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Los sindicatos traicionan a los trabajadores de Airbus en Puerto Real

Airbus, el mayor fabricante de aviones del mundo, ha anunciado que cerrará su planta en Puerto Real. Esto sucede un mes después de que los sindicatos españoles respaldados por varios grupos de pseudoizquierda desconvocaran las huelgas y protestas planteadas después de que en una reunión entre compañía y sindicatos no se anunciara oficialmente el cierre de la fábrica. Al tiempo que cínicamente lo declaraban una victoria.

El WSWS ya advirtió en ese momento que, aunque no se había anunciado la decisión de cerrar la planta, "el cierre sigue sobre la mesa". Añadiendo que el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), próximo a Podemos, y UGT, cercano al PSOE, habían frenado las movilizaciones no porque “se haya logrado ninguna victoria, sino al contrario, es parte de una estratagema con la dirección de Airbus para desmovilizar a los trabajadores ". Esta maniobra continúa hasta el día de hoy.

Tras desconvocar las movilizaciones, los sindicatos conspiraron a espaldas de los trabajadores con el gobierno del PSOE-Podemos. Un día antes de que Airbus anunciara el cierre de la planta, el Gobierno, CCOO y UGT enviaron a Airbus una propuesta en la que dejaron clara su disposición a justificar el cierre de la planta y subrayaron su disposición a "mantener la rentabilidad económica y competitiva de la compañía".

El logotipo de Airbus Group se muestra en Suresnes, en las afueras de París, Francia. (AP Photo/Michel Euler, File)

Inmediatamente después, la compañía anunció el cierre de la planta y reabrió las conversaciones con los sindicatos. Por su parte, los sindicatos propusieron "suspender temporalmente el calendario de movilizaciones, las concentraciones y la no colaboración con la empresa". Esto implicó, en particular, la cancelación de la huelga indefinida que habían amenazado con convocar a partir del 24 de mayo en todas las fábricas españolas de Airbus.

Este acuerdo, que ha sido justificado por las direcciones sindicales con el argumento de que “damos máxima prioridad a la negociación y confiamos en la voluntad de las partes", ha sido firmado por cuatro de los cinco sindicatos del comité de empresa de Airbus-Puerto Real: CCOO, UGT, SIPA (Sindicato Independiente de Profesionales Aeronáuticos) y ATPSAE (Asociación de Técnicos y Profesionales del Sector Aeroespacial).

Estas negociaciones son una farsa. Los sindicatos no tienen intención de defender los puestos de trabajo ni evitar el cierre de la planta. Por lo que se ha filtrado en la prensa, ya han acordado con el gobierno cerrarla.

Algunos trabajadores serán despedidos mediante bajas "voluntarias", a otros se le ofrecerá el traslado a la planta de Airbus en Getafe, al sur de Madrid y a 470 kilómetros de Puerto Real, un traslado que es inasequible para muchas familias debido a su coste económico y social. Sólo unos pocos empleados serán reasignados a la otra planta de Airbus en la provincia de Cádiz, que también está amenazada de cierre por los planes de la compañía de centralizar la producción en Madrid.

Los sindicatos están aplicando un plan, elaborado junto con el gobierno del PSOE-Podemos y Airbus, para evitar un estallido social en Puerto Real y Cádiz. Situada en la región de Andalucía, en el sur de España, esta zona tiene un 27 por ciento de paro y más del 50 por ciento entre los jóvenes. Durante años ha sido testigo de la destrucción de puestos de trabajo y fábricas debido a la connivencia de los sindicatos con las empresas, respaldadas por los gobiernos regionales del PSOE. El último cierre de la planta significa perder, no sólo los 380 puestos de trabajo directos en la planta, sino hasta 1.520 más en trabajos relacionados de suministro de piezas y logística para Airbus.

En sus planes de cierre, el gobierno y Airbus han tenido la colaboración de la pequeña burguesía del partido Anticapitalistas. La ciudad de Cádiz está dirigida por el alcalde de este partido José María González. En abril, en medio de una creciente ira entre los trabajadores, Anticapitalistas y González intervinieron en las protestas para ligar a los trabajadores con las centrales sindicales, promoviendo ampliamente esa falsa "victoria" que estos defendían, ayudando así a los sindicatos a estrangular la lucha.

Los anticapitalistas continúan con su papel pernicioso. Teresa Rodríguez, líder regional y diputad en el Parlamento andaluz, que aparece habitualmente en los medios de comunicación, afirmó que " “hay que defender cada empleo industrial en Andalucía y nosotros lo vamos a hacer junto con los trabajadores y las organizaciones sindicales ". De hecho, su aliado es Podemos, del que formaba parte los anticapitalistas hasta hace poco.

