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David North presenta Treinta Años de Guerra en la Feria del Libro de Fráncfort

David North, el director de la junta editorial internacional del World Socialist Web Site, presentó su libro más reciente, Treinta años de guerra: el impulso de EEUU hacia la hegemonía mundial, 1990-2020, la edición alemana extendida de A Quarter Century of War, en la Feria del Libro de Fráncfort el viernes.

North habló con Johannes Stern, editor del WSWS y representante de la editorial Mehring Verlag, sobre la importancia del libro y la perspectiva socialista sobre la que se basa su análisis. Una grabación de la conversación en vivo está disponible aquí en alemán.

Discusión en línea entre David North y Johannes Stern sobre la publicación de Thirty Years of War: America's bid for world hegemony 1990-2020

La Feria del Libro de Fráncfort, que este año se celebró de manera digital, es el mayor evento de su género en el mundo. Como parte de la feria, Mehring Verlag presentó en otras ocasiones varias obras cruciales del marxismo contemporáneo, lo que incluye libros anteriores de David North. El catálogo de la editorial está disponible aquí.

"El nuevo libro de David North ciertamente tiene una importancia particular", comentó Stern al abrir el encuentro. "Su relevancia y urgencia se desprenden ya de su título. Tras tres décadas de guerra en Kosovo, Afganistán, Irak, Libia, Siria y otros países, la amenaza de una tercera guerra mundial, que esta vez se libraría con armas nucleares, es concreta e inmediata".

Aunque el peligro de guerra sigue intensificándose en el Mediterráneo oriental y el Cáucaso, el presidente estadounidense Trump está redoblando sus amenazas de guerra contra Irán y China antes de las elecciones presidenciales. "Aquí en Europa, la pandemia de coronavirus también está siendo utilizada para llevar adelante el impulso bélico", añadió Stern. Alemania, en particular, ve la crisis como una oportunidad para poner en práctica los planes de gran potencia que durante tanto tiempo ha mantenido en reserva.

Stern señaló que el Comité Internacional de la Cuarta Internacional había predicho el impulso hacia la guerra hace treinta años y fue el único partido que combatió sistemáticamente la propaganda bélica en su momento. Citando un reporte de David North ante un congreso de emergencia de la Workers League del 30 de agosto de 1990, que se incluye en el volumen, Stern dijo:

"Al tiempo que proclama el fracaso del socialismo, la burguesía imperialista, en los hechos si bien aún no en las palabras, proclama el fracaso de la independencia. La crisis cada vez más profunda con la que se enfrentan todas las principales potencias imperialistas las obliga a asegurar el control de los recursos estratégicos y los mercados. Antiguas colonias, que habían logrado un grado de independencia política, tienen que volver a ser sometidas. En su ataque brutal contra Irak, el imperialismo está comunicando que tiene la intención de restaurar el tipo de dominación ilimitada de los países atrasados que exisía antes de la Segunda Guerra Mundial".

North explicó que el desarrollo de esta perspectiva se basaba en una comprensión científica, es decir, marxista, de las contradicciones del capitalismo mundial, y que estaba guiada por una comprensión de la geopolítica imperialista de las principales potencias.

Después de tres décadas de guerras dirigidas por los EEUU, el estallido de una tercera guerra mundial, que sería librada con armas nucleares, es un peligro inminente y concreto.

"En tanto que marxistas, trabajamos con una concepción histórica del capitalismo mundial durante una época entera", dijo. "Entendimos los acontecimientos de 1990 en este contexto". La época de guerras y revoluciones, que empezó en 1914, no alcanzó su fin con la disolución de la Unión Soviética.

Ya entre 1980 y 1990, los Estados Unidos habían estado actuando cada vez más agresivamente, prosiguió North. Hablaron sobre la necesidad de superar el "síndrome de Vietnam". Se llevaron a cabo intervenciones repetidas contra los movimientos nacionales y se volvieron cada vez más agresivas hacia la Unión Soviética, que estaba ella misma en una crisis profunda.

El movimiento trotskista siempre rechazó la afirmación de los estalinistas de que el imperialismo había cambiado, y que posibilitaba la "coexistencia pacífica". El imperialismo perseguía la estrategia a largo plazo de conquistar la Unión Soviética, y la burocracia estalinista en esto hacía de agencia del imperialismo. La disolución de la Unión Soviética por parte de los estalinistas, añadió North, se vio como una oportunidad para revertir los resultados de la revolución de 1917 y completar la hegemonía mundial de los Estados Unidos.

La evaluación del movimiento trotskista fue confirmada por la destrucción de la Unión Soviética y el ataque a Irak. "Anticipamos que la guerra de Irak sería solo el preludio de un largo período de guerras", dijo North. Este desarrollo fue el rasgo esencial de los últimos treinta años.

