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En una entrevista con The New Yorker, Ocasio-Cortez defiende a Biden y Pelosi e insta a los lectores a no perder la "esperanza" en la reforma del sistema bipartidista

Alexandria Ocasio-Cortez en SXSW en 2019 (Fotografía: Flickr/nrkbeta)

El 14 de febrero, la revista New Yorker publicó una entrevista con la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, quien también es miembro de los Socialistas Democráticos de América (DSA).

La entrevista fue realizada por el editor del New Yorker, David Remnick, autor de una biografía de Barack Obama de 2010 y destacado promotor liberal de las mentiras del gobierno de Bush que justificaron la invasión de Irak en 2003.

El propósito de la entrevista de Remnick, titulada “¿Alexandria Ocasio-Cortez es una informante ahora?”, es promover la débil imagen de la demócrata de Nueva York como una política foránea con atractivo para los jóvenes. El subtítulo de Remnick dice: “Después de tres años en los pasillos del poder, ha visto el ‘espectáculo de mierda’ de cerca, y no ha renunciado a su visión de cómo cambiarlo”.

La entrevista es un retrato de un político capitalista convencional.

La entrevista es más notable por lo que Ocasio-Cortez no dijo. En el transcurso de una entrevista de 6.000 palabras que trata principalmente sobre ella misma, solo mencionó de pasada la pandemia de coronavirus, que ahora ha matado a 900.000 estadounidenses, incluidos muchos miles de sus propios electores en el Bronx y Queens.

No hizo referencia a las agresivas amenazas hechas por la administración Biden contra Rusia, a pesar de que el día anterior a la entrevista (1 de febrero), EE. UU. había convocado al Consejo de Seguridad de la ONU para acusar a Rusia de planear invadir Ucrania, con Biden amenazando “Consecuencias rápidas y severas”.

En el transcurso de la entrevista, no presenta ninguna crítica al establishment político más allá de desear que Biden emita una orden ejecutiva que perdone los préstamos estudiantiles. En cambio, Ocasio-Cortez usó la entrevista para defender la administración de Biden y el liderazgo del Congreso del Partido Demócrata y para evitar que su audiencia pierda la “esperanza” en que el sistema bipartidista pueda reformarse.

Cuando se le pidió que calificara el desempeño de Biden como presidente, dijo: “Hay algunas cosas que están fuera del control del presidente, y se puede decir muy poco al respecto”, repitiendo el tema de conversación del Partido Demócrata que los senadores demócratas Joe Manchin y Kyrsten Sinema tienen la culpa de que la administración no haya aprobado ninguna ley de reforma social para mejorar las condiciones de las masas de trabajadores.

Cuando se le preguntó si apoyaba a Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara, Ocasio-Cortez respondió en el típico lenguaje político que se oponía a cualquier desafío de liderazgo:

“Realmente se trata de un momento específico en el que nos encontramos. Estamos en un momento tan delicado del día a día, particularmente con las amenazas a nuestra democracia”. En otras palabras, Ocasio-Cortez argumenta que sería impropio desafiar el liderazgo derechista del Partido Demócrata debido al liderazgo derechista del Partido Republicano. Si finalmente llegará el “momento” para un cambio de liderazgo es “una cuestión más amplia de condiciones y circunstancias”.

Ocasio-Cortez también emitió una semi-disculpa para los republicanos del Congreso. Cuando Remnick preguntó: “¿Cree que muchos republicanos comparten su preocupación por el destino de la democracia?” Ocasio-Cortez respondió: “Es una pregunta compleja porque hay muchos tipos diferentes de republicanos”. Si bien “todos toman las mismas decisiones”, argumentó, “es posible que pueda apelar a la buena naturaleza o incluso al sentido de la caridad de un puñado, pero en última instancia, tenemos lo que tenemos”. Agregó que “algunos republicanos luchan con… la preocupación de que serán reemplazados por alguien aún peor”.

Estas declaraciones se refieren a un partido cuya dirección aprobó recientemente una resolución que declara que el intento de golpe del 6 de enero fue un “discurso político legítimo”. Ocasio-Cortez cita el peligro de la extrema derecha como una razón para apoyar a la presidenta Pelosi y al mismo tiempo insta a los lectores a “apelar a la buena naturaleza” del partido que es la principal fuente de ese peligro.