El alcalde de Cádiz, González, está azotando el chauvinismo nacionalista, al tiempo que sigue impulsando el gobierno PSOE-Podemos. Recientemente ha solicitado al gobierno, que posee el 4,1 por ciento de las acciones de Airbus, que se involucre más en el consejo de Administración de la empresa comentando que “si España pintase más en el consejo, igual que Francia o Alemania, estoy convencido de que los trabajadores de Puerto Real no tendrían que pagar el pato de los balances económicos”.

De hecho, como señaló recientemente el WSWS en Alemania, donde Airbus está planeando nuevos recortes de empleos y salarios, el sindicato IG Metall, al igual que los anticapitalistas, se aferra a su propio estado-nación. "Si queremos lograr algo con Airbus y Francia, entonces el tamaño adecuado del collar es la Cancillería", dijo la semana pasada el miembro del consejo de IG Metall, Jorgen Kerner. Esta perspectiva chauvinista sólo divide a los trabajadores en líneas nacionales, impidiéndoles construir un movimiento internacional para combatir los ataques al empleo, los salarios y el nivel de vida.

Aunque los cuatro principales sindicatos del comité de empresa desconvocaron la huelga, el quinto, la Confederación General del Trabajo (CGT), mantuvo la convocada en la planta de Puerto Real el pasado viernes. Esto reflejó un amplio apoyo entre los trabajadores de la fábrica para continuar con las acciones de huelga.

Sin embargo, la CGT no representa una alternativa. Está desempeñando su papel habitual de hacer críticas entre dientes a los sindicatos más grandes y hacer un uso libre de la fraseología radical y las acciones "militantes", para atar a los trabajadores a una perspectiva nacionalista. Se especializa en alimentarse del descontento masivo con las traiciones de los sindicatos más grandes, sólo para canalizarlo hacia apelaciones nacionales vacías. Sin embargo, inevitablemente aísla la lucha de los trabajadores en la planta.

Antes del anuncio de cierre, la acción "militante" de la CGT consistió en la creación de un campamento fuera de la fábrica. Luego organizó protestas durante el descanso para el bocadillo, para lo que las protestas no perturbaran las ganancias de Airbus.

Ahora, proponen una huelga indefinida aislada sólo en la planta de Puerto Real que actualmente está amenazada de cierre. No están haciendo ningún esfuerzo para vincularse con las luchas de otros trabajadores, a pesar de que más de 30.000 serán despedidos en los próximos meses en grandes empresas de toda España. La CGT pretende desgastar a los trabajadores con protestas y huelgas hasta que acepten el cierre.

La capacidad de la CGT para mantener cualquier credibilidad depende en gran medida del despreciable papel de fuerzas de pseudoizquierda como los morenistas de la Corriente Revolucionaria de los Trabajadores (CRT). En un artículo del pasado viernes, titulado "Gran jornada de huelga convocada por CGT en Airbus Puerto Real a pesar de la traición de CCOO-UGT", afirma: "Sólo CGT sigue apostando por la lucha para defender la planta de Puerto Real, mientras el resto de las organizaciones sindicales junto con el gobierno PSOE-UP apuestan por aceptar el cierre y la destrucción de empleo".

El apoyo del CRT a la CGT tiene como objetivo engañar a los trabajadores haciéndoles creer que los sindicatos pueden ser reformados para servir a sus intereses. El único problema, afirman, es la burocracia y las direcciones. Aun así, CRT no oculta que busca conseguir un acuerdo con las burocracias de CCOO y UGT. En sus palabras, "hay que exigir al conjunto de sindicatos, en especial a CCOO y UGT, que lejos de buscar un acuerdo de migajas con Airbus, impulsen una movilización en toda Andalucía y convoquen a un paro general en toda la provincia de Cádiz en defensa de Airbus".

Los trabajadores de Airbus no pueden depositar sus esperanzas en fuerzas y organizaciones políticas podridas que las traicionan y provocan tensiones nacionalistas con sus hermanos y hermanas de clase en otros países. Necesitan nuevos órganos de lucha, comités independientes de base creados sobre el control democrático y las tradiciones de la lucha internacionalista y de clases. Instamos a los trabajadores de Airbus a crear sus propios comités de base y a unirse a la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB o IWA-RFC por sus siglas en inglés) lanzada por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de mayo de 2021)

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