limpieza étnica de los palestinos de Jerusalén Este y la anexión de tierras palestinas.

La decisión anunciada por Pompeo también deja en claro que Washington no tolerará restricciones en su búsqueda de la hegemonía estadounidense a través de guerras criminales de conquista, anexiones y la reimposición del colonialismo brutal.

Su anuncio en una conferencia de prensa del Departamento de Estado equivale a un argumento para abrogar todas las leyes internacionales existentes si Estados Unidos las ve como un obstáculo para sus intereses. Para la administración Trump, lo que es “legal” estará determinado por esos intereses y el uso de la fuerza militar para lograrlos.

Pompeo dijo: “Después de estudiar cuidadosamente todos los lados del debate legal, esta administración está de acuerdo en que ... (el) establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es, per se, incompatible con el derecho internacional”.

“Llamar al establecimiento de asentamientos civiles incompatibles con el derecho internacional no ha promovido la causa de la paz”, dijo. “La dura verdad es que nunca habrá una resolución judicial del conflicto, y los argumentos sobre quién tiene razón y quién está equivocado como una cuestión de derecho internacional no traerán la paz”.

Por lo tanto, la administración Trump revertiría el “enfoque” de los gobiernos de EEUU anteriores sobre el tema de los asentamientos que sostenía que los asentamientos civiles en los territorios ocupados son “incompatibles con el derecho internacional”. De ahora en adelante, la legalidad de los asentamientos individuales sería un asunto que decidirán los tribunales de Israel.

La medida que otorga a Israel y sus tribunales rienda suelta, afirmó, “proporcionaría el espacio para que israelíes y palestinos se unan para encontrar una solución política”.

En realidad, Estados Unidos nunca se opuso a los asentamientos israelíes, sino que protegió a Israel de toda crítica y posible sanción legal. Los presidentes estadounidenses posteriores a Jimmy Carter se refirieron a los asentamientos como “obstáculos a la paz” o “ilegítimos” o “innecesariamente provocativos”, en lugar de ilegales, luego de un veredicto del Departamento de Estado en 1978 —con Ronald Reagan en desacuerdo incluso con esta designación diluida. Independientemente de su posición formal, las sucesivas administraciones han respaldado la agresión militar de Israel en la región, su expansión de los asentamientos y el uso de la fuerza contra los palestinos, utilizando su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para anular al menos 43 proyectos de resolución relacionados con Israel.

El Departamento de Estado —en reconocimiento de que el anuncio de Pompeo podría causar protestas en los Territorios Ocupados palestinos y en Jerusalén Este —emitió una advertencia de viajar para todas las instalaciones del gobierno de EEUU, los intereses privados de EEUU y los ciudadanos de EEUU en Cisjordania, Gaza y Jerusalén.

Según el derecho internacional, Cisjordania, Jerusalén Este, Gaza y los Altos del Golán sirios se consideran territorios ocupados. Los Convenios de Ginebra, promulgados a raíz de la Segunda Guerra Mundial para evitar la repetición de los crímenes cometidos por el régimen nazi de Alemania, prohibieron la anexión de territorios capturados en la guerra, así como la construcción por una potencia ocupante de asentamientos civiles en tales tierras.

Mientras Pompeo da a entender que la Casa Blanca de Trump estaba simplemente repitiendo la postura anterior de Reagan, ha ido mucho más lejos, invirtiendo el veredicto de 1978 del Departamento de Estado. A pesar de sus repetidos y mentirosos intentos de responder preguntas sobre el anuncio al afirmar que la nueva posición de Washington se basaba en la revisión de la administración de Trump del derecho internacional, no se refirió a los autores de este nuevo razonamiento legal o su contenido porque no existía revisión, lo cual se destaca por su falta de publicación.

El anuncio es el último de una serie de movimientos de línea dura por la administración de Trump en apoyo del expansionismo militarista de Israel, que incluyen:

* El traslado de la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén

* El reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán de Siria

* El cierre de las oficinas de la Organización para la Liberación de Palestina en Washington y del Consulado General de los Estados Unidos en Jerusalén, que trabajaba con los palestinos

* El fin de los fondos estadounidenses para la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), que ayuda a los refugiados palestinos, así como a otras organizaciones y programas palestinos.