Estas respuestas revelan que el papel de Ocasio-Cortez es sofocar el descontento social y presentar al sistema bipartidista como capaz de transformarse desde adentro. Remnick en un momento le pregunta a Ocasio-Cortez sobre el hecho que tantos jóvenes hayan perdido la esperanza en la posibilidad de reformar el establecimiento político. “¿Qué le dirías a las personas, especialmente a los jóvenes, que han perdido la esperanza?”

Ocasio-Cortez responde que después de los primeros años de Obama en el cargo, “tenía una completa falta de esperanza. Vi un Partido Demócrata que estaba demasiado distraído por el poder institucionalizado para defender a los trabajadores”.

Pero Ocasio-Cortez recuperó la esperanza cuando se postuló para el Congreso como demócrata. La forma de combatir la “desesperanza”, dijo Ocasio-Cortez, es presionar a quienes están en el poder para alentar el cambio desde dentro del establecimiento político. “Cuando las personas comienzan a participar lo suficiente individualmente, comienzan a convertirse en algo más grande” y “amenazan la legitimidad de los medios de comunicación masivos, las instituciones de poder, etc. Tienen que crecer tanto que no se pueden ignorar, para lograr que estas posiciones lleguen a la cima para ser respondidas”.

La afirmación que los “arriba” en el Partido Demócrata pueden ser presionados para que promulguen reformas sociales ha sido expuesta como completamente falsa durante el transcurso del mandato de Ocasio-Cortez.

A lo largo de la pandemia, estudiantes y trabajadores han participado en protestas y huelgas exigiendo el cierre de lugares de trabajo y escuelas durante la pandemia de coronavirus, y los demócratas respondieron forzando un “regreso al trabajo” que provocó la muerte de cientos de miles de personas. Cuando millones de personas exigieron un mayor gasto social y mayores pagos de estímulo durante la pandemia, los demócratas aprobaron la masiva Ley CARES que rescata a las corporaciones y a los bancos.

Después de las mayores protestas de la historia, tras el asesinato de George Floyd en mayo de 2020, exigiendo el fin de la violencia y los asesinatos policiales, los demócratas votaron a favor de aumentar los fondos para la policía. Enormes manifestaciones tuvieron lugar a lo largo de la administración de Trump contra sus políticas antiinmigrantes fascistas, pero la administración de Biden ha respondido deportando inmigrantes a un ritmo aún más rápido y ha continuado con las políticas de Trump, como el uso del Título 42 alegando condiciones de salud para limitar el derecho de asilo. La realidad es exactamente lo contrario de lo que afirman Ocasio-Cortez y DSA. Cuanto mayor es la demanda de cambio desde abajo, más despiadados son los demócratas a la hora de perseguir los intereses de la aristocracia financiera y reprimir el descontento social.

Consciente del peligro de una creciente oposición social a la guerra, la desigualdad y la amenaza de la dictadura, Ocasio-Cortez disuadió a los lectores de usar palabras como “capitalismo” y “socialismo”.

“Tenemos que hablar sobre el patriarcado, el racismo, el capitalismo, pero no se van a tener esas conversaciones usando esas palabras”, dijo. En cambio, “tiene que tener esas conversaciones respondiendo realmente en momentos edificantes”.

Ocasio-Cortez también presentó el uso de la etiqueta “socialista” para describir sus puntos de vista políticos como un malentendido tragicómico orquestado por los medios. En el momento de su elección de 2018, le dijo a Remnick: “Fue una noticia de última hora: el tercer demócrata más poderoso en la Cámara de Representantes parece haber sido derrocado por esta socialista radical. Todas las palabras de moda que usa ahora la derecha también fueron completamente legitimadas por los principales medios de comunicación la noche de las elecciones. Nunca tuve una oportunidad”.

Es notable que Ocasio-Cortez también hizo referencia a las crecientes críticas en su contra desde la izquierda, y señaló que “algunos ‘izquierdistas con principios’” se han opuesto a su uso de trucos políticos para encubrir la política convencional del Partido Demócrata. El hecho que Ocasio-Cortez use el término “izquierdistas con principios” entre comillas, como un insulto, solo expone aún más su papel como una política capitalista convencional sin principios cuyo papel es bloquear el desarrollo de un movimiento socialista independiente del sistema bipartidista controlado por las corporaciones.

(Publicado originalmente en inglés el 16 de febrero de 2022)

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