Español
Perspectiva

Capitalismo vs. socialismo: la pandemia y la lucha de clases global

Ha pasado un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el 30 de enero de 2020 el brote de COVID-19 una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).

El director general Tedros Adhanom Ghebreyesus de la OMS informó junto a esta declaración que se habían reportado 98 casos en 18 países fuera de China. “A pesar de que los números aún son relativamente bajos en comparación con el número de casos en China”, dijo, “todos debemos actuar juntos en este momento para limitar su continua propagación”.

Un año después, se han reportado más de 100 millones de casos. El total de muertes alcanzó 2.225.000. Las muertes diarias se encuentran en niveles no vistos hasta ahora. Más de 14.000 personas están falleciendo del virus cada día.

“Doctores, no mártires”, doctores y enfermeros se arrodillan en la calle Downing de Londres, 28 de mayo de 2020 (AP Photo/Frank Augstein)

En Estados Unidos, ha habido 26.107.110 casos, según el centro de investigación sobre coronavirus de la universidad Johns Hopkins, mientras que las muertes alcanzaron 440.000. En India, se han reportado más de 10 millones de casos y 154.000 muertes. En Brasil, más de 9 millones de casos y 223.000 muertes. En Reino Unido, casi 4 millones de casos y 106.000 muertes. En Italia, 2,5 millones de casos y más de 88.000 muertes.

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional, a inicios de la crisis, identificó la pandemia como un “evento desencadenante”, comparable a la Primera Guerra Mundial, que intensificaría y aceleraría las profundas contradicciones del sistema capitalista global. La crisis sanitaria se convertiría inevitablemente en una crisis social y política global. Las medidas de índole médica no iban a ser capaces por sí solas de controlar la pandemia.

En cambio, la lucha por contener la pandemia se convertiría en una lucha entre clases en la medida en que se volviera claro que las principales clases de la sociedad, la clase capitalista y la clase obrera, tienen intereses irreconciliablemente opuestos. Estas posiciones antagonistas se manifiestan en el conflicto entre el programa capitalista y el socialista.

Las posiciones de la clase gobernante arrancan desde la defensa de la propiedad capitalista: la propiedad privada de los medios de producción y los intereses geoestratégicos de los Estados nación. Las posiciones de la clase obrera avanzan objetivamente hacia el socialismo: la eliminación del sistema de lucro y explotación laboral y su reemplazo por la reorganización científicamente planificada de la vida económica con base en las necesidades humanas y la unificación global de la humanidad por medio de la abolición del sistema de Estados nación.

Un año desde que inicio la crisis, la pandemia ha revelado marcadamente la división entre las clases que separa el programa capitalista del socialista.

1. El programa capitalista insiste en que la respuesta a la pandemia debe dar prioridad al rescate de los mercados financieros respecto a salvar vidas.

El programa socialista insiste en que la respuesta a la pandemia debe dar prioridad a salvar vidas frente a rescatar los mercados financieros.

2. El programa capitalista afirma que la política pandémica necesita guiarse por el afán de lucro.

El programa socialista avanza que la política médica debe guiarse por la ciencia.

3. El programa capitalista aboga por un programa de “inmunidad colectiva”, es decir, permitir que el virus se propague con el nivel más limitado posible de restricciones, mientras se producen y distribuyen las vacunas.

El programa socialista exige que se implementen todas las medidas necesarias para impedir la transmisión del virus hasta que se haya inoculado a suficientes personas para detener la propagación comunitaria del virus.

4. El programa capitalista insiste, de acuerdo con su estrategia de “inmunidad colectiva”, que las fábricas y los otros lugares de trabajo deben mantenerse abiertos.

El programa socialista insiste en que todos los lugares de trabajo no esenciales deben cerrarse hasta que los trabajadores vacunados puedan volver seguramente a trabajar.

5. El programa capitalista exige la reapertura de las escuelas, afirmando falsamente que no el riesgo para los estudiantes y maestros es mínimo.

El programa socialista, basado en la evidencia científica de que las escuelas son importantes focos de contagio del virus, exige que las escuelas permanezcan cerradas hasta que la pandemia esté bajo control.

6. El programa capitalista busca restringir cualquier gasto social que busque contrarrestar el impacto económico de la pandemia sobre las masas, mientras exige que los bancos centrales provean apoyos ilimitados a los mercados financieros y las grandes corporaciones.

El programa socialista exige una compensación completa de ingresos para los trabajadores y las pequeñas empresas durante la crisis. Los recursos para este plan de rescate social crítico se obtendrán de la reasignación inmediata de los billones de dólares que se les entregó a las grandes corporaciones en virtud de la Ley CARES, así como de la expropiación de los que han lucrado de la pandemia, acumulando decenas de millones e inclusos miles de millones de dólares gracias al respaldo ilimitado de la Reserva Federal a los mercados financieros.

7. El programa capitalista promueve una política de nacionalismo para la vacunación, restringiendo y oponiéndose a la distribución igualitaria de las vacunas en todo el mundo.

El programa socialista, reconociendo que el coronavirus solo puede ser erradicado por medio de una estrategia científicamente dirigida e internacional, aboga por un programa de vacunación coordinado globalmente.

Los intereses divergentes de clases ante la pandemia de coronavirus están detrás de las divisiones políticas cada vez más marcadas. La clase gobernante, temiendo la oposición cada vez más intensa a su programa de inmunidad colectiva impulsado por el afán de lucro, está fomentando el crecimiento de las organizaciones fascistas.

Como parte del desarrollo de su propia respuesta a la pandemia, la clase obrera está reconociendo la necesidad de la unificación de la clase, acciones militantes de clase y, ante todo, una estrategia política internacional, socialista y revolucionaria.

Las políticas por las que lucha el Partido Socialista por la Igualdad en Estados Unidos y todos aquellos partidos y organizaciones en el mundo que están afiliadas al Comité Internacional de la Cuarta Internacional articulan y avanzan los intereses objetivos de la clase obrera estadounidense e internacional. Ha llegado el momento para que todos los que apoyan el programa del socialismo asuman activamente la lucha por su realización.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de febrero de 2021)

Loading