El bochornoso colapso de las pretensiones de la Administración Biden de que implementaría reformas sociales ha asestado un golpe a la ficción de que el Partido Demócrata puede ser un vehículo para el cambio social progresista. El marco del plan presupuestario “Reconstruir mejor” de Biden revelado la semana pasada tiene poca relación con el proyecto de ley que los demócratas “progresistas” como el senador Bernie Sanders y sus aliados que pertenecen al Democratic Socialists of America (DSA; Socialistas Democráticos de Estados Unidos) como Alexandria Ocasio-Cortez dijeron que representaría grandes mejoras en la vida de los trabajadores.
En las “negociaciones” con los congresistas demócratas de derecha, el proyecto de ley fue despojado de la mayoría de las disposiciones que costarían dinero a las empresas o mejorarían las condiciones de vida de la clase trabajadora. Dos años de universidad gratuita en un community college, licencias remuneradas por razones familiares y médicas, un crédito fiscal permanente por hijos y expansiones significativas de Medicare: todas estas medidas fueron eliminadas. Además, las medidas supuestamente progresistas que aún quedan en el proyecto de ley en realidad están orientadas hacia los intereses de la élite gobernante.
De $555 mil millones asignados para el cambio climático, $320 mil millones vienen en forma de créditos fiscales para las empresas de servicios públicos, las fabricantes de vehículos eléctricos y las que producen estaciones de carga para baterías. Otros $110 mil millones son subsidios para empresas de “materiales solares, de baterías y avanzados”.
Las propuestas para programas universales de maternal y cuidado infantil subsidiados por el Gobierno federal permanecen sobre la mesa, pero solo para liberar a las madres de sus hijos pequeños para que regresen a sus empleos de bajos salarios. El seguro Medicaid solo se ha expandido a los estados que rechazaron los subsidios federales para expandir Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Esto también tiene como objetivo inducir a los trabajadores a aceptar trabajos de bajos salarios que no ofrecen cobertura de salud. El último proyecto de ley de reforma también excluye cualquier aumento significativo de las tasas de impuestos para las corporaciones o los ricos.
El senador Bernie Sanders, quien fue ascendido a presidente del Comité de Presupuesto del Senado por la dirigencia demócrata para que fuera la punta de lanza de la legislación, no ha declarado ninguna oposición pública al nuevo proyecto de ley, despojado de muchas de las reformas que él y otros “progresistas” pidieron anteriormente. En una entrevista con CNN, Sanders calificó el proyecto de ley actual como “muy, muy fuerte” y se rehusó a responder si votará a favor de la legislación tal como está.
La legislación de asistencia social promocionada por Sanders, los “progresistas” de la Cámara de Representantes y sus partidarios pseudoizquierdistas como prueba de que se podrían promulgar reformas importantes a través del Partido Demócrata se ha convertido en otra debacle. Ningún demócrata “progresista” ni cualquier congresista afiliado al DSA ha declarado que votaría en contra del proyecto de ley. Esto expone la política en bancarrota de la pseudoizquierda, que canalizó todo el apoyo detrás de Sanders y los demócratas.
En el artículo titulado “El destripamiento del proyecto de ley de reconciliación es lo que sucede cuando su partido es adicto al dinero corporativo”, David Sirota, editor asociado de Jacobin y exasesor principal y redactor de discursos de la campaña presidencial de Sanders en 2020, explicó que la erosión del proyecto de ley se debía a la presencia de grandes cantidades de dinero en la política. Su artículo nunca menciona el papel de Sanders o cualquier otro demócrata “progresista” en la promoción del proyecto de ley o en su achicamiento a su estado actual.
“En general, la razón por la que el Partido Demócrata siempre suena tan impotente e incoherente es porque sus legisladores están tratando de apaciguar simultáneamente a sus donantes corporativos y aparentar que están cumpliendo sus promesas públicas de solucionar los problemas creados por esos donantes corporativos”, escribió Sirota.