* La promulgación de leyes estadounidenses que prohíben proporcionar fondos a las familias de los presos políticos palestinos y de las personas asesinadas por Israel, con el pretexto de “luchar contra el terrorismo”

* Medidas para calificar de antisemita cualquier forma de crítica de Israel, incluyendo el movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS)

* La retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en protesta contra su escrutinio hacia las políticas de Israel.

Estos movimientos y la última declaración de Pompeo en apoyo de las políticas expansionistas de Israel están vinculados a una escalada más amplia de la intervención militar del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente, particularmente para hacer retroceder la influencia iraní en la región a raíz de las sucesivas debacles sufridas por Washington en Irak, Libia y Siria.

Como era de esperar, Netanyahu, quien se enfrenta a la probabilidad en pocos días de incriminaciones penales en tres importantes indagaciones de corrupción, y una batalla para seguir siendo el líder de Israel después de dos elecciones no concluyentes, elogió el anuncio. “Hoy, Estados Unidos adoptó una política importante que corrige un error histórico cuando la administración de Trump claramente rechazó la falsa afirmación de que los asentamientos israelíes en Judea y Samaria son inherentemente ilegales según el derecho internacional”, se regodeó.

Acogió de buen grado la afirmación de Pompeo de que la legalidad de los asentamientos israelíes era un asunto de los tribunales israelíes, en lugar de “foros internacionales sesgados que no prestan atención a la historia o los hechos”.

Netanyahu había prometido durante las campañas electorales de este año que ampliaría la soberanía judía sobre todos los asentamientos israelíes, así como el Valle del Jordán y el área del norte del Mar Muerto en la Cisjordania ocupada si era reelegido. Ahora tiene luz verde para continuar con este plan.

Pero cualquier anexión sería un preludio de un Estado de apartheid que guetizaría a los palestinos, que comprenden casi la mitad de la población total de Israel y los territorios ocupados. La Ley de nacionalidad judía recientemente aprobada que consagra la supremacía judía proporciona la base legal para tal Estado. Implicaría necesariamente una mayor represión en Israel e intensificará la agresión militar israelí en la Cisjordania ocupada, Gaza y el Medio Oriente en general.

Los socios de la coalición derechista de Netanyahu no perdieron el tiempo y pidieron a Israel que anexionase los asentamientos en Cisjordania. Ayelet Shaked de la nacionalista Yamina (Nueva Derecha) tuiteó: “Gracias, presidente Trump y secretario Pompeo, por reconocer que no hay nada ilegal en las comunidades judías en Judea y Samaria. El pueblo judío tiene el derecho legal y moral de vivir en su antigua patria. Ahora es el momento de aplicar nuestra soberanía a estas comunidades”.

El anuncio de Pompeo se produce pocos días después de que el Tribunal de Justicia Europeo dictaminara que todos los productos fabricados en Cisjordania, incluyendo los productos fabricados en los asentamientos israelíes, deben etiquetarse como tales, una medida que el lobby proisraelí presentó como antisemita.

Benny Gantz, líder del principal partido opositor Azul y Blanco y exjefe de gabinete del ejército que ha sido rival de Netanyahu en el prolongado intento de formar un nuevo gobierno israelí, también acogió con beneplácito el anuncio. Gantz lo llamó “una decisión importante, que apunta una vez más a la postura firme [de la administración estadounidense] al lado de Israel y el compromiso con la seguridad y el futuro de todo el Medio Oriente”.

El portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh, dijo que la declaración de Pompeo “contradice totalmente” el derecho internacional. “La administración de Estados Unidos ha perdido completamente la credibilidad y ya no puede desempeñar ningún papel en el proceso de paz”. Pidió a otros países que “declaren su oposición” a aquella.

Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, calificó la medida como “otro golpe al derecho internacional, la justicia y la paz por parte de un absolutista bíblico que espera el ‘rapto’”.

Como de costumbre, las potencias europeas emitieron declaraciones pro forma reiterando su posición hipócrita de que el programa de ocupación y asentamiento de Israel contraviene el derecho internacional, sin imponer sanciones contra él.

(Publicado originalmente en inglés el 20 noviembre 2019)

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