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El gobierno turco detiene a diputados de oposición y kurdos

En un nuevo ataque a los derechos democráticos que llevan a Turquía hacia un gobierno autoritario, Enis Berberoğlu del Partido Popular Republicano Kemalista (CHP), un partido burgués de oposición, y Leyla Güven y Musa Farisoğulları del nacionalista kurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP) fueron despojados de sus mandatos parlamentarios el jueves pasado, por el gobierno del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente Recep Tayyip Erdoğan apoyado por el ultraderechista Partido del Movimiento Nacionalista (MHP).

Los tres diputados fueron arrestados y encarcelados el mismo día. Solo Berberoğlu fue liberado el viernes temporalmente, hasta el 31 de julio, sobre la base de que puede beneficiarse legalmente de las medidas aplicadas en abril para proteger a los presos de COVID-19. Güven y Farisoğulları fueron condenados por cargos de “terrorismo”, por “ser miembro del PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán]” en septiembre de 2019. Fueron condenados a seis y nueve años de prisión, respectivamente.

Esta “medida” excluye inconstitucionalmente a los presos políticos del derecho a la protección de COVID-19 en toda Turquía y en sus prisiones.

Elegido diputado en junio de 2015, Berberoğlu fue condenado a 25 años de prisión en 2017 por haber dado al diario Cumhuriyet un vídeo de camiones que transportaban armas suministradas por la inteligencia turca a grupos “rebeldes” islamistas en Siria en 2014. Fue reelegido en las elecciones de 2018, pero su condena a cinco años y 10 meses de prisión fue ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo en septiembre de 2018.

Aunque estas sentencias podrían ser suspendidas hasta el final de la sesión parlamentaria, el gobierno de Erdoğan decidió repentinamente aplicarlas la semana pasada.

El jueves, en su primera declaración sobre estos eventos, el HDP los llamó “un golpe” y emitió “un llamado a unir todas las fuerzas democráticas contra esta agresión y arrogancia dirigida a todos los grupos sociales”, agregando: “Detener esta agresión contra nuestro pueblo hoy es el deber compartido de todos nosotros como la oposición. Hacemos un llamamiento a todos para que cumplan con este deber”.

Los copresidentes del HDP, Pervin Buldan y Mithat Sancar, dieron una conferencia de prensa el sábado, en la que Buldan dijo: “Este golpe no solo está dirigido contra el Parlamento, sino también contra nuestros alcaldes electos”, refiriéndose al último ataque a los municipios del HDP en mayo. El gobierno destituyó a otros cinco alcaldes del HDP; como resultado, el HDP solo gobierna 14 de los 65 municipios que ganó en las elecciones locales de 2019.

El nacionalista kurdo HDP se está orientando no solo al CHP, el tradicional partido de gobierno de la burguesía turca, sino a dos partidos originados de escisiones del AKP, el Partido del Futuro del ex primer ministro del AKP, Ahmet Davutoğlu, y el Partido de la Democracia y el Progreso (DEVA) del exministro de Economía del AKP, Ali Babacan. Sancar subrayó que “todas las demás fuerzas democráticas también deberían ser conscientes de sus responsabilidades”.

Cuando se les preguntó sobre el CHP, los líderes del HDP dijeron, “seguimos insistiendo en que la solución es a través de una línea de lucha que no solo cubra al CHP, sino a todas las fuerzas democráticas”.

Esta línea también fue respaldada desde la prisión por Selahattin Demirtaş, el antiguo colíder del HDP encarcelado, quien declaró: “Sacando lecciones del pasado, deberíamos ser capaces de hacer movimientos políticos más audaces y grandes, alianzas más amplias y abiertas para la democracia, la libertad, la paz y la prosperidad económica”.

Sin embargo, la respuesta del CHP a la embestida del AKP expone que esta alianza no declarada no tiene como objetivo la defensa de los derechos democráticos, sino el avance de la agenda reaccionaria de una facción de la clase dominante. El líder del CHP, Kemal Kılıçdaroğlu no dijo nada sobre el destino de los diputados del HDP el jueves, solo tuiteó: “El hecho de que a Enis Berberoğlu se le haya retirado el estatus de diputado es el resultado del proceso del golpe civil del 20 de julio [en 2016], esto hace caso omiso de la voluntad de la nación. Continuaremos la lucha por la democracia para asegurar la justicia, los derechos y el estado de derecho.”

Mientras Kılıçdaroğlu criticó la política del gobierno después del golpe militar respaldado por la OTAN contra Erdoğan el 15 de julio de 2016 como el “golpe civil del 20 de julio”, la realidad es que el CHP presionó a favor de la unidad nacional detrás del AKP en ese momento. De manera similar, el HDP se quejó de su exclusión del “consenso nacional” entre el AKP, el CHP y el MHP después del golpe del 15 de julio.