Stern recordó que se presionó de manera particularmente agresiva con la propaganda de libertad y prosperidad en Alemania a la sazón. Aunque la gran mayoría de los manifestantes, que se volcaron a las calles contra el régimen estalinistas de Alemania Oriental, no querían la restauración del capitalismo, la burocracia estalinista, en colaboración con la burguesía de Alemania Occidental, consiguieron imponer una dura derrota a la clase trabajadora.

North explicó que había un tremendo grado de confusión entre la población, tanto de la Alemania Oriental como la Occidental, especialmente debido a la represión del trotskismo en la RDA. "Pero pronto quedó claro que la reintroducción del capitalismo tendría consecuencias catastróficas para el pueblo de Alemania Oriental y de Europa del Este. Todos los viejos demonios de la historia alemana volvieron a la superficie", declaró North.

Las consecuencias de estos acontecimientos son visibles hoy en todas partes, particularmente en el aparato estatal alemán. "En Alemania, los fascistas son de nuevo verdaderamente una fuerza", dijo North. Se banalizan sistemáticamente las redes de terroristas neonazis y el ultraderechista Alternativa para Alemania, que se fortalecen.

Un desarrollo comparable, prosiguió North, estaba teniendo lugar en los Estados Unidos. Recientemente se hizo público un plan para secuestrar y asesinar al gobernador de Michigan. "El pestazo de Weimar va flotando a través de Estados Unidos", declaró North, y añadió:

"Trump no tiene una estrategia para las elecciones, tiene una estrategia para pelear. En caso de perder las elecciones, se está preparando para una larga batalla, a lo largo de la cual se apoyará cada vez más en métodos ilegales y violentos. Ante esta presión, los demócratas harán concesiones, tal como se las hizo en Weimar. Y hay que decir que, cuando hay grupos dispuestos a matar a un gobernador, entonces ahí tienes un tipo de guerra civil. Estamos siendo testigos del derrumbe de la democracia estadounidense".

Aunque el peligro de un golpe en los Estados Unidos es muy real, también hay que advertir tajantemente contra cualesquiera ilusiones en una victoria electoral de los demócratas, comentó North. "Si gana Trump, sería una catástrofe. Pero si gana Biden, ello sería una catástrofe en otro sentido. Porque los problemas no empezaron con Trump y no pueden resolverse con la elección de Biden", añadió. Trump era simplemente un síntoma de una profunda crisis social y política que seguirá deteriorándose, más allá del resultado de las elecciones.

A lo largo de la presentación en línea, se produjo un vivo intercambio con los espectadores sobre temas tales como la bancarrota del antiguo movimiento contra la guerra y el papel de la política identitaria. Al profundizarse la crisis capitalista, explicó North, sectores de la pequeñoburguesía pegaron un brusco volantazo a la derecha. Esto se vio particularmente claro en las respuestas de los partidos y grupos pseudoizquierdistas a la pandemia de COVID-19, dijo North.

"Comparamos el brote de la pandemia con el estallido de la Primera Guerra Mundial. En ese momento, se pensaba al principio que la guerra terminaría rápido. Pero no fue así. Las contradicciones internas de la sociedad se hicieron cada vez más claras. El estallido de la Revolución rusa fue solo el principio de la respuesta de la clase trabajadora a esta crisis global. Hoy, también está quedando cada vez más claro que esta crisis no es simplemente un asunto médico, sino que está ligada a intereses sociales particulares. Más de 220.000 personas en los Estados Unidos han muerto por la pandemia, y no hay planes para evitar más muertes".

La violencia política creciente en los Estados Unidos tenía por objetivo implementar estas políticas reaccionarias y criminales. En última instancia, North concluía, el desplazamiento a la derecha dentro de la burguesía era una respuesta a un proceso mucho más fundamental. Explicó:

"Es evidente que la población se está moviendo hacia la izquierda. Esto es así en los Estados Unidos, y especialmente en Alemania, donde el Sozialistische Gleichheitspartei ha sido puesto bajo la vigilancia del servicio de inteligencia Verfassungsschutz. La clase gobernante teme un movimiento a la izquierda, que está teniendo lugar actualmente. Este movimiento en la clase trabajadora tiene una colosal importancia internacional".

La cuestión decisiva bajo estas condiciones, enfatizaron North y Stern como conclusión, era la construcción de una dirección socialista revolucionaria en la clase trabajadora internacional para remover la amenaza de la guerra y superar su fuente, el capitalismo. North concluyó diciendo:

"Espero que este libro ayude a los trabajadores, estudiantes e intelectuales a encontrar el acceso a una perspectiva marxista, y los aliente a unirse al movimiento socialista".

El libro Treinta años de guerra: el impulso de EEUU hacia la hegemonía mundial será publicado el 1 de diciembre de 2020. Se lo puede solicitar desde ya aquí.

(Publicado originalmente en inglés el 20 de octubre de 2020)

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