Llegó el resultado que muchos trabajadores temían. El miércoles, Ford Motor Company anunció oficialmente su decisión de fabricar su próxima generación de vehículos eléctricos en Almussafes, España, y no en su planta alemana de Saarlouis. Los 4.600 trabajadores empleados en Saarlouis, más alrededor de 1.500 trabajadores del parque de proveedores adyacente, se enfrentan al despido cuando cese la producción del Ford Focus a finales de 2025, fecha en la que está previsto el cierre de la fábrica.

Al mismo tiempo, se dejó claro a los 6.000 trabajadores en España que también sufrirán como resultado de la decisión: con recortes salariales, tiempos de trabajo más largos, mayor flexibilidad y, sobre todo, recortes de empleo de tres dígitos.

Muchos trabajadores en Saarlouis, con quienes el WSWS estuvo en contacto antes, durante y después de la reunión de trabajo, estaban más enojados con el sindicato y la farsa hipócrita del presidente del comité de empresa, Markus Thal, que con el anuncio de la empresa. 'Esto no son más que mentiras y engaños', declaró un trabajador directamente después de la reunión.

El pasado mes de septiembre la compañía anunció que cerraría la planta alemana en Saarlouis o la fábrica española en Almussafes, cerca de Valencia. En ese momento, el WSWS advirtió que los comités de empresa de ambas plantas estaban compitiendo entre ellos para hacer las mayores ofertas de recortes, 'tratando así de demostrar a dirección de la compañía que su respectiva planta podría producir de manera más rentable que la otra'. Los perdedores serían los empleados de Ford en ambas plantas.

Los comités de empresa en Alemania ahora fingen haber luchado para mantener la planta abierta. 'Nos mintieron, nos estafaron y nos engañaron', afirmó el presidente del comité de empresa de Saarlouis, Thal. Los comités de empresa se refieren al “amaño” y al 'procedimiento falso'.

Esto le da la vuelta a la realidad. Sí, fue un “amaño”, pero el comité de empresa y el sindicato IG Metall fueron y son parte del juego. El comité de empresa envió un aviso de la reunión de trabajo el miércoles hace más de dos semanas para informar a los trabajadores sobre el 'estado de la licitación”. Luego, supuestamente, poco antes de la reunión, se informó al comité de empresa que la compañía había decidido a favor de la planta española, pero esto no se lo cree nadie.

Los avisos del comité de empresa informaban a la plantilla de que deberían prepararse para una reunión ampliada el miércoles a partir de las 2:00 p.m. y que luego se volverían a reunir a las 7:30 a.m. del día siguiente, 'dependiendo de la decisión'. Está claro que el comité de empresa ya conocía cual era esa decisión.

Mientras la reunión de trabajo aún estaba en marcha, se distribuyeron panfletos bajo el título 'incumplimiento de promesa', llamando a una manifestación y un mitin. Todo estaba preparado, la policía y los agentes de orden público estaban informados sobre estas acciones y estaban esperando a los trabajadores cuando estos salieron de la fábrica.

“No puedes organizarte y hacer algo como esto en un cuarto de hora”, dijo un trabajador de Ford. “Lo sabían de antemano. Siento que la empresa y el comité de empresa me han engañado”.

La versión del proceso de licitación presentada por IG Metall y el comité de empresa en la reunión, la manifestación de protesta y los folletos preparados de antemano solo pueden describirse como mentiras descaradas. El panfleto del comité de empresa general, firmado por sus presidentes Benjamin Gruschka y Thal, afirma en su primera frase que el comité de empresa solo había sido informado el mismo día.

Como si tomaran a los trabajadores por idiotas, ¡la pareja declaró que habían condenado 'rotundamente' la competencia en la licitación que ellos mismos habían pasado meses organizando! Incluso tuvieron el descaro de afirmar que habían intentado actuar conjuntamente con sus colegas españoles. De hecho, hicieron todo lo posible para garantizar el cierre de la planta española ofreciendo recortes de empleo y salarios y subsidios en Alemania, en lugar de organizar una lucha común contra Ford.

