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Fascistas españoles votan a favor de rescates de Podemos para bancos y empresas

El gobierno español en minoría del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos ha aprobado un rescate que entrega miles de millones de euros a los bancos y corporaciones gracias al apoyo del partido fascista Vox. La votación expone la política de clase que se aplica. Aunque de manera rutinaria nos presentan a Vox y a Podemos como diferentes populistas antisistema —uno de derechas y el otro, supuestamente, "de izquierdas"— ambos están al servicio de la aristocracia financiera.

El jueves, el PSOE y Podemos presentaron al parlamento el "Real Decreto para la Modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia". La ley ya había sido aprobada en noviembre, casi sin cobertura mediática, mucho menos debate público. Con todo, necesitaba la ratificación por parte del parlamento.

Como el WSWS comentó en noviembre, la ley especificaba cómo €140 mil millones en fondos de la UE para rescates serán canalizados hacia los bancos y las empresas. Grandes empresas del principal índice bursátil español, el Ibex-35, tal como Endesa, Iberdrola, Ferrovial e Inditex, ya están haciendo planes para recibir miles de millones.

El dirigente del partido Podemos Pablo Iglesias (Wikimedia Commons)

El carácter reaccionario de la ley está claro. Decenas de millones de trabajadores y dueños de pequeños negocios apenas han recibido por el COVID-19 unos míseros esquemas de despidos temporales (ERTE), si acaso, pero se van a entregar miles de millones de euros a la aristocracia financiera. Ello también expone la mentira de que "no hay dinero" para una política de confinamiento domiciliario científicamente guiada para evitar la expansión del COVID-19 y de esa manera salvar la vida de cientos de miles de personas en Europa.

El jueves, sin embargo, la ley del gobierno del PSOE y Podemos iba a ser derrotada. Había 177 votos en contra y 173 a favor, después de que el partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) cambiara su voto. Rechazando su apoyo constante a lo largo de los dos últimos años al gobierno del PSOE y Podemos, aunque este encarceló a dirigentes de ERC con cargos inventados de sedición y rebelión, ERC decidió votar contra la ley. ERC temía que si apoyaba al gobierno, su propio voto colapsaría en las venideras elecciones regionales catalanas del 14 de febrero.

El País escribió: "El gobierno, que se pasó la última hora angustiándose por la perspectiva de que el Congreso rechace el decreto más importante, el de la gestión de los fondos europeos, el mismo que hizo caer el ejecutivo en la vecina Italia, cree que tiene una última baza inesperada". Esa "baza" era el partido fascista Vox.

Después de que Vox se abstuviera en la votación para permitir que se aprobara el rescate europeo, la vicepresidenta del gobierno Carmen Calvo le agradeció al partido: "La gratitud del gobierno a todos aquellos que protegieron a los españoles y han entendido el mensaje. Hoy los partidos tenían que mostrar si estaban a la altura de los problemas a los que se enfrenta España. Habrá pocas veces cuando la política deba ser tan sincera. Les agradezco de antemano".

A pesar de esta formulación cínica, la ley representa un ataque histérico a la clase trabajadora. Es el principal mecanismo mediante el cual la aristocracia financiera se enriquecerá durante los próximos años. Será pagada con la reforma laboral y la de las jubilaciones, recortes salariales y recortes en sanidad y gasto en educación y, sobre todo, continuando las políticas de la "inmunidad colectiva" que condenan a muerte a cientos de miles de personas en toda Europa —todo ello con el apoyo de Podemos y los sindicatos.

La política de "inmunidad colectiva" del gobierno del PSOE y Podemos ya le ha costado la vida a más de 80.000 personas y ha contagiado a más de 2,6 millones. El gobierno continuará afirmando que para "salvar la economía" hay que rechazar las políticas de confinarse en casa. Esto ocurre a apenas semanas de que la demanda de Vox de no aplicar un confinamiento domiciliario fuera inmediatamente respondida por el gobierno con insistencia en que eso no estaba en la agenda.

La votación expone que la política de rescate de la UE, así como las políticas sanitarias y financieras del gobierno del PSOE-Podemos, goza del pleno apoyo de los fascistas. Hace trizas las pretensiones "antifascistas" de Podemos.