Además, el gobierno solo puede atacar a estos diputados gracias a la colaboración del CHP con el AKP y el MHP. En 2016, el CHP votó a favor de una enmienda constitucional del AKP que suprimía la inmunidad parlamentaria de los diputados del HDP; varios dirigentes del HDP, entre ellos Demirtaş, siguen en la cárcel desde 2016. Mientras que el CHP siempre apoyó las operaciones del ejército turco en Siria y en Turquía contra los kurdos, Davutoğlu y Babacan ayudaron a llevar a cabo los ataques del gobierno de Erdoğan contra la clase obrera y el pueblo kurdo durante 15 años.

En última instancia, tanto el HDP como el CHP son partidos burgueses de derecha que no quieren ni pueden defender los derechos democráticos. No están menos en bancarrota ni son menos reaccionarios que el AKP. Su objetivo es instalar un nuevo gobierno más abiertamente alineado con las potencias imperialistas de la OTAN en interés de la burguesía turca y kurda; Erdoğan responde a este desafío político intensificando los ataques a la potencial alianza que está surgiendo en su contra.

Según una reciente encuesta realizada por Avrasya Araştırma, mientras que el total de votos de la alianza AKP-MHP es inferior al 45%, una alianza abierta o tácita entre el CHP (30%), el ultraderechista Partido del Bien (10%) y el HDP (10%) podría obtener el 50% de todos los votos si las elecciones se celebraran hoy. Sin embargo, el Partido del Futuro y el DEVA podrían ganar solo el 2,3 y el 3 por ciento, respectivamente.

Los ataques del gobierno del AKP a la oposición burguesa implican sin duda un intento desesperado de desviar la creciente ira social entre los trabajadores por la respuesta negligente del gobierno del AKP a la pandemia de COVID-19, y de frenar el propio colapso del AKP en las urnas. Sin embargo, también está ligada a conflictos más amplios entre Ankara y sus aliados imperialistas de la OTAN, especialmente por las guerras de Siria y Libia.

El gobierno turco acusó recientemente a Washington y París de utilizar el Consejo Nacional Kurdo Sirio, afiliado al Partido Democrático del Kurdistán (PDK) dirigido por la familia Barzani en el Kurdistán iraquí, para “legitimar el YPG-PKK” y construir un “Estado terrorista” en Siria. Ankara denuncia regularmente a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) apoyadas por los Estados Unidos en Siria como una organización terrorista y considera que cualquier enclave en Siria controlado por las YPG apoyadas por los Estados Unidos es una amenaza a la integridad territorial de Turquía.

Hablando con Rudaw el 28 de mayo, el codirector del HDP, Buldan, señaló estas tensiones, diciendo: “el AKP también se ha manifestado en contra de Rojava [la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria] y del referéndum de independencia en Bashur [la región del Kurdistán de Irak]”. Esto significa que [los ataques] no solo están asociados a nosotros y a nuestro partido”.

El mes pasado, el canciller turco Mevlüt Çavuşoğlu declaró: “En medio de los esfuerzos para crear un Estado [en el este de Siria], ahora los esfuerzos de EE.UU. para integrar [a las YPG] en los sistemas políticos están avanzando. En particular, están tratando de integrar a las YPG con el SKNC.” Añadió: “No permitiremos la creación de un corredor de terrorismo, y no permitiremos la legitimación de los terroristas allí”.

Hablando con France24 el 25 de mayo, el portavoz de Erdoğan, İbrahim Kalın, señaló los conflictos turco-franceses, ya que apoyan a los bandos rivales en la guerra civil libia, añadiendo: “En Siria, también tenemos desacuerdos no solo con Francia, sino también con los Estados Unidos, porque ambos apoyan al PYD-YPG que es la rama siria del PKK. ... El programa principal del PYD-YPG es crear su propio enclave kurdo en Siria”.

Comentando sobre esta entrevista, el miembro del Comité Ejecutivo del PKK, Murat Karayılan, subrayó que su organización estaba decidida a llegar a un acuerdo con otros grupos nacionalistas kurdos bajo los auspicios de los Estados Unidos y Francia, afirmando: “Hace unos días, el portavoz presidencial turco İbrahim Kalın dijo en sus declaraciones sobre Rojava: 'Están tratando de establecer un lugar para los kurdos allí, nunca aceptaremos esto,' así que los Estados Unidos y Francia no deberían ayudar a las fuerzas [kurdas] de allí”.

Los eventos están reivindicando una vez más las advertencias hechas por el World Socialist Web Site: ninguna facción de las burguesías turca o kurda puede defender los derechos democráticos. No puede haber lucha por los derechos democráticos sin una lucha contra la guerra imperialista y por el socialismo. El camino a seguir es construir un movimiento político independiente en la clase obrera de todas las etnias de Oriente Próximo, luchando por el poder de los trabajadores y la perspectiva del socialismo internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de junio de 2020)

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