La lealtad de los demócratas a los intereses corporativos no es una nueva revelación. De hecho, ya entendían el camino que tomaría el proyecto de ley.
En septiembre, Yahoo! News citó a un cabildero en Capitol Hill diciendo que “había optimismo entre los demócratas del Congreso de que se aprobaría un proyecto de ley y se enviaría a Biden para que se convirtiera en ley. Pero es probable que un proyecto de ley de este tipo esté en el rango de alrededor de $2 billones ...
“Si bien es probable que los diversos comités de la Cámara de Representantes aprueben proyectos de ley por un total de $3,5 billones, ese número se reduciría antes de que la legislación se envíe al pleno de la Cámara de Representantes para su debate y aprobación, dijo la fuente. Eso podría significar que cualquier aumento de impuestos propuesto para los ricos y las corporaciones no tendría que ser tan pronunciado como se pensó inicialmente”, continuó el artículo.
Sirota luego denunció a Biden por mantener su promesa a sus donantes de que “nada cambiaría fundamentalmente” bajo una Administración de Biden y culpó a los “líderes demócratas” por crear un proyecto de ley que solo proporciona “victorias marginales”. Al mismo tiempo, sin embargo, Sirota elogió el proyecto de ley de Biden como “pasos significativos más allá del incrementalismo y corporativismo de la presidencia de Obama”.
Pero, tan solo 10 días antes, la revista Jacobin, el vocero semioficial del DSA, publicó un artículo de Luke Savage que declaraba que “Bernie Sanders está mostrándoles a los demócratas cómo enfrentarse a Joe Manchin”. Ahí, aclaman a Sanders por supuestamente causar un revuelo en Washington.
“Con su distintiva disciplina de mensaje, Sanders presentó un argumento directo, accesible y moral a favor de los elementos clave en el proyecto de ley, y señaló la fuerte oposición de los intereses corporativos y las disparidades catastróficas de riqueza que forman el telón de fondo de las disputas actuales en el Congreso”, escribió Savage.
Ahora que no ha habido ningún fruto de la demagogia de Sanders, la pseudoizquierda está apresurándose para cubrir sus huellas. En el artículo posterior, Sirota culpó los “engaños de los medios corporativos” por el fracaso del proyecto de ley y la indignación de los trabajadores.
“Todos estos engaños de los medios corporativos fueron cuidadosamente diseñados para tratar de hacer que te cuestiones —que sientas que tu indignación, frustración y decepción son ilegítimas—. ... Deberían estar dirigidos contra el sistema que destruye o acaba con este tipo de proyectos de ley rutinariamente. Es un sistema que no bloquea todas las reformas positivas, solo se asegura de que la mayoría de las reformas nunca alteren la estructura general de la economía, incluso cuando la sociedad enfrenta emergencias existenciales”.
Sirota menciona “emergencias existenciales” y crisis sin nombrar realmente lo que son. Las palabras “capitalismo”, “pandemia” y “COVID” no aparecen una sola vez en todo el comentario. También faltan los roles que Sanders y el DSA desempeñaron para ayudarle a Biden ser presidente y su apoyo a la política criminal de la Administración de Biden de reabrir escuelas y lugares de trabajo.
La irresponsable respuesta de la pseudoizquierda no puede disfrazar la imposibilidad de reformar el capitalismo u obtener un “cambio progresista” del partido capitalista más antiguo del mundo. El Partido Demócrata es un partido de Wall Street, las agencias de inteligencia y el ejército. El papel de Sanders y compañía es embadurnarlo con un barniz izquierdista.
Los trabajadores y los jóvenes deben sacar las lecciones necesarias. Los demócratas ni el sistema capitalista pueden ser reformados. En lugar de la “revolución política” de Sanders para presionar a los demócratas de abajo, los trabajadores deben romper con el Partido Demócrata y construir un movimiento socialista de masas para derrocar al capitalismo.
(Publicado originalmente en inglés el 1 de noviembre de 2021)