En mayo, el dirigente de Podemos Pablo Iglesias llamó a Vox "antidemocrático". Dijo que Vox defendía "los intereses de los que no tienen más patria que el dinero" y que "nunca defenderán el interés general". Iglesias dijo, "No estáis de parte de las familias españolas, no sois patriotas, estáis del lado de los buitres y los especuladores. No sois un partido español sino un partido de falsos arquitectos y gente desvergonzada que firma proyectos irregulares para enriquecerse con la especulación inmobiliaria mientras trabajan por criminalizar a las familias pobres".

Podemos se posiciona, sin embargo, en la misma trinchera junto a los "buitres y especuladores". Vox trabaja para empujar hacia la derecha la agenda política, rehabilitar el régimen fascista español de 1939-1978, salpicado de sangre, dirigido por Francisco Franco, y promover el odio a los inmigrantes para dividir a los trabajadores y atacar los derechos democráticos. Su programa es instaurar una dictadura neofascista. A esto lo ayuda Podemos, que encubre su implementación de una agenda política que goza del apoyo de los fascistas.

La votación también expuso el carácter de los avanzados planes golpistas fascistas que Vox y sectores del ejército han estado planeando a lo largo del último año. Como observara el WSWS, aunque de manera patente sería contra el gobierno del PSOE-Podemos, que ha intentado adormecer a los trabajadores negando las pruebas crecientes de que los mandos militares estaban planificando un golpe, el objetivo del golpe es de hecho la resistencia obrera.

El mecanismo del rescate es una parte fundamental de la economía política de la política homicia de la "inmunidad colectiva" de la élite gobernante. El enriquecimiento de la clase gobernante solo puede continuar si se manda a los obreros a trabajar y a los niños a las escuelas en plena pandemia. Vox se abstuvo precisamente para poder achacar a Podemos esta política reaccionaria y seguir postureando como partido "populista antisistema", aunque esté apoyando la entrega de cientos de miles de millones a los súper ricos a costa de la vida de decenas de miles de trabajadores.

Algunos de los simpatizantes de Vox —como el director del sitio web ultraderechista OkDiario, Eduardo Inda— afirman que eso fue un "error histórico y táctico que le pasará una enorme factura [a Vox], y una traición a los españoles". Para estos sectores, Vox ha desperdiciado una ocasión dorada para hacer caer al gobierno y llevar adelante su splanes golpistas.

La facción de Vox que prevaleció en la votación, sin embargo, decidió esperar su oportunidad. Ya que Podemos, en los asuntos más fundamentales, está implementando políticas que aquella apoya, se podía dar el lujo de esperar. Manifiestamente calcula que será capaz de sacar una mayor tajada de la ira obrera creciente ante el rescate, la austeridad y las políticas de inmunidad colectiva implementadas por Podemos, incitando el nacionalismo y fortaleciendo su posición antes de intentar un golpe para imponer un régimen militar.

Esta votación, así, ha expuesto a Podemos como herramienta de las políticas fascistas de la clase gobernante —como lo son los varios partidos políticos nacionalistas e independentistas. El partido independentista vasco, Bildu, con sus seis legisladores, fue esencial para la aprobación de la ley. Bildu, sucesor del anterior Batasuna, fue el ala política del grupo armado ETA que libró una lucha de seis décadas para desgajar un mini-Estado capitalista en el País Vasco, una región económicamente rica.

Hasta su disolución en 2018, Bildu (Batasuna) y ETA eran promocionados por muchos grupos pseudoizquierdistas como el pablista Anticapitalistas como parte de una lucha de la "izquierda radical" contra el Estado español. Desde que ETA abandonara la lucha armada, sin embargo, los nacionalistas vascos se han integrado rápidamente en el aparato del Estado, tanto en Euskadi como, cada vez más, en Madrid.

El WSWS comentó sobre Bildu en 2018: "Para estas capas aspirantes a la clase media-alta, ETA ha sido un obstáculo para su progreso. Su disolución abre la puerta para participar más plenamente en la explotación de la clase trabajadora de la región". Su dirigente, Arnaldo Otegi, se deleitaba con una "nueva situación" que "abre muchas ventanas de oportunidad". Casi tres años después, en medio de la crisis económica y política más profunda desde el fin del régimen franquista en 1978, Bildu está ayudando a implementar la "inmunidad colectiva" contra el pueblo vasco y español.

(Publicado originalmente en inglés el 31 de enero de 2021)

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