Fue esta actitud despiadada y sumisa, orientada únicamente a los beneficios de la compañía, la que animó a la dirección a exigir aún más recortes a España y terminar con la producción en Saarlouis.

El comité de empresa ahora se vanagloria de que habría ofrecido recortes salariales no solo en Saarlouis sino en todas las plantas alemanas de Ford. Según el pensamiento retorcido de los burócratas sindicales, permitir que los trabajadores de otras fábricas sufran en el concurso de licitación equivale a una 'declaración de solidaridad'. En lugar de una lucha conjunta, es la renuncia conjunta a los empleos y a los medios de vida el nuevo tipo de solidaridad que IG Metall está tratando de imponer.

Thal y compañía. Están ahora bufando y resoplando sobre el hecho de que la empresa no tuvo en cuenta los recortes que el sindicato había planteado y que Valencia se adjudicó injustamente el nuevo contrato. Sus gritos de 'escándalo', 'incumplimiento de promesa' o 'fraude' son similares al carterista que grita: '¡Alto al ladrón!' Ellos mismos organizaron el proceso de licitación, lo ocultaron a los trabajadores y sabotearon cualquier lucha seria para defender los puestos de trabajo.

Incluso ahora, el comité de empresa y los sindicatos rechazan cualquier lucha para mantener la planta abierta y están ofreciendo sus servicios a la dirección de Ford para organizar la liquidación sin problemas de la fábrica. Los empleados debían ser informados sobre los próximos planes el jueves.

'Ahora tendremos que trabajar en alternativas para la planta de Saarlouis'. Esta, dijo Thal, era la tarea más importante para las próximas semanas y meses. 'Nosotros, como comité de empresa general, lo haremos tan intensamente como lo hemos hecho en los últimos meses'. En la conferencia de prensa del miércoles, Thal anunció que planeaba negociar planes sociales y tarifas. Él explicó que los trabajadores pueden hacer huelga para lograr estos fines, es decir, huelgas por despidos más favorables en lugar de por defender la fábrica.

La manifestación del miércoles dio un anticipo de las protestas descafeinadas que el sindicato planea organizar ahora. A los trabajadores se les dieron silbatos para que soplaran y se desahogaran, y la protesta se organizó deliberadamente lejos de las puertas de la fábrica, en otras palabras, para evitar que los trabajadores se plantearan ocupar una puerta o incluso la planta y realmente ir a la huelga. En cambio, se les dijo que después de 2025 la producción de un modelo terminaría y luego fueron llevados a una manifestación y un mitin donde una vez más Thal y otro representante de IG Metall fingieron su sorpresa y enojo tal como lo habían hecho antes de la reunión de fábrica.

Los trabajadores deben extraer las lecciones de estos últimos años y especialmente de los últimos seis meses. Si la plantilla en Saarlouis permite que los comités de empresa y IG Metall continúen donde ahora lo han dejado, esto llevará a un desastre. El cierre gradual de la planta afectará a toda la región, lo que llevará a una rápida disminución de los salarios y las expectativas. Los trabajadores han denunciado que cuando buscan empleos alternativos, se les ofrecen salarios muy bajos, como 12 euros la hora trabajando en logística. Este es el futuro que organiza el comité de empresa.

La plantilla en Saarlouis debería tomar ejemplo de sus compañeros de Ford en la India, cuya fábrica también se cerrará. Están en huelga y mantienen las puertas de la fábrica bloqueadas. También en Saarlouis debería crearse un comité de acción y huelga para preparar medidas militantes para defender la fábrica. Para ello, se debe contactar inmediatamente con los trabajadores de India, Turquía, Rumanía y, sobre todo, España.

Póngase en contacto con el Comité de Acción de Ford: envíe un mensaje de Whatsapp al siguiente número: +491633378340

(Publicado originalmente en alemán el 22 de junio de 2022)